Dilucidando a-jesus

ALEX CARRERA

Presenta

DILUCIDANDO A JESÚS

Solo para escépticos

Alex Carrera

Ediciones Orbe Libros

Colonia 1137

Tel: 2901 3582

Montevideo – Uruguay

ISBN 978-9974-661-75-2

INDICE

1- Lo inverosímil

2- ¿Realmente Judas traicionó a Jesús?

3- ¿Por qué se bautizó el bienamado si estaba libre de pecado?

4- La resurrección

5- El divorcio

6- Satanás

7- Misticismo

8- Simbolismo y numerología

9- El 666

10- Frases inexplicables y enigmáticas

11- María Magdalena

12- Los apóstoles

13- Pablo

14- Yerros evangélicos

15- Posible historia de Jesús de Nazaret

INTRODUCCIÓN

En primer lugar comenzaré por declarar que el advenimiento del
Cristo no fue profetizado solamente en el Antiguo Testamento, sino
que también fue anunciado por las sagradas escrituras hindúes. Las
mismas enfatizan en que el joven Issa, es decir, “Señor de los seres
creados” era JESÚS. El Srimad Bhagavatam afirma, “Los Sudras
(Clases bajas o trabajadores pobres), pescadores y gente similar son
los que están entre los primeros” Aquí pues, surge que los
seguidores de este predicador serían personajes pobres, de clases
sociales bajas, como también todo tipo de gente similar a éstos; pero
hay algo muy concreto en esta profecía, y es específicamente la
palabra pescadores. Recuerde el lector que los primeros discípulos
de Jesús fueron pescadores, Pedro, Andrés, Santiago, tanto así, que
el bienaventurado viajaba de aldea en aldea atravesando ríos en las
barcas de sus apóstoles. El Bhavishya Purana ilustra al Isha Putra
(Hijo de Dios), análogamente al Cristo del evangelio; manifiesta que
nacerá de una virgen y que viajará a la India posteriormente a
dedicarse al estudio de las sagradas escrituras. Asimismo se
encuentran en las escrituras budistas, una profecía del Thatagata,
(el Buda histórico), donde predice el advenimiento de otro ser
iluminado luego de su entrada al Nirvana. Dicho relato surge de
pergaminos budistas y es explícito en cuanto alega que el Señor Issa
(Jesús) es aquel “a quien el Buda había elegido para difundir su santa
palabra”. Según pergaminos hindúes y tibetanos Jesús visita con
veinticuatro años de edad la India, Persia, Tibet, Grecia y Egipto; y al
marcharse narra la parábola del ministerio del reino de Dios en Israel
que él crearía, dice así “Había un rey que amaba tanto a su pueblo
que les envió a su único hijo cargado de preciosos regalos para
todos. El hijo fue a todas partes y repartió los regalos pródigamente.

Pero había sacerdotes que rendían culto a dioses extranjeros y
estaban disgustados porque el rey no se servía de ellos para dar los
regalos. Así que buscaron la forma de hacer que la gente odiara a su
hijo. Dijeron: Estos regalos no valen nada, son solo un engaño.
Entonces la gente tiró a la calle las preciosas gemas, el oro y la plata.
Y cogieron al hijo y le golpearon, le escupieron y le excluyeron de su
presencia. El hijo no se ofendió por sus insultos y crueldades, sino
que oró así: Padre mío, perdona a estas criaturas de tus manos, pues
no son más que esclavos y no saben lo que hacen. Y mientras ellos le
pegaban, les daba comida y les bendecía con amor infinito. Entre
algunas ciudades era recibido con alegría, y de buena gana se
hubiera quedado a bendecir aquellos hogares, pero no podía
permanecer allí, pues debía llevar esos presentes a toda la gente del
reino. Y Jesús dijo: Mi Padre-Dios es el rey de la humanidad y me ha
enviado con toda generosidad de su amor incomparable y de su
infinita riqueza. Y debo llevar estos regalos, el agua y el pan de la
vida a la gente de toda la tierra. Voy a partir, pero volveremos a
vernos, pues en la tierra de mi Padre hay sitio para todos y allí
prepararé un lugar para vosotros. Jesús alzó su mano bendiciéndolos
en silencio, y luego se fue” Vida y Obra de Jesús en el Tíbet y la India
25:36. Por lo expuesto, queda claro el pensamiento de los hindúes
sobre la divinidad del Nazareno; pero ¿realmente existió la ciudad
natal del bienamado (Nazaret) en su época? Veamos: La palabra
Nazaret aparece diecisiete veces en La Biblia, por ende debió de ser
una ciudad bastante conocida en sus alrededores, sin embargo, la
misma no es mencionada ni una sola vez en el Antiguo Testamento.
El libro de Josué enumera doce poblaciones y seis aldeas, pero
ninguna de ellas con el nombre Nazaret. Además El Talmud
menciona sesenta y tres poblaciones Galileas, pero nada dice de
Nazaret. Asimismo el apóstol más importante de la cristiandad
(Pablo) no hace mención alguna de la ciudad natal de Jesús en todas
sus cartas. El gran historiador Flavio Josefo describe a Galilea con
un área de solo novecientas millas cuadradas, sin mencionar dicha
ciudad, así como tampoco lo hace ningún otro historiador de su

época. Según los datos históricos fidedignos para el hombre la
ciudad de Nazaret surgió en el 400 de nuestra época, por lo que
surge una magnánima alteración posterior en las sagradas escrituras.
Ahora pues, regresando a la divinidad de Jesús, ¿qué dice el libro
sagrado que con el pasar de los siglos no pudo ser adulterado por los
hombres? Afirma, “Cuando dicen que Dios tiene un hijo, profieren
una horrible blasfemia” Corán 19:91, “Atribuyen un hijo a Dios
porque ignoran que Dios no puede tener hijos”19:93. A pesar de las
hermosas historias narradas por conversos cristianos, hindúes, etc.,
El Corán es irrefutable con respecto a este hecho, sino Cristo no
hubiera declarado “El que cree en mí, también él hará las obras que
yo hago; y aún mayores las hará” Jn. 14:12. Con éstas palabras queda
óptimamente probada la naturaleza de Jesús, sino ¿qué hombre
podría hacer obras mayores que las del hijo de Dios?

LO INVEROSÍMIL

Primeramente es necesario comprender el hecho de que si Jesús
resucitó de entre los muertos como lo expone la Biblia, es menester
que hubiera perecido corporalmente, porque de no haber sido así,
no se podría calificar tangiblemente como resurrección. Por
ejemplo; si el maestro luego de la crucifixión sufrió un desmayo, o
entró en estado de coma, la resurrección sería falsa y se
desvanecería por sí sola. Son múltiples las fuentes históricas que
narran dicho suceso, como tan dispares son las interpretaciones que
se le dan a la misma, mas ninguna posee prueba empírica para avalar
sus ilustraciones. Veamos que surge, “Han dicho: Nosotros hemos
hecho morir a Jesús, el Mesías hijo de maría, y enviado de Dios. Pero
no es cierto que lo hayan crucificado. Un cuerpo de otro hombre
que se le parecía fue puesto en lugar del de Jesús y los que
disputaban sobre este asunto, no tenían sino dudas. La verdadera
ciencia no los iluminaba y seguían una falsa opinión. No han podido

hacer morir a Jesús” Corán 4:156. Según la revelación recibida por el
profeta Muhammad, Jesús no murió en la cruz, sino que
crucificaron a otro hombre. Entonces, si el Corán es explícito con
respecto a este hecho, recurriré a una de las tantas fuentes
apócrifas para descubrir la identidad del crucificado, dice Jesús “Mi
Padre, no queriendo que fuese, en el día del juicio, un objeto de
burla para los demonios, prefirió que fuese en el mundo un objeto de
afrenta por la muerte de Judas en la cruz” San Bernabé 1:24.
Bernabé esclarece la incógnita del asesinado, declarando a Judas
como el mismo. Además surgen de los pergaminos del Tíbet y la India
el siguiente relato, “La tierra ha temblado y los cielos han llorado
debido al gran crimen que se ha cometido en la tierra de Israel.
Porque ellos han torturado y han matado al gran y único Isa, en
quien moraba el alma del universo. Qué fue encarnado como un
simple mortal para hacer el bien a los hombres y exterminar sus malos
pensamientos. Y para devolver al hombre degradado por sus pecados
a una vida de paz, amor y felicidad y para llamar al Él, al único e
indivisible Creador cuya misericordia es infinita” Manuscritos
Tibetanos 1.4. Para los hindúes, budistas, San Isa (Jesús) expiró tras
la crucifixión, por lo que queda sellada toda puerta hacia lo
desconocido. Ahora bien, si los evangelios afirman que Cristo
resucitó de entre los muertos ahondaré profundamente sobre el
tema. A lo antedicho le sumaré versículos bíblicos, apócrifos, como
también diversas fuentes históricas, donde se ilustran los pasos de
Jesús a posteriori de su supuesta resurrección. Primeramente
expondré la Biblia, “José de Arimatea,.................. rogó a Pilatos que
le permitiese llevarse el cuerpo de Jesús. También Nicodemo........,
vino trayendo un compuesto de mirra y de áloes, como cien libras” Jn
19:38.39. E incorporaré “Pilatos se sorprendió de que ya se hubiese
muerto” Mc. 15:44. Según Juan, Nicodemo, concurre al sepulcro con
áloes, esto conllevaría a la hipótesis de que Jesús probablemente no
estuviera muerto; sino muy gravemente lastimado, ya que el áloe se
utiliza como cicatrizante de heridas. Esta hipótesis toma forma
cuando el evangelista escribe “Uno de los soldados le abrió el

costado con una lanza, y salió al instante sangre y agua” Jn. 19:34.
Entonces si su sangre no se había coagulado como la de todo
cadáver, Jesús permanecía con vida. Por ende ¿cuál era su estado
físico? ¿Se encontraba desmayado o en estado de coma? Es imposible
responder dichas interrogantes, dado que en la época del
bienaventurado no existían avances tecnológicos que permitieran
esclarecer fehacientemente su muerte física, y por consiguiente
existen innumerables opiniones al respecto. Proseguiré, “Los
discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y
puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. Y cuando les hubo dicho
esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se
regocijaron viendo al Señor” Jn 20:19.20. Aquí pues, se evidencia que
a través de sus heridas existía en cuerpo y no en espíritu, dice Juan
“Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les
dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira
mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas
incrédulo, sino creyente” 20:26.27. Según la narrativa Jesús entra con
las puertas cerradas y Tomás se desconcierta al no poder
reconocerlo. Por lo tanto, ¿cómo hizo Jesús para entrar con las
puertas firmemente cerradas? Y ¿por qué Tomás lo desconoció luego
de una convivencia de tres años? Jesús lo dejaba en claro cuando
decía “Tanto tiempo tengo con vosotros, Felipe” Jn 14:9.
Seguramente el castigo físico padecido por el ungido desformó
completamente su rostro, sino porque Lucas escribiría “Entonces
ellos, aterrorizados y asombrados, pensaban que veían un espíritu”
24:37; empero al palpar Tomás el cuerpo de Jesús se desvanecieron
todas las dudas. En el relatado emerge sin lugar a duda existencia
material. Asimismo sumaré la aparición de Cristo en el mar de
Tuberías, “Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la
playa” Jn 21:4, y continúa “Les dijo Jesús: venid y comed” 21:12. Como
se puede apreciar, estos son actos llevados a cabo por una entidad
corporal y no espiritual, afirma “Esta era ya la tercera vez que Jesús
se manifestaba a sus discípulos, después de haber resucitado de los
muertos” 21:14. Relata Lucas que dos varones uno de ellos Cleofás

caminaban a una aldea llamada Emaús y aconteció lo siguiente,
“Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se
acercó, y caminaba con ellos” 24:15, “Y les dijo: ¿qué platicas son
éstas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y porqué estáis
tristes?” 24:17. Ellos le respondieron con lujo de detalle lo ocurrido
desde la crucifixión hasta la máxima promesa, la resurrección,
“Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer
todo lo que los profetas han dicho” 24:15. Siguiendo el camino con
sus seguidores, estos le obligaron a quedarse, “Y aconteció que
estando sentado con ellos en la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo
partió, y les dio. Entonces les fueron abiertos los ojos, y le
reconocieron” 24:30.31. Los últimos cuatro pasajes son tan
transparentes que parecen ser irrefutables; Jesús camina con sus
fieles, entabla una conversación, se introduce junto a ellos a la casa,
se sienta en la mesa, toma el pan y lo bendice, accionar disímil a la de
un espíritu. Leemos, “Palpad, y ved; porque un espíritu no tiene
carne ni huesos, como veis que yo tengo” 24:39. Mateo ilustra, “Pero
los once discípulos se fueron a Galilea.......... Y cuando le vieron, le
adoraron; pero algunos dudaban. Y Jesús se acercó y les habló
diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo en la tierra” 28:16.18.
Esta máxima se hace evidente en Lucas, cuando les pide “¿Tenéis
aquí algo de comer? Entonces le dieron parte de un pez asado, y un
panal de miel. Y él tomó, y comió delante de ellos” 24:41.43. Jesús se
alimenta como todo ser vivo luego la supervivencia al madero. Por
consiguiente surgen estas interrogantes, ¿el hombre que hizo comer
a cinco mil personas con unos pocos panes, ahora se encontraba
desprovisto de alimento? ¿El hombre que arrojaba las redes al mar y
elevaba a las barcas cardúmenes de peces, ahora se encontraba
hambriento y sin poderes milagrosos? Indudablemente la narrativa
derroca la credibilidad en los relatos bíblicos. Prosigo con el
apócrifo de Valentino, que dice “Cuando resucitó de entre los
muertos, Jesús pasó once años hablando con sus discípulos” 1:1. A
su vez relata el libro de los Hechos, “Cayendo en tierra, oyó una voz
que le decía: Saulo, Saulo ¿Por qué me persigues? Él le dijo: ¿Quién

eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quién tú persigues; dura cosa
te es dar coces contra el aguijón” 9:4.5. La conversión del apóstol se
produjo hacia el año 31 de nuestra era, lo que implica claramente que
habían transcurrido uno o dos años de la crucifixión de Cristo. Las
apariciones de Jesús luego de la crucifixión son notorias, a tal
punto que el Libro de Mormón narra lo siguiente, “Y aconteció que
extendió la mano, y habló al pueblo, diciendo: He aquí, yo soy
Jesucristo, de quienes los profetas testificaron que vendría al
mundo” 3 Nefi 11:9.10. Posteriormente a su famosa resurrección el
Cristo asciende al cielo junto a la diestra de Dios. Pero, ¿en mérito a
qué surge la ascensión a los cielos? Todo comienza con la secta
primitiva Los Cataros, adeptos al cristianismo. Ellos comenzaron a
cuestionarse hechos tales como; la vida y/o cuerpo de Cristo luego
de su resurrección, debido a que en el primer pergamino evangelista
conocido como Marcos nada decía respecto a la ascensión a los
cielos. A raíz de esto, dicha secta comienza a investigar
enfáticamente el asunto, al punto de llegar a los oídos de la
comunidad cristiana ortodoxa predominante en ese momento. Como
consecuencia y en aras de pregonar la buena nueva manteniendo
tranquilo y sin dudas al pueblo cristiano, la iglesia primitiva tomó la
decisión de exterminar a los curiosos Cataros a filo de espada.
Posteriormente a este lamentablemente acontecimiento, se agregó
astutamente al pergamino original de Marcos la ascensión a los
cielos, esto es, cuatrocientos años después de la resurrección de
Cristo. Asimismo es menester exaltar que de ser ciertos los datos
aportados por la Biblia, vanos son todos los estudios empíricos
respecto a nuestro planeta. La ciencia moderna ha traspasado los
límites del raciocinio humano y aún más, ha derrocado todo
fundamento religioso, por ende si el universo es infinito se deduce
explícitamente que Jesús al ascender a los cielos quedó flotando
eternamente en el éter universal. Para ir cerrando el capítulo es
importante dilucidar que Jesús pudo haber viajado al Oriente, más
concretamente a Cachemira donde vive Basharat Saleem su último
descendiente. En Srinagar está la tumba de Yuz Azaf, predicador

extranjero, quien llegó asegurando ser hijo de una virgen y Mesías de
su pueblo. Antes de llegar a Cachemira Jesús visitó la India, y como
era su costumbre cumplió con lo prometido “Voy a partir, pero
volveremos a vernos” Vida y Obra de Jesús en el Tíbet” 35.36. Al
partir pronunció dos frases que se encuentran en una mezquita
localizada al sur de Delhi (India) que dicen así, “Jesús ha dicho: El
mundo es un puente ¡Pasen sobre él, pero no permanezcan en él”. Y
“El mundo es una imponente mansión; tomen esto como una
advertencia ¡Y no construyan sobre él!”. Basharat Saleem conserva en
Srinagar, Cachemira, el árbol genealógico completo de su familia, e
incluye a Jesús. De ser fidedignos tales escritos queda claro el
pasaje de Juan 10:16, donde asegura “Tengo también otras ovejas que
no son de este redil que debo recoger y oirán mi voz”. Otra teoría
con respecto al descanso eterno del Mesías surge en el año 1980 al
sur de Jerusalén donde estudiosos encuentran diez ataúdes con los
nombres escritos en Arameo de Jesús hijo de José, María, Mateo,
María la del maestro y Judá hijo de Jesús. Algo muy llamativo en
este hallazgo es el estudio de ADN entre Jesús y Mariam la del
maestro, los cuales no coinciden entre sí. Así que, si el Nazareno
viajó hacia Cachemira o expiró junto a su familia, mujer e hijo al sur
de Jerusalén queda cien por ciento develada la supervivencia a la
crucifixión.

¿REALMENTE, JUDAS TRAICIONÓ A JESÚS?

Primeramente expondré a Juan, dice “No estáis limpios todos” 13:11.
Ahora bien, si el apóstol Judas fue el verdadero traidor y Jesús lo
sabía fehacientemente, ¿por qué no lo despidió de su ministerio? A
su vez ilustra Juan, “Yo sé a quienes he elegido; mas para que se
cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su
calcañar” 13:18. He aquí, prueba de sobra como para afirmar que
Jesús conocía perfectamente las personalidades de cada uno de sus
apóstoles, desde el primer momento en que los eligió como tales; más
aún cuando hace el llamamiento de Judas a su ministerio para el
cumplimiento de las escrituras, y así lo confirmo “No me elegisteis
vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros” Jn 15:16. Lo expuesto
por Juan da ha lugar a la hipótesis de que Jesús indujo, o solicitó
exclusivamente a Judas interpretar el papel del gran traidor. Dicha
presunción quedará oculta en el pasado ya que los autores de los
evangelios añaden a los hechos su propia inspiración dramática.
Jesús afirma, “De cierto os digo, que uno de vosotros me va a
entregar” Jn 13:21. Aquí el maestro no aduce “uno me va a
traicionar”, sino que alega “uno me va a entregar”. Luego Jesús le
ordena a Judas, “Lo que vas a hacer, hazlo pronto” 13:27. Lo
expresado por el bienamado se puede interpretar claramente como
una exhortación, orden, mandato y por ende la traición de Judas se
desvirtúa paulatinamente. Juan relata que Judas se presenta al sitio
donde Jesús estaba con sus discípulos y el Cristo al visualizarlo
junto a sumos sacerdotes y soldados, se adelanta y les dice, “¿A
quién buscáis?” 18:4 y los soldados le responden, “A Jesús Nazareno.
Jesús le dijo: Yo soy” 18:5. Es necesario comprender que el
advenimiento del Mesías había sido profetizado por sus antepasados
quienes anunciaron su trágico padecimiento y fallecimiento. Así que
¿por qué culpar a un apóstol de traidor cuando Jesús conocía

perfectamente la muerte del verdadero Mesías?, Él lo dijo “Como
Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el
hijo del hombre sea levantado” Jn 3:14. Estas palabras “sea
levantado”, significa “sea crucificado”, entonces toma cuerpo la
inverosimilitud en cuanto a la traición de Judas. A continuación
repasaré La Biblia a efectos de descubrir nuevas evidencias. Lucas
dice, “¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes
que padezca!” 22:15, y prosigue “A la verdad el hijo del hombre va,
según lo que está determinado” 22:22 y más adelante afirma, “Porque
os digo que es necesario que se cumpla todavía en mí aquello que
está escrito: Y fue contado con los inicuos; porque lo que está
escrito de mí tiene cumplimiento” 22:37. Cuán explícito es el apóstol
con respecto al papel que debía desempeñar el Ungido, y esto
implicaba la muerte por crucifixión. Marcos expresa, “Y el que le
entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, ese es”
14:44, “Y cuando vino, se acercó luego a él, y le dijo: Maestro,
Maestro. Y le besó” 14:45. Ahora pues, ¿un discípulo puede
traicionar a su maestro con un beso? El beso es un acto de amor,
respeto, pero en el caso de Judas puede interpretarse como un beso
de despedida. En pos de la verdad, la cual será imposible develar, es
dable razonar detenidamente la irracionalidad de los escritos. Mateo
dice que mientras Judas aparece con las autoridades religiosas Jesús
lo llama “amigo”, mientras que en Juan pregunta “¿a quién buscáis?”
Entonces, ¿si Judas fue el traidor por qué lo llama amigo? Y si
conocía fehacientemente sus pensamientos, ¿para qué preguntó a
quién buscáis? Es irrisorio el rol que le ha tocado interpretar a Judas
dentro del ministerio de Cristo. A su vez cabe exaltar que fue un
rabí obsesionado por el cumplimiento de las escrituras, y para él
Judas era imprescindible como objetivo final, “Ni una jota ni una
tilde pasará de la ley” Mt 5:18. Cristo utilizó cada ocasión para que
su misión fuera perfecta, y así lo demuestro, “Entonces acercándose
sus discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?” Mt
13:10, a lo que responde “Porque viendo no ven y oyendo no oyen, ni
entienden. De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías,

que dice: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no
percibiréis” Mt 13:13.14. Ahora bien, para fortificar esta hipótesis
narro los últimos momentos de Jesús en la cruz, los cuales son
cruciales en este tema, “Sabiendo Jesús que ya todo estaba
consumado, dijo, para que la escritura se cumpliese; tengo sed” Jn
19:28. Lo expuesto anteriormente es insignificante a sus ultimas
palabras, “Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado
es” Jn 19:30. No se encontrará otro pasaje bíblico tan especifico
como Juan 19:30; donde Cristo a punto de expirar pronuncia
“consumado es”, que significa “todo se ha cumplido”. El lector debe
entender que no se puede probar empíricamente un suceso con más
de dos mil años de antigüedad; por esa razón solo se pueden sumar
nuevas formas de analizar las escrituras. En cambio los evangelios
apócrifos relatan una historia disidente a la gran traición, decía
Jesús a Judas, “Te quitarás la ropa por mí y te sacrificarás por mí”
Judas 56, e “Iluminarás el firmamento como la estrella más brillante”
Fragmento Oxyrinuchs. Para culminar, cabe agregar que el
bienamado tuvo todas las oportunidades para escapar de la muerte,
no obstante provocó a todos los protagonistas del juicio. Llega a
Jerusalén montado en un asno agitando a las masas frente a tres mil
soldados romanos y posteriormente entra al templo en plena
festividad y echa a latigazos y a gritos a los vendedores. Él sabía
perfectamente los cargos que le imputarían el Sanedrín y el
encargado de mantener la paz (Pilato). Por lo tanto, concluyo que el
único precursor y culpable de la muerte de Jesús, fue
CRISTOJESÚS, más aún cuando Pedro lo incita a escapar del
castigo y él le responde, “¡Aléjate de mí, Satanás!” Mt 16:23. Si al
lector le quedó alguna duda con respecto a este hecho, expondré un
pasaje bíblico donde quedará dilucidado el pensamiento del
Nazareno, dice “Ahora mi alma se encuentra turbada. ¿Y qué voy a
decir: “Padre, sálvame de esta hora? ¡Si precisamente para esto he
llegado a esta hora!” Jn 12:27. De acuerdo al análisis expuesto
deberíamos preguntarnos, ¿por qué acusar a Judas de traidor, si la
sangre de Cristo era el nuevo pacto de Dios? Dice la escritura,

“Entonces tomó pan, y habiendo dado gracias, lo partió y les dio
diciendo: Esto es mi cuerpo que por vosotros es dado. Haced esto
en memoria de mí. Asimismo, después de haber cenado, tomó
también la copa y dijo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que
por vosotros se derrama” Lc 22:19.20.

¿POR QUÉ SE BAUTIZÓ JESÚS SI ESTABA LIBRE DE
PECADO?

La Biblia es explicita en cuanto a que Jesús se mantuvo exento al
pecado a pesar de haber sido tentado en todo. Ahora pues, ¿por qué
se presentó en el Jordán para que Juan el bautista lo bautizara? Si
estudiamos profundamente el Nuevo Testamento no encontraremos
fundamento para explicar el fenómeno del bautismo del Nazareno. El
lector debe tener presente que el bautismo y la imposición de manos
conlleva al perdón de los pecados; y al nacimiento de nueva vida
espiritual. El gran ejemplo se encuentra en el apóstol Pablo que luego
de haber torturado a los primeros fieles, fue el devoto más grande
de Cristo Jesús. Relata la Biblia que el bautista proclamaba la venida
del Mesías, bautizando y exhortando a los comparecientes al
arrepentimiento de los pecados, dice “Aconteció en aquellos días,
que Jesús vino de Nazaret de Galilea” Mc 1:9, “Cuando todo el
pueblo se bautizaba” Lucas 3:21, y “Vio Juan a Jesús que venía a él y
dijo: He aquí el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” Jn
1:29. Aquí pues, el bautista introducía a Jesús a lo que a posteriori
se consagraría en el ministerio más famoso de todos los tiempos; y
agrega Mateo, “Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser
bautizado por ti, ¿y tu vienes a mí? Pero Jesús le respondió: Deja
ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces
le dejo” 3:14.15. El bautizante visualizó a Jesús en el Jordán, entre la
multitud y lo designó como el cordero de Dios que quita el pecado
del mundo. La Biblia es explícita con respecto a que Juan y Jesús

tenían cierto parentesco, por ende merma indudablemente la
credibilidad en cuanto a su afirmación “He aquí el cordero de Dios”.
Al ser parientes y hombres de fe cabe la posibilidad de un pacto
reciproco entre ambos, lo que da ha lugar a sospechar en un acuerdo
de papeles a protagonizar. Entonces, la afirmación “He aquí el
cordero de Dios”, fue ¿un acto de fe, confianza, convicción, o un
acuerdo familiar? Cristo llega al Jordán transcurriendo los 30 años
de edad, y por consiguiente los judíos se preguntan: ¿Este profeta
tiene pecados ocultos? Así que, para comprender a los judíos y al
propio bautismo de Jesús tendremos que abrir las páginas de los
evangelios apócrifos, y sorprendernos juntos de ciertos
acontecimientos. Dice el apócrifo de Pseudo Mateo que Jesús luego
de regresar se encontraba viviendo en Galilea donde ocurrieron los
siguientes hechos: Era un día sábado mientras Jesús jugaba con los
niños en la orilla del Jordán y sucedió lo que detallo a continuación,
“Jesús hizo con la azada siete pequeñas lagunas, a las que dirigió
varios pequeños surcos, por los que el agua del río iba y venía.
Entonces uno de los niños, hijo del diablo, destruyó por envidia las
salidas del agua, y destruyó lo que Jesús había hecho. Y Jesús le dijo:
¡Sea la desgracia sobre ti, hijo de la muerte, hijo de Satán! ¿Cómo te
atreves a destruir las obras que yo hago? Y el que aquello había
hecho murió. Los padres del difunto alzaron tumultuosamente la voz
contra José y María, diciendo: Vuestro hijo ha maldecido al nuestro,
y este ha muerto” 26:1.2. “Un niño, también agente de iniquidad,
corriendo a su encuentro, se arrojó sobre un hombro de Jesús, por
burlarse de él, o por hacerle daño, si podía. Pero Jesús le dijo: No
volverás sano y salvo del camino que haces. Y enseguida el niño
pereció” Pseudo Mateo 29:2. El evangelio prosigue con José llevando
a Jesús a la casa de un maestro ilustre para que le instruyera, “Y el
maestro comenzó a instruirlo con un tono imperioso, ordenándole:
Di Alpha. Pero Jesús le contestó: Dime primero qué es Beth, y te
diré qué es Alpha. Y el maestro, irritado, le pegó a Jesús, y, apenas lo
tocó, murió” 38:1. El evangelio apócrifo de Santo Tomás narra
exactamente las mismas historias de la infancia de Jesús, pero

extiende su relato, dice “El niño volvió a casa de José, que quedó
muy afligido, y recomendó a su madre: No le dejes pasar la puerta,
porque cuantos lo encolerizan, quedan heridos de muerte” Santo
Tomás 14:2.3. He aquí, una versión adversa a la manifestada por la
Biblia, donde se afirma la santidad absoluta del Señor Jesucristo. Es
indispensable para el lector tomar en cuenta que estos manuscritos
circulaban en la cristiandad e incluso eran leídos públicamente en las
iglesias primitivas. Asimismo el evangelio de Santo Tomás ilustra que
Jesús creaba pájaros de barro; descripción idéntica al santo Corán,
por ende si una historia es verdadera la otra también.

LA RESURRECCIÓN

Primeramente declararé que la resurrección de los muertos es una
creencia irrisoria, inadmisible e inverosímil. Además en el evangelio
surge, “No teman a los que matan el cuerpo, pero al alma no pueden
matar” Mt 10:28. Entonces, ¿cuál es la verdadera enseñanza de
Cristo? ¿La resurrección de la carne, o la preexistencia del alma? No
existe explicación teológica convincente para este fenómeno. Así
que, dejaré a un lado la filosofía platónica e hinduista del yo eterno
por la judaica de la resurrección de la carne. Con dicha creencia, el
ser humano fallecido regresaría a la vida en el mismo cuerpo que ya
habitó, no importando la época en la cual haya vivido. Se debe tomar
en cuenta que el cuerpo humano luego de su deceso entra en un
estado natural de descomposición, putrefacción y mutación. En el
Nuevo Testamento se narran hechos de resurrección semejantes que
analizaré seguidamente, dice “Vino, pues, Jesús, y halló que hacía
cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro” Jn 11:17, “Y ...............
clamó a gran voz: ¡Lázaro ven fuera! Y el que había muerto salió” Jn
11:43.44. Con respecto a la resurrección de Cristo, Pablo escribe “Fue

sepultado, y resucitó al tercer día” 1 Cor. 15:4. Como se puede
observar los hombres habían muerto hacía tres o cuatro días. En
este lapso de tiempo la ciencia moderna entiende que el cuerpo
humano externamente sigue siendo básicamente el mismo pese al
proceso de descomposición natural interno. En el caso de la
resurrección de los muertos planteada por la Biblia, cabe expresar
que no son semejantes a los hechos expuestos en el Nuevo
Testamento con respecto a la resurrección futura de los muertos.
La Biblia enseña, en primer lugar el arrebatamiento de la iglesia de
Cristo, “Entonces aparecerá la señal del hijo del hombre en el cielo”
Mt 24:3, “Entonces estarán dos en el campo, el uno será tomado y el
otro será dejado” 24:4. Posteriormente a la venida de Cristo dice la
palabra, “Se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante
de él todas las naciones y apartará los unos de los otros” 25:31.32.
Jesús alega en este pasaje que sus seguidores serán puestos a su
derecha y prosigue, “Y dirá también a los de la izquierda: Apartaos
de mí malditos” 25:41. Se deduce claramente el arrebatamiento de la
iglesia en primer lugar, así como el día del gran juicio. Según las
profecías bíblicas existirá sobre la tierra un juicio final del cual
ningún hombre quedará exento. A raíz de lo manifestado el apóstol
nos ilustra, “Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el
Padre, a Jesucristo el justo” 1 Jn 2:1. Ahora bien, para un juicio de
esa índole se necesitarán millones de Cristos, o abogados, dado que
no se solucionará con una simple promesa o parábola. Se sabe a
ciencia cierta que Jesús al final de su ministerio padecía lo que hoy
en día llamamos estrés; en relación a esto expongo lo siguiente, “Y
estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como
grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra” Lc 22:44. La
medicina moderna ha demostrado que en situaciones límites de
estrés, la manifestación a dicho cansancio mental y espiritual se
vislumbra en las palabras de Lucas “era su sudor como grandes gotas
de sangre”. Es atípico pero de naturaleza humana que el hombre
sude sangre por su frente; por tanto debe descartarse la hipótesis de
que Cristo sufrió una manifestación superficial. Asimismo se

agiganta la figura de hombre y no de hijo de Dios, obedeciendo
textualmente a los dichos de la propia Biblia, en donde hombres
antiguos atribuían todos los sucesos ajenos a su paupérrimo
entendimiento; a la gracia de Dios o al poder de los demonios.
Detallaré un razonamiento burdo pero de gran relevancia para este
tema: con la creencia de la resurrección es menester resaltar que los
hombres contemporáneos se cruzarán en el día del juicio con los
hombres primitivos. Asimismo el día del juicio final será un caos; en
virtud de que Dios juzgará a todas las razas y culturas por igual.
Surgirán de las almas las siguientes preguntas, ¿Cómo hará Dios para
juzgar a todos los hombres de la historia en un solo día? ¿Cómo
harán los miles de millones de litigantes para defenderse con un solo
abogado, (Jesús)? ¿Cómo hará Dios para resucitar a un hombre con
el mismo cuerpo cuando éste vivió hace más de cinco mil años?
¿Cómo hará el Señor para recolectar las cenizas de los cuerpos
extinguidos? Asimismo se cuestionarán, ¿el Altísimo juzgará con el
mismo idioma a todos los hombres, o nos dotará con un idioma
celestial? Estas interrogantes serán razonables en mérito a que en la
antigüedad existían diferentes clases de idiomas, a decir, arameo,
pali, latín, y hoy en día muchos más. Entonces, el día del juicio será
estrepitoso para algunos, como glorioso para otros. Los historiadores
obtendrán la posibilidad de conocer los rostros de sus personajes
predilectos; en cuanto a los fieles religiosos gozarán de la bendición
de poder ver a sus amados iconos, y así sucesivamente para todo el
género humano. Por tanto el día del gran juicio será de bendición y
maldición. A pesar de todos los razonamientos lógicos, modernos y
científicos que podamos hacer, cristianos y judíos cuestionaron y
cuestionarán la resurrección, de tal manera que relata Pablo, “Pero
dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo
vendrán? ¡Necio! Lo que siembras no es vuelto a la vida, si no que
muere” 1 Cor. 15:35.36. Según este pasaje lo que uno siembra en vida
muere irremediablemente. De ser así, es irrisoria la enseñanza de
Pablo, ya que si uno siembra una vida santa, dará el mismo resultado
que una pecaminosa. Entonces, ¿Cuál es el fin de una vida digna si su

siembra no renace en la cosecha venidera? Aún dice, “Al sembrar, no
siembras el cuerpo que luego ha de ser, ...... Y Dios da un cuerpo
según quiere” 1 Cor. 15::38. Esto significa que en la resurrección no
tendremos los mismos atuendos por más buenas obras que hayamos
tenido, sino que Dios otorgará a sus siervos según su entendimiento.
Sería incoherente que un noble reciba el mismo precio que un
delincuente, pero es así como lo expone Pablo, “Así será la
resurrección de los muertos: se siembra en corrupción, se resucita
en incorrupción”1 Cor. 15:42. Ahora bien, si la resurrección será
como dice Pablo sostengo que el concepto en sí es ininteligible,
debido a que el corrupto resucitará exento de su delito, así como el
vil en la gloria. Al fin de cuentas, el que siembra corrupción
resucitará en incorrupción. Es decir, de nada sirve mantener una
vida pía, si el apóstol lo deja muy claro, “Lo que siembras no es
vuelto a la vida, si no que muere”. Ahora pues, como pueden ser
correctas las enseñanzas de Pablo cuando dice, “Ni la corrupción
hereda la incorrupción” 1 Cor. 16:50, si anteriormente había dicho
“Se siembra en corrupción, se resucita en incorrupción” Claro está
que el apóstol no fue nada especifico con respecto a la
resurrección, como no lo fue ninguno de los profetas que lo
precedieron. Prosigue Pablo adoctrinando de la siguiente manera,
“La carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios” 1 Cor
15:50. Aquí se deduce que no tendremos la misma sangre, como
tampoco la misma carne, por lo tanto; no seremos las mismas
personas. Si resucitamos para juicio y vida eterna queda dilucidado
que poseeremos sangre y carne nueva, y está claro cuando alega,
“Dios da un cuerpo según quiere” 1 Cor. 15:38. Además afirma que no
todos moriremos, mas sí todos seremos transformados, en un
instante, en un abrir y cerrar de ojos......., y los muertos serán
resucitados incorruptibles (1 Cor. 15:50.52). El apóstol hace evidente
su prédica contemporánea, cuando dice no todos morirán, en virtud
de que el día del juicio y la resurrección eran ansiosamente
esperados para su tiempo. Cambiando el rumbo del tema es hora de
hablar de nuestro planeta, el cual no dará abasto con tantos

resucitados. Hay superpoblación, así que, imagínese usted en siglos o
en milenios venideros. El arrebatamiento y el día del juicio no deben
demorar, dado que el hombre moderno conoce los confines del
universo visible, y proseguirán por la colonización de los planetas
habitables para el ser humano. He aquí, la gran pregunta, ¿el día del
juicio será en la tierra o en otro planeta? Estas dos creencias deben
descartarse o más bien descubrirse en el pasado, fundamentándome
en las palabras de Jesús, “De cierto os digo, que no pasará esta
generación hasta que todo esto acontezca” Mt 24:34. A modo de
ejemplo ilustro los siguientes pasajes, “Afirmad vuestros corazones;
porque la venida del Señor se acerca” St 5:8, “El final de todo está
cerca” 1 Pedro 9:7, “He aquí, yo vengo pronto y mi galardón conmigo”
Apoc. 22:12. Por lo manifestado en los párrafos precedentes, apremia
exaltar la solidez en el razonamiento ecuánime, sobre la fe, la cual se
puede denominar como un don abstracto del espíritu. Cristo fue un
rabí ininteligible para fariseos y escribas, como también para los
hombres de esta época, que teológicamente explican sus enseñanzas
con un mero entendimiento de las mismas. Con respecto a la misma
enseñó, “En la resurrección ni se casarán ni se darán a casamiento,
sino que serán como los ángeles en el cielo” Mt 22:29.30. Según el
bienaventurado la nueva tierra (la de la resurrección) será un mundo
lleno de justicia divina, de tal manera que nos igualaremos a los
ángeles del cielo. A su vez dice apócrifamente, “Escucha María: te
digo en verdad que no solo vosotros, sino todos los hombres pueden
cumplir el misterio de la resurrección de entre los muertos. Para
curarse de la posesión de los demonios y de toda aflicción y
enfermedad. Y para curar a los cojos, y a los mutilados, y a los
mudos, y a los paralíticos” Valentino 44:14.18. Lo extraño de este
versículo es que si después de la resurrección vamos a ser perfectos
como los ángeles, ¿por qué tendremos que curar a cojos, mutilados,
endemoniados, mudos o paralíticos? Entonces, ¿la resurrección no
será igual para todos? De ser así, se trasluce un mundo imperfecto y
desigual. Así pues, también para Jesús esta creencia es un misterio, y
lo aduce “el misterio de la resurrección de entre los muertos”. A

continuación expondré pasajes bíblicos donde emerge notoriamente
mi punto de vista sobre la resurrección, dice Pablo “¿Cómo dicen
algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Porque
si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si
Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es
también vuestra fe” 1 Cor. 15:12.13 y continúo, “Si lo muertos no
resucitan, comamos y bebamos, porque mañana moriremos” 1 Cor.
15:32 y termino, “Si nuestra esperanza en Cristo sólo es para esta
vida, somos los más desgraciados de todos los hombres” 1 Cor. 15:19.
Para continuar con esta obra cabe analizar la metafísica moderna
basada exclusivamente en los evangelios. Dichos maestros sostienen
que tanto en el Judaísmo como en el Cristianismo primitivo, la
ideología de la resurrección no estaba claramente definida, sino que
tenían una noción abstracta de la resurrección y por ende haré
referencia a ciertas citas bíblicas donde se hace presente
supuestamente la reencarnación y no la resurrección. Comenzaré por
el evangelio de Lucas donde se relata que en los días del rey Herodes
había un sacerdote justo delante de Dios llamado Zacarías. Este
personaje anhelaba fervorosamente tener un hijo, pero se
encontraba imposibilitado debido a que su esposa Isabel era estéril.
Luego de arduas y continuas plegarias su mujer dio a luz a Juan el
bautista. Ahora bien, aprecie el lector lo que emerge de la historia,
“Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios
de ellos. E irá delante de él, con el espíritu y el poder de Elías” Lc
1:16.17. Tal como lo expone el autor el ángel Gabriel le dice a
Zacarías que Juan tendrá el espíritu de Elías. Ahora pues, ¿qué
explicación empírica daríamos a este pasaje? ¿Podríamos alegar que
Elías resucitó con el cuerpo del bautista? ¡De ninguna manera!
Resucitar significa volver a la vida con el mismo cuerpo en el cual
uno ya habitó. Por tanto, se deduce que Elías reencarnó en el
bautista, empero Juan negó contundentemente dicho
cuestionamiento. Nos cuenta el evangelio de Juan que los judíos
enviaron de Jerusalén Sacerdotes y Levitas para que el bautista
diera testimonio de sí mismo, y ocurrió lo siguiente “Le preguntaron:

¿Qué pues? Eres tú Elías? Dijo: No soy” Jn 1:21. Es necesario poner
en conocimiento la identidad de Elías, quien fue unos de los
personajes emblemáticos del judaísmo antiguo, en fin, Elías había
sido un antepasado del bautizante. Ahora pues, la creencia en la
trasmigración del alma se encuentra vigente y de moda en el mundo
actual; empero ¿quién recuerda sus vidas pasadas?, acaso ¿Juan era
tan especial para encontrarse exento a tal realidad? ¡De ninguna
manera! La reencarnación se define como la inmutable ley de la
naturaleza, la cual es guiada por la inflexible ley del karma; y así lo
expone el evangelio, “Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo,
preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es
el hijo del hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el bautista, otros Elías;
y otros, Jeremías, o algunos de los profetas. El les dijo: Y vosotros,
¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el
Cristo, el hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús:
Bienaventurado eres, Simón hijo de Jonás” Mt 16:13.17. En otra
ocasión sucedió que “Sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por
qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga
primero? Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías viene
primero, y restaurará todas las cosas. Mas os digo que Elías ya vino, y
no lo conocieron, sino que hicieron con él lo que quisieron; así
también el hijo del hombre padecerá por ellos. Ellos los discípulos
comprendieron que les había hablado de Juan el bautista” Mt
17:10.13. Por lo expuesto, queda más que claro que si el bautista no
recordaba sus vidas pasadas, el maestro sí lo tenía muy presente. Hay
personas en el mundo contemporáneo de diversas clases sociales y
culturales que manifiestan recordar sus vidas pasadas, pero ninguna
con la potestad de conocer fehacientemente la de sus prójimos, “Y si
queréis entender lo que os digo, él mismo es aquel Elías que ha de
venir. Oiga aquel que tiene oídos para oír” Mt 11:14.15. Si nos
guiamos por estos pasajes concluimos que Jesús se encontraba
influenciado por la creencia de la trasmigración del alma. También le
pregunta a sus discípulos, ¿qué piensan los judíos sobre mi
identidad?, a lo que sus seguidores le responden: piensan que eres el

bautista resucitado, o Elías, Jeremías, y otros, que eres uno de los
profetas antiguos. Por consiguiente, se magnifica la teoría de la
reencarnación debido a que el Verbo en ningún momento rechazó
dichas deducciones. Continuando con la trasmigración del alma,
cabe agregar que Nicodemo rabí ilustre de Israel visita por la noche
al bienaventurado y le dice, “Maestro, sabemos que has venido de
Dios para instruirnos a nosotros como un doctor”, “Respondió Jesús:
En verdad, en verdad os digo: Nadie puede ver el reino de Dios si no
naciere de nuevo”, “Lo que es nacido de la carne es carne, y lo que
es nacido del espíritu es espíritu, no os maravilléis de lo que he
dicho; os es necesario nacer de nuevo” Jn 3:1.12. Cuán explícito es
con respecto a este tema, por ende es menester cuestionarse ¿qué
significa nacer de nuevo? En primer lugar hay que tener en cuenta lo
siguiente. Las enseñanzas de Jesús eran exclusivamente espirituales,
así pues, “os necesario nacer de nuevo” significa simplemente
reencarnar. Dicha teoría se agiganta cuando Jesús aduce,
apócrifamente “Hay una resurrección al salir del cuerpo y una
resurrección al entrar al cuerpo. Hay un salir de la vida de la carne y
un descender a la vida de la carne” Ev. Apócrifo Alfa y Omega 94:3.
En estos pasajes emerge notoriamente la reencarnación del (alma,
espíritu o conciencia) guiada siempre por la inflexible ley del karma.
Ahora bien, ¿qué es el karma? Esta ley de la naturaleza es la tan
conocida causa y efecto, es decir, la causa buena tiene por final el
efecto bueno; análogamente la causa mala tiene por final el efecto
malo. Así que, ¿cómo influye el karma en el reino de Dios? De
acuerdo con dicha creencia, si causamos dolor y sufrimiento a los
demás, obtendremos a cambio dolor y sufrimiento, ya sea en esta vida
o en la venidera. Definitivamente lo explico con las palabras de San
Pablo, “No os engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo que
el hombre siembre, eso también cosechará” Gál 6:7. Por lo
manifestado queda dilucidado que la causa y efecto (Karma), es la
tan famosa frase cristiana “lo que uno siembra, cosecha”. También
narra el apóstol, “Porque el que siembra para la carne, de la carne
cosecha corrupción; mas el que siembra para el espíritu, del espíritu

cosechará vida eterna” Gál 6:8. Aquí surgen los premios y castigos
del karma; los seres benignos serán premiados, mientras que los seres
malignos serán castigados. Lo expresado lo hago presente con la
respuesta dada por el Verbo a los apóstoles, “Al pasar Jesús, vio a un
hombre ciego de nacimiento y le preguntaron sus discípulos,
diciendo: Rabí, ¿quién pecó, este o sus padres, para que haya nacido
ciego? Respondió Jesús: No es que este pecó, ni sus padres, sino
para que las obras de Dios se manifiesten en él” Jn 9:1.3. ¡Qué
sublime enseñanza! Según la filosofía semita los pecados de los
hombres eran justiciados hasta la tercera generación, es decir, hijos,
nietos, y bisnietos; empero él rechazó rotundamente dicha creencia.
El maestro afirmó es “para que las obras de Dios se manifiesten en
él”. Esto significa que el hombre ciego de nacimiento estaba
saldando cuentas de vidas pasadas. Analicemos la frase; “para que
las obras de Dios”, es decir, “para que la ley de la naturaleza (karma)”,
“se manifiesten en él”, conclusión, “se haga justicia sobre él”. Para ser
más explícito con este tema expondré al renombrado hindú
Prabhupada en su obra “Volver a nacer”, dice así: “Dos niños nacen
al mismo tiempo. Los padres del primero son ricos, educados con
esmero, y han esperado ansiosos la llegada del primogénito. El hijo es
inteligente, sano y atractivo con un futuro pleno de promesas.
Seguramente el futuro le sonreirá. El segundo niño entra en un
mundo completamente diferente; nace de una madre que fue
abandonada cuando quedó embarazada. Siendo pobre, ella siente
poco entusiasmo en cuidar de su débil retoño. A éste el camino a
recorrer se le presenta plagado de dificultades y asperezas, que no
serán fáciles de vencer” En el evangelio de Mateo, Jesús ilustra una
parábola donde los doctores de la ley son protagonistas; y como no
puede ser de otra manera los incluye dentro de la rueda de
nacimientos y muertes. Los escribas no eran bien visto por el
bienamado, por eso enseña “Si la justicia de ustedes no es mayor, que
la de los escribas y fariseos, no entrarán en el reino de los cielos” Mt
5:20, y debido a eso les dice a sus apóstoles “Por eso todo escriba
docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia,

que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas” Mt 13:52. En
primer lugar uno debe preguntarse, ¿de qué tesoro habla Jesús? Él
enfatizaba continuamente en la preexistencia del alma a posteriori a
la muerte, por consiguiente afirma “No teman a los que matan el
cuerpo, pero al alma no pueden matar” Mt 10:28. Por tanto, se
deduce enfáticamente que el tesoro del cual hacía alarde era sin
lugar a duda alguna “el alma”. Entonces, ¿por qué el padre de familia
saca de su tesoro cosas nuevas y viejas? Indudablemente se refería al
presente (nuevas) y al pasado (viejas), en fin, saca de su alma lo de
esta vida y lo de las anteriores. Lo expresado implica, amor, odio ira,
sufrimientos, ego, deja vu, etc, manifestaciones de nuestro pasado y
presente. A los efectos de ser más específico con el pensamiento del
bienaventurado es necesario que el lector se aleje del entendimiento
terrenal de cada cita bíblica y sume a éstas el verdadero alcance
espiritual. Jesús dijo: “Dios es espíritu” Jn 4:24, por ende es menester
interpretar la palabra espiritualmente.

He aquí, una pequeña introducción apócrifa hacia el camino de la
salvación:

Dijo Jesús: “El que busca no debe dejar de buscar hasta tanto que
no encuentre. Y cuando encuentre se estremecerá, y tras su
estremecimiento se llenará de admiración y reinará sobre el universo”
Tomás 2. El camino hacia la auto realización se basa en la búsqueda
constante de la verdad. Seguramente no se alcanzará en una sola
vida, pero uno debe controlar los sentidos, a tal punto que el
espíritu se sobreponga a la carne; entonces dice Jesús “se
estremecerá y se llenará de admiración” y gobernará el mundo
material. Así lo hicieron los grandes maestros de la historia y Cristo
instruyó de la siguiente manera “Dios está dentro de vosotros” Judas
34, “El reino está dentro de vosotros y fuera de vosotros .......... Pero
si no os conocéis a vosotros mismos, estáis sumidos en la pobreza”

Tomás 3. En este pasaje queda develada la influencia hinduista y
budista de Jesús. Aprecie el lector la enseñanza del maestro, “El
reino está dentro de vosotros”; a esta máxima ahora le cambiaré las
palabras, “La iluminación está dentro de vosotros”. Asimismo se
confirma lo antedicho cuando dice “Si no os conocéis a vosotros
mismos, estáis sumidos en la pobreza”. El Cristo es específico en
cuanto a que el reino vive en nuestro interior, y también nos dice
que si no nos encontramos a nosotros mismos estaremos sumergidos
en la pobreza espiritual. Él prosigue con una frase similar a la
filosofía oriental; alega “Bienaventurados los solitarios y los elegidos,
vosotros encontrareis el reino” Tomás 49. Ahora bien, veamos que
afirma Buda, “Aquel que se sienta solo, descansa solo, pasea solo, sé
auto controla en la soledad, hallará la dicha” Dhammapada 21:305, y
continúa “Feliz es el nacimiento de los Budas” Dhammapada 14:194.
Aquí pues, el iluminado exalta a los solitarios y bendice el nacimiento
de los Budas; por consiguiente es menester traducir la palabra Buda,
la cual significa “iluminado, despierto”. Según sus creencias, para
alcanzar dicha proeza se necesita ser un ente especial, en fin, “un
elegido”. Así que, las palabras de Buda se traducirían idénticamente
a las del Jesús apócrifo. Dijo el Mesías “Bendito sea quién existía
antes de que entrara en el ser. Pues quién existe, tanto existía,
como existirá” Felipe 61. He aquí, la vida eterna; he aquí la
reencarnación del alma. Sintetizaré el análisis de este pasaje con el
razonamiento de dos mentes brillantes de distintas épocas. “Si la
muerte no fuera un preludio a otra vida, la vida presente sería una
burla cruel” Gandhi; “Estoy seguro de que en verdad se vuelve a vivir
de nuevo, que la vida emerge de la muerte, y que las almas de los
muertos están vivas” Sócrates. “Quienes dicen que primero van a
morir y después se van a levantar, se engañan. Si no reciben primero
la resurrección mientras viven, no recibirán nada cuando mueran”
Felipe 97. El apóstol estaba correctamente instruido sobre la
doctrina del Cristo. Todo lo contrario acontece con la iglesia, que
sostiene fielmente la resurrección de los muertos. Según los últimos
libros de la Biblia todos los hombres deberán comparecer ante el

gran trono. El día del gran juicio será para buenos y malos, es decir,
todos resucitarán para ser enjuiciados. Entonces, ¿por qué debemos
recibir la resurrección en vida? Dicho concepto es irrisorio, y merece
una explicación sobre este tema. Como expuse anteriormente la
resurrección para el pueblo judío era una creencia abstracta, sin
fundamento sólido. Los semitas no sabían fehacientemente si se
regresaba a la vida con el mismo cuerpo en el cual uno ya habitaba, o
con un nuevo cuerpo. Por tanto; aquí tenemos dos ideologías
diferentes; si regresamos con el mismo físico, entonces es
resurrección, pero si regresamos con otro físico es reencarnación.
Por consiguiente, si al pasaje de Felipe le cambiamos la palabra
resurrección por reencarnación, encontraremos un concepto
entendible a este versículo ininteligible. Ahora bien, alega Felipe que
se necesita recibir la “resurrección” (reencarnación) en vida para
luego “levantarse” (Volver a nacer), sino no recibiremos nada, solo
engaño. Lo que Felipe ilustraba era lo siguiente: Cuándo un alma
nace con el cuerpo de un hombre hermoso en una familia, ¡es un gran
premio del karma!, debido a que la trasmigración otorga premios y
castigos. Luego de una vida delictiva es muy probable que esa alma
descienda a un estado corporal inferior al que estaba. Esto
significaría que la reencarnación a una vida mejor, se gana en vida; y
Jesús fue contundente con este tema: “Bienaventurado el león que
al ser ingerido por un hombre se hace hombre” Tomás 7. Si no fuera
así, el apóstol alega “no recibirán nada cuando mueran”. Cabe
exaltar nuevamente que Cristo fue un maestro ininteligible, de tal
manera que más de dos mil años después no se conoce a ciencia
cierta la pureza de su mensaje. Entonces, ¿resurrección o
reencarnación? A este enigma le sumo las palabras que Jesús
pronunció a sus discípulos, “Y como vi que no comprendíais que el
alma de Elías estaba en Juan el bautista os hablé en parábola”
Valentino 1:46. Lo expuesto anteriormente es tan solo una de las
tantas hipótesis en cuanto a las santas escrituras; dijo Jesús
bíblicamente “El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; pero
no sabes ni de donde viene ni a dónde va. Así es todo aquel que ha

nacido del Espíritu” Jn 3:8” En esta conversación Jesús le habrá
querido decir a Nicodemo lo siguiente: “El viento” “El alma” “no
sabes ni de donde viene” “no sabes quien fuiste en tu vida pasada”
“Ni a donde va” “Ni cual será tu próxima vida”? He aquí, la
explicación moderna de las escrituras, pero asimismo surgen pasajes
que derrocan absolutamente esta teoría. El lector pudo apreciar
como se labró en esta obra un capítulo de la ciencia de la
reencarnación. Pero para toda interpretación exista una inflexible
refutación. La metafísica cristiana está basada en los evangelios por
ende lo apócrifo lo dejaré de lado. Dice la Biblia “Viniendo Jesús a la
región de Cesárea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo:
¿Quién dicen los hombres que es el hijo del hombre? Ellos dijeron:
Unos, Juan el bautista” Mt 16:13.14. La respuesta dada por los
discípulos fue confusa ya que el bautizante hacía poco tiempo que
había sido decapitado y Jesús por ese entonces tenía unos 30 o 31
años. Por tanto es imposible que haya reencarnado en un hombre de
esa edad. Además en la conversación que mantiene con Nicodemo el
maestro dice “En verdad, en verdad os digo: Nadie puede ver el reino
de Dios si no naciere de nuevo”, pero también ilustra “A menos que
uno nazca de agua y del Espíritu, no puede ver el reino de Dios” Jn
3:5. En el cristianismo nacer de nuevo significa comenzar una nueva
vida apartada del pecado, luego del arrepentimiento a través del
bautismo. Dice el bienamado “El viento sopla de donde quiere, y oyes
su sonido; pero no sabes ni de donde viene ni a dónde va. Así es todo
aquel que ha nacido del Espíritu” Jn 3:8” Para este pasaje debemos
recordar las palabras del Antiguo Testamento “del polvo vienes y al
polvo volverás”, es decir no sabes de donde vienes ni a donde iras,
solo Dios lo sabe. La explicación dada por la metafísica sobre el
ciego de nacimiento es equívoca, dado que la obra de Dios se
manifiesta en él cuando Jesús lo sana de la vista con barro y saliva.
Con respecto a que Juan el bautista tenía el espíritu de Elías,
significa, el mismo espíritu revolucionario que su antepasado. Con el
padre de familia que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas
puede interpretarse perfectamente de la siguiente manera: El tesoro

(la palabra de Dios) lo viejo los mandamientos, la Ley) lo nuevo (la
enseñanza del Cristo). En fin, toda metafísica expone versículos
sueltos extraídos del contexto, lo que confunde aún más la
ininteligible enseñanza de Jesucristo. Ahora pues, ¿resurrección o
reencarnación? Ilustra La Biblia que cuando Jesús expiró “La tierra
tembló, y las rocas se partieron. Se abrieron los sepulcros, y muchos
cuerpos de hombres santos que habían muerto se levantaron” Mt
27:51.52. También el ángel de Dios les dice a las mujeres “No está
aquí, porque ha resucitado” Mt 28:6, pero el apóstol es aún más
explícito, dice “Como está establecido que los hombres mueran una
sola vez, y después el juicio” Hebreos 9:27. Conclusión: una sola vida
para el hombre y luego el juicio final.

EL DIVORCIO

Primeramente es menester exaltar si los hombres que escribieron la
Biblia se pusieron de acuerdo con el divorcio. El Génesis nos enseña
que fue Dios quien diseñó el matrimonio, “El Señor Dios dijo: No es
bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea” 1:18. Por
tanto para el Dios judeocristiano fue de gran bendición el
matrimonio. Cuando el varón y la hembra se unen en sagrado
matrimonio, se jura ante Dios una solemne promesa de amor; que
determina la separación de los mismos, tan solo con la muerte. El
hombre al constituir esta gran bendición debe tener muy claro sus
proyectos y convicciones. Esta hermosa promesa de amor no es tan
solo un efímero momento de pasión, o un momentáneo
embelesamiento por la otra persona; sino que es un juramento carnal
y espiritual eterno. El casamiento fue creado con el fin de, “Sed
fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sojuzgadla; ejerced
dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo
ser viviente que se mueve sobre la tierra” Gen. 1:28. Esta institución
debía abastecer todos los complementos de la gran bendición de

Dios. En primer lugar el amor, la comprensión, el respeto, etc. Según
la Biblia el hombre entró en pecado por un hombre, Adán, el cual
conllevó a la perdición a toda su descendencia. Con este punto de
partida se esclarece que el ser humano no se asemeja a una entidad
espiritual santa, sino a un ser entregado a los placeres sensoriales,
enviciado en sus deseos carnales y totalmente vendido al mundo
material. Es por esta causa que Dios entristeció en su corazón e
inundó la tierra con el diluvio universal. Dicho cataclismo no
funcionó en lo más mínimo, debido a que el hombre prosiguió
inmerso en el pecado. Con la llegada de Cristo, el maestro intentó
regular los orígenes del matrimonio para evitar los excesos. Jesús
sostuvo la santidad del matrimonio a un nivel tan elevado que dijo,
“Lo que Dios unió, que no lo separe el hombre” Mt 19:6, y añade aún
más “Cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de
fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la
repudiada, adultera” Mt 19:9. Se detallaron claramente las equívocas
enseñanzas de Jesús; tanto así que sus discípulos le replicaron, “Si
así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse”
Mt 19:10. El bienamado en esta enseñanza tuvo que haberse
apartado de sus propias palabras, “Mi reino no es de este mundo” Jn
18:36. Cristo avala el divorcio exclusivamente por infidelidad. Con
esta instrucción los esposos deben tenerse confianza plena,
concepto difícil de asimilar para el tiempo en que vivimos. La
tentación de la carne es inflexible tanto para el hombre como para la
mujer, tanto así que nadie cree, ni quiere creer en los mandamientos
de un hombre que vivió hace dos mil años y al cual nadie conoció.
Asimismo con esta enseñanza quedarían por fuera todos los
conflictos diarios existentes en una pareja, desde el más burdo al
más humillante. Por consiguiente debe entenderse que la fidelidad es
una grandeza impagable, que se sitúa a años luz de ser la única causa
de divorcio posible. En los trescientos sesenta y cinco días del año,
hay un margen notorio de divorcios sobre casamientos, lo que
comprueba empíricamente las palabras de Cristo, “Mi reino no es de
este mundo”. Ciertos cristianos sostienen que cuando una persona

contrae matrimonio no debe tener dudas de la decisión que ha
elegido; por ende debe soportar el advenimiento de lo que le depare.
Adoctrinan burdamente que tanto el hombre como la mujer, deben
solucionar sus conflictos matrimoniales bajo cualquier precio. Esta
ideología extremadamente lejana a nuestra era, es una de las causas
de tantos inconversos. Con esta fatua creencia estaríamos
admitiendo un hogar lleno de violencia mental, corporal, espiritual,
así como una vida deshonesta, en el delirio de lo delictivo. Ahora
pues, ¿todas estas acciones no son validas para el divorcio? ¿Cuán
feliz puede ser una persona viviendo bajo este infierno? ¿Nuestros
hijos podrían morar en un hogar donde el aire ahogue por su propio
peso? ¿En nuestra tribulación diaria que le diríamos a nuestros hijos,
si ellos mismos nos solicitan el divorcio? Acaso le diríamos: ¡Oh hijo
mío!, no podemos divorciarnos, nunca nos hemos encontrado
fornicando. Si el hombre solo puede divorciarse a causa de un acto
sexual ilícito, me remito a las palabras de los apóstoles, “Si así es la
condición del hombre con su mujer, no conviene casarse” Mt 19:10.
La Biblia enseña los atributos sublimes de Dios, los cuales son
dispares con esta tortuosa y equívoca enseñanza del matrimonio.
Dice la Biblia, “El que halla esposa halla algo bueno y alcanza el favor
del Señor” Prov 18:22. ¡Que gran verdad!, mas a este proverbio cabría
agregarle lo siguiente: siempre y cuando podamos congeniar en mente
y espíritu, y regar mutuamente el amor como se riega la flor. El amor
es una planta hermosa que debe ser regada diariamente para que no
se marchite con el pasar del tiempo. Nos ilustra Pablo, “La mujer
casada está sujeta por ley al marido mientras éste vive; pero si el
marido muere, ella queda libre de la ley del marido. Así que, si en
vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adultera; pero si
su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a
otro marido, no será adultera” Rom 7:2.3. El apóstol sostiene
análogamente el concepto del divorcio, a no ser que el marido
falleciera. Dicho razonamiento da ha lugar a que si el esposo se aleja
de su hogar por problemas personales ajenos a su esposa y constituye
una nueva familia en concubinato con otra mujer, su esposa se

encuentra ligada a él, hasta que éste no muera. Esta doctrina es
verdaderamente irrisoria, debido a que cabe la posibilidad de que la
esposa fallezca antes que su esposo; o quizás pasen unos largos años
antes de que éste fallezca, y la piel se arrugue y las canas se adueñen
de nuestro semblante. Esto significa que con la referida enseñanza
se nos pueden pasar los años y hasta nuestra sagrada vida. En la
primera epístola a los Corintios aconseja, “Bueno le sería al hombre
no tocar mujer; pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su
propia mujer, y cada una su propio marido” 7:1.2. Lo expresado por
Pablo es contra natura, ya que existen necesidades biológicas que
apremian al ser humano. Él practicaba el celibato lo que implica un
cruento sacrificio carnal. Aprecien lo siguiente, “Y diciéndole
algunos que era entonces preferible el celibato, dijo Jesús: los que
pueden castrarse por el reino de los cielos tendrán gracia” Apoc.
Ammonio 9:5. Con estos pensamientos Jesús y Pablo contradicen a
Dios cuando dijo, “No es bueno que el hombre esté solo; le haré una
ayuda idónea” Gen 1:18, y añade “Por esta razón el hombre dejará a
su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola
carne” Mt 19:5. Ahora bien, expone Pablo “pero a causa de las
fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer” He aquí, otro yerro
de las escrituras. En la antigüedad los matrimonios eran
consternados por los padres de los mismos; así que, ¿cómo puede ser
preeminente el verdadero amor en esa clase de matrimonios? Lo hago
presente, “Si alguno piensa que es impropio para su hija virgen que
pase ya de edad, y es necesario que así sea, haga lo que quiera, no
peca, que se case” 1 Cor. 7:36. Si el mundo no hubiera evolucionado
que triste sería para el hombre contraer matrimonio, solamente para
saciar sus deseos carnales. La continencia llena de sufrimiento el
corazón; y es por esto mismo que el deseo sexual se torna
incontrolable, a tal punto que los fieles terminan contrayendo
matrimonio por sus necesidades fisiológicas; y no por la preeminencia
del amor. Exhorta el apóstol, “Pero si no tienen don de continencia,
cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando” 1 Cor. 7:9.
Las enseñanzas de la Biblia en cuanto al matrimonio y al divorcio son

anacrónicas y me afirmo en las palabras de Pedro, “Vuestro atavío no
sea el extremo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de
vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible
ornato de un espíritu afable y apacible” 1 Pedro 3:3.4. Lo
manifestado por Pedro suena pavoroso para estos tiempos de belleza
corporal femenina; debido a que acarrearía seguramente el divorcio
de los conyugues inevitablemente. El lector tiene todo en sus manos,
como para concluir si “Lo que Dios unió, que no lo separe el hombre,
o “Lo que Dios unió por amor, que no lo separe el hombre, siempre
que exista el amor. A pesar de los párrafos que anteceden Jesús en
cierta ocasión ilustró al reino de los cielos de la siguiente manera.
“Entonces el reino de los cielos será semejante a 10 vírgenes, que
tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo Y las cinco de ellas
eras prudentes, y cinco eran insensatas, Las que eran insensatas,
tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes
tomaron aceite en sus vasos, juntamente con sus lámparas Y
tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron Y a la media
noche se oyó un clamor : “He aquí el esposo viene, salid a recibirle”.
Entonces todas se levantaron, y arreglaron sus lámparas Y las
insensatas dijeron a las prudentes: dadnos de vuestro aceite, porque
nuestras lámparas se apagan Mas las prudentes respondieron
diciendo: para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id mas bien a
los que venden, y comprad para vosotras mismas Pero mientras ellas
iban a comprar, vino el esposo, y las que estaban preparadas entraron
con el a las bodas; y se cerro la puerta. Después vinieron también las
otras vírgenes, diciendo: ¡señor, señor, ábrenos! Mas el
respondiendo, dijo: de cierto os digo, que no os conozco.” Mt 25:1.13.
Aquí pues, añade perfectamente a la condición humana, la poligamia
existente en la antigüedad. Un hombre que poseía diez mujeres al
final opta por quedarse con las cinco prudentes y desechar las cinco
insensatas.

SATANÁS

En primer lugar es necesario destacar que los cristianos sostienen
que Satanás no tiene potestad alguna, empero el ángel más poderoso
de Dios no pudo con él, dice la escritura “El arcángel Miguel,
cuando, oponiéndose al diablo, discutía sobre el cuerpo de Moisés,
no se atrevió a proferir un juicio injurioso, sino que dijo: Que el
Señor te reprenda” San Judas 1:9. La figura del diablo en el Nuevo
Testamento se hace presente por primera vez en el desierto, ilustra
“Luego el espíritu le impulsó al desierto. Y estuvo allí en el desierto
cuarenta días, y era tentado por Satanás” Mc 1:12. Las sagradas
escrituras relatan que el sabio venció al tentador de la siguiente
manera, dijo Jesús “Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tú
Dios adorarás, y a él solo servirás. Entonces el diablo le dejo” Mt
4:10.11. Como se puede apreciar el maestro se encuentra frente a
frente con el mal, a posteriori de una intensa y extensa lucha
espiritual donde ameritaron los más austeros sacrificios; ayunos,
oraciones, etc. La medicina moderna declararía que la patología
experimentada por Jesús obedece a un gran desequilibrio mental,
por tan ardua mortificación de la carne. Sin embargo el hombre
común se pregunta: ¿Realmente existe Satanás? A esta incógnita el
renombrado evangelista Luís Palau en su obra A cara descubierta,
dice “Satanás no es una fantasía para asustar niños desobedientes.
Satanás es real” A su vez el profesor J. Dwight Pentecost en su obra
El Sermón del Monte, afirma que el diablo existe y actúa, “Satanás
puede dar a aquellos que están bajo su autoridad el poder de hacer
milagros y grandes actos de manera que podrían parecer que
obtienen su poder de Dios” Asimismo en el Best Seller de Elena G.
White “La gran controversia” se encuentra una enseñanza similar a la
precedente, “Satanás seduce hoy día a los hombres como sedujo a

Eva en el edén, halagándolos, animando en ellos el deseo de
conocimientos prohibidos y despertando en ellos la ambición de
exaltarse a sí mismos” Ahora bien, si Satanás existe, ¿Con qué fin
Dios le dio vida? También hay que preguntarse, ¿dónde se encuentra
su morada? El presidente de Asociación Cristiana de la Salud, el Sr.
Francis Grim, afirma “El infierno está al final de una vida sin
Cristo.......... El infierno siempre se menciona como estando abajo”
Libro (Cielo e infierno). A lo expuesto lo refuto con las palabras del
espirita Allan Kardec cuando en su Libro de los médium, aduce “Es
verdad que por lugares bajos se entienden también las profundidades
de la tierra; ¿pero que han venido a ser estas profundidades desde
que se han ojeado por la Geología?” Aquí pues, Kardec niega la
existencia del infierno con una base científica irrefutable. Así que,
queda claro que el creyente desde tiempos inmemorables ha tratado
constantemente de culpar a Satanás por sus propios pecados y malas
acciones. El hombre dice en casi toda oportunidad “el diablo me
llevó”, “No pude sobreponerme a la tentación de Satanás” y lo
manifestado lo pruebo con el relato de Lucas, “Y entró Satanás en
Judas”. Debido a estas causas se ha inventado un dicho en la
cristiandad que se les enseña a los neófitos cuando los fieles pecan y
no quieren aceptar su culpabilidad, que dice así: El diablo está
llorando en la puerta de la iglesia debido a tanta demanda de
pecados que los cristianos le atribuyen en cada misa y culto. Lo
expuesto lo confirmo seguidamente, “Volved a juntaros en uno, para
que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia” 1 Cor 7:5.
Es tan fácil despojarse de la tentación que mora en nuestro interior
con una simple y vulgar frase, “El diablo se apoderó de mí”.
Continuando con el análisis del diablo, Jesús designa setenta
discípulos más, a efectos de propagar el reino de Dios a todas las
ciudades posibles, y aconteció que “Volvieron los setenta con gozo
diciendo: Señor, aún los demonios se nos sujetan en tu nombre. Y él
les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo” Lc 10:17.18.
Por la ilustración del apóstol se puede dilucidar las continuas
discordancias de la Biblia. Jesús afirma, “vi caer a Satanás del cielo”,

por ende debe entenderse que en esos tiempos el diablo habitaba
con Dios en el cielo. Lo antedicho es inadmisible para la cristiandad
que sostiene inflexiblemente que Yahvé arrojó a Lucifer al infierno
en el principio de la creación por haberse revelado en contra de él.
Dice el apóstol, “Porque el diablo pecó desde el principio” 1 Juan 3:8.
He aquí, una enorme contradicción en las palabras de Cristo, a
sabiendas de que el único lugar habitable para el diablo, si es que
existe, es el infierno. Observe el lector el versículo apócrifo que
detallo a continuación, “Y yo, Juan pregunte al Señor: Cuando
Satanás cayó, ¿a qué sitio fue a habitar? Y el Señor respondió: Mi
Padre lo desfiguró, a causa de su orgullo, y le arrebató su luz
prístina, y su faz se tornó a modo de un hierro enrojecido al
fuego............., y con un solo latigazo de su cola, arrastró a la tercera
parte de los ángeles de Dios” Cátaro del Pseudo Mateo 2:1.2. Según
Cristo el infierno se encuentra en el corazón de la tierra, y lo
expongo seguidamente, “Como estuvo Jonás en el vientre del gran
pez tres días y tres noches, así estará el hijo del hombre en el
corazón de la tierra tres días y tres noches” Mt 12:40. Con estas
palabras Jesús explicaba que al descender a los infiernos rescataría
a todas las almas perdidas, pero a pesar de tanta filosofía uno debe
preguntarse; si Dios es benevolente, misericordioso, indulgente y
omnipotente, ¿para qué le dio vida al príncipe de las tinieblas?

MISTICISMO

Para dar comienzo a este capítulo apremia detallar lo predicho por
Moisés en Deuteronomio 18:18, donde promete la venida de un
profeta de la casa de Israel “semejante a los demás”. Con estas
palabras el hombre manso daba a conocer a un hombre semejante a
Isaías, Jeremías, David, Ezequiel, etc. Sin embargo el mito se hace
presente cuando el evangelista apasionado por el nacimiento del
niño divino Osiris, quien había nacido de una virgen translitero
astutamente “una virgen concebirá”. Para ser exactos con este
pasajes bíblico es prudente aclarar que la traducción exacta es una
mujer concebirá (Isa. 7:14), y Pablo lo especifica cuando en una de
sus cartas escribe Cristo Jesús “nacido de mujer” (Gal. 4:4) Entonces,
basándome estrictamente en La Biblia, doy comienzo a la leyenda del
Hijo de Dios. Cuando María concibe por obra del espíritu santo
transforma a Jesús en un Nazareo (Hombre en comunión con Dios
desde su nacimiento). Sin embargo asegura la escritura que éste
sería llamado Nazareno, condición adoptada en futuras
interpolaciones que terminaron dando vida a la ciudad de Nazaret.
Pero, ¿de dónde surge la leyenda del hijo de Dios? Todo comienza en
Egipto milenios antes de Cristo. El faraón era considerado el “hijo de
dios”, quien resucitó y ascendió a los cielos. Así que, en el comienzo
de este capítulo podemos dilucidar que el nacimiento de Jesús fue
una imitación del nacimiento virginal del niño egipcio Osiris.
Continúa la historia con sus padres partiendo hacia Egipto con el fin
de escapar de los pensamientos terroríficos de Herodes el grande.
Pero, ¿la matanza de los inocentes fue verídica a tan solo un plagio
de lo sucedido con el niño Moisés? Relata el Éxodo que el faraón dio
orden al pueblo de arrojar al Nilo todo varón recién nacido. A todo
esto la madre del profeta huyó y lo arrojó al Nilo en un moisés. Por lo
expuesto, se hace evidente que desde Egipto, cuna espiritual de

Moisés nace la historia del hombre más famoso de la historia. Pero
además la poca creatividad de los evangelistas fue notoria. Aducen
que desde el Oriente comparecieron unos magos para adorar y
obsequiarle regalos al niño divino. Dicha ilustración es una copia fiel
del nacimiento del príncipe Siddartha (Buda). La leyenda cuenta que
un sabio se presentó frente al rey para adorar al futuro guía del
mundo, y Mateo en su evangelio no se alejó un instante de los
detalles místicos de los pueblos circundantes. Prosigue el evangelio
con Juan el bautista interpretando el papel del profeta Elías, y sus
palabras son puestas en la boca de Jesús en diferentes
oportunidades. Luego del bautismo el bienaventurado le enseña a
Nicodemo que para ver el reino de Dios era necesario nacer del agua
y del espíritu. Sin embargo resulta curioso que un maestro de la ley
como Nicodemo desconociera tal rito. La doctrina del bautismo era
para aquel entonces añeja. Dice el Antiguo Testamento “Todos
fueron bautizados en Moisés por medio de la nube y del mar”…
Ahora pues, nos encontramos con Jesús en el desierto ayunando por
cuarenta días y cuarenta noches, pero hete aquí que Moisés había
estado el mismo lapso de tiempo ayunando con Jehová en el desierto.
Los evangelistas fueron más allá del judaísmo e imitaron
descaradamente las tentaciones sufridas por Siddartha. Éste
venciendo al demonio en tres oportunidades distintas se convierte
en el Buda histórico, análogamente al Cristo de los evangelios. Así
fue, como paulatinamente tras diversas interpolaciones maximizaron
al glorioso y vencedor Hijo de Dios. Los evangelios aseguran que el
bienamado subió al monte y al ver aproximarse a una multitud de
hombres pronunció las bienaventuranzas y el Padre Nuestro, oración
poética de su propia creación. Empero existe un texto egipcio del
año 1.000 A.C., conocido como “Oración del ciego” donde aparecen
ilustradas las bienaventuranzas y el Padre Nuestro. A su vez cuenta
La Biblia que estando en el mar se levantó una gran tempestad que
cubría la barca y los discípulos despertaron al apacible maestro. Éste
reprendiendo al viento y al mar trajo tranquilidad. A pesar de tan
magno acontecimiento la mano creadora no encontró otra poción

que echar suertes a los milagros de Moisés. Narra el Éxodo que éste
extendió su mano sobre el mar e inmediatamente comenzó a volver a
su normalidad (14:27). Posteriormente se proclama el buen pastor de
ovejas, pero ya Moisés y David habían sido los pastores de Israel. Por
consiguiente la burda e inexistente traición de Judas está
fundamentada en el salmo 41 que nada tiene que ver con la famosa
traición. Luego leemos el famoso juicio ante Pilato del cual surge
una desmedida protección de éste hacia Jesús, así como también la
inverosímil libertad de un guerrero de la talla de Barrabás. Ahora
bien, para culminar con este capítulo es menester resaltar el manto
color púrpura que vistió Jesús para su ejecución, color que vestían
los hombres privilegiados según el dogma semita…….

SIMBOLISMO Y NUMEROLOGÍA

Para comenzar definiré los milagros del bienaventurado como
hermosas metáforas. Juan escribe en su evangelio que al pasar un
ciego de nacimiento el maestro tomó barro y al salivarlo lo introdujo
en los ojos del enfermo, y éste recuperó la vista al instante. La
narrativa del evangelista no es más que una simple alegoría para
demostrar que Jesús es la luz. Él lo dijo “Yo soy la luz del mundo” Jn.
8:12. La caminata sobre las aguas enseña que él está por encima del
mundo material, el milagro de la hermosa higuera a la que Jesús
maldice por no tener frutos, es la imagen engañosa de la nación
israelita en siglos. La alimentación de los cinco mil hombres significa
la expansión del pan de vida (el evangelio), la resurrección de Lázaro
que él es la vida Jn. 11:25, y la transfiguración la imagen del venidero
mundo espiritual. Asimismo el Cristo macerado y crucificado
significa el castigo padecido por los semitas, y su resurrección
simboliza la supervivencia de Israel a la esclavitud impetrada por sus
vecinos a través de los siglos. La gran oscuridad tras la muerte del
Nazareno significa las tinieblas que rodean al hombre cuando se

aparta de Dios. Sus ultimas palabras Eli Eli por Elías, Lama por su
maestro espiritual en la India o el Tíbet, Sabactani seguramente por
el Sabat día sagrado de Dios. Con respecto a la numerología es dable
explicar que los números utilizados para simbolizar un
acontecimiento importante en las diferentes ideologías eran el 3, el 7
y el 40. Pero veamos hasta que punto llega la numerología en las
escrituras: Entre el 3 y el 7 se encuentra el 4, así que añadiéndole un
0 se transforma en 40. También el 3 y el 7 pasan a ser 30 o 70, o en
tercera o séptima. Por ejemplo: Jesús comenzó su ministerio a los 30
años de edad, fue crucificado con 3 clavos a los 33 años y fueron 3
los ejecutados. En el Gólgota según Mateo lo crucificaron a las 3 de
la tarde, había 3 de sus seguidores, resucitó al tercer día y se dejó
ver luego de la resurrección en 3 oportunidades. Pedro lo negó 3
veces y Pilato escribió JESUS DE NAZARET REY DE LOS
JUDÍOS en 3 idiomas distintos. Moisés fue ocultado del faraón
durante 3 meses lunares, Jonás estuvo dentro del vientre del gran
pez 3 días y 3 noches. Los magos le obsequiaron 3 regalos al niño
Jesús, 3 veces lo tentó Satanás y en 3 oportunidades le habló el ángel
al carpintero. En la parábola de la levadura la mujer esconde la masa
en 3 medidas de harina. Pablo conoció a un hombre que fue
arrebatado al tercer cielo. A su vez los apóstoles y las tribus de
Israel eran 12, por lo que sumando dichos números obtenemos un
resultado de 3. Pero el simbolismo en su más amplia expresión se hace
presente en las 3 entidades del Dios cristiano, Padre, Hijo y Espíritu
Santo. En cuanto al numero 7 cabe decir que éste se extiende sobre
todas las ideologías. En 7 días Jehová creó los cielos y la tierra. Allah
creó 7 cielos superpuestos. El Buda caminó 7 pasos en su nacimiento.
El canto Hare Krishna se repite 16 veces, por tanto sumando tales
números obtenemos un total de 7. Para ser más preciso
Nabucodonosor permaneció 7 años comiendo hierbas del campo, así
como fueron 7 los demonios que Jesús le quitó a la Magdalena. El
espíritu inmundo del que habla Jesús regresa al cuerpo con 7
espíritus más. Jesús pregonó su evangelio con ayuda de 70
discípulos, y los saduceos le consultaron de cual de los 7 hermanos

iba a ser la mujer que se había casado con todos ellos en el día de la
resurrección. El Apocalipsis menciona 7 estrellas, 7 iglesias, 7
ángeles, 7 candeleros, 7 espíritus, 7 antorchas de fuego, 7 truenos,
un dragón rojo con 7 cabezas y 7 diademas, 7 copas de oro, 7 montes
y 7 reyes. En el génesis los pájaros fueron creados de 7 en 7 y 7 eran
las vacas flacas y malas. Durante 7 años se construyó la casa de
Jehová, y así sucesivamente en Pr. 26:16, Ez. 39:9, Miq 5:5, Zac. 3:9,
Dan. 4:16, Lev. 26:28, 1 Rey. 18:43, etc. Para maximizar dicha
exposición traigo a colación la siguiente enseñanza. En cierta
ocasión Pedro le pregunta a Jesús si estaba bien perdonar las
ofensas de su hermano hasta 7 veces. El bienaventurado le responde
negativamente diciéndole hasta 70 veces 7. Para terminar es dable
aclarar lo innecesario que se hace una exposición del número 40.

EL 666

Primeramente debe declararse que Juan anunció la llegada del
Anticristo anteriormente a la gran revelación. En su primera carta
universal predice, “Hijitos, ya es el ultimo tiempo, y según vosotros
oísteis que el Anticristo viene,........ por esto conocemos que es el
ultimo tiempo” 1 Juan 2:18. Según este pasaje la llegada del
Anticristo era para el tiempo en el cual Juan vivía; y esto obedece a
las propias palabras del apóstol “es el ultimo tiempo”. Asimismo lo
confirma posteriormente en la misma carta cuando agrega, “Todo
espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de
Dios; y este es el espíritu del Anticristo, el cual vosotros habéis oído
que viene, y que ahora ya está en el mundo” 1 Juan 4:3. Aquí pues, el
apóstol declara que el espíritu del Anticristo ya moraba en la tierra,
por tanto; debe entenderse que la humanidad ha vivido desde la
época de Cristo a la actual bajo la ira de Lucifer, y no bajo la gracia
de Dios, como se profesa. Ahora bien, observen lo explícito que es
Pablo en cuanto al tiempo del cataclismo universal, “Porque el Señor

con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios,
descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán primero.
Luego nosotros los que vivimos” 1 Tes 5:16.17. La transparencia en
este pasaje es notoria, tanto así, que no cabe otra explicación tan
contundente. San Pablo dice; primero resucitarán los muertos en
Cristo, y luego nosotros, los que estamos vivos. Su prédica y
exhortación fueron y serán únicamente para su época. Él jamás se
hubiera imaginado que pasarían generaciones, siglos, milenios sin que
el Señor cumpliera su promesa. Jesús en el evangelio de Juan, le
manifestaba a Pedro el interés que en él existía sobre su amado
apóstol, dándole a entender que Juan permanecería con vida hasta
su segunda venida, y así lo expresaba “Si quiero que él quede hasta
que yo venga” Jn 21:22. En el libro Apocalipsis se narra, “La
revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus
siervos las cosas que deben suceder pronto” 1:1. Juan enfatiza
continuamente en su profecía el advenimiento próximo de Cristo, y
muy específicamente, “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las
palabras de esta profecía.....; porque el tiempo está cerca” 1:3. El
mensaje de la revelación se centra exclusivamente a las siete iglesias
ubicadas en Asia, “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo lo
verá” 1:7. Dicho pasaje se añadiría correctamente con la época en
que Juan poetizaba esta confusa profecía, en mérito a que en
aquellos tiempos nada se conocía del vasto cosmos. Asimismo la
Biblia expone que Jesús vendrá como ladrón en la noche, esto
significa, sin anuncio previo, “El reino de Dios no vendrá con
advertencia” Lc 17:20. Entonces, si la segunda venida de Cristo
fuera para el mundo actual o el futuro, descubriríamos al hijo del
hombre a millones de años luz, dado que contamos con telescopios
que vigilan nuestro maravilloso planeta de meteoritos, asteroides,
etc., como también nos enseñan los confines de este inexplicable y
vasto cosmos. Dice Jesús, “Verán al hijo del hombre..... con poder y
gloria” Mt 24:30. Aquí se puede apreciar que la palabra asegura que
la segunda venida de Cristo será vehemente. Ahora pues, si lo
expuesto es verídico, Jesús será desintegrado antes de penetrar la

atmósfera terrestre. Con una llegada de tal envergadura las
potencias mundiales previstas con sus poderosos telescopios se
unirían en poder atómico y destruirían en un instante al tan noble
Jesucristo; más aún si sucede como lo narra Juan, “Entonces vi el
cielo abierto, y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se
llamaba fiel y verdadero” Apoc. 19:11, “Y su nombre es: EL VERBO
DE DIOS” 19:13. Prosiguiendo con el libro de la revelación; Juan
alega que se encontraba orando en la isla de Patmos, en el día del
Señor y escuchó una voz como de trompeta. Pero, ¿de qué día habla
Pablo del sábado sagrado de Jehová o del domingo de la
resurrección de Cristo? Nada se dice al respecto. Además el lector
debe tener en cuenta que cuando Juan recibió la revelación ya era
un venerable anciano, y que con el pasar de los años comienzan los
típicos problemas de salud, a decir, esquizofrenia, trastornos
generalizados, estrés, colesterol, etc. El mundo actual se caracteriza
por internar a los pacientes crónicos que aducen ser perseguidos por
diversos factores, hombres, voces, etc. Juan continúa ilustrando
que Jesús le dice “Soy el alfa y la omega”, y lo exhorta a escribir en
un libro lo que está viendo, con el fin de enviarles la profecía a las
iglesias de Asia. Posteriormente comienza a visualizar diversas
manifestaciones celestiales que solo pueden describirse en un
especial estado de locura crónica, o de intoxicación caótica. Ahora
pues, me detengo en el capítulo 13 versículo 18 del Apocalipsis. En
dicho pasaje Juan dice, “Aquí hay sabiduría. El que tiene
entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de
hombre. Y su numero es seiscientos sesenta y seis” Apoc. 13:18. La
teología cristiana ha identificado al 666 con el enviado del diablo, y
es menester revelar el verdadero nombre al cual la profecía hacía
referencia. ¡Los invito a viajar al pasado! Juan ilustra las acciones de
la bestia: Dominaba a toda la humanidad, venció a los cristianos en
batalla y era adorado por toda la gente, con gran delirio. Entonces,
¿quién es la bestia? El apóstol escribió la revelación en clave debido a
la gran opresión impuesta por Roma sobre Israel. El versículo 18 es
explícito con respecto a que el numero 666 es número de hombre. Es

necesario para el lector tomar conocimiento de que en el siglo 1 los
judíos utilizaban un sistema de numeración llamado Gematría, en
donde asignaban un valor a cada letra del alfabeto Hebreo. El
indicado sistema era practicado por cierta clase de fieles, a los
cuales Juan conocía profundamente y por tanto les revela a través
de números el nombre de la bestia. Puntualizaré con el nombre
Nerón Cesar, que traducido al hebreo es NRWN QSR; y según la
Gematría los valores de las letras se detallan seguidamente: N 50, R
200, W 6, N 50, Q 100, S 60, R 200 = 666. Por lo tanto; esta hipótesis
es la más acertada al numero 666, que significa “Nerón Cesar”,
transliterado a números. Ahora pues, ¿por qué Juan identifica a
Nerón con la bestia? ¿Por qué Juan asegura que Nerón es el
Anticristo? Nerón nació en el año 37 D.C y se convirtió en
emperador de Roma con tan solo 17 años de edad. Pasados los
primeros años Nerón cambiando su carácter para mal; se reunía por
las noches con ciertos amigos íntimos donde había violencia y
borracheras. Nerón en más de una oportunidad intentó matar a su
progenitora sin poder lograr su objetivo, hasta que en el año 59
encomendó asesinarla. Posteriormente se divorcio de su esposa
Octavia y se casó con Popea, quien ya se encontraba encinta. El
emperador comenzó paulatinamente a enloquecer a tal punto que
obligaba a suicidarse a sus generales y allegados. Ya con Popea
avanzada en su embarazo él en su demencia total asesina cruelmente
a su esposa a patadas. El emperador opta por una nueva forma de
vida, ahora este asesino serial, había cambiado sus hábitos por los
hombres, de tal manera que entabla una relación homosexual que a
posteriori culminaría en sacramento matrimonial. Nerón fue cruel
con su conyugue dado que hizo extirparle los genitales para
exponerlo como mujer por las calles de Roma. Lo expuesto, nada
llamaría la atención en el mundo actual, pero sí, y en gran manera
para el Judaísmo ortodoxo en el cual Juan había crecido. Él excedió
todos límites habidos y por haber, debido a que ordenaba devorar
por los leones a los fieles cristianos. Luego de imponer estos actos
satánicos el emperador continuó por crucificar a todos los

cristianos, uno de ellos el apóstol Pedro, y por hacer desempeñar a
los creyentes el papel de antorchas humanas en los jardines de su
palacio. Ahora bien, en el año 1895 en la ciudad egipcia Oxyrhynchus
surge una nueva teoría sobre la identidad del anticristo. En la misma
se descubren fragmentos de papiros que datan del 300 DC, donde
aparece el libro bíblico El Apocalipsis. En dicho papiro el número de
la bestia expuesto por Juan es el 616, es decir, que usando el sistema
de la gematria el nombre de la bestia es el de Calígula. Así pues, un
nuevo emperador que al poco tiempo de asumir su cargo enferma y
enloquece brutalmente. Luego de haber enloquecido comenzó
abusar sexualmente de sus hermanas con especialidad en (Drusilla);
también con allegadas y prostitutas. Asimismo mataba o mandaba a
matar mientras comía o mantenía diversas orgías. Por ejemplo,
descuartizó a un senador para luego exponer los miembros apilados
en forma de torre. Mató a su suegro, a su confidente Macrón, a una
de sus esposas embarazada. Gozaba obligando a los padres a estar en
la ejecución de sus hijos, para luego asesinarlos. A pesar de todo,
Juan con su ideología judía no soportó que el emperador se sintiera
un Dios reencarnado y que construyera enormes monumentos con su
imagen para que las multitudes lo alabaran y adoraran. Dice La
Torah, “No te harás imagen de escultura, ni figura alguna de cuanto
hay arriba en los cielos, ni abajo, sobre la tierra, ni de cuanto hay en
las aguas debajo de la tierra. No las adorarás, ni les dará culto” Deut
5:8.9. Además en su acceso al trono a los 23 años, sacrificó 160.000
animales como acción de gracias por tan importante suceso. Por lo
tanto, si analizo las biografías objetivamente y tomo en cuenta los
dogmas judaicos (sacrificios de animales a Jehová Dios y no adorar
imagen o escultura alguna porque Jehová uno solo es) deduzco que
se asemeja más al anticristo el 616 de Calígula que el 666 de Nerón.
Ahora pues, ¿quién piensa usted que fue el anticristo? ¿El 616 o el
666? ¡Valga la redundancia verdad! Sin embargo tenemos otra opción
para este enigma. Isaac Newton estudiaba apasionadamente la Biblia,
convencido de que en los textos sagrados se ocultan las soluciones
de todos los secretos del Universo. Fue en el libro de Daniel

(Antiguo Testamento) donde Newton encontró las indicaciones
correspondientes. El libro dice que deben pasar 1.260 años entre la
refundación del Santo Imperio Romano por Carlomagno, ocurrida en
el año 800, y el Apocalipsis, una suma que da como resultado el año
2060 después de Cristo. Pero él afirma que la civilización humana
perecerá cual manzana madura atraída por la gravedad en el año
2060. Muchas interrogantes colmaron la paciencia del científico, por
ejemplo “un tiempo y tiempos, y la mitad de un tiempo” 12:4. La
propuesta para dicho tiempo son dos, pero asimismo termina siendo
un paradigma, como lo es en sí todo El Apocalipsis. Entonces,
¿ciencia, fe o simbolismo? Es menester aclarar que la misma es
teológicamente una verdadera incertidumbre. Según los entendidos
tiene cuatro interpretaciones viables. La futurista, la pretérita, la
historia continua y la simbólica. En el mencionado existe una magna
amenaza hacia los fieles de su época, dado que el mensaje fue
exclusivamente para las siete iglesias de Asia. Juan describe la visión
del hijo del hombre plagiando la visión del vidente Daniel. Además
exalta a la iglesia de Efeso por aborrecer los hechos de los
Nicolaítas, como a la de Pérgamo por adherirse a la doctrina de de
Balaam que enseñaba Balac. A su vez se queja contra la iglesia de
Tiatara por tolerar a la profetiza Jezabel seductora inmoral de
hombres. Ahora bien, ¿quiénes fueron estos personajes antiguos?
Nicolás fue líder de un movimiento gnóstico del siglo 1. En su
enseñanza separaba por completo las actividades del cuerpo de las
del espíritu. Él aparece en los Hechos 6:5, y según Clemente de
Alejandría sus seguidores (nicolaitas) se comportaban como animales
salvajes. Luego de seguir a Cristo en espíritu, confesaban sus
pecados carnales interponiendo como mediadores a los obispos de la
iglesia. Con respecto a Balaam cabe decir que fue un profeta de la
región de Mesopotamia que quiso recibir dinero del rey de Moab
para maldecir a Israel. Aconsejó al rey Balac a tomar las mujeres más
hermosas de su reino y entregárselas a los israelitas. Las moabitas
hicieron participar a los hebreos de sus prácticas paganas, no
obstante la ira de Dios hizo que perecieran veinticuatro mil

personas. Jezabel fue hija del rey de los sidonios y adoradora de Baal
hijo del dios “El”. En la mitología cananea se denominaba así a la
deidad principal, (El Creador, El Bondadoso). Parece ser que la
mencionada en el Apocalipsis no fue un símbolo demoníaco, sino una
nueva profetisa a quien Jesús promete herir de muerte a sus hijos,
en virtud de sus enseñanzas paganas. Prosigue asegurando que una
de las bestias tendrá siete cabezas y diez cuernos, a la segunda con
dos cuernos y voz de dragón, y a la tercera semejante a un leopardo
con pies de oso y boca de león. Tal visión parece ser tomada del libro
de Ezequiel, quien afirma haber tenido contacto con seres
celestiales, con sus genios alados y cabeza de águila, dioses con cara
de hombre. Es notoria la influencia del arte babilónico en el
sacerdote, pero también en Juan que olvida por completo a los
dioses caldaicos cuando escribe que un ángel le dio un librito dulce y
amargo imitando por completo a su colega. Continúa diciendo que al
cumplir los mil años Satanás será soltado de su prisión, y engañará al
mundo entero congregando para la batalla a Gog y Magog. Por tanto,
¿quiénes fueron o serán éstos dos? Magog fue el segundo hijo de
Japheth mencionado en el Génesis. Éste dejó como descendencia a
los escitas VIII siglos A.C. Empero Magog es una palabra compuesta
que significa “la tierra de Gog” Tal pueblo habitaba principalmente
en los altiplanos, por lo que puede interpretarse como “los que viven
en la azotea del mundo”, quizás Rusia, Canadá, Groenlandia o el
Tíbet. Ahora pues, ¿Juan hablaba realmente de estos países o del
dios de la guerra que invocaban los escitas antes de una batalla?
Nombra a dos testigos y a una mujer que huye al desierto sin dar un
perfil entendible de tales personajes, así como la venida de un
hombre catalogado como la bestia. Revela todos sus dones y afirma
que su numero 666 debe ser calculado. El 6 representa la
imperfección extrema y el cálculo que han expuesto los eruditos lo
expuse anteriormente. Otras teorías han hecho hincapié en el
Papado, Roma, Babilonia, Lutero, etc., sin embargo me remitiré a mis
propios pensamientos. El 666 es una cifra de 3 números que al
sumarlo da un total de 18. Si al 18 lo dividimos por el número

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