Revisa que tu lavadora esté bien establecida para evitar golpes o daños en el futuro. Limpia el tambor cada tres meses con agua caliente, vinagre y bicarbonato de sodio para destilar, y luego enjuaga. También limpia los dispensadores con agua caliente o desincrustante. Usa menos detergente del recomendado y considera usar vinagre en lugar de suavizante. Mantén limpio el exterior de la máquina.