38. Los propósitos de las
mujeres y de los hombres
determinan su naturaleza
individual y sus necesidades
39. A la mujer y al hombre, a
ambos, le fue dado dominio
sobre la tierra, pero cada uno
ejecuta este propósito de
acuerdo a sus diseños y
propósitos únicos
40. Tratar de ser otra persona en
lugar de ser tu mismo, en
lugar de ser lo que tu fuiste
creado, es perderse lo mejor
que tiene Dios para ti
41. Cuando tratamos de cambiar
los propósitos de Dios por
nuestros propósitos o por
otros propósitos, estamos
intentando lo imposible,
porque los propósitos de
Dios no pueden ser alterados
42. Adán y Eva rechazaron los
propósitos de Dios a través
de un acto de su propia
voluntad
43. Debido a la caída, el hombre
experimento una rutura en su
relación con Dios, así como la
muerte física y espiritual, y la
pérdida de la relación
perfectamente equilibrada entre
los hombres y las mujeres
44. Dios no maldijo a la mujer o al
hombre como consecuencia de
la caída, Él maldijo a la tierra.
Adán y Eva experimentaron las
consecuencias naturales de
rechazar a Dios y sus
propósitos
61. La fuente de recursos es
responsable por el producto
62. La mujer fue hecha para todo
lo que el hombre tiene
63. En la esfera espiritual, no
hay diferencia entre los
hombres y las mujeres, pero
en la esfera física tiene que
haber una relación adecuada
de sumisión
64. La mujer es mas frágil o mas
débil que el hombre:
delicada, sensible y
absorbente
65. La mujer fue hecha
físicamente diferente del
hombre, de tal manera que
ella pueda llevar a cabo la
reproducción de la raza
66. Si tu no estás segura de que
eres una mujer o un hombre,
la evidencia se encuentra en
tu diseño físico
67. La relación entre Dios y el
hombre es expresada entre la
relación entre el hombre y la
mujer
68. La mujer fue colocada en el
jardín del Edén junto con el
hombre
69. Una mujer no puede cumplir
su propósito a menos que
ella esté en relación con Dios
71. En la función de dominio de la
mujer como mejoradora, ella es
líder conjuntamente con el
hombre. Ella comparte su
visión y trabaja con él para
cumplir aquello para lo cual
ambos fueron creados
72. La mujer toma en sí quien es el
hombre y lo que el hombre
tiene y lo amplifica y lo
extiende. De esta manera, el
liderazgo de él es efectivo y la
visión compartida de ellos se
convierte en realidad
73. El primer propósito de la
mujer como mejoradora es
ser una compañera para el
hombre, para que él no esté
solo
79. Cuando una esposa decide
que quiere una visión
completamente diferente
para su vida, en lugar de la
visión de su esposo, ellos
van a experimentar una
división
80. Cuando la mujer decide que
está cansada de ayudar y que
se va a convertir en el jefe,
su hogar se mete en
problemas
81. La intención de Dios es que
la mujer sea la ayuda idónea
del hombre en general, y no
solo para su marido
83. La mujer se adapta a la
fuente de recursos de donde
vino
84. Si una mujer entra en una
situación o un medio
ambiente, ella tiene una
mayor tendencia a
convertirse en ello mas que
el varón
85. Una mujer es mas emocional
que un hombre, debido a que
es movida por estímulos del
medio ambiente
86. Cualquier cosa que el
hombre deja de dar, o que
da, la mujer generalmente se
adaptará a ello
87. En todas las maneras en que
la mujer mejora la vida del
hombre, ella también está
mejorando su propia vida,
debido a que ella es líder
conjunta y participante de la
visión de dominio
92. La Biblia le dice al hombre
que ame a la mujer, pero no
le dice a la mujer que ame al
hombre. Le intruye y le
indica se se someta a él y
que lo respete
93. La mujer va a reflejar el
amor o la falta de amor que
ella recibe del hombre
95. Muchos hombres creen que
ellos están expresando el amor
adecuadamente a sus esposas
por medio de proveerles con las
cosas básicas de la vida o por
medio de darles regalos muy
costosos. Esto no expresa el
verdadero amor
96. Si un hombre va a dar amor
a su esposa, él tiene que
andar en la compañía de
Jesús. Él tiene que encontrar
la forma como Cristo Jesús
amó a su iglesia
97. El hombre debe santificar a
su esposa: debe apartarla en
su corazón y en su vida, y
valorarla como su gema mas
preciosa
98. Los hombres muy frecuentemente
se encuentran en posiciones de
autoridad sobre las mujeres, y
ellos ejercen influencia sobre sus
perspectivas y actitudes. Ellos
deberían tratar a la mujer con
bondad y con amor cristiano para
no apagar la naturaleza que Dios
les ha dado a ellas
99. El segundo propósito de la
mujer como reflectora es
representar la naturaleza del
hombre. Ella debe reflejar la
esencia de todo para lo que
Dios creó al hombre a su
imagen
100. La gloria se refiere a la
manifestación, a la
expresión, de la verdadera
naturaleza de algo
101. El hombre refleja la imagen
y la gloria de Dios, mientras
que la mujer refleja la gloria
del hombre
102. Si tu quieres saber como es
un hombre, no le preguntes
al hombre. Mira a la mujer
que lo está reflejando
103. Jesús mandó a la iglesia al
mundo para que fuera un
reflejo de Él mismo
104. La función de la mujer como
reflectora del amor y de la
naturaleza del hombre puede
revelar poderosamente al
mundo el gran amor que
Dios tiene por la humanidad
106. El tercer aspecto de la
función de dominio de la
mujer es que ella es una
dadora de vida
107. La función de dominio de la
mujer como dadora de vida
no está limitada a gestar o a
parir niños humanos
108. La mujer es una incubadora
porque su naturaleza misma
refleja su inclinación a
desarrollar y a darle nueva
vida a las cosas
109. Su habilidad como incubadora
impregna todas las áreas de su
vida. Ella tiene un vientre
físico, pero también un vientre
emocional, un vientre mental y
de instinto, y un vientre
espiritual
110. Lo que hace a una mujer ser
incubadora, no solo es el
hecho de recibir, sino de ser
capaz de transformar lo que
ella ha recibido
111. Un vientre nunca te va a
regresar a lo mismo que
recibió. Va a tomar lo que le
diste y lo va a multiplicar
112. La mujer incuba de estas
maneras principales: ella ve
las posibilidades y el
potencial
113. Ella considera las palabras,
las acciones y las relaciones
entre las cosas
127. Los estilos diferentes de
comunicación de las mujeres
y de los hombres fueron
hechos para ser
complementarios
128. La mujer no necesita
disculparse por sus
emociones, porque Dios la
diseñó para sentir
129. Cuando las mujeres y los
hombres entienden las
diferencias de sus estilos de
comunicación, ellos pueden
aprender como usar sus
diferencias para el
mejoramiento de ambos
130. Lo que una mujer habla es la
expresión de lo que ella
siente. Lo que un hombre
habla es la expresión de lo
que él piensa
131. La mujer recibe todo lo que
escucha como una
experiencia emocional. El
hombre recibe todo lo que
escucha como mera
información
132. Las mujeres están interesadas en
los detalles concretos, mientras
que los hombres están interesados
en las ideas abstractas. De forma
similar, cuando viene a la
memoria, las mujeres tienden a
recordar los detalles y los hombres
tienden a recordar la esencia del
asunto
133. La mujeres no olvidan, pero
los hombres tienen que ser
recordados una y otra vez
134. Nos muestra como soportar
los diferentes estilos de
comunicación de uno y de
otro
139. Aunque una mujer esté
honrando y estimando a su
marido, él tal vez no sabe
como expresar el amor hacia
ella en la forma que ella lo
necesita
140. Si el esposo de una mujer
ignora la necesidad que ella
tiene de amor, es importante
que ella sea paciente y que
confíe que Dios le va a revelar
esta necesidad a él mientras que
ella evita la amargura
141. Una necesidad muy
importante de la mujer es la
conversación, mientras que
una necesidad muy
importante del hombre es el
compañerismo en las
actividades recreativas
142. Para poder satisfacer
verdaderamente la necesidad de
conversación de la esposa, el
marido debería hablar con ella
al nivel de los sentimientos y
no solo a nivel del
conocimiento y la información
143. El marido debería conversar con
su esposa teniendo una actitud
abierta y con cortesía, diciéndole a
ella lo que él siente y lo que él
piensa. Él debería compartir sus
planes y acciones de forma clara y
completa debido a que él se
considera a sí mismo en
responsabilidad hacia ella
144. Una mujer puede crear
oportunidades para
conversar con su marido por
medio de desarrollar interés
en su trabajo, en sus
actividades y en sus hobbies
146. El sexo fue parte del diseño
original de Dios para la
humanidad, y es una cosa
santa entre un esposo y una
esposa
147. El afecto crea el medio
ambiente para la unión
sexual entre el matrimonio,
mientras que el sexo es el
acto mismo
148. El hombre debería ser sensible
a las temporadas o estaciones
del ciclo reproductivo de la
mujer, y no presionarla a tener
relaciones sexuales, mientras
que la mujer debería ser
sensible a la necesidad de su
marido a tener sexo
150. Dios puso a la mujer en
liderazgo cuando, con todo
propósito, Él mandó a una
mujer María a que fuera líder
para su pueblo
151. En lugar de preguntar si la
mujer debería estar en
liderazgo, deberíamos
preguntar como es que ella
debe ejercerlo de acuerdo a
su propósito y a su diseño
153. La ejecución del dominio es
diferente para los hombres que
para las mujeres, basándose
esto en su propósito y en su
diseño. El hombre ejercita el
poder de posición y la mujer
ejercita el poder de influencia
154. El poder y la influencia son
iguales pero diferentes. Una
mujer y un hombre son
iguales en el liderazgo. La
diferencia está en sus
funciones de liderazgo
155. El poder de influencia puede
ser mas sutil que el poder de
posición, pero tiene un
efecto muy potente
156. Cuando una mujer no se
encuentra bajo la influencia
del Espíritu Santo, su
influencia puede ser muy
peligrosa
157. A través de la redención,
Cristo restauró a la mujer a
una completa sociedad con
el hombre
158. Los escritos de Pablo con
relación a la mujer reflejan
dos contextos: la igualdad de
la mujer con el hombre
basado en su redención en
Cristo Jesús y un contexto
cultural
159. Aún antes que Jesús muriera en la
cruz, Él afirmó a las mujeres en su
ministerio terrenal en una manera
que fue revolucionaria para el
hombre caído, pero que era
correcta, y estaba en línea con los
propósitos que Dios tenía para la
humanidad en la creación