Los glucósidos cardiotónicos como la digoxina y la digitoxina se usan en cardiología para reducir la frecuencia cardíaca y aumentar la fuerza de contracción del corazón. Estas sustancias se absorben bien en el tracto gastrointestinal, se unen a proteínas en una proporción del 20-25% y se metabolizan y eliminan lentamente, lo que puede causar intoxicación si se acumulan.