1. http://www.slideshare.net/marinamez32/redes-p2p-y-piratera-presentacion
Enciendo el ordenador, conecto mi servidor habitual para descargas gratuitas,
obtengo una película y la visiono durante dos horas. Más tarde enciendo el televisor y
escucho una noticia “la piratería ahora es delito”. ¿Qué significa esto?, ¿acabo de
incumplir la ley?, ¿van a controlar lo que hago con mi ordenador a partir de ahora?. El
caos, miedo y desconcierto que los medios de comunicación están originando entre los
usuarios parece haber crecido en los últimos años por las protestas de artistas y
agencias, entre las que podemos destacar la SGAE (Sociedad General de Autores y
Editores), quienes acusan a la piratería de acabar con la cultura. Esto ha conllevado
una serie de medidas que el Estado ha adoptado para intentar evitar que los usuarios
desde sus casas accedan gratuitamente a música, películas, libros, software, etc, a
través de campañas que precisamente lo que buscan es crear miedo en la sociedad
hablando incluso de penas carcelarias. Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto?
Para comenzar debemos aclarar el término piratería del que últimamente se
acusa a gran parte de la población de nuestro país. La piratería, palabra escogida como
sinónimo de robo, se utiliza para denominar aquellas situaciones en las que se efectúa
una copia ilegal o carente de autorización por parte del autor de un material
registrado, perteneciente a una persona o empresa. Sin olvidar que en esta definición
se incluyen las actividades de comercio de este material ilegal. Así, vulneramos los
derechos de autor o cometemos un delito en contra de la propiedad intelectual. El
debate arranca sobre la polémica que generan algunos países por poseer una
legislación que en estos casos admiten una excepción, la llamada copia privada, como
es el caso de España. Esto quiere decir que no efectuaremos ningún delito si el uso que
le demos a la copia no sale del ámbito familiar.
Actualmente en España el derecho penal solo actúa en casos de una determinada
gravedad cuando la copia ilegal es usada con ánimo de lucro o genera un perjuicio a
terceros.
El porcentaje mundial en el año 2006 de piratería en el software alcanzaba el 35% con
unas pérdidas de 39.600 millones de dólares, mientras que en nuestro país el
1
2. porcentaje asciende al 46%, situando a España en el tercer puesto en el ranking de
países con mayor tasa de piratería de Europa Occidental.
¿Soy yo uno de los causantes de que la industria cultural aumente sus
pérdidas? Es cierto que así nos lo quieren hacer ver, pero ¿cómo es posible?, yo
solamente estoy en frente de mi ordenador escuchando la música que me gusta y
leyendo los libros que quiero. ¿Cuál es el mecanismo por el cual yo estoy matando la
cultura casi sin darme cuenta?.
Se llama P2P (peer to peer) que traducido al castellano significa “entre iguales”. Se
trata de una red informática que todos los usuarios de programas de descarga utilizan
para llevar a cabo la tarea. Está compuesto por una serie de nodos u ordenadores que
envían y reciben todos los paquetes de información que los internautas solicitan.
Rompe con el molde clásico de servidor – cliente en el que el primero sería el emisor
de información y el segundo el receptor creando una jerarquía horizontal en la que
todos tenemos el mismo papel y nos lo intercambiamos convirtiéndonos
simultáneamente en el emisor y en el destinatario. Es decir, se trata de una
transferencia gratuita de paquetes entre consumidores parecido al que se puede
producir por otros soportes como los correos electrónicos o la mensajería instantánea,
a gran escala, optimizando el uso de la banda ancha y ofreciendo muchas más
facilidades y un rendimiento claramente superior. De esta manera todos los archivos
de intercambio que guardamos en nuestro ordenador estarán disponibles para el
disfrute de otra persona que desde cualquier parte del mundo los soliciten. Aunque
siempre cabrá la posibilidad de optar por no querer compartirlos en esta red P2P
convirtiéndonos en usuarios que únicamente reciben información a través de estas
redes sin emitir ninguna al resto de usuarios. Son los llamados leechers, a los que se
considera autores del deterioro de este tipo de redes porque limitan los archivos en
circulación.
Una de las características más importantes de las redes P2P es la descentralización que
presentan, evitando que un nodo sea imprescindible para el intercambio de
información, como habíamos dicho anteriormente, creando un único rango para todos
en el que nadie es mejor que nadie ni tiene la posibilidad de realizar actividades que
los otros no puedan dentro de la red. Si bien, se suele hacer una distinción y una
2
3. clasificación ya que no todas las redes que se autodenominan como P2P presentan
esta descentralización. Suelen resumirse en redes centralizadas en las que un servidor
es el distribuidor principal y hace de mediador entre todos los demás, redes
descentralizadas que recogen las características que antes hemos señalado y las redes
híbridas caracterizadas por la existencia de un servidor central que desconoce la
identidad de cada uno de los nodos con los que interactúa y que no almacena ningún
tipo de archivo.
Pero volvamos al tema de debate actual. ¿Se considera un delito utilizar las
redes P2P para conseguir películas, vídeos, libros, etc, siempre y cuando no vayamos a
comercializar con ellos ni suponga un perjuicio para los autores, limitándose el uso al
ámbito familiar? La respuesta es claramente no. La legislación vigente en España no
contempla esta práctica como un delito civil por lo que es completamente legal
descargarse música de Internet. Tampoco ha habido en España ningún caso de
condena por esta causa a pesar de las muchas denuncias que compañías distribuidoras
y agencias discográficas han llevado a cabo para intentar frenar esta tendencia que
parece imparable. ¿Entonces, si está totalmente permitido, cuál es la motivación que
ha movido a estas empresas en los últimos tiempos exigir al Estado medidas para
frenar esta actividad?
Es casi imposible no haber oído en los medios de comunicación que la cultura está
desapareciendo, que la cultura está siendo pisoteada por los denominados “piratas”.
Aquí es donde debemos hacer una reflexión ya que no solo incluyen como “piratas” a
los individuos que comercializan en el top-manta por la calle, sino que también están
hablando del tema que venimos tratando, las personas que desde sus casas adquieren
archivos gratuitos.
Aparentemente hemos encontrado esa motivación, la pérdida de cultura, el miedo por
perder el patrimonio del país, pero, ¿acaso es menos cultura leer un libro fotocopiado
a leer ese mismo libro comprado previamente?, ¿el aporte cultural de ese lector
varía?.
La verdadera causa de este movimiento de protesta son las pérdidas económicas que
los autores pero sobre todo, las compañías que los representan, están sufriendo por el
descenso en el material adquirido legalmente a través de su compra. No fijándose ya
3
4. en los top-manta sino poniendo el punto de mira en la descarga virtual de las personas
anónimas.
Para comenzar su lucha contra esta actividad, el Estado recientemente ha comenzado
una campaña publicitaria con el eslogan “si eres legal, eres legal”, la cual sin ningún
remordimiento hace afirmaciones como “bajarse música o películas de Internet es
ilegal” obviando los casos en los que si lo es, creando confusión en la sociedad. El
aumento de beneficios que se busca ha originado una tendencia de ataque hacia la
piratería que incluye una serie de medidas educativas que han comenzado en centros
de primaria y secundaria incluso.1
Pero lo más relevante es sin duda la página web
donde publican una lista de 10 mentiras que los supuestos ilegales defienden, en las
que con argumentos incompletos, alegan que los perjudicados por la piratería
engloban todos los implicados en la cadena de producción y distribución de una obra
recalcando el hecho de que pueden acabar sin trabajo, un argumento bastante creíble
y persuasivo en el contexto de crisis en el que vivimos. Además niegan que los
contenidos de Internet sean gratuitos haciendo un estudio muy superficial, además de
tacharlos de ilegales e inseguros para nuestro anonimato. Por el contrario, la contra
propaganda ha creado un sitio web con la misma carcasa para desmentir las
afirmaciones confusas y argumentar la legalidad de estas redes P2P. Podemos nombrar
así, que ésta segunda campaña se orienta a descubrir quienes son los directos
beneficiados de la campaña del Gobierno y a desmentir las afirmaciones de la
campaña “si eres lega, eres legal” ampliando la información dada por estos para
destapar la verdad.
Difícil parece la tarea de intentar llegar a un acuerdo entre ambas partes, y para
ello se tiene que empezar a pensar en alternativas comerciales y en una evolución en
la industria cultural, evolución que ya está sucediendo y que hay que aceptar y saber
llevar proponiendo nuevas medidas. Algunos puntos de vista despiden los actuales CDs
y proponen un nuevo sistema para hacer llegar el material a la sociedad como podría
ser las descargas de FTP (Protocolo de Transferencia de Archivos, en castellano)
basado en un sistema de servidor – cliente que garantizase un precio inferior al de los
actuales discos grabados. Otra alternativa sería un nuevo sistema llamado OMEMO
1
http://www.youtube.com/watch?v=G5lbkfm-fgA
4
5. que consiste en una red parecida al P2P que no transfiere archivos, sino en un disco
duro de espacio libre que compartiríamos los usuarios.
Ilegal o no, lo que si estamos seguros es de que la industria cultural ha sufrido
un gran avance en los últimos tiempos y que la cultura se ha convertido sin duda en un
negocio. Una compañía discográfica es la máxima beneficiaria de las ganancias que un
artista al que representa, obtiene por la venta de un disco musical. Por este motivo son
los principales acusadores de la piratería en Internet. Los artistas también se han
hecho oír pero hay que señalar que no son tantos como estas agencias que los
patrocinan, ya que de todo su trabajo, un cantante obtendrá más beneficio de la
recaudación del dinero de un concierto que de la venta de su disco. Y al final y al cabo,
ellos (los cantantes) lo que quieren es que su música sea escuchada. 2
Por lo tanto, llegamos a la conclusión de que como ya hemos anticipado, la cultura se
ha convertido en un negocio que las empresas intentan explotar. Y quieren asegurar su
prolongación para sacar el máximo partido argumentando que nuestras conductas
“piratas” están acabando y degradando la cultura. Por esto, atacan a las redes P2P, ya
que son la principal causa de que sus ingresos disminuyan. Si bien, los ciudadanos
podemos estar tranquilos por el momento, ya que si no empleamos los archivos
conseguidos por redes P2P para fines comerciales, estamos completamente dentro de
la legalidad.
2
http://www.youtube.com/watch?v=aCkX0KcNwrI
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