2. “AY DE MÍ, ESTOY PERDIDO, PORQUE SOY UN
HOMBRE DE LABIOS IMPUROS, Y QUE VIVO ENTRE
UN PUEBLO DE LABIOS IMPUROS.”
ISAÍAS 6:5
NO ACOSTUMBRES TU BOCA A LA BAJA GROSERÍA
PORQUE SERÍA PECAR EN PALABRAS.
ECLESIÁSTICO 23:13
UN HOMBRE ACOSTUMBRADO A PALABRAS
INDECENTES NO SE EDUCARÁ EN TODA SU VIDA.
ECLESIÁSTICO 23:15

3. EL CORAZÓN DE LOS TONTOS ESTÁ EN SU BOCA,
PERO LA BOCA DE LOS SABIOS ESTÁ EN SU
CORAZÓN.
ECLESIÁSTICO 21:26
LA BOCA DEL TORPE ES SU RUINA, Y SUS LABIOS
UNA TRAMPA PARA SU VIDA.
PROVERBIOS 18:7
EN EL MUCHO HABLAR NO FALTARÁ EL PECADO:
EL QUE REFRENA SUS LABIOS ES PRUDENTE.
PROVERBIOS 10:19

4. EL HOMBRE IMPÍO PREPARA LAS DESGRACIAS,
SOBRE SUS LABIOS HAY COMO UN FUEGO
ARDIENTE.
PROVERBIOS 16:27
VIGILAR SU BOCA Y SU LENGUA ES GUARDARSE A
SÍ MISMO DE LA ANGUSTIA.
PROVERBIOS 21:23
EL QUE VIGILA SU BOCA CONSERVA SU VIDA, EL
QUE HABLA MUCHO SE PIERDE.
PROVERBIOS 13:3

5. LA MUERTE Y LA VIDA ESTÁN EN PODER DE LA
LENGUA, LOS QUE LA AMAN COMERÁN DE SU
FRUTO.
PROVERBIOS 18:21
DE LA MISMA BOCA SALEN LA BENDICIÓN Y LA
MALDICIÓN.
SANTIAGO 3:10

6. LO QUE ENTRA POR LA BOCA NO HACE IMPURO AL
HOMBRE, PERO LO QUE SALE DE SU BOCA, ESO
MANCHA AL HOMBRE.
MATEO 15:11
¿NO COMPRENDEN QUE TODO LO QUE ENTRA POR
LA BOCA VA A PARAR AL VIENTRE Y DESPUÉS
SALE DEL CUERPO, MIENTRAS QUE LO QUE SALE
DE LA BOCA VIENE DEL CORAZÓN, Y ESO ES LO
QUE HACE IMPURO AL HOMBRE?
MATEO 15:17-18

7. EL HOMBRE BUENO SACA COSAS BUENAS DEL
TESORO QUE TIENE ADENTRO, Y EL QUE ES MALO,
DE SU FONDO MALO SACA COSAS MALAS; PORQUE
SU BOCA HABLA DE LO QUE ABUNDA EN EL
CORAZÓN.
LUCAS 6:45
PUES BIEN, AHORA RECHACEN TODO ESO:
ENOJOS, MALAS INTENCIONES, OFENSAS, Y QUE
NO SALGAN GROSERÍAS DE SU BOCA.
COLOSENSES 3:8

8. SEÑOR, PON UNA GUARDIA ANTE MI BOCA Y
VIGILA LA PUERTA DE MIS LABIOS.
SALMO 141:3
NO DEJES QUE ME SALGAN PALABRAS MALAS. NO
ME DEJES COMETER EL MAL, CON LOS QUE VIVEN
EN LA MALDAD.
SALMO 141:4

9. NO SALGA DE SUS BOCAS NI UNA MALA PALABRA,
SINO PALABRAS BUENAS QUE EDIFIQUEN CUANDO
ES NECESARIO Y QUE HAGAN BIEN A LOS QUE LAS
OIGAN.
EFESIOS 4:29
¡OH SEÑOR, PADRE Y DUEÑO DE MI VIDA, NO ME
ABANDONES AL CAPRICHO DE MIS LABIOS, NO
PERMITAS QUE POR ELLOS CAIGA!.
ECLESIÁSTICO 23:1