4. Beau Brummell
Georges Bryant Brummell nació en Londres el 7 de junio de 1778. Su padre, que era
secretario privado de Lord North, consiguió amasar una gran fortuna. Preocupado desde
niño por la ropa y la vida social, a los 12 años estudió en Eton, donde trabó una
profunda amistad con del Príncipe de Gales, después Jorge VI.
Su estilo de vestir era el opuesto al aparatoso, en boga en su tiempo. Creía en la
absoluta simplicidad y se inclinaba por los colores oscuros y el buen corte.
Su ritual de limpieza era famoso. Pasaba dos horas lavándose y tras afeitarse (puso de
moda ir afeitado), necesitaba tres peluqueros: uno para la frente, otro para las sienes y
otro para la nuca. Luego, en el transcurso de la jornada se cambiaba cuatro o cinco
veces de ropa. Todos estos esfuerzos, con el fin de hacer gala de una norma de sencillez
ynonchalance, según la cual, un gentilhombre debía pasar totalmente desapercibido.
Algunas de sus afirmaciones son hoy fundamentos de la elegancia: “si un ciudadano
inglés vuelve la cabeza para miraros, no estáis bien vestido, sino que vais demasiado
rígidos, o demasiado apretados, o demasiado a la moda “. Siguiendo esta línea, cuando
un joven en Ascot le felicitó por su elegancia, Brummell le contestó “No puedo estar
elegante, si es que usted lo ha notado”.
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7. Carteras y bolsos
Las carteras y bolsos de cuero son accesorios que no nos pueden faltar a las
mujeres. Este es un fantástico diseño de Christian Louboutin.