Los principales requisitos de una solución WLAN incluyen alta disponibilidad y escalabilidad para garantizar el funcionamiento continuo de los servicios a medida que la red crece, capacidad administrativa para planificar y controlar los recursos y actividades, una arquitectura abierta que permite modificar los componentes, seguridad para proteger los datos de la red, y un costo que depende de los requerimientos y el ciclo de vida del cliente.