2. Creían que había que comunicarse de una manera eficiente,
para ello se construyo en todo el territorio una extensa
red de calzadas que no solo aumentara las relaciones
económicas y sociales si no que también sirviera para
trasladar los ejércitos y así defender los núcleos de la
población.
Estas vías necesitaban pasar por grandes montañas y ríos,
construyéndose para ello puertos de montaña y puentes
fijos y estables.
También era necesario abastecer las ciudades de agua
potable acueducto y depósitos y eliminar de una forma
limpia los residuos de las grandes urbes; red de
alcantarillado
3. Una impresionante red de vías unía todo el territorio romano. Esta, partía
radialmente desde la misma Roma, de aquí el dicho: "todos los caminos conducen a
Roma". A medida que se conquistaban territorios se les dotaba inmediatamente de
calzadas, comunicando así los distintas plazas fuertes, campamentos o ciudades.
No todas las calzadas eran de igual categoría: existían las terrenae, de tierra,
muy comunes, las glarea stratae una calzada empedrada con guijarros o pequeños
cantos rodados, zahorra o las silice stratae de piedras de medio tamaño
4. En España muchos de los puentes romanos siguen en funcionamiento, algunos de
ellos tal y como fueron originalmente, otros modificados. Los ingenieros
romanos fueron verdaderos maestros en su construcción, ya que eran
elementos fundamentales para el acceso a ciudades, que con intención se
situaban en las inmediaciones de ríos. El motivo de esta ubicación era tanto
defensivo como infraestructural abastecimiento y desagüe . Es evidente, que
la gran red de vías romanas que se desplegó en la península necesitaba
muchos puentes, con lo que los construidos fueron numerosos.
Muchos de los puentes que se construyeron más tarde, en la Edad
Media, pasaron erróneamente por romanos. Para ello podemos dar una serie de
características, no determinantes, pero que nos pueden ayudar a distinguir el
origen romano de las construcciones: Arcos no apuntados.
Fábrica de sillares muy elaborados y frecuentemente almohadillados.
Calzada de más de 5 m. de ancho.
Calzada de trazo horizontal o ligeramente inclinada "poco alomada".
Pilares rectangulares desde la base, con tajamares triangulares o
circulares adosados que se cortan antes de llegar a los pretiles.
5.
6. La Roma antigua consumía unos 160 millones de litros de agua cada día, sobre
todo en fuentes, estanques, baños y letrinas públicos. Una parte de ese caudal
iba directamente a las casas de los ricos, que vivían en villas o en manzanas
de casonas de un piso. Pero la gente que habitaba en pisos altos tenía que
recoger agua de las fuentes y de los estanques, o contratar los servicios de
aguadores profesionales.
Por lo menos 40 ciudades del Imperio Romano tuvieron redes de abastecimiento
de agua, y aún pueden verse las ruinas de unos 200 acueductos, entre ellos el
imponente Pont du Gard, de tres niveles, que dotó de líquido a Nimes, Francia, y
el de Segovia, España, de dos niveles y 36 m de altura.
El agua era llevada a Roma por una red de 420 Km. de canales y tuberías
desde manantiales, lagos y ríos situados en las montañas de los alrededores;
el suministro era continuo, pues no había manera ‘de regularlo. unas cuantas
villas tenían grifos formados por un tubo inserto en el conducto de
abastecimiento (llamado quinaria, de unos 2 cm. de diámetro); aquél tenía un
orificio por donde fluía el líquido y podía cerrarse o abrirse haciéndolo girar.