El documento describe la condición natural del hombre como un estado de guerra de todos contra todos, donde cada uno está gobernado por su propia razón y tiene derecho a hacer cualquier cosa para proteger su vida, incluso en el cuerpo de otro, lo que significa que no hay seguridad para nadie. Sin embargo, también reconoce que la primera ley fundamental de la naturaleza es buscar la paz y la segunda es defenderse a uno mismo por todos los medios posibles.