La ciudad romana se organizaba en torno a dos ejes perpendiculares (cardo y decumanus) que dividían la ciudad en cuadrantes. En el cruce de estas calles principales se encontraba el foro, centro político, económico y religioso de la ciudad. Las casas de las clases altas eran domus con patio central (atrium), mientras que la mayoría de la población vivía en insulae o bloques de apartamentos. También existían villas suburbanas y rústicas fuera de la ciudad.
1. Tema 2. El arte romano
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0. Introducción.
1. Arquitectura y ciudad.
-La ciudad romana.
-Aspectos técnicos y constructivos.
-Tipologías de la arquitectura romana.
2.Escultura. El retrato y el relieve histórico.
3.Explicar la ciudad romana: sus partes y construcciones más
relevantes que la integran, explicando las distintas tipologías
arquitectónicas.
2. 0. CONTEXTO HISTÓRICO Y CRONOLOGÍA
Roma no va a nacer como un estado, sino como una ciudad etrusco-latina a las orillas del río
Tiber. De las primeras tensiones entre los etruscos, latinos y colonizadores griegos, va a nacer
un arte romano lleno de eclecticismo. Rodenwaldt dirá: “que el arte griego va a quedar al
servicio de Roma” (pero no debemos olvidar que Grecia conquistará a Roma culturalmente)
esto va a ser una realidad, puesto que en el siglo II a.C Roma tiene colonizada parte de Grecia,
conquistando los reinos helenísticos y adueñándose de todo el mundo antiguo. Pero no
debemos olvidar que aunque retoma los principios griegos, no imita a este arte ya que sus
exigencias van a ser otras. Si tuviéramos que deOinir el arte Romano diríamos que es
propagandístico y de exaltación política, ya que va a expresar unas exigencias sociales muy
concretas (culto al emperador, importancia de la clase patricia…). Esta civilización va a tener
tres poderosos vínculos, que le van a dar mucha seguridad y pragmatismo a su arte : una
lengua común (latín); una norma jurídica (derecho romano) ; un arte al servicio del estado.
La cronología romana nos servirá para ordenar la ingente cantidad de obras u periodos
políticos:
• República
-I a.C Triunvirato: Cèsar, Craso y Pompeyo.
• Imperio- del 31 a. C- 395 d.C :
- Augusto- 31a.d C-al 14 d. C
- Claudios- 14 al 68 d. C : Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón.
- Flavios- 68-98 d.C : Vespasiano, Tito y Domiciano.
- Trajano 98-117 d. C.
- Adriano- 117-138 d. C
- Antoninos-138-192 d. C : Antonino Pío, Marco Aurelio y Conrado.
- Severos- 192-235 d. C : Septimio Severo y Caracalla
• Anarquía militar- III d.C.
• Bajo Imperio
- Tetrarquía - 285- 312 d. C : Diocleciano, Maximiano, Constancio y Galerio.
- Constantino- 312-337 d.C
- Teodosio -337- 395 d. C en el siglo IV el imperio se divide entre sus dos hijos. Honorio
recibe la zona occidental ( que queda convertida en un mosaico étnico por la invasión de los
pueblos bárbaros) y Arcadio recibe la zona oriental que se mantiene viva bajo el esplendor
de Bizancio, hasta la toma de los turcos en 1453.
A partir del siglo III a. C., Roma se convierte en la potencia dominante del Mediterráneo. Desde
entonces, se hace notar la inOluencia del arte griego, por el que los romanos sintieron
verdadera fascinación.
Desde el siglo I a. C., se puede hablar propiamente de “arte romano”, conOigurado a través de la
mezcla de elementos griegos, itálicos, provinciales y los de aportación propia.
De un modo general, podemos decir que las principales aportaciones romanas fueron:
-Un desarrollo de la arquitectura y la ingeniería con un sentido eminentemente práctico.
Roma, la capital, se convirtió en una gran obra de arte a escala urbanística.
-En escultura, las aportaciones propiamente romanas son el retrato y el relieve histórico.
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3. En el siglo III de. C., el Imperio entra en una grave crisis, tanto interna (política, social y
económica) como externa (la presión de los pueblos bárbaros sobre las fronteras). El poder se
hizo más autoritario y las ciudades perdieron importancia respecto al campo. Desde un punto
de vista ideológico, ganaron peso la espiritualidad y la irracionalidad. Hasta hace poco, se
consideraba una época de decadencia con escaso interés artístico. Pero, últimamente, de este
arte “tardorromano” se destaca su originalidad, además de que en él hay que incluir las
primeras manifestaciones del arte cristiano, que tanta importancia adquirió en la Edad Media.
1. Arquitectura y ciudad
El mundo romano fue, sobre todo, un mundo de ciudades, con una rica vida política,
económica y cultural, y con un amplísimo nivel de equipamientos públicos. Allí donde ibannlas
legiones del Senado y del pueblo romano (SPQR) fundaban colonias y planiOicaban ciudades,
controlando su colonización mediante una gigantesca red de calzadas empedradas: “Todos los
caminos conducen a Roma”. Veinte vías parían radialmente de la Aurea Columna Miliaria, punto
kilométirco 0 situado en el foro de Roma y llegando a las fronteras del imperio, ayudándose de
impresionantes puentes como el de Alcántara, puertos o túneles.
El sistema que los romanos utilizaban para la fundación de ciudades era como sigue:
• Los augures (sacerdotes-adivinos) consultaban los auspicios y marcaban el territorio
sagrado.
• Con un arado, se marcaba el surco (pomerium) que delimitaba los límites de la ciudad.
• A continuación, se trazaban dos ejes: el cardo, de norte a sur, y el decumanus, de este a oeste.
El espacio quedaba dividido en cuatro partes. Cada extremo de estas calles coincidía con las
cuatro puertas que se abrían en la muralla, orientadas hacia los puntos cardinales. Luego se
cortaban longitudinal y transversalmente los 4 cuadrantes interiores por arterias
secundarias, dando origen a las manzanas destinadas a viviendas. Éstas calles, se
proyectaban en el subsuelo en forma de una red de cloacas que canalizaban las aguas
residuales hasta verterlas en los campos o en los ríos cercanos.
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4. • En las afueras se situaron las necrópolis, con sus tumbas, de las que destaca el columbario,
con nichos para depositar las cenizas.
Este esquema, mezcla de superstición religiosa y sentido práctico, se aplicó también a la
organización de los campamentos militares, que fueron origen de numerosas ciudades.
El centro neurálgico de las ciudades romanas era el foro, situado siempre en el cruce del cardo
y el decumanus. En él se desarrollaban las actividades políticas, económicas y algunas de las
religiosas, lo que signiOicaba que era el principal lugar de encuentro de los ciudadanos.
Los habitantes de estas ciudades vivían en casas muy diferentes según la categoría social:
• La casa romana de las clases acomodadas la domus, era una vivienda unifamiliar cerrada
sobre sí misma y organizada en torno a un patio. En el centro de este había un estanque, el
impluvium, que recogía el agua de la lluvia. Las habitaciones se distribuían en torno al patio.
Las principales habitaciones eran:
• El tablinum, despacho del pater familias, desde el que se gestionaban los negocios y que
servía de archivo para los documentos.
• El triclinium o comedor.
A veces, en la parte trasera había un huerto, que, a medida que estas familias pudientes fueron
reOinando su gusto, se fue convirtiendo en jardín porticado rodeado de columnas y adornado
con valiosas obras de arte.
Las grandes familias poseían también villas campestres, mucho más abiertas al paisaje y la
naturaleza. En ellas, muchos romanos desarrollaron el otium, opuesto al negotium,
consistente básicamente en llevar una vida tranquila de cultivo del espíritu.
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5. La casa romana antiguamente era una cabaña. Después, fue constituida por el modelo
etrusco, que era de planta rectangular con una abertura en el tejado (para que saliera el humo
y entrara la luz y el aire).
Más tarde, en el siglo II a.C los romanos fueron inOluidos por la cultura griega. Así
enriquecieron y ampliaron sus casas. Se trata de domus o casa señorial.
Ante la puerta de acceso al atrium había un pequeño vestibulum.
El atrium era el patio central de la domus y por su abertura entraba la lluvia (compluvium)
que caía en un estanque central (impluvium). En un rincón del atrioestaba el larario, que
estaba destinado al culto.
Al rededor del atrium había algunas habitaciones y alineada con el eje de la entrada había una
amplia sala, que se denominaba tablium. El dueño la utilizaba como sala de audiencias y
reuniones con personas que no pertenecían a la familia. Esta habitación comunicaba con
el peristilo.
El perstilio estaba adornado con toda clase de plantas. A su alrededor estaban las
habitaciones mas iluminadas y más bellas. Una de las más importantes era el triclinio, donde
los romanos cenaban.
La casa era incómoda y el mobiliario escaso. Había pocas ventanas y sin cristales, entonces el
interior era oscuro y frio. En cambio, la decoración era lujosa. Se usaban para tapar la mala
calidad de los materiales.
La mayoría de los habitantes de Roma no vivían en domus sino en los apartamentos de
alquiler situados en las insulae, casas de vecinos con pésimas condiciones de salubridad y
seguridad (se derrumbaban o incendiaban con frecuencia). Las divisiones internas de estos
bloques constituyen las diferentes viviendas, llamadas cenacula. Su aspecto exterior era
magníOico. Con ventanas y balcones, pero de mala calidad e incómodos. La distribución
interior era similar a la de los pisos actuales. Pero no tenían ni cocina ni baño. Eran fabricados
por materiales baratos y de madera.
Había tambien casas fuera de la cuidad. Eran las villae. Se distinguen dos: las que están en el
estrarradio de la cuidad. Amplias y suntuosas (villae suburbanae). Y las de campo (villae
rusticae). Destinadas a la agricultura y ganadería. Que formaban aldeas.
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6. Un rasgo esencial de las ciudades romanas era el amplio equipamiento colectivo (al que no
referiremos más adelante) que satisfacía las necesidades materiales y espirituales de los
ciudadanos.
El pulso de cualquier ciudad romana se tomaba en el foro, una plaza abierta en el corazón de
la red urbana, donde se maniOiesta el poder político, comercial y religioso, representados
respectivamente por la curia, la basílica y el templo. A la entrada y el centro de este espacio
social latía el protagonismo glorioso de sus habitantes, visible en arcos triunfales y columnas
honoríOicas. La estatua del emperador presidía el lugar y en los soportales se establecían las
tiendas.
Por otra parte, en consonancia con las palabras del poeta Juvenal “ dos cosas anhela el pueblo:
pan y espectáculo”, toda ciudad que se precie tiene que ofrecer a sus habitantes un amplio
programa de espectáculos, con recintos adecuados para las aOiciones del pueblo romano. Así,
circos, teatros y anOiteatros se complementaban con el placer relajado que ofrecían las termas,
cuyo suministro de agua llegaba por la red de acueductos, canales y tuberías que igualmente
daba agua a la ciudad y sus habitantes.
2. Escultura. El retrato y el relieve histórico
El retrato
Una de las principales aportaciones del arte romano a la escultura es el retrato escultórico
individual, Oiel a la realidad del modelo.
En su nacimiento, inOluyeron tres factores:
-El interés por el realismo, en contra de la idealización clásica, que ya existía
durante el helenismo.
-Las esculturas etruscas en bronce, dotadas ya del interés del artista por
individualizar al personaje objeto de su obra. Buen ejemplo es el busto de Junio Bruto
Capitolino (300-25 a.C.)
-La práctica funeraria del culto a los antepasados, que se convirtió en algo
fundamental para las familias aristocráticas romanas.
Los primeros siglos de la historia romana estuvieron marcados por el enfrentamiento entre
patricios (familias de alto rango aristocrático) y plebeyos. Las familias patricias generaron
una serie de prácticas para diferenciarse del resto de la población y aOirmar su categoría
superior. Entre estas prácticas, destacaba el culto a los antepasados. El llamado ius imaginum
(derecho a las imágenes) permitía a las familias conservar una imagen de los difuntos (sacada
en cera directamente al cadáver), utilizada posteriormente en solemnes ceremonias. Un buen
ejemplo de estas llamadas imagines maiorum es la estatua del togado Barberini (siglo I a.C.)
No todos los retratos tienen este origen funerario, pero el tratamiento individualizado
marcará gran parte del realismo de las esculturas romanas. Con la llegada del 27 a.C. la
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7. República da paso al Imperio, encarnado en Octavio Augusto. Sus facciones se idealizan y su
imagen se convierte en un instrumento de propaganda. Al aproximarse el siglo I d.C., el
naturalismo republicano solo permanece en las clases medias, la alta sociedad imita a
Augusto, cuyos retratos representan el cambio de gusto. De entre ellos, destacan:
-El Augusto de Prima Porta (siglo I d.C.), que presenta al emperador vestido de
militar y con una rica coraza, y que estaba destinada al monumental mausoleo del emperador.
El idealismo se mantendría pues con los emperadores de la dinastía Julio-Claudia (14-68),
aunque se alternaría con un mayor naturalismo con los Flavios (69-96) y Trajano (98-117),
para volver de nuevo al idealismo entre 117 y 235 d.C. con Adriano, los Antoninos y los
Severos .
A partir del siglo II d.C., el retrato dejó de ser un privilegio de la aristocracia, y se abrió a otros
grupos sociales, incluidos los libertos, las mujeres y los niños.
A lo largo de esta evolución, vamos observando novedades en el atuendo, el peinado femenino,
el uso de la barba, el claroscuro entre la piel y la cabellera crespada o la incisión de la pupila y
el iris sustituyendo al globo ocular liso. Igualmente, en los retratos de medio cuerpo va
evolucinando, donde los bustos van creciendo desde las clavículas a llegar a representar el
tórax completo.
Otra representación típica son las representaciones ecuestres, donde destaca la estatua
ecuestre de Marco Aurelio (siglo II d.C.).
El relieve conmemorativo
La escultura en relieve había producido en Roma, desde muy pronto, grandes obras. Pero
adquirió un alto grado de originalidad a partir del siglo I d.C., sobre todo por el sentido
narrativo que adquirió para la representación de acontecimientos concretos.
Roma siempre fue generosa con los vencedores, dando la bienvenida a sus emperadores
victoriosos con altares, arcos triunfales y columnas honoríOicas, exultantemente decorados con
relieves históricos. Se convierten en carteles pétreos de propaganda, donde las gestas
militares servían de ejemplo a las futuras generaciones. S
Los escultores recurrieron a la perspectiva para conseguir efectos de tridimensionalidad, y
adquirieron una gran maestría en las escenas de movimiento.
Una de las primeras obras de este género es el Arco de Tito (81 d.C.), que muestra en sus
relieves el triunfo que supuso la toma de Jerusalén tras la rebelión judía.
Pero, sin duda, la obra maestra de este género es la Columna Trajana (113 d.C.). Una espiral de
200 metros ofrece una auténtica crónica visual de la guerra que llevó a la conquista de Dacia
(actual Rumanía), momento en el que el Imperio romano alcanzó su máxima extensión.
Ya a Oinales del siglo II, la Columna de Marco Aurelio mantiene el esquema de la de Trajano
(carácter funerario y narración histórica en espiral) pero añade elementos inverosímiles,
llenos de irracionalidad (intervenciones milagrosas de los dioses) que anuncian el cambio
estético que tendría lugar en el periodo tardorromano.
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8. Una obra singular dentro de la escultura romana es el conjunto de relieves que decoran las
paredes del Ara Pacis, monumento que mandó construir el emperador Augusto y que
signiOicaba una celebración de la llamada pax augustea.
3. Explicar la ciudad romana: sus partes y construcciones más relevantes que la
integran, explicando las distintas tipologías arquitectónicas.
La arquitectura romana presenta con frecuencia formas derivadas de los órdenes clásicos
(añade uno, el “compuesto”, formado con elementos jónicos y corintios). Pero está lejos de ser
una simple copia. Con respecto a la griega, presenta dos grandes grupos de innovaciones:
• Un desarrollo espectacular de los aspectos técnicos y constructivos, hasta el punto de que
parte de su arquitectura puede ser considerada ingeniería.
• Una mayor variedad de tipos de ediOicios.
• Con respecto a los aspectos técnicos, podemos aOirmar que los romanos consideraron
siempre la solidez constructiva (Oirmitas) como lo primero a tener en cuenta cuando se
diseñaba un ediOicio. Prueba de que lo hicieron bien es que muchos de sus ediOicios se
mantienen en pie dos mil años después.
• Para que esta solidez fuese posible utilizaron nuevo materiales de construcción. Se siguió
utilizando la piedra, se usó el ladrillo, pero el material romano por excelencia es el hormigón
u opus caementicium:
-Compuesto por agua, arena, cal y materiales aglutinantes diversos.
-Al secarse, adquiría una consistencia pétrea, pero era lo suOicientemente moldeable que
permitía construir formas, como las bóvedas, que de otra forma no hubieran sido
posibles.
-Sin esta técnica, hubiesen sido imposibles algunos de los ediOicios romanos que más
admiramos: el Panteón, el Coliseo o las termas de Caracalla.
El muro romano estaba compuesto por un núcleo de algodón revestido en sus caras externas
por ladrillo o piedra. La forma del revestimiento daba lugar a los diversos tipos de muro:
• Opus incertum, recubierto de pequeñas piedras o trozos de material cerámico.
• Opus reticulatum, en el que en el hormigón fresco se hincaban pequeñas piezas piramidales
de ladrillo o de tufo volcánico. Este muro, el más usado, tenía un aspecto de pequeñas
hiladas paralelas dispuestas en sentido oblicuo. Era el más usado.
• Opus quadratum, formados por bloque de piedra colocados de forma regular, a veces
sin usar mortero.
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10. Tipologías de la arquitectura romana
1. Un lugar muy importante ocupaban las termas, baños públicos en los que, además de
servicios higiénicos, eran lugares de encuentro y relación social:
• Como mínimo, tenían los siguientes servicios: vestuario, salas con piscinas de agua fría
(frigidarium), templada (tepidarium) y caliente (caldarium).
• Su tamaño variaba desde pequeños ediOicios hasta conjuntos enormes como las termas de
Caracalla o Diocleciano.
Estaban iluminadas por ventanas semicirculares partidas en tres por dos montantes. Es la
llamada ventana termal, que tanto éxito tendría en el Renacimiento (fue utilizada, por
ejemplo, en el Monasterio de El Escorial).
2. La masa se sentía atraída por las carreras de carros del circo y por las apuestas que se
cruzaban en él, como en el Circo Máximo de Roma, donde con su aforo para 250.000
espectadores (el mayor estadio del mundo actualmente, Reungrado en Pyongyang acoge a
150.000) abría sus puertas 240 días al año.
3. El teatro romano es heredero directo del griego. Sus diferencias arquitectónicas tienen que
ver con las diferencias literarias (existe una gran diferencia entre las tragedias de Sófocles o
Esquilo y las comedias de Plauto o Terencio). La orchestra se hace más pequeña y se agranda
el escenario.
Ejemplos importantes que aún se conservan, por lo menos en parte, son el teatro de Marcelo
en Roma y el de Mérida.
4. Formalmente, el anRiteatro es la unión de dos teatros. Usado para venationes (lucha de
animales); ad bestias (ejecuciones capitales de condenados y cristianos en época de
persecuciones); y el plato fuerte: las luchas de gladiadores. El mejor ejemplo, aunque no único
es el Coliseo de Roma o AnOiteatro Flavio (comenzado por Vespasiano y terminado por Tito),
con un aforo de 50.000 personas. Otros son el de Itálica o los de Nimes y Arlés en Francia.
5. El templo. El más típico es el partía del modelo griego pero modiOicado según el estilo
etrusco: colocado sobre un alto podio, solo tenía escalones por la parte frontal. Las columnas
están casi siempre integradas en el muro no tienen valor sustentante, solo ornamental. De este
tipo, el mejor conservado es la llamada Maison Carrée de Nimes (Francia).
Hubo otros tipos de templo:
• Los grandes santuarios escalonados en terrazas. Ejemplo: Palestrina.
• Templos circulares. Ejemplo: el de Vesta en Roma.
• Un caso especial es el Panteón (información detallada, más adelante).
6. La basílica sí es un ediOicio romano original. Tenía funciones comerciales, Oinancieras y de
administración de justicia. Consiste en una gran sala rectangular (a veces, los lados cortos
están en ábside), cubierta por grandes bóvedas y con el interior dividido con columnas. La
más grandiosa fue construida al Oinal del Imperio (iniciada por Magencio y terminada por
Constantino). Es el tipo de ediOicio que eligieron los cristianos como modelo para sus primeras
iglesias.
7. Monumentos funerarios. La arquitectura funeraria estaba ubicada, por ley, fuera de los
límites de las ciudades, marcados por el pomerium. Hubo una gran variedad formal:
-En forma de horno, como la tumba del panadero Eurisaces.
-Forma de pirámide tenía la de Cayo Cestio.
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11. -Y forma cilíndrica, la de Cecilia Metela. Este tipo será el utilizado para los grandiosos
mausoleos de los emperadores Augusto y Adriano: grandes cilindros de hormigón y ladrillo
servían de base a una colina artiOicial poblada de árboles y coronada con la imagen del difunto.
El mausoleo de Adriano era tan grande que los papas, en la Edad Media, lo convirtieron en
fortaleza. En la actualidad, lleva el nombre de Castel Sant’Angelo.
-Hubo también grandes columnas con carácter funerario, pues servían para
albergar las cenizas del difunto. Es el caso de las de Trajano, Antonino Pío y Marco Aurelio.
-Un tipo especial fue el columbario, torreón dividido interiormente en pequeños
nichos para albergar urnas cinerarias.
8. Vías, que comunicaban Roma con los rincones más alejados del Imperio. Suponían una
proeza técnica, como se puede observar en los tramos de ellas que han llegado hasta nosotros.
9. Puentes, que permitían salvar los cursos de agua. Todavía se conservan muchos. Citemos el
magníOico ejemplo del puente de Alcántara sobre el río Tajo.
10. Acueductos para abastecer de agua a las ciudades. Algunos de los que aún se conservan
(Segovia o Pont-du-Gard, Nimes, Francia) muestran dos cosas: el dominio técnico y el poderío
de un estado capaz de movilizar cuantiosos recursos humanos y económicos para su
construcción.
11. Puertos. Roma fue un Imperio construido en torno al Mediterráneo (Mare Nostrum). Las
comunicaciones marítimas tenían vital importancia y de ahí la importancia de contar con
buenas instalaciones portuarias. El puerto de Ostia, en Roma, es un buen ejemplo.
12. Arco de triunfo. Es la construcción que mejor reOleja el uso que los romanos dieron a la
arquitectura como testimonio de la grandeza del estado. El prototipo nos lo ofrece el Arco de
Tito en Roma, con un solo arco. Pero los hay de tres arcos, como el Septimio Severo, también
en Roma, incluso de más. Con frecuencia, sus paredes se adornan con relieves en homenaje a
las victorias que representan.
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