1. José Nolberto
Neciosup Chafloque
[LAS CAMPANAS DEL MILAGRO
EUCARÍSTICO DE ETEN]
En 1649, en la Doctrina de
la Magdalena de Eten,
aconteció un evento
maravilloso y sobrenatural;
el Milagro de la Eucaristía,
aquel hecho tan portentoso
que sucedió el día 02 de
junio, en las celebraciones
de las vísperas del Corpus
Christi, se aparece Jesús
niño en la Hostia
Consagrada, cuya imagen
es vista en el Templo; por
el sacerdote Fray Jerónimo
de Silva Manrique
Bohorquez, el sacristán
Andrés Neciosup, los
acaldes ordinarios Don
Pablo Quinocial y Don
Fabián Chancafe; sobre
todo, lo presenciaron, los
humildes pobladores
indígenas de la Doctrina de
Eten.
Según los Autos de la
Apariciones, narra a la
letra: “… era un niño, de la
cintura para arriba, con
rostro y cuerpo humano y con cabello rubio, con vestimenta morada…”. Era un
niño muy hermoso, ante tal dichoso privilegio “…Todo el pueblo repitió ¡Milagro!
¡Milagro!, se tocaron las chirimías, clarín y trompetas y repicaron las
campanas…”
Hoy con mucha emoción y alegría, las campanas que repicaron la presencia
viva de Jesús Niño mostrándose al pueblo de Eten, y que fueron las
comunicadoras de tan maravilloso prodigio, se “descubrieron” en el campanario
de la Parroquia “Santa María Magdalena”.
El Padre Eleuterio Vásquez, siguiendo el trabajo de Restauración y Refacción
de nuestro Templo, ya iniciada hace algunos años por el P. Santiago Gonzales
Gamonal, decide también restaurar en Campanario del Templo Parroquial, tal
Oleo de la Escuela Cuzqueña, de la segunda mitad del
siglo XVII, Museo de los Descalzos - Lima
2. José Nolberto
Neciosup Chafloque
[LAS CAMPANAS DEL MILAGRO
EUCARÍSTICO DE ETEN]
fue la sorpresa al bajar las campanas ya deterioradas por el tiempo y al
mandarlas a reparar y limpiar, y ¡oh, sorpresa! El asombro fue tal que parecía
estar presenciando el Milagro de la Eucaristía de aquel 02 de junio
memorable. En la leyenda de las mismas se fideliza el tiempo de su creación;
una de ellas aparentemente de inicios de la Doctrina y la otra campana donada
en 1669, estas campanas son fieles testigos silenciosos del Milagro
Eucarístico y que por mucho tiempo se desconocía su valor Histórico y
Religioso, Hoy se muestran en el Atrio del Templo de la Parroquia.
La campana más antigua, diría un herrero
local, está hecho a “martillazo limpio” adornada
por una línea en la parte superior con rombos
alrededor de la misma, dibujando con los
mismos iconos una cruz en el centro, en la
leyenda de la parte superior se puede leer “Ave
María….” No pudiéndose notar las siguientes
palabras; esta campana sería, en el supuesto,
una de las primeras con las que contó la
Doctrina Franciscana de la Magdalena de Eten
y que sería a la postre, una de las testigos
fieles de la presencia viva y real de Dios Niño
(Jesús) presente en Eten, probablemente fue
esta la que tocaron los indios mochicas en la
Iglesia, anunciando el portentoso Milagro de la Eucaristía.
La segunda campana esta
mejor labrada y tiene mejores
acabados, tiene dos cintas,
en la cinta de la parte
superior se puede leer: “Soy
reformada por la Municipalidad
de San Martín” teniendo,
además cuatro triángulos
invertidos como adornos y en
la cinta inferior se lee: “En 11
de noviembre, año del sol de
1669, me hizo Rufino”; en el
centro una cruz muy bien
labrada, con dos formas de
Obispos a ambos lados, cuyo
suelo son tres triángulos muy
bien logrados.
3. José Nolberto
Neciosup Chafloque
[LAS CAMPANAS DEL MILAGRO
EUCARÍSTICO DE ETEN]
Templo de la Iglesia Santa María Magdalena de Ciudad Eten – Diócesis de Chiclayo, en
cuyo campanario se encuentran las campanas de la Doctrina Franciscana del Santísimo
Sacramento de la Magdalena de Eten.
Al escribir estas líneas me embarga la emoción de poder dar a conocer a
aquellos testigos silenciosos que anunciaron al mundo la maravillosa presencia
de Jesús Niño, en la Hostia Consagrada, que eligió a Eten para mostrarse por
primera vez en América, a tal punto de convertir a este humilde pueblo del
“Nuevo Amanecer”, en Tierra Santa, primada de la presencia de Dios Niño, en
el Perú.
Dios tiene caminos maravillosos, eligió a tres humildes niños pastores de
Portugal, para que sean testigos y anunciadores de la presencia de viva de Él
entre nosotros, mostrándoles a María, nuestra Madre, en el pueblo de Cova de
Iria – Virgen de Fátima; eligió a un humilde indio de México, nuestro Juan
Diego, para que sea el anunciador de nuestra Madre María en América, que se
le apareció en el Tepeyac – Nuestra Señora de Guadalupe; eligió a Eten, un
humilde pueblo mochica de Perú, para mostrarse en la más tierna imagen de
niño, para adorarlo con sumo fervor – Niño del Milagro Eucarístico.
En la actualidad estas campanas se encuentran en lo alto del Campanario de la
Parroquia “Santa María Magdalena”, siendo tocadas con mucho fervor cada
domingo y en las celebraciones religiosas del pueblo.