PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdf
Vigilantes para recibir a Cristo
1. XXXII Domingo del
Tiempo Ordinario
PASTORAL DEL SORDO DE VALENCIA
PARROQUIA SANTO TOMAS APOSTOL Y
SAN FELIPE NERI
2. DOMINGO 32 TIEMPO ORDINARIO CICLO A
A
medianoche
se oyó una
fuerte voz :
¡Ya llega el
esposo,salid
a recibirlo!
Sabiduría, 6, 13-17
La sabiduría es eterna y luminosa.
Las personas que la aman la ven
fácilmente.
Las personas que la buscan la
encuentran.
Ella se da prisa para presentarse a las
personas que la desean.
La persona que se levanta temprano
para buscarla no se cansará porque
encontrará a la sabiduría sentada en
la puerta de su casa.
Pensar en la sabiduría demuestra una
gran prudencia.
Pronto desaparecerán las
preocupaciones de las personas que
esperan vigilantes a la sabiduría.
Ella misma busca por todas partes a
los que están preparados para
recibirla.
En los proyectos y pensamientos de
esas personas aparece con bondad y
generosidad.
Carta de San Pablo a los Tesalonicenses
4, 12- 17
Hermanos:
Yo, Pablo quiero que vosotros conozcáis el destino
final de las personas difuntas.
Para que no estéis tristes como las personas sin
esperanza.
Nosotros creemos que Jesús ha muerto y ha
resucitado.
También a todos los que han muerto creyendo en
Jesús, Dios los llevará con Él.
Esto es lo que os decimos como Palabra del Señor:
El mismo Señor Jesús, a la voz del arcángel y al son
de la trompeta divina, bajará del cielo, y los muertos
en Cristo resucitarán en primer lugar.
Después los que aún vivan serán arrebatados con
ellos en la nube, al encuentro del Señor.
Así estaremos siempre con el Señor.
Consolaos, pues, todos con estas palabras.
3. Evangelio según San Mateo,
25, 1-13
Jesús dice esta parábola:
“El Reino de los Cielos se parece a una
boda:
Diez doncellas prepararon sus lámparas
y salieron a esperar al esposo.
Cinco eran necias y cinco eran
prudentes.
Las necias, al coger su lámpara se
olvidaron el aceite.
Las prudentes cogieron sus lámparas y
también una botella de aceite.
El esposo tardaba en llegar y todas las
doncellas se durmieron.
A medianoche, se oyó una fuerte voz :
¡Ya llega el esposo, salid a recibirlo!
Todas las doncellas se despertaron y se
pusieron a preparar sus lámparas.
Las necias dijeron a las prudentes:
“Dadnos un poco de vuestro aceite
porque nuestras lámparas se pagan”.
Pero las doncellas sensatas
contestaron:
“No hay bastante para todas. Id
vosotras a la tienda y comprad”.
Mientras las doncellas necias iban a
comprar el aceite, llegó el esposo, y las
que estaban preparadas entraron con
él al banquete de bodas, y la puerta se
cerró.
Mas tarde llegaron también las otras
cinco doncellas, diciendo: “Señor,
señor, ábrenos”.
Pero el esposo respondió: “No os
conozco”.
Jesús dice a sus discípulos. “Vosotros
debéis estar vigilantes siempre ,
porque no sabéis ni el día ni la hora”
Nosotros creemos que
Jesús ha muerto y ha
resucitado.
También a todos los
que han muerto
creyendo en Jesús,
Dios los llevará con Él.
Debéis estar vigilantes
siempre ,porque no
sabéis ni el día ni la hora
6. Las personas que la buscan la encuentran.
Ella se da prisa para presentarse a las personas que la desean.
La persona que se levanta temprano para buscarla no se cansará
porque encontrará a la sabiduría sentada en la puerta de su casa.
Pensar en la sabiduría demuestra una gran prudencia.
Pronto desaparecerán las preocupaciones de las personas que
esperan vigilantes a la sabiduría.
Ella misma busca por todas partes a los que están preparados para
recibirla.
En los proyectos y pensamientos de esas personas aparece con
bondad y generosidad.
Sabiduría, 6, 13-17
La sabiduría
es eterna y
luminosa.
Las personas
que la aman
la ven
fácilmente.
8. Hermanos:
Yo, Pablo quiero que vosotros conozcáis el destino final de las personas
difuntas.
Para que no estéis tristes como las personas sin esperanza.
Nosotros creemos que Jesús ha muerto y ha resucitado.
También a todos los que han muerto creyendo en Jesús, Dios los
llevará con Él.
Esto es lo que os decimos como Palabra del Señor:
El mismo Señor Jesús, a la voz del arcángel y al son de la trompeta
divina, bajará del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer
lugar.
Después los que aún vivan serán arrebatados con ellos en la nube, al
encuentro del Señor.
Así estaremos siempre con el Señor.
Consolaos, pues, todos con estas palabras.
Carta de San Pablo a los
Tesalonicenses 4, 12- 17
10. Jesús dice esta parábola:
“El Reino de los Cielos se parece
a una boda:
Diez doncellas prepararon sus
lámparas y salieron a esperar al
esposo.
Cinco eran necias y cinco eran
prudentes.
Las necias, al coger su lámpara
se olvidaron el aceite.
Las prudentes cogieron sus
lámparas y también una botella
de aceite.
11. El esposo tardaba en llegar y todas las doncellas se
durmieron.
A medianoche, se oyó una fuerte voz : ¡Ya llega el esposo,
salid a recibirlo!
Todas las doncellas se despertaron y se pusieron a preparar
sus lámparas.
12. Las necias dijeron a las
prudentes: “Dadnos un poco
de vuestro aceite porque
nuestras lámparas se pagan”.
Pero las doncellas sensatas
contestaron:
“No hay bastante para todas.
Id vosotras a la tienda y
comprad”.
Mientras las doncellas necias
iban a comprar el aceite, llegó
el esposo, y las que estaban
preparadas entraron con él al
banquete de bodas, y la puerta
se cerró.
13. Mas tarde llegaron también las otras cinco doncellas,
diciendo: “Señor, señor, ábrenos”.
Pero el esposo respondió: “No os conozco”.
Jesús dice a sus discípulos. “Vosotros debéis estar
vigilantes siempre , porque no sabéis ni el día ni la hora”