3. Creo en la santa esperanza, energía misteriosa del corazón humano, que permite avanzar cuando todo se pierde.
4. Creo en la gente del barrio, en el señor de la tienda, en la madre que educa sus hijos con toda su alma y un salario mínimo.
5. Creo en nuestros campesinos y nuestros indigenas que, excluídos y manipulados, siguen sembrando con paciencia, en la espera eterna de mejores días.
6. Creo en los maestros y en la educación, en la democracia y en la convivencia, en el perdón mutuo de nuestros pecados y en la solidaridad que a todos nos permita un mundo más humano y más justo.
7. Creo en los niños y en su fantasía. Creo en los jovenes y en su alegría. Creo en los ancianos y en su benevolencia.
8. Creo en el amor, los sentimientos y la sensibilidad que habrán de conciliarnos con la naturaleza y con la vida, sin la ceguera del egoismo, sin la estupidez de la guerra, sin la arrogancia del poder y sin la seducción del dinero.
9. Creo en el trabajo digno, en la ciencia y en el arte, en la abundancia y en la felicidad para todos los hombres, como esfuerzo colectivo de las sociedades humanas. Por los siglos de los siglos. AMEN. Texto: Jorge Humberto Jiménez jorgehjb@hotmail.com