2. Alejandro Magno, también conocido como Alejandro
El Grande y Alejandro II de Macedonia. Nació el 20 o
21 de julio del 356 a.C. y murió el 10 o 13 de junio del
323 a.C., a la de edad de 32 años.
Su reinado en Macedonia comenzó cuando su Padre,
Filipo II, fue asesinado antes de conseguir su
propósito, hacerse con el mando de cada ciudad
griega; los macedonios, entonces, lo eligieron a él.
Poco después, consiguió el propósito de su padre,
pero al no quedar satisfecho con eso, mandó un
ejercito que él había reclutado para conquistar
territorios fuera de sus fronteras, y hasta fundó su
gran ciudad: Alejandría. Después, quiso derrotar a los
persas, y lo consiguió; finalmente se hizo con Asia.
Poco después murió, (hay varias teorías sobre las
causas) y comenzó el período helenístico.
Alejandro consiguió pasar hacia una nueva era más
moderna basada en la población de las ciudades, el
cultivo y la ingeniería. Extendió la cultura griega por
todo el mundo.
3. El día de su nacimiento, según Plutarco, se tuvo
noticia en la capital de tres triunfos que habían
ocurrido. Dicen que esos logros eran un tipo de
advertencia sobre lo que iba a conseguir Alejandro.
Su descripción física en su infancia sería una
presencia hermosa, de cabello ondulado y castaño
claro, piel clara y ojos de distinto color, es decir
heterócromos (el izquierdo marrón y el derecho gris).
Desde pequeño, Alejandro demostró las
características más destacadas de su personalidad:
activo, enérgico, sensible y ambicioso.
Su educación fue dirigida por Leónidas, un maestro
estricto que enseñaba a los nobles, y a los 13 años
por Aristóteles. Poco tiempo después, su padre lo
nombró regente.
Una de las anécdotas que se cuentan es que Filipo II
había comprado un gran caballo al que nadie
conseguía montar ni domar. Alejandro, aún siendo un
niño, se dio cuenta de que el caballo se asustaba de
su propia sombra y lo montó dirigiendo su vista hacia
el Sol. Tras domar a Bucéfalo, su caballo, su padre le
dijo: «Búscate otro reino, hijo, pues Macedonia no es
lo suficientemente grande para ti». Y a los 20 años
comenzó una expedición.
4. Tras su nombramiento como rey de Macedonia, elegido por sus
habitantes, comenzó su conquista de Grecia. Con su técnica, inteligencia
y su valor, le fue fácil dominar el resto de la Hélade rápidamente. Y poco
después, se hizo con el poder de todas las ciudades restantes, incluso
con las que se había impuesto a su mandato. Pero conquistar sólo Grecia
le venía demasiado pequeño, y al no sentirse satisfecho con eso, quiso
también conquistar los territorios fuera de sus fronteras.
5. Alejandro Magno reclutó un ejército de Grecia para lanzarlo a conquistar los territorios
internaciones, es decir, fuera de sus fronteras. Unos años más tarde consiguió
conquistar Egipto, y allí fundó su gran ciudad a la que llamó Alejandría. A partir de ahí,
en Asia se fundaron muchas más ciudades con el mismo nombre.
Después de conquistar Egipto, quiso acabar con el dominio persa. Hubo numerosas
batallas contra los ejércitos persas, a las que el ejército griego salió victorioso de ellas.
Éstas batallas tuvieron lugar junto al río Gránico, en Isos y finalmente en Gaugamela,
donde hizo que el rey persa Darío III huyera, aunque después fue asesinado.
Y así, por fin, se hizo con Asia. El imperio llegó hasta la península del Indostán.
Alejandro había conseguido una muy buena fama por su valentía liderando.
6. El 13 de junio del 323 a.C. Alejandro murió en el
palacio de Nabucodonosor II de Babilonia. A la
edad de 32 años, casi 33. Existen varias teorías
sobre la causa de su muerte, que incluyen
envenenamiento por parte de los hijos de Antipatro
(Casandro y Yolas) o enfermedad que pudo ser la
fiebre del Nilo, o una recaída de la malaria que
contrajo en el 336 a.C.
Alejandro participó en un banquete organizado por
su amigo Medio de Larisa el 2 de junio. Tras beber,
tuvo que retirarse por encontrarse gravemente
enfermo. Los rumores de su enfermedad circulaban
entre las tropas, que se pusieron cada vez más
nerviosas. El 12 de junio, los generales decidieron
dejar pasar a los soldados para que vieran a su rey
vivo por última vez, de uno en uno. Ya que el rey
estaba demasiado enfermo como para hablar, les
hacía gestos de reconocimiento con la mirada y las
manos. El día después, Alejandro ya estaba
muerto. Al morir solo dijo esto: "preveo un gran
funeral en mi honor". Y respondió a su última
pregunta unos minutos antes de morir ¿Cual es tu
testamento? ¿a quien se lo dejas? solo respondió
"al más digno".