Un grupo de monjas muere en un accidente de microbús y llegan al cielo, donde San Pedro les pregunta sobre su experiencia con penes antes de dejarlas pasar. Las respuestas determinan cuánto deben sumergirse en un estanque de agua bendita para purificarse. La última monja se apura al frente de la fila para lavarse la boca antes de que otra monja se lave el trasero en el agua.
2. El Santo le pregunta a la primera monja: -Hermana Teresa, ¿usted tuvo alguna vez contacto con un pene? La hermana sonríe tímidamente y responde: -Bueno... una vez toqué la cabeza de uno, con la puntita del dedo. -Muy bien - dice el Portero del Cielo - meta la punta del dedo en esta pira de agua bendita, y luego atraviese el portón.
3. San Pedro le pregunta a la segunda monja: -Hermana Beatriz, ¿ud tuvo alguna vez contacto con un pene?... La hermana traga saliva y dice: - Bien... una vez acaricié uno... -Siendo así - determina San Pedro - meta toda la mano en el agua bendita, y luego atraviese el portón.
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5. Cuando la monjita agotada llega al comienzo de la fila, San Pedro le pregunta: -Hermana, ¿por qué está tan apurada?... Y la monja responde: -Es que si voy a tener que hacer gárgaras con ese agua, mejor lo hago ahora, antes de que la hermana María se lave el culo...