3. DOMINGO 25 TIEMPO
ORDINARIO CICLO A
Isaías, 55, 6-9
Vosotros todos buscad a Dios
porque Él quiere encontrarnos.
Vosotros todos llamad a Dios
porque Él está cerca.
Vosotros los malvados abandonad
vuestro camino. Vosotros los
criminales dejad vuestros planes.
Volved todos al Señor. El tendrá
piedad. Volved todos a Dios. Él es
grande en perdonar.
Dios dice: “Mis planes no son
vuestros planes. Vuestros caminos
no son mis caminos. Como el cielo
está lejos de la tierra, mis caminos
están lejos de los vuestros; mis
planes son más altos que vuestros
planes”.
Carta de San Pablo a los Filipenses, 1, 20-27
Hermanos:
Cristo será glorificado en mi cuerpo, por mi vida o por mi muerte.
Para mí la vida es Cristo y morir es una ganancia.
Pero si vivir en el cuerpo es para trabajar para el bien, entonces yo no sé qué debo elegir.
Por una parte, deseo morir y estar con Cristo. Eso es lo mejor de todo.
Pero, por otra parte, si me quedo en esta vida, me parece que es más necesario para
vosotros.
Lo más importante es que vosotros llevéis una vida de acuerdo con el Evangelio de Cristo.
Yo no te hago ninguna
injusticia ¿Es que tu
tienes envidia de otros
cuando yo soy bueno?
Mis planes no son
vuestros planes.
Vuestros caminos
no son mis
caminos.
4. Evangelio según San Mateo, 20,
1-16
Jesús enseña a sus discípulos con una
parábola:
El Reino de los cielos se parece a un
propietario que al amanecer salió a
contratar trabajadores para su viña.
El propietario acordó con ellos un denario
por todo el día y, después, los mandó a su
viña.
El propietario salió otra vez a media
mañana, vio a otros hombres que estaban
en la plaza sin trabajo, y les dijo: “Vosotros
id también a mi viña yo os pagare lo
necesario”.
Los trabajadores fueron.
El propietario salió otra vez hacia mediodía
y también a media tarde. El hizo lo mismo.
El salió, por ultima vez, al final de la tarde
y encontró a otros hombres, parados, y les
dijo: “¿Cómo es que vosotros estáis aquí
todo el día entero sin trabajar?”
Ellos le contestaron: “Nadie nos ha
contratado”.
El propietario les dijo:”Id también vosotros
a mi viña”.
Cuando se hizo de noche, el propietario dijo al encargado: “Llama a los trabajadores y págales el
sueldo, empezando por los últimos y acabando por los primeros”.
Entonces vienen los de la ultima hora y reciben un denario cada uno.
Cuando el encargado llega a los primeros, ellos piensan que van a recibir más, pero también ellos
reciben un denario cada uno.
Entonces los primeros se ponen a protestar contra el propietario. Ellos decían: “Estos últimos han
trabajado solo una hora y tu los has tratado igual que a nosotros que hemos aguantado todo un
día pesado y caluroso”.
El propietario contesta a uno de ellos: “¡Amigo! Yo no te hago ninguna injusticia. Nosotros
estabamos de acuerdo en un denario. Toma lo tuyo y vete.
Si yo quiero dar a otro lo mismo que a ti yo tengo libertad para hacer lo que quiero en mis
negocios. ¿Es que tu tienes envidia de otros cuando yo soy bueno ( y socorro sus necesidades)?
Así los últimos serán primeros y los primeros serán últimos.