La Doctrina Monroe de 1823 advirtió a los países europeos que no debían intervenir ni intentar reconquistar territorio en América, ya que Estados Unidos lo consideraría una agresión. Esto promovió el comercio estadounidense y la democracia en el continente. Más tarde, la Teoría del Destino Manifiesto de 1845 argumentó que Estados Unidos debía expandirse territorialmente por todo el continente, lo que llevó a la guerra entre Estados Unidos y México de 1846 a 1848.