La autora expresa su profundo amor y aprecio por su abuela, quien fue una guía y ejemplo a seguir. Su abuela llenó su vida de alegría, sabiduría y felicidad con su bondad, historias y juegos. Ahora que su abuela ha fallecido, la autora siente un gran vacío pero siempre la llevará en su corazón, esperando reencontrarse con su "angelito de la guarda" algún día.
2. Desde que nací ya se sabía que entre tu y yo algo especial habría. Fuiste mi ejemplo y mi guía desde que al colegio tú me recogías.
3. Tu bondad y tu alegría inundaron mi vida al instante llenándola de sabiduría y de felicidad constante. Fines de semana y veranos durante años, fueron los más esperados puesto que ansiábamos la hora de estar a tu lado.
4. Tus juegos e historias sin pestañear nos tenias, que como siempre acababan en carcajadas y risas. A todos calaste hondo daba igual el parentesco puesto que todos tenían un hueco en la mesa de los abuelos.
5. Tu bondad y sencillez no pasaba nunca desapercibida vecinos, amigos y conocidos, todos te querían. Tú me cuidaste siempre sin pedir nada a cambio y doy gracias, porque pude hacer lo mismo con todo mi corazón.
6. Dijimos que siempre estaríamos juntas pero el destino nos separó ya que en mi decisión me apoyaste y me llenaste de valor. Una cita obligada, en todas mis visitas era verte de nuevo y pasar una buena velada.
7. Ahora que te has ido me ha quedado un vacío muy grande, donde un eco repite en mi corazón... “ NUNCA PODRÉ OLVIDARTE”
8. De tu nieta Patricia, que siempre te llevara en su corazón, y que desea, que estés en un lugar feliz, desde donde puedas seguir siendo mi dulce angelito de la guarda, hasta que algún día, nos volvamos a encontrar, para no separarnos nunca más.