1. “LOS GEMELOS ROJOS”
Había una vez dos niños llamados Caperucito y
Caperucita.
Caperucito era bajito con el pelo largo, siempre llevaba
gorra, era bobo, rápido, no tenía mucha fuerza y era
delgado.
Caperucita era alta, delgada, rubia, con ojos azules y
siempre llevaba una caperuza roja.
Ellos se fueron a casa de su abuelo pero por el camino,
había una osa malvada.
La osa engañó a Caperucito y le dijo que por el otro
lado era más fácil, pero Caperucita no cayó en la
trampa porque era muy lista. Cada uno fue por un
camino. La que llegó primero fue Caperucita, que se
escondió debajo de la cama. Después llego la osa y se
comió al abuelo sin masticarlo.
Cuando llegó la osa, se vistió de abuelo y Caperucito
que acababa de llegar le dió las medicinas que tenía
para él. Lo que le dijo la osa fue:
- Gracias hijo por las medicinas.
2. - Que ojos tan grandes tienes. - Dijo Caperucito
- Es para verte mejor. – Dijo la osa.
- Abuelito, que orejas tan grandes tienes.
- Es para oírte mejor. – Dijo la osa.
- Que boca tan grande tienes. – Dijo el niño.
- Es para…¡ comerte mejor! – Respondió la osa.
Y se lo comió.
Caperucita vio como se lo tragaba sin masticar y ella
tuvo una idea.
La idea era, que cuando se durmiese la osa, le iba a
cortar la barriga para sacar al abuelo y al niño y
después de sacarlos, meterla piedras en la barriga y
cosérsela.
Cuando llegaron a casa, se lo contó a su padre. Él
pensó, que nunca más los iba a dejar solos con la
malvada osa.
Caperucita salvó al abuelo y al niño y vivieron felices y
comieron espaguetis.