La ratita presumida encuentra una moneda de oro y se compra un lazo bonito. Luego, el señor burro y el señor perro le proponen matrimonio, pero los rechaza porque sus ruidos nocturnos la despertarían. El señor gato también le propone matrimonio y acepta, pero resulta que era una trampa para comérsela. El ratoncito la salva y también le propone matrimonio, al que acepta porque él es silencioso por las noches.