La explotación minera tiene un gran impacto en el medio ambiente, causando daños desde pequeños hasta irreversibles, afectando la naturaleza en pos de intereses económicos. Aunque inicialmente no se le consideró un problema, hoy se reconoce como una amenaza para la humanidad y la naturaleza, por lo que es necesario regularla para reducir sus impactos. La minería es más dañina que otras industrias, como se evidencia en las zonas devastadas por la erosión, destrucción de flora y fauna, y contaminación de ríos