2. EL DOMINGO 9 DE FEBRERO.
Las personas que se levantan con el alba notaron extraña
agitación en las calles. No tardo en corre por toda la ciudad con
rapidez de relámpago una noticia tan estupenda como
inesperada: !La guarnición se había sublevado contra el
presidente Madero!
3. • Ese amanecer un escuadrón de la escuela militar de aspirantes
en Tlalpan toma rumbo al palacio nacional . Al otro extremo
de la ciudad , en Tacubaya otro grupo de sublevados recorre la
cárcel de Santiago Tlatelolco y de Lecumberri , para liberar a
los generales Bernardo Reyes y Félix Díaz.
4. LUNES 10 DE FEBRERO.
• En la mañana del 10 de febrero Madero y Ángeles llegaron a la
capital por el rumbo de Xochimilco y Tepepan ,fueron
recibidos por el ministro de guerra Ángel García. a pesar de la
insistencia del presidente para nombrar a Ángeles como jefe
de la plaza , el ministro ignoro la petición y decidió respetar el
escalafón militar manteniendo a Huerta en el mando.
5. Martes 11 de febrero.
• El ataque se inicio a las 10 y 12 de la martes 11.
6. • Siguiendo el plan acordado, las cuatro columnas de leales
realizaron un avance frontal siendo blanco directo de los
rebeldes. De acuerdo con Urquizo, quien fue testigo de los
acontecimientos, "sólo siendo muy animal se podía creer
que pudiera tomarse una fortaleza montados a caballo y
caminando por un lugar barrido por las ametralladoras”.
• Las calles quedaron llenas de cadáveres de hombres y
caballos, ese día hubo más de quinientos muertos y heridos.
7. • Durante el transcurso del día, Huerta se entrevistó en secreto
con Díaz, acordando entre ambos simular que los sublevados de
la Ciudadela estaban cercados y planear el derrocamiento de
Madero, tratando de causar el menor número de bajas entre sus
seguidores.
• Cuando Madero recibió las noticias del fracaso le reclamó a
Huerta no solamente los resultados, sino el haber permitido el
paso de víveres a La Ciudadela. En primera instancia Huerta
negó la acusación, pero una vez que fue confrontado con los
testigos que lo habían reportado arguyó que se trataba de una
estrategia para concentrar a los rebeldes y de esta forma
rematarlos. A pesar de las sospechas de todos los maderistas, el
presidente decidió confirmar a Huerta en el mando. Los disparos
disminuyeron por la noche.
8.
9. Miércoles 12 de febrero.
• La noche no registró al parecer ningún combate formal. Se
oyeron con largos intervalos de silencio breves tiroteos y uno
que otro disparo de cañón.
• Al amanecer, los soldados volvieron a ocupar sus puestos y se
reanudo el fuego.
• Poco después entró por la calle de Zarco una fuerza federal y
empezó a tomar posiciones.
10. Durante estas operaciones fueron hechos varios prisioneros y remitidos a la
Mayoría de Plaza, y se recogieron 21 fusiles sin marca a los presos y dispersos
de la cárcel de Belén. Al desocuparse la expresada cárcel el día 12, los presos,
libres de custodia, huyeron en masa de la prisión habiendo logrado reaprender
con la fuerza a mis órdenes a 900 de ellos aproximadamente, siendo
conducidos al Parque de Ingenieros a disposición del C. Coronel Jefe de la
Línea. Ernesto Robert, Capitán 1º del Estado Mayor, comandante del Batallón
Irregular.
11. Jueves 13 de febrero.
• El cañoneo persistió, un disparo destrozó la puerta Mariana
del Palacio Nacional, de esta forma los rebeldes demostraron
que lo tenían a su alcance. La lucha armada se extendió por las
calles de Victoria, Morelos y Doctor Vértiz. Cayeron granadas
que dañaron al club americano y al club alemán. Los golpistas
se apoderaron de la torre de la iglesia del Campo Florido,
haciendo de este lugar el escenario principal de los combates.
El gobierno recibió dos millones de cartuchos para fusiles y
cañones procedentes de Veracruz.
12. • El embajador estadounidense Henry Lane Wilson, quien
detestaba al presidente Madero, envió informes alarmistas y
exagerados de lo que acontecía al presidente de su país,
William Howard Taft, con la intención de promover una
intervención. Mediante una visita de Enrique Cepeda a la
embajada, se concertó una entrevista entre el embajador,
Félix Díaz y Victoriano Huerta para trazar el plan que
eliminaría a Madero.
13. Viernes 14 de febrero.
• El 14 de febrero llegaron a la capital las tropas de Oaxaca, por
otra parte el general Aureliano Blanquet, que se encontraba
en Toluca combatiendo al zapatismo al mando del 29.°
Batallón, llegó a la periferia de la Ciudad de México y
permaneció en los llanos de Tlaxpana por órdenes de Huerta.
• Enterado de los rumores de una posible intervención
estadounidense, Madero envió un telegrama a su homólogo
William H. Taft en el que decía estar informado de un posible
desembarco de tropas estadounidenses en costas mexicanas
con la intención de salvaguardar los bienes y la vida de sus
connacionales que residían en México. Le solicitó evitar esta
acción para no empeorar la situación prometiendo
salvaguardar en la medida de lo posible la vida de sus
compatriotas.
14. Sábado 15 de febrero.
• El embajador Wilson, que apoyaba los planes de los golpistas,
estuvo enterado desde el principio del posible convenio con
los rebeldes y lo notificó al gobierno de Estados Unidos.
Además para desacreditar al gobierno mexicano y a los
embajadores latinoamericanos que estaban a favor de
Madero, trató de intranquilizar a parte del cuerpo diplomático
europeo —compuesto por el contralmirante Paul von Hintze
de Alemania, Francis W. Stronge de Inglaterra y Bernardo J.
Cólogan y Cólogan de España— para que le ofrecieran su
respaldo arguyendo la incompetencia de Madero
15. Domingo 16 de febrero.
• A las 2:00 a. m. del 16 de febrero se pactó un armisticio por 24
horas. La ciudadanía salió a las calles para proveerse de
alimentos, algunas familias que habían permanecido en las
zonas de peligro abandonaron sus casas hacia sitios más
seguros.
16. • Cuando Madero por segunda ocasión reclamó a Huerta la
inefectividad de los ataques y la violación al armisticio, el
general argumentó que todo formaba parte de su estrategia
para concentrar a los rebeldes y aniquilarlos. El coronel Rubén
Morales, asistente de Madero, planeó un ataque nocturno
pero Huerta lo impidió. El secretario particular de Madero,
Juan Sánchez Azcona sorprendió a Huerta entrevistándose con
Alberto García Grandados y Enrique Cepeda, ambos
simpatizantes de los golpistas. Alberto J. Pani, amigo y
colaborador del presidente en su informe diario le informó de
la posiblidad de un acuerdo de los sitiadores y los sitiados. A
pesar de las advertencias de la patente deslealtad de Huerta,
Madero continuó confiando en él.
17. Lunes 17 de febrero.
• Por la mañana se recibió un cablegrama del presidente Taft,
quien indicó a Madero que sus informes eran inexactos
explicando que las fuerzas navales estadounidenses se
encontraban tan solo en una posición de precaución natural y
que no existía ninguna orden de desembarco, no obstante se
encontraba al tanto de lo que ocurría en México a través de
las noticias del embajador Henry Lane Wilson.
18. • «Prometo a usted, señor presidente, que mañana todo habrá
terminado..»
Victoriano Huerta.
• El presidente le creyó a Huerta, y, para que limara asperezas
con su hermano, persuadió a ambos para que se reunieran al
día siguiente. Henry Lane Wilson visitó La Ciudadela para
continuar su labor de mediación entre Huerta y Díaz. Cuando
el embajador se encontró con el escritor John Kenneth Turner
le pidió sincerarse con sus captores, Mondragón lo sentenció a
muerte, estuvo a punto de ser fusilado, no obstante al
considerar que la acción no sería bien vista por el gobierno
estadounidense, dos días más tarde, los golpistas decidieron
liberarlo.
19. Martes 18 de febrero.
• Este día se definió el golpe de Estado en tres escenarios, el
presidente y el vicepresidente fueron arrestados en Palacio
Nacional, Gustavo A. Madero fue hecho prisionero en el
restaurante Gambrinus, y se negoció un pacto con los
golpistas mediante la intervención de Henry Lane Wilson en la
embajada de los Estados Unidos.
20. • Una vez conocido el arresto de Francisco I Madero y demás
personas allegas a él, el pueblo tomó diversas actitudes. Una
parte y cuantiosa se reunió frente a Palacio Nacional.
• Postal anónima de la colección de la UACJ: "EL PUEBLO
FRENTE A PALACIO AL SABER LA PRISION DE MADERO. 2."
21. • A las 9:30 p.m. Henry Lane Wilson convocó a parte del cuerpo
diplomático y recibió en la embajada de los Estados Unidos a
los golpistas. Por una parte llegó Victoriano Huerta
acompañado de Enrique Cepeda y el general Joaquín Maas
Flores, y por otra Félix Díaz acompañado del general Fidencio
Hernández y Rodolfo Reyes. Fue este último el encargado de
redactar el Pacto de la Embajada, que se dio a conocer de
manera oficial como Pacto de La Ciudadela,60 el cual
establecía desconocer al gobierno de Madero y Pino Suárez y
establecer un gobierno provisional al mando de Victoriano
Huerta con un gabinete conformado por reyistas y felicistas.
22. Miércoles 19 de febrero.
• Los festejos en La Ciudadela continuaron hasta el amanecer del día
19. Al calor de la borrachera los soldados exigieron a Félix Díaz la
entrega de los hermanos Madero. Huerta se opuso, pues necesitaba
la renuncia oficial del presidente para dar legalidad a la usurpación,
a cambio, les entregó a Gustavo A. Madero y a Adolfo Bassó. Los
prisioneros fueron conducidos por Joaquín Maas y Luis Fuentes ante
la presencia de Mondragón, quien, en venganza por las muertes de
Reyes y Ruiz, ordenó su muerte. Debido a las arengas que Cecilio
Ocón dirigió a la soldadesca, al filo de las 2:00 a. m., Gustavo fue
cruelmente martirizado. En las afueras de La Ciudadela le arrancaron
el único ojo que tenía dejándolo ciego, lo patearon, lo humillaron, lo
golpearon continuamente, un capitán le disparó, aún muerto su
cuerpo fue mutilado y los soldados le siguieron disparando. Le
extrajeron el ojo postizo, su cadáver fue quemado, tenía treinta y
siete heridas de bala. Acto seguido, Adolfo Bassó fue fusilado, él
mismo dio las órdenes al pelotón de fusilamiento.65 Antes del
amanecer, en el mismo lugar, fue asesinado el periodista y jefe
político de Tacubaya, Manuel Oviedo, con quien Mondragón tenía
viejas rencillas.
24. Jueves 20 de febrero.
• Desde su aprehensión, Madero y Pino Suárez permanecieron en el
Palacio Nacional, esperando en vano un tren que los conduciría al
puerto de Veracruz, de donde se embarcarían a Cuba.
• Sarita, como se conocía a la esposa de Madero, tenía protección de
la delegación japonesa. Por la tarde del jueves 20 se entrevistó con
el embajador estadounidense para abogar por la vida de su esposo.
El embajador le comentó que él le había advertido a Madero mucho
tiempo atrás que eso pasaría y que ahora pagaba las consecuencias
de su mal gobierno. Al final dijo a Sara "que no se preocupara, que
no le pasaría nada a Madero”.
• La familia de Madero, infructuosamente, envía un mensaje al
presidente Taft. Este ordena a Wilson intervenir para salvar a
Madero. La esposa y la madre de madero visitan al embajador, quien
las desprecia. Les dice que la culpa la tuvo Madero porque "nunca
quiso consultarme".
25. • Tras haberse hecho con el gobierno Victoriano Huerta forma
su gabinete, tomado posesión de sus cargos.
• Fotografía de Manuel Ramos, el Presidente Victoriano Huerta
y su gabinete tras la ceremonia de toma de sus cargos.
Colección Getty.
26. Viernes 21 de febrero.
• El embajador de Cuba había ido a visitar a los prisioneros y
ante el temor de Pino Suárez de ser asesinados pasó la noche
con ellos. Madero tenía mejor humor y motivó a los presentes
para pasar una velada agradable. Pino Suárez dijo que al ya no
serles de utilidad a Huerta, serían asesinados. Escribió una
carta a su amigo Serapio Rendón donde le pedía velar por sus
hijos y consolar a su esposa.73 Por la noche, Madero recibió la
visita de su madre, Mercedes González Treviño, quien le
notificó lo que había pasado con Gustavo, la noticia lo
trastornó, pasó la noche llorando en silencio su muerte.
27. Sabado 22 de febrero.
• Félix Díaz, Manuel Mondragón, Aureliano Blanquet y
Victoriano Huerta, coordinaron las acciones para deshacerse
de Madero y Pino Suárez, Lane Wilson estuvo al tanto de las
mismas. Alrededor de las 6:00 p. m. el mayor de rurales,
Francisco Cárdenas fue llamado a presentarse a los salones de
la Presidencia. Se entrevistó con el general Blanquet, quien le
comentó que el país lo necesitaba para un gran servicio. A
continuación fue presentado al ministro de Guerra, Manuel
Mondragón quien le explicó que la misión consistía en matar a
Madero y Pino Suárez fingiendo un asalto.
28. • De acuerdo con Márquez Sterling, a las 10:00 p. m. de esa
noche se habían acostado Madero, Pino Suárez y Ángeles.
Veinte minutos más tarde los despertaron con la noticia de
que serían trasladados, Madero preguntó al guardia por qué
no se les había informado antes para estar vestidos. El coronel
Joaquín Chicarro, encargado de la custodia de los prisioneros,
les notificó que serían llevados a la Penitenciaría de
Lecumberri. El general Ángeles se incorporó preguntando si él
sería trasladado, a lo cual Cárdenas contestó: "No, general,
usted se queda aquí. Es la orden que tenemos". El
expresidente y el exvicepresidente fueron bajados al patio del
Palacio donde dos vehículos les esperaban.
29. • Al momento de llegar a Lecumberri los automóviles pasaron de largo
la entrada principal y se desviaron hacia el extremo más apartado de
la penitenciaría, Francisco Cárdenas, el hombre encargado de
asesinar a Madero, le ordenó: "Baje usted, carajo" y ante la negativa
de éste le disparó en la cabeza, muriendo en el asiento del coche.
Por su parte, Pino Suárez intentó huir pero fue herido por Rafael
Pimienta. Fue rematado en el suelo, su cuerpo registró trece
impactos de bala. Acto seguido los militares, para simular el asalto,
dispararon contra los vehículos y limpiaron las manchas de sangre
que había en el interior de los automóviles. Los choferes, testigos
involuntarios de los asesinatos, fueron conminados a guardar
silencio. Poco después de la media noche, Cárdenas se reportó en
Palacio para rendir su informe al general Victoriano Huerta, éste se
encontraba en medio de una conferencia de prensa notificando que
una multitud iracunda había asaltado a la escolta que custodiaba y
conducía a Madero y Pino Suárez a la penitenciaria. Huerta,
Mondragón y De la Barra informaron a la prensa que se realizaría
una investigación para esclarecer los hechos. Una vez hecha esta
declaración, Mondragón pagó a los asesinos la cantidad de
dieciocho mil pesos.