2. La asistencia a la escuela se realiza con fastidio. La
asistencia de los niños a la escuela es tan corriente
que pocos reflexionamos sobre ella.
Podemos reflexionar sobre el significado de la
experiencia para el niño en cuestión.
3. En clase, los profesores sólo se interesan por actos
específicos de mala conducta.
El propio alumno ha reducido el día en la memoria a
un pequeño número de acontecimientos
señalados:
“Saqué una buena nota en el examen de ortografía”;
“Llegó un chico nuevo y se sentó a mi lado”
Desde el punto de vista del interés humano, a no ser
que haya ocurrido algo interesante, no tiene
sentido hablar de nuestra experiencia.
Los antropólogos nos han enseñado a apreciar el significado cultural de
los elementos monótonos de la existencia humana. Esta es la lección
que debemos tener en cuenta cuando tratamos de comprender la vida
en las aulas de primaria.
4. Para apreciar el significado de
los hechos triviales del
aula, es necesario
considerar la frecuencia de
su aparición, la uniformidad
del entorno escolar y la
obligatoriedad de la
asistencia diaria (los niños
están allí tanto si les gusta
como si no).
La cantidad de tiempo que los
niños pasan en la escuela
son 6 horas diarias.
Ligeramente un poco más
de una décima parte de su
vida la pasa en la escuela.
5. Rara vez se ve un aula más que como lo que es, sólo un
aula. Y esto no quiere decir que todas las aulas sean
idénticas, existen claras diferencias.
En su esfuerzo por hacer más hogareñas las aulas, los
profesores de primaria dedican un tiempo considerable
a su decoración.
Cuentan con los mismos elementos: la mesa del profesor,
mapas enrollables, papelera, sacapuntas, etc; incluso
los olores se parecen.
Todas estas imágenes y olores se hacen familiares para
alumnos y maestros que ya ni los notan.
Hay desde luego cambios, aunque no muy radicales,
durante el año.
6. Debe haber un orden en el aula, los objetos se
encuentran en su lugar, así como el alumno suele
tener un lugar asignado.
Un aspecto final de la estabilidad de los jóvenes es la
calidad ritualista y cíclica de las actividades
realizadas en el aula. Por ejemplo, horarios
establecidos para cada materia.
Lo que hace diferente a las escuelas de otros lugares
no es solamente el aprendizaje y enseñanza, sino
muchos otros factores.
7. Aprender a vivir en un aula supone, entre otras
cosas, aprender a vivir en el seno de una masa.
La escuela también es un lugar en donde la
división entre el débil y el poderoso está
claramente trazada.
Los alumnos se enfrentan, principalmente, de tres
maneras:
Como miembros de una masa.
Como receptores potenciales de elogios o
reproches.
Como peones de las autoridades
institucionales.
8. El profesor actúa como un regulador que
controla el flujo del diálogo en el aula.
Otra tarea que consume tiempo del profesor, al
menos en la escuela primaria, es la de servir
como proveedor. El espacio y los recursos
materiales del aula son limitados y debe
distribuirlos juiciosamente (a los alumnos
que merecen el material, o bien, distribuir
material por tiempos).
Todas las acciones que se han descrito del
profesor, responden de un modo u otro, a la
condición de hacinamiento del aula.
9. Los cuatro rasgos de la vida escolar son:
Demora
Rechazo
Interrupción
Distracción Social
Si los alumnos han de enfrentarse
equilibradamente con las
exigencias de la vida en el aula,
tienen que aprender a ser
10. EVALUACIÓN
La evaluación constituye otro hecho importante en la
vida en el aula.
El proceso de evaluación que se desarrolla en el aula
presenta al alumno una serie de demandas
singulares a las que debe adaptarse.
Los exámenes, son un ejemplo de evaluación muy
utilizado en las primarias.
La fuente de evaluación principal en el aula, es el
profesor, pero éste no es el único, también
participan los compañeros formulando juicios a sus
otros compañeros y también existe una
autovaloración.
La evaluación de las cualidades personales de los
alumnos por parte del profesor aborda
frecuentemente materias como la capacidad
intelectual general, el nivel de motivación y su
contribución al mantenimiento de un aula bien
11. Las prácticas escolares relativas a comunicar
evaluaciones positivas son probablemente menos
consecuentes que las que informan evaluaciones
negativas.
La mayoría de los alumnos aprenden pronto que los
premios se otorgan a los que son buenos, y esto los
motiva.
Lo que nos lleva a estos 2 tipos de motivaciones:
Extrínseca:
Realizar el trabajo escolar por las gratificaciones que
aportará en forma de buenas notas y aprobación del
profesor.
Intrínseca:
Realizar el trabajo escolar por el placer que surge de la
12. El hecho de la desigualdad de
poder es una tercera
característica de la vida en el
aula a la que deben
acostumbrarse los
estudiantes.
La relación de padre-
hijo, maestro-alumno, son
muy parecidas y a la vez
diferentes. Una diferencia es
que los padres se muestran
restrictivos “no hagas esto;
“no”. Y el maestro por el
contrario, se va por el “Haz lo
siguiente”.
En el hogar el niño debe
aprender a detenerse; en la
13. El trabajo supone realizar una actividad
deliberada prescrita por otra persona, la cual
no haríamos si no fuese por un sistema de
autoridad.
El trabajador es una persona que de cuando en
cuando siente la tentación de abandonar su
14. Dentro del mejor de los mundos posibles se confía en que
los chicos se adaptarán a la autoridad del
profesor, convirtiéndose en estudiantes modélicos.
Un estudiante modélico no es necesariamente un buen
estudiante, sino un estudiante que se esfuerza.
Hace (aunque de manera incorrecta) sus trabajos, que hace
tareas (incorrectas), o que alza la mano para participar
(aun ofreciendo una respuesta errónea).
15. Este breve análisis exagera probablemente
las auténticas diferencias entre las
exigencias del conformismo institucional y
las demandas del saber, pero sirve para
llamar la atención sobre puntos de posible
conflicto.