Un informe realizado por las consultoras Ecolatina y Key Market sostiene que el saldo de la balanza del sector turismo y viajes alcanzaría un déficit récord superior a los US$ 10.000 millones en 2017, profundizándose de esta manera el rojo del sector que ha experimentado Argentina desde 2011 en adelante.
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CONTEXTO MACROECONÓMICO
-El turismo a nivel mundial crece sostenidamente. Como consecuencia de la crisis financiera global, el turismo
internacional experimentó una fuerte contracción en los años 2008 y 2009 (la caída acumulada del PBI del sector
fue del 4,5%). No obstante, a partir de 2010 comenzó un proceso de expansión ininterrumpido (+3,7% promedio
por año), principalmente a raíz del desarrollo de nuevos destinos y la diversificación de los mismos
(mayoritariamente en economías emergentes), sumado a la recuperación de otros destinos que se habían visto
afectados por hechos terroristas y conflictos geopolíticos.
La participación directa del sector en el PBI global ha superado el 3% en 2016 y se proyecta que alcance el 3,5%
para 2027. Paralelamente, el turismo actualmente absorbe en forma directa el 3,6% del empleo global y se espera
que se incremente al 4% a lo largo de los próximos diez años. Además, concentra el 4,4% de la inversión total y el
6,6% de las exportaciones mundiales, valores que treparían al 5% y 7,2% respectivamente para 2027.
En cuanto a la región, Latinoamérica experimentó un año de estancamiento en 2016 pero se espera que cambie la
tendencia y logre una expansión del 2% en 2017. No obstante, este crecimiento sería el menor de todas las regiones
a nivel mundial, mientras que el sudeste asiático espera la mayor expansión (+7,3%).
-El atraso cambiario favorece la salida de turistas argentinos al exterior. Desde fines de la década pasada,
Argentina experimenta una fuerte tendencia a la apreciación cambiaria que se sostiene hasta el día de hoy,
básicamente debido a distintos intentos de controlar la inflación mediante el anclaje del tipo de cambio. Con
excepción de los años 2014 (que inició con una devaluación nominal de más del 20%) y 2016 (donde se
materializaron los efectos del salto cambiario del 40% generado a raíz de la salida del cepo en diciembre de 2015),
el tipo de cambio real multilateral se ha movido siempre en dirección a la apreciación.
Esto tiene dos efectos sobre el turismo
internacional: por un lado, Argentina se vuelve
más costosa para los turistas extranjeros,
desincentivando la llegada de viajeros; por otra
parte, se torna relativamente más barato para los
argentinos vacacionar en el exterior, por lo que se
incrementa la salida de turistas. Sin embargo, la
magnitud de ambos efectos ha sido muy disímil en
los últimos años: mientras que el ingreso de
turistas por los principales aeropuertos y el Puerto
de Buenos Aires se redujo alrededor de un 15%
entre 2010 y 2016, la salida de turistas se
incrementó un 100%. Esto tiene su correlación en el balance cambiario del sector, cuyo saldo resulta deficitario
desde 2011 en adelante y demuestra tener una tendencia creciente en el tiempo.
COYUNTURA SECTORIAL
-Argentina, una pieza importante en la región. Dentro de Latinoamérica,
Argentina ocupa uno de los principales lugares en turismo y viajes. Según datos
del World Tourism & Travel Council, la participación directa del sector en el PBI se
ubica por encima de la de la región (3,4% vs 3,2% para 2016 y 9,6% vs 8,8% si se
tiene en cuenta la contribución indirecta, que incluye la inversión, el gasto del
sector público y el gasto de los empleados por el sector), al igual que con la
participación en el empleo (3,2% vs 2,9% y 8,8% vs 7,8%).
En función de la llegada de turistas internacionales, Argentina se ubica en el 50º
puesto a nivel mundial, 6º en el continente y alcanza la segunda posición en
Latinoamérica, por detrás de Brasil. Sin embargo, en 2011 lideraba la lista
regional, podio que perdió con la implementación del cepo cambiario y la
apreciación real de la moneda doméstica. La mayor parte de los turistas extranjeros que arriban al país provienen
de Brasil y Chile, países preferidos a su vez por los argentinos para visitar, junto con Uruguay.
-Crece el turismo de residentes y no residentes en el país. El turismo en Argentina presenta cifras favorables en el
transcurso de 2017: en el acumulado de los primeros nueve meses del año, el aumento de las pernoctaciones de
residentes en el país fue del 4,9% i.a. Además, el acumulado a septiembre del corriente presenta una cifra récord
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en comparación con el mismo período en los cinco años previos, superando las 29,5 millones de pernoctaciones.
Esto además refleja una recuperación en el turismo local
luego de la contracción que había experimentado en 2016
a raíz de un contexto económico recesivo con aumento del
desempleo y caída del salario real (-5,2%).
En cuanto a los turistas extranjeros, las pernoctaciones de
no residentes acumularon durante los primeros nueves
meses de 2017 un incremento del 7%, recuperándose así de
la caída de 2016 y alcanzando 6,7 millones de
pernoctaciones.
Los principales destinos del país se encuentran en CABA, la
región patagónica (principalmente en San Carlos de Bariloche) y Buenos Aires (mayoritariamente en la costa
atlántica y el sistema de sierras en el sur de la provincia), concentrando más del 50% de las pernoctaciones.
PERSPECTIVAS
-El sector se ve impulsado por el Plan Federal de Turismo. El gobierno nacional lleva adelante la implementación
del Plan Federal de Turismo con el propósito de generar 300 mil puestos de trabajo adicionales para 2020,
incrementar la cantidad de turistas (+50% para extranjeros y +47% para residentes) y el gasto de los mismos en más
de un 70%, posicionando al país como un eje clave de la región e invirtiendo US$ 800 millones. A ello se suma la
devolución del IVA a turistas extranjeros por servicios de alojamiento y desayuno que entró en vigencia a comienzos
de 2017. Paralelamente, se desarrolla un proceso de renovación en infraestructura que tiene como uno de sus
componentes clave al transporte aéreo, buscando “conectar” al país a nivel nacional, regional y mundial.
Por otra parte se encuentra la reciente incorporación de nuevas líneas aéreas al mercado. Tal es el caso de Avianca
y Andes, aerolíneas que por el momento realizan solo vuelos de cabotaje a 10 localidades del país. Un aspecto no
menor es el de las aerolíneas low-cost y su incipiente llegada a Argentina. En las últimas audiencias públicas,
aerolíneas de bajo costo como Norwegian y Flybondi han mostrado su interés por volar en el país. Esta última
espera contar con 4 aeronaves para fines de 2017 y busca alcanzar los 8 millones de pasajeros, una flota de 28
aviones que vuelen a 85 destinos (nacionales e internacionales) hacia 2021.
La implementación del plan y las obras contribuyeron al aumento del 7% i.a. que experimentó la cantidad de
pasajeros aéreos regulares en 2016, que se corresponde con un incremento del 5% i.a. en el caso de los vuelos
internos y 8% i.a. para los internacionales. En el acumulado enero-octubre de 2017, el aumento interanual total
alcanza el 15%.
-El déficit de turismo continuará su tendencia creciente. Este año finalizará con un déficit de la cuenta turismo y
viajes récord, de más de US$ 10 mil millones. Para 2018 no se espera que el tipo de cambio real multilateral
experimente cambios significativos, por lo que el atraso cambiario no se vería reducido. Este fenómeno, sumado a
un poder adquisitivo en dólares que tendría una leve mejora, probablemente contribuya a la profundización del
déficit de divisas por turismo que viene experimentando Argentina durante los últimos 7 años. El respiro podría
venir por el lado del ingreso de turistas brasileros, cuya economía cerrará el 2017 con un crecimiento en torno al
0,7%, recuperándose así de la recesión de 2016, y con un crecimiento esperado cercano al 3% para 2018.
En el plano local, las estimaciones son favorables para el sector, con una economía que crecería un 2,5% en 2018 y
un poder adquisitivo que tendría una leve mejora, sumado a la reciente aprobación de tres feriados puente para el
año próximo. Además, las proyecciones hacen pensar en un fuerte aumento en la inversión destinada al sector y
en el gasto del mismo, junto con un incremento de la participación en la generación de empleo en 2018. El conjunto
de estos factores le daría impulso al nivel de actividad del sector y consolidaría la recuperación iniciada este año.