2. Significado
La Biblia (del latín biblĭa, y
este del griego βιβλία
[biblía], ‘libros’) es el
c o n j u n t o d e l i b ro s
canónicos del judaísmo y
el cristianismo. La
canonicidad de cada libro
varía dependiendo de la
tradición adoptada. Según
las religiones judía y
cristiana, transmite la
palabra de Dios.
3. Contenido
La Biblia es una recopilación de textos que en un principio eran
documentos separados (llamados «libros»), escritos primero en hebreo,
arameo y griego durante un periodo muy dilatado y después reunidos
para formar el Tanaj (Antiguo Testamento para los cristianos) y luego
el Nuevo Testamento. Ambos testamentos forman la Biblia cristiana.
La Biblia cristiana tal y como la conocemos hoy fue ensamblada por
primera vez en el Concilio de Hipona en el año 393. Este formato,
compuesto por 73 libros, fue confirmado en el Concilio de Trento
(1546) para los católicos romanos.
El pueblo judío identifica la Biblia exclusivamente con el Tanaj, al que
jamás denomina Antiguo Testamento, ya que, además, no acepta como
válido el llamado Nuevo Testamento.
4. Fechas de composición.
Los textos que componen la Biblia fueron escritos a lo largo de aproximadamente
1000 años (entre el 900 a. C. y el 100 d. C.).
Primer periodo: (hasta el 950 a.C) se compusieron casi todos los libros poéticos
que componen el Antiguo Testamento, como el Cantar de los cantares o los Salmos.
Segundo periodo: (entre los siglos X y VI a.C.) se compuso por escrito la Torá
(del hebreo torah, "ley"), es decir, los libros que el pueblo hebreo considera como
la auténtica palabra revelada por Dios al hombre. Está formada por los cinco
libros que los cristianos denominan Pentateuco: Génesis, Éxodo, Levítico, Números
y Deuteronomio.
Tercer periodo: (entre los siglos VI y II a.C.) se redactaron los libros de contenido
filosófico y moral, así como los textos proféticos: Proverbios, Libro de Job, Isaías,
Jeremías, etc...
Cuarto periodo: (entre los siglos II a. C. y el II d. C.) se compuso el Nuevo
Testamento.
5. Traducciones y versiones.
Ha sido traducida a más de 2000 lenguas, por lo que puede afirmarse que se trata del libro con mayor
difusión de la historia.
La Septuaginta: Hacia el 250 a. C. los judíos tradujeron el Tanaj (Antiguo Testamento) al griego, a esta
versión sé la conoce como la Septuaginta, Alejandrina, Biblia de los Setenta o LXX. Tras siglos de discusiones
entre cristianos y judíos, esta versión se fue asociando cada vez más al cristianismo, por lo que fue perdiendo
estima entre los judíos, que poco a poco fueron realizando versiones distintas también en griego.
Itala Antigua o "Vetus Latina": proviene de la Versión de los Setenta para la mayoría de los libros del
Antiguo Testamento y de los originales griegos para los libros del N.T. y Sabiduría, 2 Macabeos y
Eclesiástico. Estuvo en uso en Occidente desde el siglo II hasta el siglo V.
Vulgata: hacia finales del siglo IV, el Papa Dámaso ordenó a San Jerónimo hacer una nueva versión latina
teniendo presente la Itala Antigua. Se denominó "Vulgata" porque la intención de la obra era "vulgarizarla",
volverla popular.
Beza:durante la Reforma protestante, Theodore Beza produjo una nueva versión latina del Viejo Testamento,
el Nuevo Testamento y los Evangelios apócrifos. Dada la escasa demanda de Biblias latinas entre los
protestantes, su traducción nunca alcanzó gran difusión, pese a lo cual, tanto su texto como sus abundantes
notas exegéticas, influenciaron la Biblia de Ginebra (traducción al inglés de 1560, medio siglo anterior a la
versión King James).
La Neovulgata es, básicamente, la misma versión Vulgata, a la que se van incorporando avances y
descubrimientos según éstos tienen lugar. La última versión aprobada por el papado de esta Biblia data de
1979, siendo la versión de referencia para traducciones a otras lenguas.
6.
7.
8. Antiguo Testamento
Se trata de un corpus de textos de la más variada
naturaleza: no se trata, por tanto, de un libro
homogéneo en lo que respecta a sus temas, sus
autores o sus fechas de composición. Tampoco lo
desde el punto de vista del estilo.
9. Textos narrativos
Una gran parte de los libros del Antiguo Testamento son narraciones que relatan, en
muchas ocasiones, acontecimientos históricos. Estos no son referidos con rigurosidad
histórica, ya que sus autores no acuden a fuentes fidedignas para narrarlos después, sino
que recurren a tradiciones orales que luego interpretan con un propósito religioso y
refieren en forma de narración. Así, entre los distintos subgéneros narrativos, junto a los
textos propiamente históricos encontramos:
Mitos: Son narraciones fabulosas e imaginarias que pretenden ofrecer una explicación no
racional de la realidad. Se manifiestan a través de narraciones divinas concernientes a la
creación del mundo y del hombre, o a la lucha de Dios contra Leviatán, como se relata en
el Génesis.
Sagas: Refieren con fantasía una ficción o un suceso histórico concreto, por ejemplo, las
vidas de héroes y caudillos, así como las de sus descendientes. Ejemplos: Moisés, Josué,
Samuel.
Leyendas: explican de forma verosímil fenómenos maravillosos sucedidos en los lugares
santos, por ejemplo, el sueño de Jacob.
Anécdotas: relatan actos de heroísmo o hechos importantes sucedidos en la realidad.
Ejemplo de ello pueden ser las proezas de Sansón.u
Relatos novelísticos: narran sucesos de la vida diaria, envueltos en una cadena de
acontecimientos. Así, la historia de José podría considerarse un prototipo novelesco.
10. Textos legales
Exponen las normas y preceptos que marcan la conducta del
pueblo hebreo, tanto desde el punto de vista religioso como del
civil. Ocupan un lugar tan destacado en la Biblia, que el judaísmo
denominó Torá ("ley") a los cinco primeros libros. Los textos
legales predominan, sobre todo, en el Éxodo, el Levítico y los
Números. Los distintos tipos de leyes que aparecen en los textos
podrían clasificarse en dos grandes grupos:
Aquellas que no permiten ningún tipo de interpretación o
discusión sobre la norma de conducta que regulan. Se denomina
prohibiciones si son negativas y mandatos si son positivas.
Aquellas que se refieren a casos particulares. En su redacción se
aprecian dos partes: la condición ("si un hombre roba...") y la
consecuencia legal ("pagará..."). Esta formulación legal recuerda
tanto en su forma como en su contenido a los códigos legales
orientales, como el Código de Hammurabi.
11. Textos proféticos
Exponen los dichos o discursos de los profetas o mensajeros
de la voluntad divina. El profetismo es una de las grandes
instituciones del pueblo de Israel. Los profetas pueden
clasificarse en dos grupos:
Ágrafos: no escribieron sus oráculos y son, sencillamente,
mencionados en los libros históricos.
Escritores: sus oráculos, apoyados en la tradición y en las
creencias del pueblo, fueron reunidos, bien por ellos mismos
o por sus discípulos, en un libro que lleva su nombre. El
oráculo es una declaración atribuida a Yhavé con la que se
anuncia un hecho alegre o desgraciado y que se manifiesta
en una sentencia poética breve. Ejemplo: el Libro de Isaías.
12. Textos gnómicos
Se los designa con esta denominación porque participan de un triple carácter:
poético, sapiencial y didáctico. Por su género se pueden clasificar de la siguiente
manera:
Poesía lírica: expresa sentimientos y vivencias profundos del propio autor o del
pueblo; entre ellos se incluyen cantos de amor, poemas de oración, poesía hímnica
(los Salmos), poesía mística (Cantar de los cantares) y poesía elegíaca (Lamentaciones)
Poesía didáctica: se hallaría en los libros de Job, Proverbios, Eclesiastés y Eclesiástico.
Se trata de poemas didácticos o enseñanzas poéticas, expresadas a través de
sentencias, proverbios, alegorías, parábolas, enigmas, refranes que expresan de
forma popular y razonada la propia experiencia de la vida de un sabio.
Prosa didáctica: sus características son semejantes a las de la poesía didáctica, en
prosa: Libro de la sabiduría.
Conviene destacar un rasgo fundamental de estilo de este tipo de textos: el uso del
paralelismo.
13.
14. Nuevo Testamento
Está escrito en casi su totalidad en griego. A
pesar de que no es reconocido por los judíos
como parte de la Biblia, existe una fuerte
influencia hebraica en él.
15. Los cuatro evangelios canónicos.
Autoría: los estudiosos bíblicos modernos indican que posiblemente estos libros, al igual
que otros del Nuevo Testamento, fueron escritos por autores desconocidos que utilizaron
tradiciones o documentos previos del autor a quién se le acredita el libro; cuando se
redactó su edición definitiva, utilizando una costumbre literaria de la antigüedad, lo
hicieron bajo el nombre del personaje cuyos relatos ellos recogieron, lo que se conoce
como pseudografía. Estos autores adjudicados por la Biblia son los Apóstoles san Mateo,
San Marcos, san Lucas y san Juan.
Lengua: todos están escritos en griego, salvo el de san Mateo que está escrito en arameo.
Fecha de composición: la mayoría de expertos considera que fueron escritos en la
segunda mitad del siglo I d. C., aproximadamente entre 35 y 60 años después de la fecha
probable de la muerte de Jesús de Nazaret, aunque otros expertos proponen fechas más
tempranas.
Género: pertenecen fundamentalmente al género histórico-biográfico. Todos narran la
vida, doctrina y milagros de Jesús de Nazaret y encierran, por ello, un aspecto de índole
doctrinal. Son muy diversos los géneros que emplean: profecías, parábolas, discursos,
diálogos, sátiras, himnos, plegarias, exhortaciones, genealogías y sentencias.
16. Los Hechos de los apóstoles: es la única historia de la Iglesia primitiva
que se conserva y etá redactada con el mismo estilo de los tratados
históricos.
Las 14 epístolas de san Pablo: escritas durante sus viajes misioneros tras
su conversión al cristianismo. En ellas se fusiona el carácter religioso de
los textos bíblicos con el género didáctico y sapiencial. Su finalidad es dar
instrucciones a los cristianos sobre el modo de comportarse y responder a
sus inquietudes.
Las siete epístolas católicas: cuyos autores son Santiago, san Pedro, san
Juan y san Judas. Se denomina católicas a por ir dirigidas a todos los fieles
en general y no a ninguna persona o comunidad cristiana en particular.
Apocalipsis: de san Juan, último libro de la Biblia. Fue escrito a finales del
siglo I o principios del siglo II, cuando las persecuciones romanas contra
los cristianos se hicieron más cruentas. De género profético, tal vez sea el
escrito más críptico de toda la Biblia.