El documento describe el pulso como la onda producida por la dilatación y contracción de las paredes arteriales con cada latido cardíaco. Al colocar los dedos sobre una arteria como la radial en la muñeca, se puede percibir esta onda o pulsación, que corresponde a un latido del corazón y permite contar la frecuencia cardíaca. El pulso se acelera en estados febriles, después del ejercicio intenso o emociones fuertes como el miedo.