Este poema rinde homenaje a Santiago como guía espiritual de los peregrinos que realizan el Camino de Santiago. Describe el cansancio y las dificultades del camino, pero también la belleza de la naturaleza y la búsqueda interior que motiva a los peregrinos. Pide la bendición de Santiago para quienes recorren sus caminos en busca de respuestas y trascendencia.
1. Tú ,Señor Santiago,
hijo del trueno,
predilecto de Cristo,
recibe el cansancio
de nuestros llagados pies.
Nos buscamos en ti
y hacia ti navegamos como naos perdidas en la mar
porque eres brújula de nuestros anhelos.
Bendígante los caminantes
del anchuroso mundo,
los de aquí y los de allá
por esos tus caminos de jara y piedra,
de agua y sol,
de sierpes y mariposas
de peregrinos hermanos
que avanzan hacia mismos por tu ruta
buscando la tumba en la que yaces siempre vivo.
¡Que extraños resortes
mueven nuestros corazones,
persiguiendo tus ecos
en el viento maduro,
en la helada tarde,
en el axfisiante calor de las ciudades
y en el profundo silencio de nuestra propia oquedad!
Bendígote Apóstol Santo
porque eres estrella que nos guías
en esta luz de la vida.
Te cantaré con el gallo de Santo Domingo de la Calzada,
con el gorrión que trina en el alto ciprés,
con la luna que nos persigue con su perfil de plata
con el Bierzo maravilloso que eleva sus montes a Foncebadón.
Santi,Santo,Santiago
en Vos mi camino hallo
y en hallándolo camino.
Santo,Santi,Santiago
camino dulce en que a mis pies llago
y en el que estoy cautivo.
Te bendigo Santo,
te bendicen las encinas,
los arroyos,
los soles y las nubes
los pasos que se van haciendo distancias hacia el interior de uno mismo.
Bendígote Santiago,Santi,Santo.
Amén.
2. Santiago Amigo,Patrón de estas Españas nuestras,Hijo de Zebedeo y del
Trueno...Tú que saboreaste la luz de la transfiguración del Cristo tu
Maestro,pídote que aceptes mis pasos y esfuerzos por llegar a la tumba
en la que dicen, reposas.
No me importan las distancias,ni las llagas que molesten a mis pies como
carbones ardientes,ni la altitud de las montañas,ni las inclemencias del
hermano tiempo.
Desde este pueblito francés de Saint Jean Pied de Port ruégote que me
asistas en el camino, aunque no entiendo por cual razón hállome aquí
emprendiendo tan difícil aventura.
Sumido en el silencio interno quiero descubrir mi alma y el espìritu que
habita en las criaturas que acompañarán mi peregrinaje, a medida que los
kilómetros resbalen debajo de mi cuerpo.
Aquí,desde el puente sobre el escaso río Nive,te brindo este botón de
rosa blanca y que las aguas del manso río la lleven,como a mí,
peregrino,pídote me lleves,hasta el mar que es la sabiduría aprendida en
el caminar.
Atraìdo como el sencillo ñu por la fuérza vital y oculta de todos sus
hermanos del ayer,del hoy y del futuro,,quiero rendir mi humilde tributo a
los millones de peregrinos que han dejado sudores y esperanzas a lo
largo de los siglos sobre los senderos difíciles de esta piel de Europa
persiguiendo a las estrellas que reposan sobre tu sepulcro en la
Compostela de siempre.
3. DIA 1-SÁBADO 4 DE JULIO 1987- CUARTO CRECIENTE
Me planto en el pequeño pueblito de San Jean Pied de Port situado en la
Francia fronteriza con la España.El amigo que me ha traìdo desde
Pamplona me desea buen viaje y me ruega que dé saludos al Apóstol,si
llego.Me gusta la ciudad por lo bella y porque tiene la medida digna de
cualquier ser humano.Te sientes cómodo por sus calles,nada ni nada te
agobia porque está echa a la medida del cuerpo y de la comunidad que la
habita.¿Qué diferente a las enormes megalópolis que tanto he visitado y
que han dejado mi alma vacía,a mi cuerpo reducido al cansancio.
!Ciudades del agobio,pobres y vanas ciudades,ofuscados espacios en
donde comparten en desigualdad los míseros con los poderosos
rompiendo unos y otros la estética fundamental para el desarrollo de la
vida!
Lugares asaltados por el ruido,la competitividad irracional,el
consumismo alocado y entre los cuales millones de seres humanos
buenos luchan por construir,a pesar de sus enormes desventajas,un
mundo mejor.
Esta aldea de San Jean Pied de Port es sitio ideal para iniciar el
peregrinaje a Santiago.En sus pequeñas terrazas las gentes comparten
sin prisas sus horas tranquilas.Parece que el tiempo les da tiempo de
vivir.Por la Rue de la Citadelle busco a la señora Debril,mujer enamorada
del Camino y orientadora de los Peregrinos.Me saluda con calidez y me
pide en su difícil castellano que cumplimente la hojita con mis datos
personales escribiendo la razón por la cual emprendo el peregrinaje a
Santiago.Me explica,brevemente, porque otros peregrinos le
esperan,sobre la Sociedad de Amigos del Camino de Santiago.Me da
algunas pautas sobre la prudencia en el caminar,me regala una vieira y
me proporciona el carnet del peregrino con el que podré demostrar que
hago el Camino y gracias al cual se me brindara cobijo en uno de los
muchos albergues que refugian al peregrino.Le pido que acepte tomarse
una foto conmigo ..
Aquì,enfrente a la puerta de mi casa,me indica.
!Arrevoir!–me despide sonriente.
Mi mochila pesada y llena de inexperiencias: binóculos,cámara de
fotografía,una pequeña radio, grabadora de bolsillo,cassettes,tres libros
sobre el camino,saco de dormir,tienda de campaña, dulces,leches
condensadas,bocadillos de jamón y queso,agua,diario del camino,dos
mudas de ropa...!medio mundo a mis espaldas! Y sólo un par de
zapatillas que definitivamente no son las adecuadas para caminar pues
no me cubren los tobillos que son el verdadero talón de aquiles de los
esguinces,pero Dios dirá.
Siento una extraña emoción al participar del mismo camino que utilizaron
los romanos,los invasores árabes,el glorioso Carlomagno,el cronista
Aymeric Picaud y el mismísimo Napoleón cabeza de ejércitos imperiales.
Esta ruta es la romana Aquitana que venía desde Burdeos a Astorga.
Antes de partir del pueblito entro a la iglesia que se pega casi al rio.Hace
un fresco que se agradece con el calor de julio.Me arrodillo y le ruego a
Dios que me de fuérzas,que ayude a mis amigos y familiares,a los otros
4. peregrinos;rezo por la paz del mundo,por el desarrollo de la bondad
humana,por el aumento de la búsqueda de las fuéntes interiores que
todos llevamos y sobre todo ruego a Santiago Trueno para que me lleve
a buen puerto sin tropiezos y me dé el don del aprendizaje caminero.
Cruzo La Porte de Notre Dame,el puente sobre el Nive y ya en la rue d
´Espagne paso las murallas y mis pies se despiden del bello pueblo de la
Navarra francesa.
Son las 13.36 de la tarde y el sol gira en ese cielo azul de los pirineos.Me
calo mi sombrero costeño con el cual mi padre acompañó sus días
viajeros y emprendo la ascensión que se hace dura más por el calor que
por la inclinación.Cruzo por praderas con dientes de león,acónitos con
sus cascos morados, umbrelas blancas de la mortal cicuta,hermosos
dedades de la digitalis purpurea , estrelladas flores moradas,también, de
la colquida,blancas flores de fragaria vesca, flores todas que unidas a los
multicolores líquenes parecen sacadas de un cuento de hadas.
Cuando corono la colina observo a lo lejos, a mi izquierda, una cumbre
cónica árbolada y en ella dos casas que brillan con el sol del
mediodía.Continuo subiendo mientras me pregunto cómo harían los
peregrinos venidos desde Paris,El Puy,o Vezelay para superar estos
escollos en los días de invierno y el solo pensamiento me llena de coraje
e ilusión.
Mis pasos empiezan a tragarse el camino pues en poco tiempo me hallo
pasando enfrente de las dos casitas que unos minutos antes se me
hacían lejanas.Un pastor alemán,perro cachorro y juguetón me olisquea
brevemente y se va con pasito trotón montaña abajo.El aire huele a bueno
y perfume veraniego.Decido tomarme un bocadillo de queso y una botella
de agua pues sudo abundamente.Descanso en la hierba y me pongo a
observar a un ejército de hormigas que se dirigen ordenadamente no sé a
cual destino.La sombra de un formidable pino me protege y entonces me
doy en recordar la historia de Pierre Durquet el peregrino del siglo XVII
que aquí en esta montaña tuvo la extraordinaria visión del Apostol
Santiago cabalgando en hermoso caballo blanco adornado con bella
gualdrapa de oro.Cuenta la leyenda que Durquet venía desde Paris
comprometido a visitar la tumba del Santo para agradecerle por haber
salvado a su mujer y sus dos hijas cuando el carromato en que se
transportaban cayó en las aguas del Sena .!Prométote Señor Santiago
acudir a tu santo lugar y depositar en tu altar las hermosas cabelleras de
mi esposa e hijas de las cuales se quieren desposeer para agradeceros
tan milagrosa salvación,como tributo de agradecimiento,pero sobre todo
quiero visitarte siguiendo el camino de las estrellas para agradecerte y
rendirte humilde homenaje como cristianizador que fuiestes de las tierras
de la España!
Durquet que era un hombre pobre en bienes materiales decidió con el
beneplácito de su familia vender la yunta de bueyes que lo proveía de
transporte,para reunir con el dinero recibido,viandas,calzados,cubiertas y
pócimas sanatorias con los cuales emprender el largo camino.En un
pequeño cofre guardaba celosamente las más hermosas cabelleras de
Paris,como gustaba decir.
En esta montaña,en la que me hallo reposando,tuvo la mala suerte
Durquet de resbalar rompiendo una de sus piernas contra una roca
5. saliente que le dejó inmovilizado.No habiendo nadie quien pudiese
ayudarle e impedido para caminar rogó al Santo Apostol para que no le
privase de allegarse a su tumba para cumplir con lo deseado y
prometido.
Cuenta la leyenda que fué tal el fervor y la fe que puso Durquet en su
oración que desde el oeste vió venir por el cielo rodeado de luz
aturdidora a un jinete joven y fuérte montando caballo blanco con
gualdrapa de oro al cual identificó como al mismísimo apostol Santiago.
–Tus deseo será cumplido carísimo hijo” le dijo el santo.Y sin darle
tiempo a respuestas el peregrino se vió aupado al caballo en el cual fué
trasladado por el Santo hasta Compostela.
Una vez que llegó ante la tumba del Apóstol se sintió aliviado de sus
dolencias y pudo regresar sano y salvo,después de haber depositado a
los pies del altar,las hermosas cabelleras de su mujer e hijas.
No seré yo quien vaya con Santiago en su caballo blanco.Debo continuar
el viaje recién iniciado.Una bandada de golondrinas juguetea sobre el
campo.Regresa a mi mente la inscripción que dejé en San Jean Pied de
Port en una de las casas del siglo XVII: Post funera virtus vivit.Quien
aquello escribió posiblemente experimentó en la virtud el placer de la
trascendencia del bien,lo demás le parecía banal y transeúnte.
Me encantan los juegos de colores que componen las flores silvestres;los
árbolados movidos por el viento del atardecer;el ruidillo armónico de las
fuéntes que discurren por las laderas de la montaña y hasta el canto
metálico de las chicharras que proclaman el calor del verano.
Dejo atrás los breves caseríos de Irouleya y Mendialaz.
En un viejo abrevadero las vacas sacian la sed.Disfruto observando las
caras tranquilas de los animales.Una de las vacas,la menos tímida se
acerca al vallado desde el cual las contemplo:lleva un enorme cencerrro y
el número 555 en una placa metálica y bien cuidada,sujeta a su
collarín.Me permite acariciarla y pienso que los dos hemos intercambiado
nuestras buenas energías.La bautizo con el nombre de Vasquita y la dejo
tranquila con sus amigas,y con sus verdes forrajes.Decido girar a la
izquierda de mi camino porque encuentro una indicación que me dice que
a unos pocos metros encontraré el breve poblado de Etchebeastia,cuyo
nombre me evoca mis ancestros familiares de Echeverry cuyo significado
en vasco es casa nueva.
En este punto se funden el Camino de San Jean Pied de Port y el que
viene de Saint Jean le Vieux, localidad medieval desde la cual el cronista
Aymeric Picaud señala las etapas del Camino Jacobeo.
Devuelvo lo caminado y ya nuevamente sobre la Ruta de Napoleón
encuentro un viejo castaño, llamado de San Luis,el cual me trae a la
memoria el recuerdo de las hermosas y gigantes ceibas que
acompañaron en Medellín mi ecológica niñez.Mientras camino mis
recuerdos coquetean con el pasado y experimento cierta nostalgia
porque el inexorable hermano tiempo nos va llevando,suave y
sutilmente,hacia los campos de la ancianidad sin casi darnos
cuenta.Nuestras breves vidas son un rápido destello en la noche de la
eternidad y sin embargo cuán ufanos nos sentimos de nuestras pequeñas
heroicidades,cuán despistados pasamos sobre el planeta sin casi aportar
más que necias vanidades...
6. ! Que pequeños contemplo, desde estas hermosas cumbres pirenaicas, a
los hombres que se han constituido en soberbios gobernantes,en
poderosos negociantes,en afamadas criaturillas humanas que tan sólo
piensan en sus particulares intereses olvidándose de conducir a la
humanidad a un estado más elevado de conciencia y desarrollo de su
espiritualidad !
Por fortuna,pienso,son muchos más los seres humanos que avanzan con
conciencia de ubicación:hombres y mujeres que entienden perfectamente
su lugar en el mundo y pasan por él dejando su aroma y amabilidad.
Hacia el norte se arremolinan cúmulos que forman maravillosos
conjuntos de gigantes.La lluvia y los rayos de verano suelen ser bravíos y
diría que en el aire olisqueo tormentas lejanas aunque creo que no
llegarán hasta mí.
Miro hacia el este y atrás queda el castaño con sus leyendas de
peregrinos que vienen desde el corazón de Europa; debajo de su sombra
se reunen los caminos que vienen desde Saint Michel y el que me trae
desde Saint Jean Pied de Port.
Dejo de lado el minúsculo caserío de Erreculuch con sus corderillos
juguetones y recién paridos.
Contaba Don Jacinto García y Sancho,viejo amable y buen conversador a
quien conocí en mi época de estudiante en la Universidad de Navarra, que
cuando su abuelo a finales del siglo diecinueve hizo peregrinación a
Santiago,halló enterrado a las afuéras de este caserío un cofre de roble
en el cual se contenían cuatro vieiras del siglo XV con los nombres de los
peregrinos que venìan de regreso de la peregrinación a Compostela.El
grupo,lo componían dos franceses de Castres,un aleman de Colonia y un
Toscano que había iniciado el peregrinar desde la puerta de San Pedro en
Roma.Las inscripciones breves que traían las vieiras en su cara cóncava
eran de agradecimiento a Dios por haberlos bien cuidado en el
trayecto.Las vieiras por la cara exterior rezaban:Yo,Franco Tremoli,de
Reggello, fui y agradecí.La del primer francés llamado Georges Assemat
decía:alabé.La del segundo francés de nombre Francoise Carraquel
decía:Fui y comprendí.Finalmente la del alemán ,de nombre Peter Ulm
decía:Vi y alabé.Me hubiese gustado poseer esas vieiras del pasado pero
nunca volví a saber de Don Jacinto y sus amenas hisorias peregrinas.
El día se me va echando encima a pesar de la duración veraniega de la
luz.Mientras repasaba y daba vueltas a la historia de las vieiras,pasé,casi
diatraído,por el último poblado que cuenta con algún servicio:Unto.
A mis pies,alejado del poblado, se abre majestuosamente el panorama de
la baja Navarra.Allí reposan en un silencio que no quisiera molestar,
montañas perfectamente dibujadas contra el cielo,colinas,collados,valles
y la niebla que envuelve artísticamente al tapiz de gamas verdosas y
azuladas compuesto por tierra y cielo.Un vientecillo juguetón viene desde
el norte disipando el calor que me viene acompañando desde mi salida en
Saint Jean.La amenaza de tempestad huyó hacia otros sitios y sólo me he
quedado con los cendales de niebla juguetona y húmeda detrás de la cual
se desdibuja el cuadro recién observado.
Adelante se extiende la pradería de Orisson.Ya no quedan vestigios del
priorato de Santa María Magdalena,aquel que dependía de Roncesvalles y
7. de la abadía de Lahonce.Este priorato fué eximido de pago de impuestos
por Carlos III de Navarra por la ayuda que prestaba a los peregrinos.
Dos cabras Azpi Gorri se dan testazos envueltas en la niebla baja y los
rebaños abundantes de ovejas balan y suenan los cencerros,mientras los
perros pastores reclaman disciplina a la cabaña.Todo el ambiente reboza
paz y felicidad.
Siempre le decía a mamá,cuando era niño, que la belleza produce deseos
de llorar y ahora que voy por estos lugares el alma se me encoge y las
lagrimas me asoman,sin proponérmelo,porque me domina la belleza.
Rezo,mientras camino, al Creador y agradezco como el Santo de Asís la
presencia de mis hermanas cabras,de mis hermanas ovejas,de mi
hermano viento y de mi hermano corazón que palpita en su caja solitaria.
La montaña continúa ascendiendo y el camino me va llevando por Monte
Orisson,Collado de Landerete,Monte Itchasheguy,Collado de Biacorre
desde el cual observo con los binóculos las lejanas cumbres del Monte
Aspe en el Camino de Somport.Una virgencita acompañada de un ramo
de lirios pirenáicos frescos me indica que algún pastor debe rondar cerca
de alli porque fuéron los pastores quienes la colocaron hace varios años
para que los protega de rayos a ellos y a sus ganados.
A mi izquierda a 1189 metros de altura se halla Chateau Pignon,y el Monte
Hostateguy, donde se encuentran vestigios de un reducto militar
levantado por Fernando el Católico que le sirviese como cabeza de
puente para la conquista de Navarra.
Dícese que el Duque de Alba usó este reducto como almacén de material
militar.Y digo yo, mientras respiro profundamente y me sorbo el olor
natural de estos Pirineos,sobre la relatividad de los acontecimientos de la
historia humana.Los que ayer vestían gloria y poder hoy tan sólo son leve
recuerdo.¿Dónde se hallarán aquel Rey Carlos y aquel noble Duque?... !
Se los tragó el río de la historia
Voy sintiendo cansancio en la espalda,en los muslos y creo que me ha
empezado a crecer una redonda y molesta ampolla en el pie derecho,sin
embargo no quiero preocuparme de ella hasta que llegue a mi
campamento de descanso.Convenzo a mi ampolla que debemos
sobrepasar la cumbre de Urdenarri.La gravedad de la tierra sienta su
presencia y la mochila pesa el doble o el triple a pesar de que le he
quitado algunos gramos de comida.Decido parar a repostar mi cuerpo
con leche condensada y mucha agua,mucha, pues estoy muy
deshidratado.Me acuesto panza arriba sobre el fresco césped y me
entretengo unos minutos viendo pasar algunas nubecillas que parecen
veleritos en un mar,ahora, profundamente azul.Las gaviotas de ese mar
son unos vencejos que cruzan como misiles por encima de mi cabeza.
También por mi mente atraviesan raudos los recuerdos de aquellas
hermosas cordilleras colombianas que llenaron de color mis ojos de niño
y siento tanta nostalgia que la espanto como a una mosca y opto,más
bien, continuar con el ascenso hacia la cresta rocosa del Leizar Atheka la
cual,una vez caminada,me regala un delicioso llano que aunque escaso
es por mi cuerpo bien agradecido.Cuando alcanzo la cota de 1400 metros
de altura llego a la muga que demarca la frontera entre España y
Francia.Atrás queda el puesto de caza número 38 el cual me produjo
cierta zozobra porque nunca se sabe de dónde provienen los tiros y no es
8. difícil que el cazador mas avezado me pudiese confundir con un ciervo
mochilero y peregrino en tan solitarios parajes.
Encuentro, rebazada la muga, un letrero que recuerda la fuénte de
Roldán.Son tantas las leyendas tejidas alrededor de la fuénte que prefiero
quedarme con la bella leyenda que me contó,hace unos ocho años,una
dama que hizo el camino cuando tenía veinte años y de eso hace ya
treinta y cinco,para dar gracias a Santiago por la salud de su novio.Esta
Dama cuyo nombre era Maite Larrañeta decía que a esa fuénte venía a
beber el caballo del Arcangel San Rafael y a quien bebiese,en riguroso
turno despues del equino, le era dado conocer todos los vericuetos y
recodos de la ruta jacobea incluso,si fuése ciego.Y Maite cerraba el
círculo de su leyenda canturreando como lo hacen los niños:
Viajé a Santiago
siendo yo ciego
bebí del agua
que trae del cielo
el Santo Arcángel
Rafael el bueno.
Ubicus llama
su fiel jumento
que de esta fuénte
bebió sin cuento
Salud entonces
si veis al fiero
Roldán bebiendo
lo que yo bebo
y el Santo Arcángel
proteja al tuerto ..
Me gustaba escucharle la retahila sin fin y la cual le fué contada y cantada
por otro peregrino muy viejo,muy viejo,como solía decir.La verdad es que
nunca supe que San Rafael Arcangel tuviese caballo o jumento,pero ahí
queda eso.
Tomo sitio en un lugar del hayedo,preparo mi tienda de campaña y me
dispongo,rendido,a dejar que el sueño vaya preparando su camino
nocturno.
!Que bien me sabe el bocadillo de jamón y queso!
Debo,eso sí,entablar serias negociaciones con zumbeante ejército de
mosquitos que quieren acompañar mi descanso,tomando posiciones en
mi piel..!no faltaría más!
La montaña pirenaica cuando el sol se esconde parece respirar.Escucho
aves nocturnas entre las hayas y creo adivinar pasos de cabras
errabundas.El cielo con sus estrellas fieles y rutilantes y yo envuelto en la
niebla de mi mismo.Duermo protegido por esa Deliciosa Providencia que
me cuida como a los lirios del campo.
9. DIA 2–DOMINGO 5 JULIO 1987
Desperté a lo largo de la noche dos o tres veces porque se le ocurrió a
una recua de yeguas preñadas pasar meordeando por mi tienda.Cuando
las alumbré con la linterna salieron despavoridas.Los mosquitos a los
que decidí llamar phantomitos, porque parecen cazabombarderos cuando
se lanzan sobre mi cuerpo,se dieron un banquete gracias a mi cansancio
y sueño y para que tuviese un buen despertar se me presentó en la
propia tienda de campaña un sapo enorme y croador al que bauticé,
lanzadole un poco de agua,con el nombre del príncipe Renato.Por fortuna
ya empezaba a clarear en la floresta y los cantos de los pájaros alegres
me pusieron en pie.
Bebí agua,exprimí hasta el fondo mi tubo de leche condensada, recogí mi
equipaje y orientándome con la Guía Everest,me enruté hacia el oeste.El
fresquillo de la mañana y el anticiparme a la salida del sol me produjo un
estado anímico especial porque me sentí dominador del paisaje pues era
yo quien lo iba descubriendo a medida que la luz lo iba dibujando.
Las cabañas de ovejas balidoras confieren a la temprana hora un encanto
indescriptible.Siento que la felicidad elemental me inunda y doy gracias al
Creador por permitirme disfrutarla.Es la vida la que toma conciencia en
mi corazón.Ya tengo mucho para empezar a agradecerte Santiago
Trueno,me digo.
Pronto paso por Monte Txangoa,por Elizarra en donde se hallan las
ruinas de un ermita perteneciente a Roncesvalles.A un lado de la Colina
Mendichipi , me paro a conversar con un pastor vasco que pasó su
juventud en Nevada,Estados Unidos,guiando ganados que no eran los
suyos.Me enseña el nombre de algunas flores:estas flores azules y
amarillas,me dice, se llaman avia e ilarria y esta hierba que ves la
llamamos soatza,y charpota es aquella que tiene flor blanca y que mucho
gusta a las ovejas .Mis ovejas,termina enseñando,son latxas y son típicas
de la zona.
El buen hombre me da a beber un poco de vino tintorro de su bota y
comparte conmigo un pedazo de rico queso navarro.A cambio le ofrezco
una naranja y la agradece complacido.!!!Que Santiago te cuide,majo,por
esos muchos kilómetros que te quedan !!! es su cordial despedida.
Imposible abstener mi imaginación de los "basajaunes”,aquellos gigantes
que asustaban pastores o también les prevenían de ataques de
lobos.Seres misteriosos que rondaban por estos montes y que animaron
la imaginación de los hombres de épocas pasadas.
He tocado ya,por fin,la altura del Port de Cize,donde su altura es tanta
que parece tocar el cielo como narraban los antiguos peregrinos. La Cima
de Lepoeder es la última de los pirineos y forma un amplio collado abierto
a los puntos cardinales.Mis ojos se recrean en la lejanía en donde se
juntan cielo y tierra.Decido,entonces, descender por la antigua calzada
romana no sin antes dejar escrito mi nombre en uno de los árboles.Es
que también me presiona, como a todos los humanos, el deseo de
trascender en el tiempo y de contar y recontar mis aventuritas
pesonales,y lo disfruto.Rápidamente el camino me precipita sobre los
tejados de la maravillosa colegiata de Ronscesvalles.
10. Roncesvalles es todo un símbolo donde se mezclan y casi se confunden
lo militar y lo religioso.Cito aqui al cronista del camino Aymeric
Picaud :”Roncesvalles lugar en que se desarrolló el gran combate en el
que perecieron el rey Marsilio,Roldán y Oliveros con otros cuarenta mil
combatientes cristianos y sarracenos”
La lectura de este texto y la evocación de aquellas llamadas gloriosas
gestas colocan a mi mente en angustia pensativa. ¿Por qué,me
pregunto,la defensa de la religión,tratándose de dos religiones
monoteístas,ha traído tanta desgracia a la sociedad humana?¿Por qué
tantos muertos en aras de causas defendidas en nombre de Dios?¿Acaso
Dios nombró delegados aquí y acullá para que defendiesen lo que los dos
religiones defienden?.Siento desconcierto ante la historia humana,ante la
manipulación a que hemos sido y continuamos siendo sometidos por
intereses oscuros y casi siempre particulares y de grupusculos .Nos
envían a los frentes de batalla sin que hagamos casi nada para evitarlo y
nos hacen creer que estamos creando una humanidad más justa a costa
de la sangre del hermano hombre.
Y como la historia se alimenta de hipótesis,de leyendas prolongadas y
amplificadas en el tiempo, verdaderamente no es fácil deducir si el pobre
Roldan murió por causa religiosa o de ambición política cosa que tanto
monta o monta tanto.
En el año de 1132 el obispo aragonés de Pamplona,Sancho de
Larrosa,fundó la Real Colegiata de Nuestra Señora de Roncesvalles y de
su manejo se encargaron los Canónigos Regulares de San Agustín los
cuales dependían hasta 1219 de Somport y desde aquel entonces hasta
hoy del cabildo catedralicio y del arzobispado de Pamplona
Después de calmar la sed y el hambre y de meditar unos minutos sobre el
césped de la Colegiata hago un breve recorrido al histórico lugar
carolingio y jacobeo compuesto por el hospital,la capilla de Spiritus o silo
de Carlomagno considerado como el edificio más antiguo del conjunto,la
iglesia colegial que fué obra de Sancho el Fuérte diseñada en un sobrio
gótico francés,el Panteón Real del siglo XIV donde se hallan los restos de
Sancho el Fuérte y de Doña Clemencia de Toulouse,su esposa,la capilla
de Santiago del siglo XIII,primera advocación al Apóstol en tierras
navarras.
Debo destacar que entre los tesoros histórico artísticos de la Real
Colegiata me llamó la atención la talla escultórica de Nuestra Señora de
Roncesvalles,siglo XIII,revestida de oro y plata.Ruego a la Señora para
que la cordura sea una disciplina que abunde en nuestras mentes porque
cuando llego a los sitios en donde la naturaleza tranquila y mansa deja de
hablar,me hallo con la historia de los despropósitos y de la guerra,de la
hermana guerra,tan presente siempre en nuestras vidas.
Podría escribir y no parar de escribir sobre historia y arte de
Roncesvalles,pero la verdad es que mi espíritu se siente más confortable
con la experiencia interior sin demostrar demasiado entusiasmo por la
recopilación de datos y fechas históricas porque pienso y de ello estoy
convencido que lo más maravilloso es el proyecto interior de cada
individuo.Disfruto y alabo las obras de arte,me recreo en ellas,pero las
siento tan distantes como la luna,fuéron arquitecturas que expresaron
mucho a los hombres de su tiempo y ellos,generalmente los
11. poderosos,manifestaron sus ansias,sus victorias y sus ambiciones a
través de la piedra y del arte.Y así lo admito.
Hablo con el cura que regenta la capilla y atiende sellos del camino y le
ruego que me inscriba como promotor de la Asociación Colombiana de
Amigos del Camino de Santiago,a lo cual el buen hombre me dice que
debo llenar algunos requerimentos y a pesar de que mira en un libro de
asociaciones, ,no halló ninguna relacionada con mi querida Colombia.Lo
entiendo y le agradezco su información y en el puerto de la Colegiata
queda anclado un sueño llamado Acacasa lo cual da riendas a mi lúdica
verbal de aca mi casa,aca casa etc.,etc.( Asociación Colombiana de
Amigos del Camino de Santiago)
El sol calienta con fuérza.Decido continuar después de disparar mi
cámara sobre los aspectos generales de la Real Colegiata.!Adiós
Carlomagno,adiós Roldàn,adiós Sancho el Fuérte,adiós pobres
hombresillos que forjaron sus ilusiones y vidas defendiendo
cielos,adiós,seguid hablando desde vuestros silencios .
Un peregrino que viene desde Irlanda me pregunta si podrá comer en
Espinal y le digo que seguramente sí,pero que asegure las viandas en
Burguete.El hombre lleva un pie en mal estado, las ampollas le están
haciendo la pascua,pero no parece decidido a detener la marcha.Me
despido de él y al poco tiempo miro hacia atrás y lo veo avanzar con
dificultad.Le ofrecí curitas y las agradeció,le bastaba su propio sacrificio.!
Que locura tan bella!
Paso como el rey de oros por la única calle larga de Burguete y cuando
obsrvo la iglesita de San Nicolás le ruego al santo,a quien no he tenido el
gusto de conocer,que se acuerde de los queridos y locos humanos que
nos devanamos los sesos buscando verdades en objetos,en filosofías
raras,en ecuaciones religiosas que siempre conducen al cielo y a mejor
vida en otra vida y le suplico,desde el fondo de mi alma,que ruegue a
Dios para que sepamos sacar el jugo de nuestra propia verdad interior
porque Dios se asienta sin lugar a dudas en el taburetico maravilloso de
nuestro corazón.
Me gustan las casas tan bien puestesillas y mejor adornadas con flores
en las ventanas.El pueblecito respira como un alma con paz propia.Un
anciano al verme me desea buen viaje y me ruega:!Por favor,cuando
llegues a Santiago reza por una hija que se marchó de casa y no sabemos
en donde se puede encontrar
–!Lo pediré,de eso puede estar seguro!–le digo sintiendo que mi alma se
acongoga con la suya
.!Carajo!,pienso,¿por qué nos ronda la desgracia?
No quise escuchar respuestas y deje la pregunta cabalgando a solas en el
viento
Un letrero del Consejo de Espinal colocado en la pradera, antes de
ingresar al pueblo, previene a los peregrinos del ganado peligroso.La
verdad es que no vi ganado alguno,tal vez descansaban en gozoso
establo.
Cuando llego a Espinal,poblado fundado por Teobaldo II,rey de Navarra,la
ampolla del pie derecho del día anterior quiere hacerse presente pero la
mando al limbo y le ordeno que se vaya conformando,por hoy,con las
tres curitas que le apliqué antes de iniciar la etapa.
12. Una señora alegre y dicharachera me cuenta que el templo de San
Bartolomé es de los más bellos de la zona y me asegura ,muy orgullosa
de su tierruca,que el pueblo recibió Premio Nacional de Embellecimiento
cosa que no pongo en duda porque tiene cara de postal.
Decido descansar y comer caliente en un restaurantico al cual bautizo
como el de la paciencia sempiterna.La camarera va y viene y en el mismo
punto se mantiene.Cada plato que trae de la cocina pienso que es el
mío,mis pochas a la navarra,pero ¡qué va!,siempre son las de otro.A la
media hora con el estómago inundado de jugos gástricos pregunto a la
dama qué pasa con mi comida y sorprendida me dice que se olvidó de mí
encargo.Pues mi estómago no se ha olvidado de usted,le digo.
Ella sonrie y vuelve presta desde la cocina trayendo la cazuela más
maravillosa de pochas que jamás me he comido.Premió mi paciencia
dándome doble ración y mis pies,una vez terminada la comida,pensaron
que para ellos sería mitad de ración de camino pero andaban muy
equivocados porque el objetivo es Larrasoaña.
Ahito el estómago y feliz por ello emprendo el camino por lo agreste
sacando fotos del paisaje y venciendo con mi paso al árbolado, al
conjunto de avellanos,a la borda y a la fuénte de agua que me hacen
compañía hasta Mezquiriz.En el llamado alto de Mezquiriz me encuentro
con un peregrino que regresa de Santiago,habla un poco de español y me
explica que había salido desde Varsovia hacia 28 meses.Definitivamente
su profesión es peregrinar porque me dijo que seguiría hacia Roma.!Vaya
polaco este!
Me detengo a refrescar el cuerpo en un riachuelito de cuyo nombre no
sabré dar cuenta.El agua,aguita, me da alas para seguir soportando el
calor.
Un grupo de cuatro perros llegan hasta mí olisqueandome.Eran pacíficos
canes ofuscados también por lo que a mi me ofusca:la sed.
Un viejo molino habla de viejos oficios a la orilla del río y mi pensamiento
me transporta a las épocas en las que el hombre sacaba un provecho
racional y no contaminante de los recursos de la naturaleza.Ureta se
llama el villorio de antiguo abolengo con una sola casa habitada en cuya
fachada un escudo heráldico habla de cruz y vieiras jacobeas.
Avanzo distraído y algo perezoso por el bello camino al cual parecen
salirle vapores de fuégo desde el suelo.En Viscarret con sus viejas
casonas con alma medieval,hubo hospital de peregrinos pero ya no
quedan ni vestigios.Su vetusto templo de portada románica me
mira,como el anciano a su nieto correteando por los jardines de la casa y
desde el fondo de mi espíritu evoco a todas aquellas almas que han
venido a sus altares a beber esperanza de cielos prometidos.
Una mujer,cuando cruzo por el interior del pueblito,me invita a beber un
poco de cafe con leche acompañado de galletas.Lo acepto agradecido
aunque mi frente debe soportar estoicamente la subida de temperatura
que se traduce en gotitas de fino sudor.Hubiese preferido un refresco
pero a la bondad nadie debe ponerle atajos.
!Adiós buena mujer,eres tan peregrina como yo lo soy y nunca te olvidaré
porque eres alma del antiguo y hospitalario camino de Navarra!
13. Un cementerio que encuentro a mi izquierda me traslada a la época de mi
niñez en el pueblo de Armero cuando con Ramón,mi compañero de
juegos,nos metimos a curiosear por los interiores de su cementerio
municipal.La imagen de aquel muerto,de pocos días,que reposaba en su
ataúd humilde de madera y al cual encontramos cara a cara cuando se
nos ocurrió meter nuestras cabezas por un nicho que pensabamos
vacío,nunca la podré olvidar.!Cuanta quietud en los muertos,cuanta
serenidad en sus rostros!La verdad es que no sentí miedo,sí inquietud
ante la absoluta quietud de un hombre que habiendo sido fuérte y
pendenciero,según nos contaron, se había convertido en un cuerpo
pacífico e inofensivo.
Este cementerio humilde,vecino de Viscarret, guarda nombres , cruces ,
leyendas e historias que ya a casi nadie importan porque es de muertos
viejos.!Definitivamente me gustan los cementerios tal vez por aquello que
me hacen sentir más ubicado!
Cuando llego al poblado de Linzoain un anciano buen conversador y
amigo de peregrinos me advierte que ahora me espera un camino con
ascenso pronunciado pero que no me preocupe –me dice–porque para
ascensos, los que te esperan por el Bierzo y Galicia.
En Linzoain aún respira un sencillo templo con alma románica que fué
sitio,según me narraba el antes mencionado anciano,en donde se
sentaban los peregrinos a narrar leyendas o historias inventadas,pero
que distraían y aliviaban las penas del camino.Antes de que le preguntase
si sabía alguna de aquellas leyendas se adelantó a mis intenciones y me
propuso narrarme una–si no inoportuno al peregrino–me advirtió con
acento dulce
!En absoluto!–le dije entusiasmado con la idea de escuchar su historia
Aquí,debajo del arco de la iglesia dicen que se apareció Nuestro Señor
Jesucristo vestido de peregrino,allá por el siglo XVII.Nadie se percató en
principio de su presencia,simplemente pensaron que se trataba de uno de
tantos peregrinos.Pues bien:era la época más rigurosa del invierno.El
buen hombre pidió a un pastor que por allí pasaba que le diese un caldo
caliente para recuperar fuérzas y temperatura corporal.El pastor que era
hombre rudo y tosco mas embebido en cuidado de ovejas y cabras que
en atenciones al peregrino se hizo el de las orejas mochas ante la súplica
del peregrino.El hombre sin embargo le bendijo.Al cabo de dos horas
acertó a pasar enfrente de la iglesia una anciana pobre y viuda que
buscaba leña para llevar a su humilde choza.El peregrino le rogó que le
diese un poco de caldo caliente.La mujer conmovida por el peregino dejo
de lado la búsqueda de la leña y llevándolo a su casa le dió el único
potaje que tenía preparado en el fogón.Se lo dió sin reparar en su propio
frío y estómago.El hombre le agradeció la generosidad y se marchó en
dirección a Compostela.
Dicen–afirmaba el anciano llamando mi atención–que desde aquel día la
viuda fué próspera y a ella, un par de años después,por cosas del
destino,fuéron a parar todas las ovejas y cabras de aquel pastor que en
principio se olvidó del peregrino,pues el pobre cayó en un estado tal de
desmemoria y olvido que no pudo volver a sus ganados y decidió
regalarlos a la generosa viuda.
–¿Qué tal te parece la historia?–me preguntó ansioso el anciano.
14. –!Maravillosa1Pero ¿ cómo se supo que era Cristo aquel peregrino?–le
pregunto yo.
–Muy fácil.La mujer relató cumplidamente lo que sintió ante la presencia
de aquel forastero cuando ingreso al interior de su vivienda y de cómo el
espacio se lleno de luz y de paz una vez que le dió el potaje y durante
veinte noches le vio en sueños revelándose:!Soy Cristo a quien distes lo
poco que tenías.Mucho tendrás porque has querido mucho al
desconocido peregrino..
Ofrezco a mi narrador un pedazo de queso y lo agradece rechazándolo
amablemente porque no es hora de comer–me dice.Me despido del buen
hombre aunque antes de hacerlo me recomienda que me escape,mas allá
del barranco a la derecha,al sitio en donde estuvo ubicado el monasterio
de San Zacarías de Cilveti y que fué visitado nada menos que por San
Eulogio de Córdoba en el siglo IX
Los montes de Erro aun conservan su aire
antiguo.Abedules,tejos,robles,acebos y pinos centenarios alegran el
corazón peregrino e incitan a respirar profundamente para sorber el
oxigeno que generan.
Fuéron por sus sendas donde los ladrones y bandidos de siempre
aprovecharon para hacer sus fechorias al amparo del espeso y hermoso
follaje. “Fué en el día del Señor Nuestro Cristo Redentor cuando el
peregrino Piero de Travisi,cruzando el alto de estos montes de Erro,allá
por el mil quinientos cuarenta y dos,fué sorprendido por dos bandidos
que pretendían quedarse con sus ropas ,reliquias y alimentos.Al verse
emboscado y sin hallar salida posible se encomendó con todas sus
fuérzas al Señor Santiago a quien tantos favores debía.El cielo se
encapotó y de sus nubes salió un poderoso rayo que acabó con los dos
malignos y así pudo dar buen fin a su peregrinación” –asi cuenta
escuetamente en su libro “Leyendas benditas del peregrinaje a la tumba
del Apóstol del Trueno”“,el ameno narrador y peregrino Alfonsus de
Orkamui.
Pronto dejo ,cerca a un cruce de caminos,tres grandes losas llamadas los
pasos de Roldán .La losa mayor da la medida de los pasos del héroe,la
mediana los pasos de su mujer y la pequeña los pasos de sus hijos
Mi cuerpo se va acostumbrando al calor y mi mente continúa dando
vuelta a las tantas leyendas forjadas a lo largo del camino.Avanzo
amablemente,dulcemente por los montes de Erro,porque no quiero que
se termine la floresta,ni las sombras casi espirituales de sus formidables
árboles.Me gusta el sonido musical de un pajarillo al cual no veo,pero que
adivino en lo más alto de un viejo roble.Sobrepaso el pueblito de Zubiri
que queda a mi derecha y continúo camino paralelo al Rio Arga.
Osteriz,Illarraz y Esquiroz son nombres que quedan asociados a mi
recuerdo por las fuéntecillas de agua que alivian mi sudor y que dan
respiro a mis pies cansados.Cuando llego a un prado de cultivos
pregunto a la dueña si aún Larrasoaña se encuentra lejos y me contesta
con su acento navarrico:!No hijo,el pueblico esta ahí mismo!
Le pregunto si puedo montar mi tienda en un árbolado de su
propiedad,pero ella me invita a quedarme en su casa con sus hijos cosa
que le agradezco y más bien opto por dormir al aire libre,en mi tienda,
15. porque quiero relajarme con las estrellas y el estridular de los grillos en la
noche que augura ser de cielo limpio y refulgente.
16. DIA 3–LUNES 6 JULIO 1987
La noche fué tan hermosa como nunca antes la había visto.Parecía que
podía capturar las estrellas con las manos.Mi emoción llegó a niveles
muy altos cuando ví cruzar una estrella fugaz a la cual alcancé a pedir un
deseo.
El campo por estas tierras es amable,huele bueno y es seguro de
bichos.Cené bien con provisiones que había comprado en una tienduca
de Viscarret.Mi cuerpo descansó con tanta placidez que cuando
amaneció tuve la sensación de no haber recorrido distancia alguna.Solo
la ampolla que aguanta estos primeros días delata mi caminar,pero
terminará desapareciendo en un par de días.
Cuando la luz matutina me lo permite leo detenidamente una breve
historia del pueblo.
Larrasoaña es pueblo que gozó de gran prestigio medieval.Fué residencia
temporal de Doña Urraca,hija de Sancho el de Peñalen.Villa con asiento
en las Cortes de Navarra.Dice la historia que en el pueblo se reunieron en
1329 dichas Cortes para recibir el juramento de Felipe III de Evreux y de
Juana II.
Roncesvalles tenía en esta localidad una encomienda y una clavería en
un edificio que se encuentra cercano a la iglesia.Fuéron importantes las
cofradías de Santiago y de San Blas,con hospitales para los peregrinos.
!Cuánta historia,de la que ya queda casi nada!Todo parece reducirse a
nombres,a prosapias,a esfuérzos humanos que cumplieron misiones en
su época.
Quisiera averiguar que significan tales personas,sus gestas,sus
abolengos pero la verdad es que siento cierta pereza que viene desde
muy adentro porque dudo hasta de la propia historia.Lo único
importante,me digo,es mi breve y pequeña historia y la de aquellos que
comparten conmigo el mismo tiempo y el mismo espacio de mi planeta
tierra.Me agobian los datos y me hacen perder mucha energía porque
siento inclinación a juzgar a los hombres y mujeres del pasado y esto
desgasta mi presente al cual tengo derecho.Prefiero distraerme con el
aire,con el sol de hoy,con la luna juguetona de estos montes,con sus
fuéntes que apagan mi sed y con los protagonistas de hoy de este
maravilloso camino.La historia la dejo para aquellos que aman internarse
en las cavernas del pasado.
En Larrasoaña cruzo el puente y el rio Arga me queda a la izquierda.Me
gustan sus ligeros meandros,su dulzura al discurrir por estos parajes y
ese color verdoso que en algunos tramos tienen sus aguas.El camino
avanza en parte paralelo a la carretera,La verdad es que lo prefiero
alejado de los coches,de los ruidos que nos hemos inventado en nuestra
época mal llamada de desarrollo.El espíritu se siente más a gusto en el
contacto con la naturaleza,con su animales,sus vegetales que con los
monstruitos maravillosos que decimos que nos sirven para vivir más
cómodamente.Eso decimos
La gente de estos lugares de Navarra es buena,amable,siempre tiene una
sonrisa para el peregrino y si tiene a mano algo que ofrecer no duda en
hacerlo.Aún se conservan las viejas costumbres del saludo y este detalle
17. me insufla fuérzas y vigor en mi andar.El camino me humaniza y nos da a
todos la posibilidad de reencontrarnos.
Un buen amigo que conocí hace un par de años me decía:”“El mejor
regalo que yo podría hacer a los ejecutivos de Wall Street o de cualquier
centro financiero del mundo,sería el de brindarles la posibilidad de hacer
el Camino de Santiago.En el camino se darían cuenta que lo importante
en la vida no es el dinero sino el tiempo de tus vivencias.Además
hallarían que la medida de su cuerpo es la del cansancio ,el de la
imperfección de un cuerpo lleno de ampollas y debilidades y al mismo
tiempo la potencia de un alma que se reencuentra en su propio silencio
mamando el placer directo que brinda la natruraleza y el soliloquio
interior”“
Cuanta razón poseía mi amigo pues si yo a solo tres días de iniciar mi
camino me empiezo a sentir diferente es que algo hay de verdad en
ello.No me importa si Santiago esté o no en Compostela,de lo que sí
tengo certeza es que voy caminando hacia campusanima,es decir,hacia el
campo de mi alma que me es tan desconocida en medio del ruidajo de la
civilización que nos ha tocado vivir.
Los poblados van quedando atrás casi como si mis ojos fuésen el
retrovisor de un coche.Me interesa el paisaje porque creo adivinar que en
Aquerreta,Idoy y Zuriain, poca cosa hay por ver.Cuando debo volver a
cruzar el río Arga en Iroz tengo deseos de descansar a la fresca,cosa que
hago a la orilla del manso río en el cual veo a tres pacientes pescadores
esperando el milagro que es necesario pedir en estos atareados e
industriales días de contaminación de las aguas.
Mi reposo es roto bruscamente por una pequeña serpiente de color
marrón que se llega a curiosear a mi mochila la cual es mi almohada.De
un brinco me pongo de pie y más asustada salió ella de mis
inmediaciones.!Adiós hermana serpiente le digo mientras se aquieta mi
corazón!
No me quedaron deseos para seguir en el mismo sitio y obligué a mis
pobres pies a seguir adelante cruzando y descruzando el río en
Zabaldica,no sin antes convencer a un perro mastín que me dejase
tranquilo y que evitase a toda costa la tentación de morder mis
maceradas piernas,cosa que por fortuna pareció entender el can que se
alejó despejándome el camino.
Al llegar a Arleta me encuentro con un magnífico caserío navarro
poseedor de palacio señorial y condecorado,si así se puede decir,con la
ermita de Santa Marina,santa de la cual nada sé a no ser que algún
campesino de la zona me narre sus maravillas.
Atravieso algunos cultivos bien tenidos y siento cierta preocupación
porque creo estar invadiendo predios ajenos.Por fortuna un
matrimonio,dueño de los tomates y de las lechugas,me dijo que no me
preocupase pues venía bien enrutado y que sus vegetales se cuidaban
bien y solitos de los pies de los peregrinos.Me invitaron a beber agua de
un fresquísimo porrón de barro,agua que imaginé como la de los
riachuelos del edén perdido.
Cuando desciendo hacia Arre me encuentro con un bello puente medieval
de seis arcos levantado sobre el río Ulzama.El pequeño conjunto del
pueblo está bien conservado y presume de su ermita basílica de traza
18. románica dedicada a la Santísima Trinidad.Las gentes de Arre están
contentas porque en la ermita se celebra una boda.Me acerco a la ermita
y disfruto viendo a la hermosa novia y al embelesado novio.Una vida
empieza para ellos y nuestro planeta asegura su futuro.Siempre me han
gustado las bodas tal vez por ese sentido profundo de la vida que lleva
implícito el que dos seres se comprometan a unir sus existencias y a
proyectar la vida de la Especie
Pilar se llama la chica e Iñaki el chico.Me sumo mentalmente a la lluvia de
arroz que cae sobre sus cabezas y les deseo de todo corazón la mejor
fortuna,los mejores amores,los hijos más queridos...!Que de
incertidumbres en todo futuro!,pienso.
Arre tuvo hospital de peregrinos y se dice que a mediados del siglo XVI
tuvo doce camas.Consta en los archivos que en 1663 a los peregrinos
que regresaban enfermos se les llevaba a Roncesvalles que era un
hospital más espacioso y mejor dotado.Religiosas contemplativas
francesas han dado vida a este histórico sitio jacobeo.
Un peregrino que se une brevemente a mi caminar por los alrededores de
la basílica me cuenta que Arre ha sido habitado desde época romana y
fué delegación de un centro eclesiástico mayor que se encargaba de la
recaudación de tributos y alrededor del cual crecían caminos,centros
artesanales y nuevos burgos.”“A esto se le llamaba clavería”“—me acaba
explicando el comedido peregrino y punto seguido se despide porque
debe llegar pronto a Pamplona.Por su acento deduzco que es francés y
sé agradecerle sus datos.
La flecha amarilla que me viene acompañando desde el inicio del camino
parece haberseme esfumado,pero la verdad es que me he metido por una
linea del poblado que me saca del camino.Enmiendo rápidamente mi
extravío porque no están los pies para lujos y debo llegar también a
Pamplona en donde me espera,por primera vez,cama de verdad.
Villaba,Burlada son prolongaciones de Arre.Aquí todo empieza a respirar
a mundo moderno,industrial y comercial,donde la actividad humana es su
paisaje natural.Cuando cruzo el río Arga,ya en el barrio de la Magdalena
en Pamplona,estoy hollando el maravilloso puente medieval del siglo
XIV.Descanso un rato junto a las aguas que reflejan los ojos expresivos
del puente,y permito a mi imaginación que divague en los terrenos de
aquellos días lejanos de mi Universidad de Navarra cuando venía aquí,a
este mismo sitio a escuchar con mi maletín tocadiscos la sexta sinfonía
de Bethoveen o las mazurcas de Chopin.!Cuanto ha llovido desde
entonces y cuán cerca parece todo lo vivido!
Cierta nostalgia me invade porque aun suenan en mis oídos las voces
frescas de aquellos compañeros y compañeras de los años
sesenta,algunos de los cuales se marcharon definitivamente porque la
vida les fué un paseo breve y otros,la mayoría,porque están
desperdigados por el planeta realizando sueños y transcurriendo como lo
hace este dulce río por entre los ojos de este viejo puente.
Prefiero espantar la mosca de la tristeza que muchas veces viene detrás
del olor de la nostalgia.Me bebo un botellín de agua mineral y doy gracias
a la vida porque mi corazón y mis pulmones aun siguen ejerciendo los
respiros.
19. Un grupo de niños juegan a lanzar piedras que rebotan sobre el agua.Las
niñas saltan a la comba sobre la espina dorsal del puente.Una de
ellas,más curiosa se me acerca y me pregunta mientras sus compañeras
suspenden el juego para observarla:¿Desde dónde vienes?
–Desde Sain Jean Pied de Port en Francia
–¿Y te gusta caminar?—me pregunta llena de entusiasmo.
–!Mucho¿—le respondo
–¿Y para qué sirve caminar tanto?
–Para alimentar los sueños—le contesto
–¿Y es que los sueños se alimentan?—me pregunta sorprendida
–!Claro que sí!
Entonces ya sé para que sirve caminar—dice contenta al tiempo que se
despide brevemente de mi presencia y regresa al juego de la comba.
Observo que el coro de amigas juntan sus cabezas para escucharla y
cuando me alejo del puente se quedan mirándome y me despiden
agitando sus brazos.
El día está por concluir.La luz de este verano se prodiga hasta las diez de
la noche.Asciendo por el norte de la ciudad después de abandonar el
crucero de peregrino con la imagen de Santiago,situado a un lado del
puente de la Magdalena.Ingreso al recinto amurallado de la vieja ciudad
de Pompaelo fortificada por los romanos allá por los lejanos años 75
antes de Cristo,y continuamente refortificada a lo largo de los siglos.
Llamo a mis amigos Villa y Linares a decirles que me encuentro en
Pamplona y que acudiré,como lo habíamos previsto en días anteriores,a
dormir en su casa.Me proponen venir a recogerme pero les digo que mi
deseo es llegar caminando hasta Barañain,barrio en el cual residen y en
el cual viví recién casado allá en los principios de los años setenta.
El internarme por Pamplona es hacer ejercicio de recuerdos de
juventud.Por sus calles de la Navarrería,de San Cernín y de San Nicolás
viví aventuras y deliciosas horas de estudiante inquieto y
enamorado.Para mí, venido del trópico, aquella arquitectura vieja me
transportaba a épocas remotas,a civilizaciones de las cuales había
escuchado hablar en libros de texto.El encanto de las murallas,de sus
callejuelas estrechas,de sus gentes buenas y cálidas marcaron mi vida y
por esta razón llegar como peregrino a Pamplona tiene para mí el más
profundo de los sentidos:el reencontrarme con una ciudad madre en la
cual crecí,estudié,amé y soñé a la luz de la luna.Recinto de amigos
buenos,de caras amables dispuestas siempre a compartir horas de la
misma vida que nos ha tocado vivir.
Me dirijo a la vieja catedral y aunque sé que por la hora está cerrada me
llego a sus rejas y emocionado doy gracias a Dios porque en mi vida ha
hecho llover bienaventuranzas,porque me ha permitido el encuentro
conmigo mismo por medio del camino santiaguero.Le encomiendo
especialmente a mi familia de Colombia,a mi madre,a mis
hermanos,primos,amigos,y a la humanidad toda y le ruego que siga
esparciendo sobre mi buena y generosa esposa,que me espera en
Mallorca,todos sus parabienes.
Las calles de la ciudad están repletas de bullicio y fiesta porque hoy a las
doce del mediodía se dio inició a los sanfermines con el chupinazo,que
dispara,además de pólvora, emociones,alegrías y juergas que no pararán
20. hasta que a la ciudad le llegué el despido del riau riau dentro de una
semana.
Turistas vestidos de punkies beben vino a raudal y destacan fuértemente
con sus peinados e indumentarias contra el paisaje de la vestimenta
navarrica.Pero así son las costumbres y la ciudad está dispuesta a
compartir desde el día seis de julio hasta el quince a los distintos
visitantes que sueñan con vivir la emoción de los encierros.
También los viví con mi esposa Dámaris allá por los años setenta cuando
nos sumergimos a conciencia en la liturgia del toro
sanferminero:acudimos al encierrillo de la noche,a la mañana
presenciamos desde la cuesta de Santo Domingo el encierro de los
miuras,por la tarde asistimos a la corrida con aquellos mismos animales
y en aquel mismo día por la noche,Felix nuestro vecino carnicero de Cizur
nos vendió una deliciosa carne de aquellos mismos toros que vimos
correr y sufrir.!Nos comimos al hermano toro miura!!Vaya tiempos tan
locos y maravillosos!
Como la noche se precipita no quiero hacer esperar más tiempo a mis
amigos y decido encaminarme hacia su casa en Barañain.Cada callejuela
me trae un recuerdo y siento que mi alma vibra
emocionada,nostálgica,alegre y triste a la vez.
!Cómo cambian las distancias,las ciudades,las caras con el tiempo!
Este hermano tiempo nos va conduciendo inexorablemene al cambio
total.Los niños de hoy son hijos de aquellos niños de entonces y la rueda
de la vida nunca se para,nos remplaza como una ola del mar remplaza a
la otra.Este mecanismo maravilloso de la vida no deja de seducirme y
espiritualizarme.Esta conciencia de transitoriedad y de cambio tiene un
encanto especial,tal vez ese de vernos cara a cara con nosotros mismos
en ese santuario de nuestra alma.
En esta calle ,me digo,nos reunimos con Juan y Sagrario en su
cumpleaños,en aquella otra asistimos a un guateque rumbero e
inacabable,alli vivían los Larrañeta,en aquella quedaba la boite de
fiestas,alli vivio nuestra amiga alemana Karen que murió en accidente...y
alli,y allá !Que de recuerdos…!
Linares y Villa me reciben con la hospitalidad que desde antiguo se
prodiga a los peregrinos.Por las atenciones primeras que me prestan no
sé si vengo defigurado por el cansancio,hace días que no me veo en un
espejo a no ser que sea el de los ríos,porque me dan todo tipo de
atenciones:aguas,vinos,zumos de frutas,cafe,galletas y todo para que
fuése entrando en materia antes de la cena la cual sería servida por ellos
en mi honor a eso de la medianoche.
La verdad es que no me apetece mucho el comer antes de la cena porque
mi estómago se viene acostumbrando a la disciplina del solitario pero
tampoco debo quitarles la ilusión y les recibo un poco de todo.
Me interrogan sobre los vericuetos del camino,sobre las historias tejidas
y que aun se tejen sobre él,sobre la veracidad de la tumba de
Santiago...cuestiones a las que respondo como mejor puedo pues yo
mismo me las vengo respondiendo a medida que avanza el Camino. “Lo
importante—les digo–es que el camino es el del encuentro personal,el de
reconciliación con la naturaleza,con el hombre,con la filosofía,con el
amor general que rodea a la creación entera”
21. Aunque no tengo certeza de que entiendan lo que les quiero decir sin
embargo se sienten atraídos por el imán del Camino porque se han
prometido hacerlo en el próximo año jacobeo.
Me conducen a una pequeña habitación y quieren hacerme sentir como
en propia casa,cosa que les agradezco profundamente.
La cena que fué preparada por los dos resultó exquisita:pochas a la
navarra,similares a las que comí en Espinal.Unos filetes de solomo asado
adobado con patatas crujientes y legumbres al vapor.Los sabores
mezclados de menta,pimentón y algo de miel de abejas me transportaron
a los manjares de las mil y una noche.Todo bañado con un tinto de
Navarra que alegró sobremanera nuestra cena y nuestra posterior aunque
breve tertulia.
Hablamos de Colombia,nuestra tierra,de Medellín patria chica de Villa y
mía ,de Bogotá la tierra de Alvaro Linares y de sus gentes,de los juegos
que tuvimos cuando eramos niños, y cómo no,de las ilusiones que tienen
de terminar sus estudios en Navarra para regresar y ayudar al país con
los conocimientos adquiridos.
Dormí a pierna suelta y la mañana se precipitó rápidamente por la
ventana entreabierta.Como no quería perder el calor de los pasos me
despedí,al irme a la cama,de mis dos amigos a los cuales agradecí su
amable hospitalidad y les rogué que no se levantasen pues yo me iría sin
hacer ruido porque quería hacer una breve visita a la catedral,a la Iglesia
de San Cernín,a la Iglesia de Santo Domingo y a la iglesia de San Lorenzo
en donde se encuentra la capilla de San Fermín de principios del XVIII.
22. DIA 4–MARTES 7 JULIO 1987
La luz temprana confiere a la ciudad un aire especial,diría que dorado y
encantador.Por las calles transitan multitudes que van buscando la mejor
ubicaión a lado y lado de las vallas entre las cuales correrán los esis
primeros toros del primer encierro de este 1999.Veo chicos y chicas
propios y ajenos tirados en los parques,sumidos en resacas que les dejo
el jolgorio del chupinazo de ayer.
Me resulta especialmente evocativa la imagen de la Ciudadela,ese bastión
mandado a construir por Felipe II en el 1571,si mal no recuerdo.Siento
extrañas nostalgias por los que vivieron en función de las glorias
militares y de los cuales sólo quedan breves recuerdos.¿Por qué tantos
hombres han sacrificado sus vidas sabiendo que sólo una es la vida que
les corresponde vivir? Esta pregunta me inquieta mientras camino y no
hallo respuesta.La sociedad se agita en una especie de suicidio colectivo
similar al de las ballenas que aparecen varadas en cualquier playa del
mundo.Siempre se me responde que gracias a la muetre de los héroes la
sociedad ha podido sobrevivir pero yo me pregunto por cual extraña
razón debemos matarnos para poder sobrevivir y creo que terminaré el
camino de Santiago y aun no habré obtenido respuesta.
Vivimos en un mundo permanente de guerras y de odios,de
exclusivismos,de separaciones.Aun no nos hemos percatado que somos
hijos del mismo y único planeta viviente conocido,que navegamos en la
misma y frágil navecilla espacial,que nuestros días son contados en los
dedos de las manos,que todos compartimos la misma sangre,los mismos
huesos,la misma alma colectiva llamada humanidad y por qué,por qué
tenemos que apagar nuestra única oportunidad de vivir en aras de ideales
de grupillos,de ideitas que no aguantan ni soportan análisis
profundos,de religiones siendo que el Creador es el mismo de
todos.¿Cuándo cejaremos en la estupidez,en la oscuridad,cuándo
daremos alas a nuestra imaginación de usufructuar nuestra vida única en
el amor colectivo de especie?
Me afligen estas ideas porque la realidad se manifiesta a diario en el
sentido de la guerra,de la enemistad,del odio entre naciones,en la mutua
explotación de unos hacia otros,en la ostentación de ideas de
superioridades raciales,nacionales,económicas,ideológicas...!Vaya
tontería en las que sustentamos la idea de que la vida se debe dar, regalar
o malgastar en nombre de las ideas!
!Por Dios,que soberana estupidez la de la Especie autollamada
inteligente.
He llegado a la catedral y el pensamiento que nació en la Ciudadela y sus
fortificaciones no ha concluído y no sé si concluirá algún día.Debo tener
esperanza en mi especie humana,en mi especie hermana porque por
fortuna veo expresiones enormes de solidaridad,de deseos de paz,de
amor y diría que son mayoría,pero son las ideas malignas las que nos
precipitan a todos al caos colectivo del odio y la exterminación.
Repaso la catedral con su historia arquitectónica,con las tumbas de su
Carlos III y de su mujer Leonor de Trastámara.Pero me quedo mirando en
su altar Mayor la virgencita románica,Virgen del Sagrario y le pido con
23. emoción que desde allí donde esté cure nuestras mentes humanas tan
enfermas de egoismo,de odio,de falsos profetas que dicen salvarnos con
los intereses de sus armas y mentiras.”Virgencita,tiéndenos una mano
pero no como mi querido Santiago Matamoros blandiendo espadas para
destruir a mi hermano diferente,sino como peregrinos amantes de la vida
y la concordia”
Dejo,al pie del altar,una humilde flor como símbolo de alianza con la
vida,con el planeta,con la naturaleza toda.
Peregrinar es filosofar y entender caminando—pienso mientras me alejo
de la catedral.
Como el sol se me ha echado encima decido visitar brevemente San
Cernín y la capillita que tiene adosada dedicada a la Virgen del
Camino.Visito la iglesia de Santo Domingo cuyas puertas están
decoradas con veneras jacobeas y cuyo altar Mayor esta presidido por mi
querido amigo Santiago el mal llamado Matamoros pues me resisto a
creer en el Apóstol fustigador de enemigos con espadas letales.
No dejo de visitar a San Fermín en la iglesita de San Lorenzo y le ruego al
Santo que cuide de los mozos y loquitos que se juegan la vida delante de
las astas de los toros.!Cómo nos gusta jugarnos la vida por nada!
Desde allí me encamino al campus universitario,cruzo el puentecito sobre
el río Sadar y me encamino,ya,campo abierto hacia Cizur Menor,sitio en
cuya urbanización Zizur pasamos Dámaris y yo unos tiempos felices e
inolvidables acompañados de nuestro pastor alemán Terry,el más
juguetón y mal educado de cuantos perros hemos conocido.
Me meto por los trigales que casi me ocultan y miro hacia atrás como la
mujer de Lot hacia la que fué nuestra casa y hubiese querido convertirme
en estatua de piedra para poder retener el tiempo aunque fuése por
breves momentos,pero lo que fué,ya no es, y nada volverá a ocupar el
sitio que ocupó porque somos unidireccionales y criaturas de una sola
oportunidad de vivir.Recuerdo lo que decía mi amigo Jaime García el
filósofo:”“Somos planetas de una única órbita”“
El camino por estas tierras de Navarra discurre alegre,bello,entre campos
de trigo y pequeños poblados que sirven al peregrino para contactar con
sus habitantes:hombres, mujeres y niños con alma buena y fresca.Aun
Cizur Menor no ha sido alcanzada por la Iruña creciente e industrial.Esta
Cizur es donde se sitúan escenas de la vida de Turpin relacionadas con
Carlomagno y el rey moro Agiolando.Pueblo que fué encomienda de la
Orden de San Juan de Jerusalén en el siglo XII con un buen hospital de
peregrinos del cual sólo quedan unas pocas ruinas y una iglesita
románica.
Su hermana Cizur Mayor localizada a su derecha posee una bella iglesia
gótica dedicada a San Andrés.Es del siglo XIV y posee,para los amantes
del arte bueno,capiteles historiados y un retablo plateresco con inclusión
de tablas de Juan de Bustamente.Vale la pena destacar en su interior
tambien un Crucificado gótico del 1300 de tradición románico bizantina.
Cuando llego al semiabandonado pueblito de Guendulain,tierra de los
condes de Guendulain,me encuentro a una señora que me saluda con
alegría rogándome que le lleve sus intenciones, que las tiene en su casa,
escritas y guardadas en un sobre.Me ofrezco a llevarlas ante el Apóstol
24. Santiago y ella agradecida me invita a beber un zumo de naranja que
acaba de preparar en su casa.
¿Has conocido el Crucificado de Cizur Mayor?–me pregunta deseosa de
escuchar un sí.
–!Pues sí¿–le respondo–acabo de conocerlo en la iglesia de San Andrés
–¿No te importa que te cuente una breve historia de ese Crucificado?
–!En absoluto! me agradaría mucho escucharla.
–Sé que vosotros los peregrinos vaís a la vuestro que es el caminar y no
te quitaré más minutos que los que requiere la historia.
Contaba mi abuelo Miguel que a finales del siglo pasado uno de los
pocos peregrinos que pasaban por aquellos años hacia Santiago se
detuvo aquí junto al palacio de los Condes.
Decía venir desde Chartres,en Francia,con el ánimo de llegar a la tumba
del Apóstol Santiago para rogarle que fuése de su bondad recuperar la
salud de su mujer amada,joven y bella , la cual estaba poseida de un mal
incurable que dañaba sus hermosos senos y que prometía acabar con su
vida.El peregrino contaba emocionado y lloroso en Guendulain que había
visitado al Santo Cristo Crucificado de Cizur Mayor y que en el mismo
instante que oró piadosamente por la salud de su amada sintió él en su
propio cuerpo como si algo malo hubiese escapado de él y le hubiese
liberado .El caso es que el peregrino llegó a Santiago,regresó por el
mismo camino de Guendulain y volvió a orar ante el Crucificado de Cizur
Mayor.Trascurrieron dos o tres años y las gentes del pueblo lo vieron
pasar de nuevo con su mujer ya sana –pues así lo contó el agradecido–en
dirección hacia Santiago después de haber dejado ante el Crucificado de
Cizur un hermoso ramo de flores rojas las cuales,cuenta la
leyenda,permanecieron frescas hasta el mismo día en que murió el
agradecido peregrino y su más agradecida mujer.
–Eh,qué tal te pareció la historia?–me pregunta la mujer emocionada.
–!Bellísima!–le respondo
–Bien mi chico,te despido porque tienes muchos kilómetros por delante.!
Que Dios te proteja y te bendiga y no olvides entregar mi sobre a
Santiago!
Cuando abandoné el pueblito sentí que algo mío se quedaba ahí,tal vez el
sentimiento que nos une con las gentes,tal vez tiempos pretéritos
incluídos en la memoria colectiva,tal vez...!qué se yo!
Mis pies saben que les espera el Alto del Perdón,no sin antes pasar por el
tranquilo y breve pueblito de Zariquiegui .Alli sus habitantes están en el
ajetreo de compras pues les ha llegado,como caído del cielo,el maná del
coche repartidor y vendedor de víveres.Me uno a los compradores y el
fortachón de mercader me vende unos deliciosos bananos,unas
exquisitas ciruelas pasas,dos tarrinas de yogurt,dos madalenas que
huelen a gloria y me encima,gesto de generosidad,un botellín de agua
mineral para que el cuerpo vaya bien de agua.
El escenario de cocheultramarino y de compradores que regatean precios
enfrente del bello pórtico tardorománico de la iglesia de San Miguel,no
deja de resultarme hermoso.Si despertaran los canteros que
construyeron el pórtico y de repente se topasen con este artilugio
rodante pienso que se volverían a acostar en el cementerito que dejé
25. unos metros antes del pueblo.El pueblo con sus callesitas de piedra y
sus casas blasonadas me parece encantador.
Voy ya,abandonado el pueblo,en la búsqueda de la fuénte de la Reniega o
de la Teja.Una señora mayor,enfermera y nacida en Zariquiegui,me contó
que allí en la fuénte,el demonio tentaba a los peregrinos sedientos
ofreciéndoles agua fresca a cambio de que renegasen de su fe y me
relató,la buena de señora, una corta y deliciosa historia.
La fuénte está seca pero la leyenda aún sigue manando frescura a la
imaginación–me dice la señora– y como el calor aprieta que da gusto
pensemos en el pobre de Francisco Unzué,peregrino navarro que sufrió
la proposición del Maligno cuando en llegando a la fuénte hallóla seca
como seca estaba su garganta”“
–¿Buscas agua fresca?–le preguntó el demonio que se encontraba
sentado al lado de la fuénte
–!Claro que la busco!–contestó el peregrino que traía cifradas esperanzas
de calmar la sed en la fuénte.
–Ya se sabe–dijo el demonio–que en estos días los arroyos y las fuéntes
escasean de aguas
–Si lo hubiese sabido, desde Roncesvalles hubiese cargado agua en el
mismo zurrón en vez de pan–díjole el peregrino.
–No te preocupes hijo–repuso el solapado demonio,atemperando y
endulzando la voz–si quieres agua, bástate un sencillo sí.
–¿De qué sí se trata?–preguntó el peregrino.
–El sí reniego de mi fé,nada más sencillo.A cambió haré brotar para
tí,desde el mismo corazón de la montaña,la mejor y más fresca agua que
jamás bebíste ni habrás de beber.
–¿Estás loco?–repuso el peregrino sorprendido por la proposición que
sólo podría venir del demonio.
–!Tú te lo pierdes!–sentenció el Maligno
–Si es preciso moriré sediento pero nunca iré contra la fe en mi Creador–
dijo el peregrino contendiendo ya la rabia que le producía la
proposición .Y para que veas que Santiago es más poderoso que tú
bendigo a la fuénte con esta vieira bendita.
Cuenta la leyenda que en aquel mismo instante de la fuénte fluyó agua
fresca que espantó al sulfuroso demonió y alegró el cuerpo sediento del
caminante.
Un alegre corral de gallinas anuncia puestas de huevo y veo a una
campesina recolectándolos en su cestica de mimbre.Aún me quedan
treinta o cuarenta minutos para alcanzar la cima y hallar la ermita de la
Virgencita del Perdón.
La vista se recrea,una vez coronado el alto,con la maravillosa visión del
paisaje:al fondo los montes de Montejurra y Arnotegui y los poblados
situados en la llanura, Uterga,Muruzabal,Obanos y también la cuenca de
Pamplona que he dejado atrás.
Más dificultoso se me hace bajar,es más fatigoso para el cuerpo.Además
el camino se encuentra un poco enredado entre alambradas,malezas y a
veces no es fácil adivinar por donde transcurre porque la flecha amarilla
no abunda por estos lares,o al menos a mi me lo parece.
Tres hermosos perros,tal vez hermanos ellos,vaya uno a saber, salen a mi
encuentro cuando llego a las calles de Uterga y mi bastón se pone en
26. alerta porque nunca se sabe cuales son las intenciones caninas y no
están las piernas para correr ni los huesos para ser roídos.Pero solo son
curiosos que saludan al peregrino y lo acompañan por la callesitas del
pueblito señorial,por sus casas de piedra blasonadas,por la fuénte que
aquieta la siempreviva sed del verano.Creo que andan,los amigos
perros,detrás del chorizo que llevo en la mochila y que huele a gloria con
el calor recibido.
La única persona con la que hablo en el pueblo resulta ser amigo de un
viejo amigo de Pamplona allá por los años sesenta:el se llama Juan Erice
y su amigo,mi amigo,Rafael Barasoin,ese viejo agradable y cazador que
me dió cobijo en su casa de la avenida Zaragoza.
Me invita a beber un buen vaso de vino tintorro y me da a probar del
chorizo pamplonica que sabe a manjar de dioses.Me llama la atención el
hermoso cactus florecido que tiene Juan Erice en la ventana y como el
calor nos aprieta a los dos me despido dándole las gracias y
prometiéndole enviar una copia de la foto que le he tomado junto al
alfeizar florecido de su ventana.
Los perros ya desinteresados por hallarme tacaño porque no estoy
resuelto a abrir la mochila y participarles de mi chorizo,se devuelven
hacia el centro del pueblo,con pasos trotones y lúdicos.
En Muruzabal hablo con la encargada de abrir la iglesita de San
Esteban ,medio gótica y medio barroca, en la cual se encuentra,en el
retablo lateral norte de una de sus capillitas,un Santiago Peregrino.Hace
tan buena sombra y mejor frescor dentro del recinto que descanso a
placer durante veinte minutos hasta el punto que el silencio me arrulla y
por poco me quedo dormido en la banca parroquial a no ser por la
entrada intempestiva de la dama llavera que tenía que volver a cerrar la
iglesita
A Obanos los pasos no son vanos”“–me dice la amable señora
,indicándome que Obanos me gustará mucho y más aún si llego a ver la
representación de su Misterio–pero le sugiero señor–casi me suplica–
que,antes de partir, conozca nuestros vinos Palacio de Muruzubal.
Los pies vienen cansados,el cuerpo no tan dispuesto como ayer,los
pensamientos más volátiles y más pegados del suelo y la etapa se hace
pesada porque la química corporal no se encuentra en su óptimo
entonces es cuando es preciso arrastrar al cuerpo con el carro de la
voluntad, porque los músculos preguntan continuamente el por qué los
tengo que obligar a ir a Santiago si allí nada se les ha perdido ,que
estarían más cómodos en las terrazas tranquilas y marinas de
Mallorca.Pero !ánimo amigos míos!,les digo, porque no cejaremos en el
empeño de llegar a la tumba del Apóstol Trueno y les recalco,para que
entiendan,que aún el camino es niño y que bigotes le han de salir a la
altura del Bierzo
Ni fluye la filosofía y esta pluma casi se resiste a arar el papel.El pequeño
trayecto hasta Obanos se me hace duro siendo blando,demasiado
caluroso sin serlo tanto,demasiado largo siendo una simple caminata.Me
pongo a cantar una vieja canción que me enseñó mi madre”“Soy
barquero de un barquito blanco,me gustan los mares mas navego en el
lago,soy barquero de un barquito blando que pudiendo viajar se queda
27. llorando...”“Con esta canción me indicaba mi madre que aprovechase la
vida para llenarme de recorridos de todo tipo,que no fuése como el
barquito llorón que se resiste a navegar por los anchurosos mares.
El cerebro me condujo a mi propia resurrección.La sencilla canción me
llevo al recuerdo y esa canción dió animos a mi cuerpo cansado...!Es tan
bello recordar la infancia y lo que en ella se aprendió con la voz dulce de
la madre!
Obanos se me echó encima.Me gusta Obanos.Sus calles bien
cuidadas,su plaza principal. Villa de los Infanzones, nobles que unificaron
sus esfuérzos para delimitar el poder real.Su lema,del cual se orgullece el
pueblo,fué:”Conservaos libres para una patria libre”.Asi pusieron coto a
las ambiciones y abusos de la corona,allá por el lejano año de 1327.
Conozco a Don Santos Beguiristáin Eguilaz,hombre y cura afable.Se
siente orgulloso de haber aportado a Obanos la representación anual,en
la segunda quincena de agosto,del Misterio de Obanos y de haber sido
uno de los impulsores de la Javierada la cual tanto marcó mi vida
estudiantil en aquel gélido 6 de marzo de 1966 cuando acudí por vez
primera con mis compañeros de Universidad hasta el castillo donde nació
San Francisco Javier el misionero por excelencia de la Navarra
cristianizadora.
Las gentes del poblado representan la leyenda jacobea de Felicia de
Aquitania–me dice Don Santos.Esta,Felicia,a su regreso de
Compostela,decide renunciar a su vida de nobleza y se queda en
Amocaín compartiendo su vida con los miserables.Su hermano,el duque
Guillermo de Aquitania decide venir en su búsqueda para llevarla a
casa.Ella se resiste y el enfadado hermano la apuñala y Felicia
muere.Arrepentido confiesa en Roma su pecado.Se le impone,como
penitencia,peregrinar a Santiago de Compostela.A su regreso de la tumba
del apóstol,Guillermo decide quedarse como penitente en Obanos junto a
la ermita de la Virgen en el Monte Arnotegui.Mereció,gracias a su
arrpentimiento y piedad, ser hecho santo,San Guillermo.La ermita de
Arnotegui se dedica a su nombre.
Felicito sinceramente a Don Santos por ser impulsor de tan bella
leyenda.El,en cambio,en agradeciéndomelo me lleva a la hermosa y
fresca bodeguilla que tiene en su casa y me invita a sorber un buen vaso
de vino acompañado con exquisito queso de cabra.
Me habló de Hispanoamérica,de su hermano Arturo que murió en Bell
Ville,Argentina, y el cual fué Secretario General de la Obra Cooperación
Sacerdotal Hispanoamericana.
Amo a América–me dice–es un gran futuro de la humanidad.
Antes de despedirme y de abandonar su hermosa casa del siglo XVIII, me
cuenta que Irumbidea se llama al camino que va a Iruña por el alto del
Perdón,y me explica que Obanos era centro de comunicaciones pues
aquí se reunían la ruta Aragonesa y la francesa,cuestión siempre
discutida por Puente la Reina.
Me despido del buen hombre con esa alegría de conocer al autor de
aquella representación que vi con Dámaris allá por el año 1975 cuando
ella estudiaba enfermería en la Universidad de Navarra.!La disfrutamos
28. como todos aquellos que acuden a desentrañar escénicamente una
hermosa leyenda!
Dejo a Don Santos Beguiristáin ,su historia pasada,sus realizaciones y
su amena conversación y le agradezco su queso y su formidable vino.
Repaso las calles del pueblo,sus palacetes y la declaro para mis adentros
como Villa noble,limpia y hospitalaria.Mi ánimo se ha alumbrado y mis
pies son ya tan ligeros como los del mensajero Mercurio.
Me despido de la hermosa Obanos.Mi camino de tierra busca en su
descenso la carretera que viene de Campanas.Los campos sembrados de
vid auguran abundantes hectólitros de buen vino.Me uno ya a la carretera
que viene de Pamplona.El mundo vuelve a su locura de coches,camiones
y ruidos.Un monumento representa a los peregrinos en esta unión de
caminos:el camino francés que viene de Somport y el que viene de
Roncesvalles.
Siento gran alegría al comprobar que mis pies han avanzado un buen
trecho de camino y les digo a los pobres que con la filosofía de la
hormiga,paso a paso,llegarán a cualquier parte,y deduzco que se lo están
creyendo
!Y Puente la Reina bajo mis pies!.Ciudad diseñada para el camino y por el
camino.La calle Mayor me escolta con sus casas y sus gentes que
respiran la vida.
A Puente la Reina se le empieza a llamar allá en los albores del siglo XI
con el nombre de Ponte de Arga o Ponte Regina.Es la reina Munia esposa
de Sancho III de Navarra la que hace construir el maravilloso y estético
puente para facilitar a los peregrinos el paso sobre el río Arga.
En 1090 registran los anales la aparición de una colonía francesa y dicen
que Alfonso I el Batallador y García VI fuéron los verdaderos impulsores
del desarrollo de Puente la Reina.
García VI puso la villa en manos de los Templarios en el año 1142 y les
otorgó,como era la costumbre,privilegios.Ellos deberían de acoger,en
cambio,gratuitamente a los peregrinos “propter Amorem Dei”.
Extinguidos los caballeros Templarios sus bienes pasaron a la Orden de
San Juan de Jerusalén.Juan de Beaumont,su prior,inicia las obras de un
nuevo hospital para peregrinos en la iglesia del Crucifijo hacia el año
1469.
Lo importante es el presente,me digo,porque las fechas y las historias
suelen difuminarse a lo largo de los años con suma facilidad.Ni sé quién
fué mi bisabuelo y mis padres tienen recuerdos tan vagos que casi diría
inventan la historia o la recomponen que es casi lo mismo.
Pero los hechos,frutos de toda aquella historia,son estos caminos y estos
poblados con sus gentes,sus viviendas nuevas o heredadas,sus
monumentos,sus iglesias,sus conventos.Somos hijos de la historia
aunque no la conozcamos en profundidad.
Paso enfrente de la Iglesia del Crucifijo y encontrándola cerrada sólo me
quedo con la idea del crucifijo gótico del 1400 que guarda en su capilla.
Entro al refugio regentado por los Padres Reparadores los cuales me
ofrecen acogida.Les digo que pretendo llegar a Estella y sí les ruego que
sellen mi pasaporte,aquel que me dio Madame Debril en Francia.
Me llama la atención la belleza de la cara de una madre que juega con su
niño de dos o tres añitos.Viéndome pasar me saluda con dulzura y los
29. ojitos del niño se quedan clavados en el peregrino,lo mismo que los ojos
de sus antepasados en otros peregrinos.
La Iglesia de Santiago también está cerrada y dentro de ella se encuentra
una buena talla de Santiago Peregrino–según me cuenta una señora que
gusta de saludar y preguntar al peregrino.
El puente románico de Puente la Reina da nombre a esta localidad, que es
capital del valle de Ilzarbe o Valdizarbe.
Este puente sobre el río Arga fue erigido en el siglo XI, al parecer, por
iniciativa de una reina, que pudo ser doña Mayor de Castilla, esposa de
Sancho el Mayor, o doña Estefanía, mujer de García Nájera. El objeto de
su construcción: facilitar el paso a los peregrinos del Camino de Santiago
a su salida de la villa, tras atravesar la Rúa Mayor.
Es un claro ejemplo de románico civil más señoriales de la ruta jacobea.
Es sobrio y elegante. Cuenta con 7 arcos de medio punto, el más oriental
bajo tierra, y 110 metros de largo. Unos arquillos entre los arcos aligeran
la estructura y posibilitan que el agua discurra cuando el río va creciendo.
Tuvo 3 torres defensivas, dos en sus extremos y otra central, en la que se
ubicaba la imagen renacentista de la Virgen del Puy o del Txori,virgen que
dio lugar a una leyenda que cuenta que la imagen recibía la visita de un
pajarillo ("txori" en euskera), que la cuidaba y acicalaba quitándole las
telarañas de sus alas y lavándole la cara con agua que recogía en el Arga.
El día que aparecía el "txori" se echaban las campanas al vuelo y se
celebraban fiestas religiosas.
Desde 1843 fue trasladada la imagen de la Virgen a la iglesia de San
Pedro ubicada cerca del río
Que hermoso es el puente con sus arcadas que se duplican en el espejo
del río.Desde lo alto de su lomo arrojo al agua una flor de margarita que el
río se lleva suavemente hacia quién sabe dónde.En esa flor me parece ver
la existencia humana,al filósofo aquel que nunca veía pasar la misma
agua por el mismo sitio,y al filosofo aquel que elucubraba diciendo que
las aguas en las cuales tomaba su fresco baño pudieron haber sido las
mismas aguas en las que se bañaron Adán y Eva.
Enfín,mi propia vida tan pasajera como los pájaros que surcan veloces y
juguetones por el cielo de este verano de 1987.Ruégole al río que le diga
al mar aquellos versos del poeta Manrique:”“Nuestras vidas son los ríos
que van a la mar...y prefiero no concluir lo que pensaba el poeta porque
algo interno me dice que nuestras vidas son los ríos que van a la mar que
es el vivir.Como individuo me extingo pero mi esperanza está en mi
especie que me sobrevirá,así como estos vencejos son hijos de la
especie y siempre han animado el cielo con sus piruetas y alegres vuelos.
Me despido de Puente la Reina con la sensación de que algo de mí se
queda en ella.Cierta y dulce melancolía pasa como un relámpago por mi
alma tal vez porque cruzo el puente que tantas generaciones peregrinas
ya lo han cruzado.Esta identidad como mis hermanos del pasado me
remonta al sentimiento de la más humana de las solidaridades
intemporales que jamás pude suponer.Me siento unido profundamente
30. con todos los soñadores y esperanzados peregrinos de la humanidad y
desde aquí les dedico mis respiros,mi corazón y mi aliento porque sé que
soy la parte viva que continúa de ellos.
A la salida del pueblo me encuentro con un peregrino inglés.Me dice que
si no me importa le gustaría venir caminando conmigo hasta Estella.
–Soy Robert Collins–se presenta en perfecto castellano.
Robert es un muchacho de unos treinta años.Alto,delgado como una
caña.Lleva barba de varios días.Tiene espíritu alegre y fácilmente
conectamos en nuestras emociones y coincidimos sobre nuestros
pensamientos sobre el Camino.
El cielo se encapota y los primeros rayos se disparan en la colina que
divisamos no muy lejos.El viento se desespera contra los árboles y la
lluvia nos empapa sin que tengamos tiempo de reaccionar.Ambos
sacamos plásticos que llevamos en la mochila y a pesar del peligro que
implica el hallarnos al descubierto decidimos navegar en medio de la
tempestad,si asi se puede decir,porque parecemos un par de veleritos en
medio de la tromba de agua.
Un rayo extraordinariamente bello y poderoso revienta contra uno de los
pararayos de uno de los postes eléctricos.!Qué derroche de energía!–
exclamo conmovido por la proximidad de la ruidosa y luminosa culebrilla
eléctrica.
Robert camina delante sin pronunciar palabra.Lleva un paso casi
musical,medido,como si el camino fuése un pentagrama que se debe
recorrer sin excluir ninguna nota.Sus pies encerrados en enormes botas
de cuero se asientan en cada piedra,en cada tramo del terreno lodoso y
resbaladizo como si fuésen concientes de lo que hacen.No hay prisa en
su caminar;la lluvia ,el viento y el rayo no descomponen su ritmo.De vez
en vez voltea la cabeza para observar si vengo sin problemas.Me gusta
ese forma de manejar el silencio que trae este peregrino de
Londres.Parece que viniese meditando en la tempestar,o vaya Dios a
saber que hilos de su alma se están moviendo en este paisaje que nos
enfrenta a la naturaleza.
Desde el mismo instante en que nos sumergimos en la tempestad Robert
interrumpió la conversación que veníamos entablando sobre nuestros
pensamientos y emociones camineras.
Pasados veinte minutos la tempestad así como llegó se marchó.Las
nubes se alejaron hacia el este y el sol veraniego volvió a lucir como si
nada hubiese pasado.
–¿Te gustan las tempestades Robert?
–Me gustan mucho y me hacen sentir más peregrino que nunca–me
responde con la alegría propia del niño que acaba de recibir un bello
regalo.
Entonces me cuenta que siendo niño sus padres lo llevaron al campo en
Southampton a casa de unos amigos.Salimos con ellos de picnic al aire
libre–me cuenta– y, como hoy aquí, se desató una tempestad eléctrica
que sólo nos dió tiempo de escondernos bajo un enorme pino.Ló único
que recuerdo de aquel día–y aquí detuvo su paso para que le viese la
cara––es que una bola de fuégo nos arrojó por el suelo.Mi amiguito
James estaba muerto.El rayo lo destrozó carbonizándolo.Recuerdo que
aparecí en los brazos de una enfermera en el hospital.Mi estado de
31. inconciencia duró varias horas y tuve la fortuna de sufrir unas leves
heridas en mi brazo derecho.Mis padres y los de James quedaron tan
conmocionados que recibieron asistencia médica durante varios días.
Aquella tragedia marcó mi vida y lo curioso es que aprendí a amar la
naturaleza pues me reveló desde niño su poderío y me educó
mostrándome la vulnerabilidad que acompaña mi vida.Aprendí muy
pronto a entender que soy peregrino–termina diciendome.
Cuando llegamos a Mañeru Robert se detiene a leerme:Mañeru perteneció
a los templarios del Crucifijo y el templo parroquial es obra de
Ochandotegui y es del siglo XVIII.
A las afuéras del pueblito nos detenemos a observar el cementerio y
bebemos agua y degustamos unas deliciosas madalenas que le ofrezco.
Mientras él lee epitafios y nombres de personas que hace mucho tiempo
fallecieron mis ojos se pierden siguiendo la carrera trotona de una liebre
que escapa asustada de nuestra presencia.
Decidimos descansar nuestros cuerpos a la sombra de un ciprés del
cementerio dándole tiempo al sol de que avance un poco más hacia el
oeste.
–¿Crees en la realidad?–me pregunta a bocajarro Robert.
–No sé a cual realidad te refieres–le respondo mientras reposo mi cabeza
en la mochila y permanezco,como él,tendido en el suelo debajo del viejo
ciprés.
–Hay personas que interpretan lo que ven –me dice con voz pausada–y
esas personas interpretan la realidad,llámese esta pájaro,reloj,cielo o
nube.
–Es lo que hacemos todos–le digo
–Es verdad y decimos la verdad cuando juzgamos esa realidad,pero
¿sabes una cosa?–me pregunta –porque tiene a flor de boca el discurso.
Hay personas que se dan cuenta que la realidad es un primer lenguaje o
primer velo de otras realidades que no se ven a simple vista.Y esta visión
del segundo,tercer y hasta cuarto lenguaje de la realidad sólo le está
abierto a espíritus poderosos.
–No entiendo bien,explícame–le ruego– porque estaba cayendo en la
telaraña de su discurso.
–Tú y yo estamos haciendo un camino que nos conduce a una tumba.Ni
tú ni yo tenemos certeza de que allí,en Compostela,esté enterrado el
Apóstol Santiago y sin embargo pasamos sacrificios y hacemos
tremendos esfuérzos por peregrinar hasta alli.Si viniese un ser que sola
maneja el primer lenguaje de la realidad nos juzgaría,y con razón,como
locos o imbéciles,¿no lo crees así?
–Bien pensado es cierto lo que dices–le repondo ya cautivado por el
diálogo.
Pues ni tú ni yo somos imbéciles,sencillamene manejamos un segundo
lenguaje de la realidad.Hay algo en esta nuestra aventura que nos dice
que aquella realidad de Santiago tiene escondida la realidad de nuestro
propio hallazgo espiritual.
–Coincido contigo.Desde que salí de San Jean Pied de Port noto que mi
espíritu va creciendo,que mi alma se ensancha,que aprendo a entender
mi limitación y aprendo a manejarla,que comprendo mi papel dentro de la
naturaleza y siento profundamente esa fraternidad que me une a todas las
32. criaturas.Hoy los hombres venimos perdiendo en medio del materialismo
irracional y del consumismo estúpido lo más preciado de nuestro ser:la
emoción de sentirnos parte de un todo.Hoy la sociedad del consumo nos
conduce al egoismo,a la afirmación de que todo es individuo incluso
dañando el orden fraterno de las cosas y de las criaturas,el individuo es
el rey absoluto de la creación.El no importarnos lo que sucede a otros
hermanos de nuestra especie,el despilfarrar los generosos recursos que
nos brinda la naturaleza,el gastar nuestros días y la energía de nuestros
cerebros y de nuestros espíritus alrededor de cosas banales y
absolutamente superficiales que nos ofrecen los mercaderes es nuestra
condenación si no lo remediamos a tiempo.Hoy muchos seres pasan por
el planeta tierra sin enterarse de la nave planetaria en que habitan,sin
entender a las criaturas que acompañan su espacio y su tiempo...
–!Exactamente! !Exactamente!,eso es lo que pasa –me dice Robert
emocionado.
Decidimos ingresar voluntariamene al silencio repentino porque el eco de
nuestro propio discurso nos produce vértigo.Perdimos la conciencia,allí
acostados,porque el cansancio nos arropó y nos otorgó unos cuantos
minutos de paz y sueño siestero que nos resultaron muy reconfortantes.
En el camino a Cirauqui encuentro la tapa amarilla del tarro de pintura
con el cual los amantes del Camino pintan sus flechas
amarillas.Probablemente es una tapa de uno de los tantos tarros de
pintura amarilla del soñador y señalizador cura Elías ValiñaDecido
guardarla como símbolo de admiración hacia aquellos que aprenden el
segundo lenguaje de la realidad.
Nuestro camino se acompaña de parrales y al fondo en la colina
perseguimos,como mariposas a la luz,a la vieja Cirauqui, ciudad nido de
viboras que es lo significa en euskera.
Poblado,eso sí,engarzado sobre el anillo de la colina.Los restos de sus
murallas y sus dos maravillosas iglesias del siglo XII nos disen mucho
del pasado de esta ciudad medieval.
La iglesia de San Román conserva su hermosa portada lobulada similar a
las de la iglesia de Santiago en Puente la Reina y el de San Pedro de la
Rúa en Estella.
Robert se embelesa observando el crismón de la clave y los medallones
de las archivoltas.A mi me llaman la atención los motivos decorativos de
cada archivolta porque tratandose de dibujos sencillos producen,en su
repetición,una estética que reconforta a la vista.Y repaso sus míticos
animales que se hallan en la portada:arpias,centauros,grifos..!Qué
maravilla!
Igualmente nos preguntamos sobre los dos personajes que se
encuentran de pie a la derecha de las archivoltas y los sedentes de la
izquierda.
No es fácil adivinar o interpretar lo que el artista quiso expresar con cada
elemento de la portada y aunque los dos desconocemos las claves
manejadas por su constructor,no podemos dejar de admirarlas con
respeto y cierta veneración.
–!La enorme obsesión del pasado es el alfa y el omega del crismón de la
clave!–me apunta Roberts.
33. –Y lo es hoy en día porque somos criaturas que oscilamos
pendularmente de un alfa a un omega y de ello guardamos perfecta
conciencia–le digo.
Nos gustan las calles empedradas y empinadas de Cirauqui y los
blasones de algunas de sus fachadas que hablan de tiempos y familias
nobles pretéritas.La plaza tiene caserones soportalados y blasonados
todo lo cual nos hace regresar al pasado.Pero la vida moderna está
habitando en él,como no podía ser de otra forma,porque por las ventanas
a medio abrir se escuchan los televisores y el pulso de la vida esta latente
como en cualquier otro rincón del planeta.
Un anciano que pasea por la plaza nos pregunta de dónde somos,de
dónde venimos y hacia dónde vamos.Nos cuenta que en Cirauqui habita y
trabaja un médico colombiano de nombre Filinto y nos explica que las
mujeres están buscando caracoles en los jardines humedecidos por la
lluvia,animalillos que harán la delicia de cualquier paladar.
Nos despedimos de Cirauqui no sin pasar delante de su iglesia gótica de
Santa Catalina del siglo XIII.
Aunque la lluvia,ya es llovizna,vuelve a acompañarnos, eso no nos
impide salir del pueblo y adentrarnos en la antigua calzada romana,por
desgracia en bastante mal estado de conservación.Dice la historia que
esta calzada es la más importante de la ruta Jacobea.Salvamos un
arroyuelo gracias a un viejo puente romano.
Jugamos,mientras caminamos,a descubrir figuras y formas en las piedras
colocadas por los soldados imperiales romanos.Robert adivina una cara
de gladiador mientras yo,en otra,creo ver la cabeza de un águila,Robert
asegura ver la silueta de su abuelo y yo adivino la silueta de mi perro
Terry.
Las ruinas de Urbe ,villa existente ya en el siglo XII y despoblada en el
XVIII,nos hablan de la transitoriedad de los proyectos humanos,de ese
constante ir y venir de las personas,ciudades y cosas.¿Dónde se hallarán
aquellos constructores de la calzada imperial por medio de la cual los
emperadores quisieron comerse el mundo?–le pregunto a mi compañero.
!Son polvo de historia!–dice Robert con solemnidad y lógica.
Descendemos hacia el rio Salado,el temido río de Aymeric Picaud el autor
de la guía del peregrino medieval,quien dice de él: “Guardate de beber ni
tú ni tu caballo,pues el río es mortífero y los navarros,con navajas
afiladas,esperan el momento de desollar las caballerías de los
peregrinos”
!Vaya fama la que creó el bueno de Picaud a los no menos buenos
navarros!
Dejamos el riachuelo con su historia triste y una vez que cruzamos el
puentecillo que se queda mirándonos con sus dos ojitos viejos
ascendemos hacia Lorca,villa enclavada en el Valle de Yerri que pronto
nos presenta su iglesita de San Salvador de construcción románica tardia
y bastante reformada.Es simple y bello su ábside de tambor con cinco
columnas adosadas y cornisa sobre modillones.
Tuvo Lorca hospital de peregrinos fundado en el 1209 y dependiente del
de Roncesvalles.
Lorca pasa,pasa el camino bajo nuestros pies y Villatuerta ,pueblito al
cual accedemos por un puentecillo medieval de dos ojos de medio
34. punto,nos presenta su iglesia de la Asunción del siglo XIII de estilo
románico tardío y con hermosa torre campanario.Dícese que perteneció
al monasterio de Leire.
Un sencillo letrero escrito por algun peregrino nos muestra por dónde iba
el viejo camino de Santiago hasta el año 1090:Camino de Zarapuz e
Irache.
Fué el rey Sancho V de Navarra,una vez repoblada Estella,quien fijo el
nuevo paso peregrino por esta localidad.
Alejados ya de Villatuerta,a la izquierda,se encuentra la románica ermita
de San Miguel que lo fué de un desaparecido monasterio del cual hay
referencias desde 1062 y que también dependió de Leire.
Descendemos por cultivos a la hondonada del rio Ega,y es cuando siento
que mi cuerpo está lacerado,mis pies llagados,el frío,el viento y los
cuarenta y cinco kilómetros desde Pamplona me tienen aterido aunque mi
mente entre ideas y sentimientos me había nublado el cansancio.
Le digo a Robert que se detenga un momento mientras recupero fuérzas
a sabiendas de que estamos a las puertas de Estella mi objetivo de hoy.
Robert debe seguir unos diez kilómetros más allá porque le esperan unos
amigos franceses.Le digo entonces que prosiga porque lo mío no es nada
grave y como la tarde está tan avanzada no quiero retenerle.
Nos despedimos con el sentimiento de hermandad que nos brinda el
camino.
Una pareja de campesinos que parecen percatarse de mi demacrada
expresión se acercan a ayudarme y a ofrecerme agua de su porrón.Se los
agradezco y les pido que me indiquen en dónde se halla el Colegio Mater
Dei en Estella pues es allí donde llego a dormir,pues esta información la
traigo desde Pamplona
–Estella está cerquica,no se preocupe usted que está el pan en el horno–
me dicen animándome.
Como puedo hago de tripas corazón.Una fiebrecilla se sube a mi cabeza
hasta el punto que experimento náuseas.Le advierto a mi cuerpo que no
se saldrá con las suyas aunque le digo,con humildad,que yo soy el
cuerpo y que perdone el haberme excedido hoy con tantos
kilómetros.Mientras vamos dialogando , reprochándonos aquí y
disculpándonos allá,se llega Estella entre pinares y organizados viñedos
que alivian con su estética el caminar.
Veo grupos de peregrinos deambulando por sus calles buscando
refugio.Es Estella,esta antigua Lizarra,hito importante del camino desde
que el rey Sancho la repobló con francos.En el siglo XIV aún se hablaba
el provenzal.
Mi cuerpo sólo piensa en descanso mas que en historia.Un guardia
municipal me indica,para mi fortuna ,que el Colegio Mater Deí está tan
solo a media manzana.
Un caballero me indica que puedo dormir en uno de los salones del
edificio.Abro con ansiedad mi saco de dormir.Como un bocadillo de
queso,una manzana y bebo casi medio litro de agua acompañándolo con
una aspirina.Me digo que mañana,Dios Mediante,será otro día y aunque la
luz de este siete de julio de 1987 señorea por el cielo hago caso a mi
35. cuerpo que sólo quiere reposar y dormir .El sueño produce,casi
siempre,la magia de la resurrección.