El documento describe el perfil del catequista en 5 secciones: 1) Su identidad como laico encargado por la Iglesia de hacer conocer a Cristo, 2) Su espiritualidad como discípulo y apóstol de Cristo, 3) Sus funciones de educar en la fe y ayudar en el desarrollo de la fe, 4) Sus características como comprometido con la realidad y conocedor de la fe, y 5) La necesidad de su formación doctrinal y espiritual por parte de la Iglesia.
2. PERFIL DEL CATEQUISTA
• Identidad del catequista: quién es, qué lo
caracteriza
• Espiritualidad del catequista, que responde a la
pregunta cómo debe ser un catequista como
agente de pastoral
• Funciones: eclesiales o de Pastoral de la Iglesia
• Actitudes del catequista frente a la realidad
sociocultural y religiosa
• Formación del catequista y los responsables de
éstos
4. IDENTIDAD DEL CATEQUISTA
“El catequista es un laico
especialmente encargado por la
Iglesia, según las necesidades locales,
para hacer conocer, amar y seguir a
Cristo por aquellos que todavía no lo
conocen y por los mismos fieles”.
Asamblea plenaria de la CEP (1970)
5. Dos elementos importantes integran la identidad del catequista:
La Vocación o llamado de Dios y,
La respuesta o adhesión a Dios que llama en el Espíritu Santo.
La respuesta del Catequista a Dios siempre será respuesta de fe,
de amor a Él y a la Iglesia, de sentido de servicio, de amor a los
niños, jóvenes y adultos, de celo apostólico.
A Cristo se sirve amándolo y se lo ama sirviéndole.
IDENTIDAD DEL CATEQUISTA
6. CARACTERÍSTICAS DE UN
CATEQUISTA
“Lo mismo que el sarmiento no
puede dar fruto por sí mismo, si
no permanece en la vid; así
tampoco vosotros si no
permanecéis en Mí. Yo soy la
Vid; vosotros los sarmientos. El
que permanece en Mí y yo en él,
ese da mucho fruto; porque sin
mí no podéis hacer nada” (Jn
15, 4-5)
7. Discípulo (seguidor fiel de Jesucristo):
• Tener un conocimiento experiencial de Él, como Salvador
• Vivir en encuentro permanente con Jesucristo
• Crecer en fe y amor a Él
• Vivir de acuerdo al Espíritu, es decir dejarse transformar por
Jesucristo
• Tratar de ahondar más en ese conocimiento de Cristo, mediante la
oración, la meditación, la vida de los sacramentos
Apóstol: es aquella persona que siguiendo al Maestro se
compromete, por su amor a Él en darlo a conocer a los
demás.
CARACTERÍSTICAS DE UN
CATEQUISTA
8. • Comprometido con la historia: tiene que ser una
persona conocedora de la realidad, de las situaciones
económicas, sociales o políticas que debe enfrentar
con entereza. El catequista debe vivir en el mundo
pero no ser del mundo; debe tener los pies en la
tierra y el corazón en Cristo.
• El catequista conoce “su mundo” para transformarlo
por el Amor a Dios y con la fuerza de su Espíritu.
CARACTERÍSTICAS DE UN
CATEQUISTA
9. • Conoce el contenido de la fe que profesa: “a fin
de que la oblación sea perfecta, el que se hace
discípulo de Cristo tiene derecho a recibir la
palabra de fe no mutilada, falsificada o
disminuida, sino completa e integral… traicionar
en algo la integridad del mensaje es vaciar
peligrosamente la catequesis misma y
comprometer los frutos que de ella tienen
derecho a esperar Cristo y la comunidad eclesial”
(CT 30)
CARACTERÍSTICAS DE UN
CATEQUISTA
11. ESPIRITUALIDAD DEL
CATEQUISTA
• Entraña una llamada a la Santidad: El llamado
a la santidad no es otro que el llamado a ser
espirituales, vivir en el mundo sabiendo que
no somos del mundo, pues todos somos
ciudadanos del cielo.
• “…No es más que la vida en el mundo, pero
una vida según las bienaventuranzas” (CT 29)
12. • La espiritualidad del catequista está vinculada a
su vocación apostólica, lo cual significa una
espiritualidad que se expresa en adhesión a Dios
quien lo llamó, a la Iglesia que lo convoca y al
mundo que lo espera, para que sirva de
instrumento de transformación.
• La adhesión a Dios es igualmente al Evangelio, a
la Palabra revelada, predicada por la Iglesia y
celebrada en la liturgia.
ESPIRITUALIDAD DEL
CATEQUISTA
14. FUNCIONES ECLESIALES DEL
CATEQUISTA
• Catequistas ad gentes tienen unas especificaciones
en su función de enseñar la fe, de ayudarla a
madurar entre sus catecúmenos. “Estos catequistas
prestan con grandes sacrificios una ayuda singular y
enteramente necesaria para la expansión de la fe y
de las sanas costumbres, todos llenos del espíritu
apostólico” (Cf. RM 73).
• Catequista parroquial: el trabajo consiste en hacer
crecer la fe y ayudar a que los niños y jóvenes la
robustezcan y la sepan defender.
15. Le corresponde al catequista, entre otras funciones, las siguientes:
• Educación en la fe de los niños, jóvenes y adultos
• La preparación para la recepción de los sacramentos de la iniciación
cristiana
• La colaboración en iniciativas de apoyo a la Catequesis como
retiros, encuentros, convivencias
• Atención pastoral también, a los padres de niños y jóvenes.
• Cooperación con otras formas de apostolado, como catequesis
prebautismal y prematrimonial
• Animación para la oración y para las celebraciones eucarísticas
FUNCIONES ECLESIALES DEL
CATEQUISTA
16. • Estas funciones se compendian en hacer
crecer la fe; procurar su desarrollo pleno y su
madurez tanto en los niños como en los
jóvenes y adultos.
• Funciones que se resumen en una: Que
conozcan, amen, sirvan y vivan con Jesucristo
y de Jesucristo, es decir que Él sea el que esté
en sus corazones, en su mente y en su vida.
FUNCIONES ECLESIALES DEL
CATEQUISTA
18. FORMACIÓN DE LOS
CATEQUISTAS
• Para el Concilio Vaticano la formación “debe realizarse y
acomodarse al progreso cultural, de forma que puedan
desarrollar lo mejor posible su cometido… Hay que atender
convenientemente a su formación doctrinal y espiritual”
• Puesto que la vida del catequista, compromete toda su
vida, es necesario que él se capacite tanto en doctrina
como en métodos; se forme especialmente en la vida
espiritual, teniendo presente que antes que hacer
catequesis debe ser catequista, es decir, una persona
entregada a Jesucristo.
19. Responsables de su formación: toda la Iglesia.
• El Papa contribuye con esta formación a través de las exhortaciones o
encíclicas
• Los Obispos con sus organizaciones tendientes a cumplir el itinerario que
señala el Papa, en esta materia, o con cartas o mensajes.
• El Párroco, con el cuidado pastoral más directo, con su acompañamiento,
su ayuda espiritual y con la formación concreta y adecuada al medio en el
que se mueve la Comunidad Parroquial, propicia tanto en el plano
doctrinal como en el espiritual una ayuda concreta y eficaz a los
catequistas.
• El Catequista mismo: La Sagrada Escritura, la Tradición Apostólica y el
Magisterio de la Iglesia. Un Catequista lee y reflexiona en las encíclicas del
Papa sobre este tema, hace caso a las orientaciones del Obispo o del
Párroco al respecto.
FORMACIÓN DE LOS
CATEQUISTAS