La tripulación del viaje de Colón se estaba amotinando debido a que llevaban más de 750 leguas navegando sin avistar tierra, más allá de lo calculado por Genoveses. Los suministros escaseaban y la moral estaba baja. Cuando todo parecía perdido, se escuchó el grito de "¡Tierra!" desde el mástil, cambiando el curso de la historia con el descubrimiento de América.