1. Y CON LA FAMILIA, ¿QUÉ
HAGO?
COMUNICARNOS E IMPLICAR A LAS FAMILIAS
DEL ALUMNADO CON TDAH
2. Nos podemos encontrar con dos
casos:
1. El alumno no está diagnosticado como TDAH:
Informar a los padres de los problemas en el aula: el
orientador/a junto con el tutor/a informa a los padres de las
dificultades detectadas, y de la repercusión en el aprendizaje
del alumno/a.
Hay que ofrecer la posibilidad de que lo evalúe el EOE o el
orientador/a del centro. Una vez se conozcan los resultados
con el informe de evaluación, hay que orientar a las familias
a otros profesionales que puedan confirmar el diagnóstico
médico y tratar el problema de forma específica. Sugerirle a
los padres la conveniencia de acceder a información sobre el
TDAH y de acudir a asociaciones de TDAH.
2. El alumno está diagnosticado como TDAH.
En ambos casos, seguiremos las pautas que se explican a
continuación
3. Relaciones básicas entre el
colegio y la familia del
alumnado con TDAH
Para comenzar, es fundamental la coordinación y comunicación
entre el centro, orientador psicopedagógico, profesores,
familia y/o profesionales externos.
Reglas y rutinas claras, ayudan a los alumnos con
hiperactividad, enseñarles a los alumnos cómo usar un libro
de tareas y un horario diario, destrezas de estudio y
estrategias para aprender y reforzar.
4. Es muy importante entre la
familia y el centro:
Docentes y familia han de tomar la misma actitud positiva.
Se deben mantener con el tutor citas regulares (cada 2 o 3
semanas). No pasar de tres, al principio del curso.
Planear conjuntamente unos objetivos realistas tanto para
padres como para profesores para llevar a cabo entre cada
cita. Pocos pero alcanzables. Ir aumentando objetivos según se
vayan cumpliendo. Centrarse en las soluciones y no en los
problemas. Si no se cumpliera alguno de los objetivos analizar
el porqué e intentarlo hasta la siguiente cita.
5. Es muy importante entre la
familia y el centro:
Informar a los padres de todos los aspectos, positivos y
negativos, sobre los avances en el rendimiento académico,
la conducta del niño, su estado emocional y las relaciones
con sus compañeros y profesores.
Trabajar conjuntamente y valorar el trabajo realizado por
ambas partes.
Comunicar a los padres si se van a efectuara medidas de
intervención, tanto dentro como fuera del aula: Tipo de
intervención, tiempo de la intervención, fechas, duración,
lugar donde se va a intervenir, quien realizará la
intervención, etc.
No dudar en el diagnóstico: Asumir que las características
que demuestra el niño son debidas al trastorno y no a la
mala educación que hayan recibido de sus padres.
6. Es muy importante entre la
familia y el centro:
Uso imprescindible de la agenda. Algunas de las dificultades más
relevantes del alumno con TDAH son las de organización
y planificación de sus deberes, tareas, estudio, etc., por lo
tanto, se recomienda:
Sensibilizar sobre la importancia de que la comunicación entre
el centro y la familia, a través de la agenda, contenga
información de aspectos tanto positivos como negativos del
alumnado; así como cuidar la forma en que se transmite
Además de las tareas diarias, es esencial que los alumnos/as y
los padres tengan acceso a las fechas de exámenes con
suficiente antelación, el contenido que abarcará, las fechas
previstas para la entrega de trabajos y lo que deberán
contener, así como los libros que deben leer y las fechas
límite de entrega para planificar los tiempos de estudio y la
supervisión necesaria.
Asegurarse que llevan el material necesario a casa para
realizar las tareas.
7. INTERVENCIÓN FAMILIAR:
La familia es el primer agente socializador de los hijos.
Puede representar un factor protector para posibles
dificultades de aprendizaje en el niño, pero también puede ser
un factor de interferencia para su aprendizaje. Si éste
requiere apoyo adicional para rendir de acuerdo a lo que se
espera de él y no lo encuentra en sus padres, marcará el
comienzo de dificultades escolares, fracasos, etc.
Por esto los padres tienen que estar permanentemente
involucrados en el proceso de formación de sus hijos y para
ello necesitan información y formación previa.
El rendimiento escolar, junto con la opinión de los padres y
lo adultos significativos, constituyen uno de los factores más
decisivos en la formación de la autoestima.
Es conveniente que las familias acudan a asociaciones que
tengan el respaldo de otras familias en su misma situación.
8. ACTUACIONES DE LA FAMILIA:
Reforzar lo positivo y obviar lo negativo. La familia debe
ser observadora de sus propias conductas y reflexionar
sobre sus consecuencias, para conocer y trabajar sus
fortalezas y debilidades.
Establecer unos límites y normas y las consecuencias de no
cumplirlas. Deben estar en lugar visible siempre.
La comunicación debe ser asertiva y empática, evitando
cualquier tipo de mensaje crítico ante sus fracasos e
intentando ponerse en el lugar de los niños.
Establecer planificaciones diarias. La organización diaria
del tiempo y del espacio creando rutinas, será necesario
para facilitar la adquisición de hábitos de autonomía en
los niños.
Distinguir persona de conducta. No debemos olvidar que
estos niños tienen la autoestima debilitada debido a todos
los fracasos que han ido acumulando en su vida, por eso
cuando les hagamos una crítica, esta debe ir dirigida a
su conducta. Por ejemplo, le diremos: "tu cuarto esta
desordenado", en vez de "Eres un desordenado".
9. ACTUACIONES DE LA FAMILIA
No olvidar que los padres son sus mejores modelos a
seguir. Contacto continuo entre familia y colegio. La
coordinación y la intervención en ambos ámbitos será la
mejor herramienta para paliar las dificultades que se irán
encontrando a lo largo de su vida escolar.
Mejorar su autoestima. Es necesario compensar sus
dificultades proporcionando los apoyos necesarios haciendo
hincapié en sus potencialidades. Debemos exigirles en
función de sus posibilidades.
Paciencia y constancia serán fundamentales para conseguir
nuestros objetivos y unas mejores relaciones familiares.
10. ORIENTACIONES PARA LA FAMILIA
DESDE EL COLEGIO
Coordinación con el centro
Aprovechar las entrevistas para
hablar de las dificultades
encontradas tanto en casa como en
el centro escolar.
Supervisar la agenda como medio
para controlar trabajos, exámenes,
actividades, etc…
11. ORIENTACIONES PARA LA FAMILIA
DESDE EL COLEGIO
Control de la conducta
Hay que hablarles con claridad, de forma directa y
mirándoles a los ojos. Las instrucciones deben ser cortas
y sencillas, paso a paso y asegurar que lo ha comprendido.
Ser coherentes en mantener las mismas expectativas en casa
como en el colegio.
Reforzar las conductas positivas.
Establecer normas de disciplina claras, concisas y
comprensibles.
Exponer claramente las consecuencias de su mal
comportamiento y ser pertinente y coherente en su
aplicación. Actuar de manera inmediata.
12. ORIENTACIONES PARA LA FAMILIA
DESDE EL COLEGIO
Control de la conducta
Cuando se incumpla una norma hay que recordarla y actuar en
consecuencia, sin dejarse influir por las protestas y sin
perder la calma.
Hay que advertirle de las consecuencias y darle un margen de
tiempo para que haga lo que se le ha indicado.
Utilizar la recompensa más que el castigo.
Ser persistentes. Los cambios pueden tardar en producirse.
Un ambiente relajado y libre de estrés ayuda a que el alumno o
alumna esté más relajado. Hay que crear este ambiente en casa.
13. ORIENTACIONES PARA LA FAMILIA
DESDE EL COLEGIO
Establecimiento de rutinas y organización del tiempo
El alumnado con TDAH necesita más estructuración y supervisión
para poder organizarse y manejar el tiempo.
Tener unas rutinas y un horario fijo ayuda al alumnado con
TDAH a afrontar sus responsabilidades en todos los ámbitos.