La felicidad se define como un estado interno de satisfacción y alegría que se produce al alcanzar metas deseadas y que promueve la paz interior. Para Aristóteles, la felicidad suprema del hombre es la realización de su función propia a través de la razón. Existen diversas teorías sobre la felicidad según distintas escuelas filosóficas como el epicureísmo, estoicismo y utilitarismo. Las religiones consideran que la verdadera felicidad solo se alcanza en la unión con Dios, mientras que la filos
2. DEFINIMOS LA
FELICIDAD COMO…
Una condición interna de
satisfacción y alegría.
Un estado emocional que se
produce en la persona cuando
cree haber alcanzado una
meta deseada. Tal estado
propicia paz interior, un
enfoque del medio positivo, al
mismo tiempo que estimula a
conquistar nuevas metas. Se
entiende en este contexto
como un estado de ánimo
positivo, la capacidad de
abordar una tarea llevándola
al término
propuesto, complaciendo a la
persona y llevándola a ser
3. PARA ARISTÓTELES....
La felicidad o eudaimonía es el bien supremo del hombre. Es aquello que
acompaña a la realización del fin propio de cada ser vivo, la felicidad que le
corresponde al hombre es la que le sobreviene cuando realiza la actividad que le
es más propia y cuando la realiza de un modo perfecto. Es más propio del
hombre el alma que el cuerpo por lo que la felicidad humana tendrá que
ver más con la actividad del alma que con la del cuerpo, y de las actividades del
alma con aquella que corresponde a la parte más típicamente humana, el alma
intelectiva o racional. Como en el alma intelectiva encontramos el entendimiento
o intelecto y la voluntad, y llamamos virtud a la perfección de una disposición
natural, la felicidad más humana es la que corresponde a la vida de
conocimiento, por ello el hombre más feliz es el filósofo. Finalmente, Aristóteles
hace consistir la felicidad en la adquisición de la excelencia (virtud) del carácter
y de las facultades intelectivas. Rechaza que la riqueza pueda ser la felicidad, es
un medio para conseguir placeres o bien para conseguir honores, éstos no son
más que bienes externos, medios para alcanzar la felicidad, puesto que es ésta
es la única que se basta a sí misma para ser autárquica y perfecta.
4. OTRAS IDEAS SOBRE ELLA...
Por ejemplo, Epicuro, filósofo ateniense del siglo IV a. C. al
contrario de Aristóteles, se pregunta qué es lo que mueve a los
humanos a obrar, y considera que esa razón es el placer.
El epicureísmo entiende la felicidad como autosuficiencia en el
placer moderado. La presencia del placer o felicidad era un
sinónimo de la ausencia de dolor, o de cualquier tipo de aflicción.
Era un equilibrio perfecto entre la mente y el cuerpo que
proporcionaba la serenidad o ataraxia.
Otros sistemas filosóficos como los estoicos, piensan la felicidad
como fortaleza en la aceptación de una existencia determinada.
Los racionalistas, como Leibniz, defienden la felicidad como
adecuación de la voluntad humana a la realidad.
Los utilitaristas, como John Stuart Mill, defienden un concepto de
felicidad como satisfacción de los placeres superiores. Para
Nietzsche, el ser humano no fue concebido para la felicidad, sino
que está destinado a sufrir.
5. TEORÍAS Y DOCTRINAS SOBRE LA
FELICIDAD...
Entendemos las teorías como los conceptos que se mantienen en el campo
felicitario, y las doctrinas como las ideas o esencias que se relacionan con
otros campos distintos, no felicitarios. La forma de clasificar las distintas
teorías y doctrinas de la felicidad la obtenemos siguiendo dos vías: la
primera, clasificando las teorías felicitarias según su sentido, si afirman
que existe un paso de la felicidad a la infelicidad (descendentes) o bien de
la infelicidad a la felicidad (ascendentes), además de las neutras o
dualistas, que pretenden mantenerse al margen de cualquier trayecto de la
felicidad a la infelicidad. Respecto a las doctrinas felicitarias, el sentido de
la clasificación será el de la distinción entre materialismo y espiritualismo.
Existe una reciente teoría de 1998 llamada teoría de la felicidad cuantizada
(TFC) que, aunque no esté consolidada aún del todo, está en auge en los
últimos años y se adentra cada vez más en el mundo científico. Dicha
teoría propone la discretización de los estados del ánimo y por tanto de la
felicidad, llegando a valorar la idea de que al final todos somos igual de
felices independientemente de lo mucho o poco que vivamos, las riquezas
que tengamos y otras desigualdades existentes entre los seres humanos.
6. SEGÚN LA RELIGIÓN...
Para las religiones teístas, la felicidad sólo se logra en la unión con Dios, y
no es posible ser feliz sin esta comunión. La felicidad es considerada la
obtención definitiva de la plenitud, y el estado de satisfacción de todo
tipo de necesidades es alcanzable sólo en ese grado después de la
muerte. Para el cristianismo, por ejemplo, la felicidad se expresa en la
vivencia de las enseñanzas de la Biblia (especialmente los evangelios)
y en el seguimiento y comunión con Cristo resucitado a través del Espíritu
Santo.
Muy semejante a esto es el camino musulmán.
El budismo, una escuela filosófica no religiosa, confundida históricamente
con el hinduismo para la cual no existe un creador ni tampoco un
alma, considera que la felicidad duradera se alcanza al erradicar el anhelo
ansioso, que implica evitar compromisos con los demás, lo que a su vez
se consigue sólo al mantenerse alerta y exento de la naturaleza de la vida
y la existencia, a través de una postura pasiva, no participativa, de la
conservación de la vida.
7. SEGÚN FILOSOFÍA ORIENTAL ...
En la filosofía oriental, la felicidad se concibe como una cualidad producto
de un estado de armonía interna que se manifiesta como un sentimiento
de bienestar que perdura en el tiempo y no como un estado de ánimo de
origen pasajero, como generalmente se la define en occidente. Muchas
veces confundida con la alegría de carácter emocional y efímero, la
felicidad perdura en el tiempo y se identifica como una cualidad, tal y
como ser alto, fuerte o inteligente una persona es feliz. Mientras que la
alegría se concibe como un estado de satisfacción, la felicidad se
considera un estado de armonía interna.
8. TRASTORNOS DE LA
FELICIDAD
Pueden producirse trastornos de la
felicidad que alteran nuestro
metabolismo; Alteran los ritmos
biológicos de descanso, los ritmos
metabólicos cerebrales, el centro
inmunológico y el sistema
endocrino.
A consecuencia de todo esto, el
sistema nervioso se va viendo
afectado por el caos formado, y
comienza a informar 'realidades'
razonables únicamente por el
enfermo. Se producen
ansiedades, ataques de
pánico, obsesiones y compulsiones
fobias, estados maníacos y
depresivos, etc.
9. MITOS SOBRE LA FELICIDAD
Un gran mito sobre alcanzar la felicidad es el dinero.
El dinero contribuye a la felicidad hasta cierto punto, pero
cuando uno cuenta con casa, vestido y sustento va perdiendo
importancia. Los científicos han observado que, en general, la
gente más rica es más feliz. Sin embargo, la relación entre
dinero y felicidad es compleja. “El dinero compra la felicidad"
no es cierto. Puede que en muchas ocasiones nos lo
parezca, para conseguir algún objetivo que deseamos y que no
podemos conseguir por falta de dinero, pero lo que realmente
nos da la felicidad es la amistad, el amor, las relaciones con la
gente que nos rodea. Ya que en épocas anteriores a la
nuestra, la gente disponía de poco dinero y se conformaban
con lo básico y eran felices.
