3. …y aquí termina la Navidad.
Bonita manera de
cerrar el tiempo
litúrgico de la Navidad
con la fiesta del
Bautismo de Jesús, en
la que también
renovamos nuestras
promesas bautismales,
para retomar el
compromiso de
nuestra vida cristiana
4. Lectura del Evangelio: Mc 1,7-11
En aquel tiempo, proclamaba Juan: «Detrás de mí
viene el que puede más que yo, y yo no merezco
agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he
bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu
Santo.»
Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a
que Juan lo bautizara en el Jordán. Apenas salió del
agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él
como una paloma.
Se oyó una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo amado, mi
predilecto.»
Palabra del Señor
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6. Los primeros cristianos
vivían convencidos de que
para seguir a Jesús es
insuficiente un bautismo de
agua o un rito parecido. Es
necesario vivir empapados
de su Espíritu Santo. Por
eso en los evangelios se
recogen de diversas
maneras estas palabras del
Bautista: «Yo os he
bautizado con agua, pero él
(Jesús) os bautizará con
Espíritu Santo».
7. Nosotros al igual que
Jesús deberíamos
conmovernos al
escuchar las palabras de
Juan, y lo mismo que
Jesús, aceptar y
entregarnos de forma
radical a vivir la causa
de Dios, que es vivir el
amor y dar la vida por
nuestros semejantes si
fuese necesario.
8. En este Evangelio de
Marcos, Juan proclamaba la
conversión y daba el
mensaje de aquel que
vendría después que él y
que era más importante.
También en esta lectura se
notan dos signos
importantes, ver y oír.
Ver: Jesús vio los cielos
abiertos, el Espíritu bajaba
sobre él: Luego se escuchó:
"Tú eres mi Hijo amado, mi
elegido".
9.
10.
11. UNA REFLEXIÓN ACERCA DE NUESTRO
BAUTISMO
Recibir las aguas bautismales es importante porque
implica vivir con coherencia nuestra fe, nuestro
seguimiento a Jesús y a nuestra pertenencia a la
comunidad eclesial. Sin embargo, la realidad es otra.
Los padres y padrinos que son los responsables de
nuestro crecimiento en la fe, en un gran porcentaje no
viven esta experiencia y por lo tanto no nos
transmiten el testimonio, sólo lo hacen por costumbre
o tradición.
12. Sobre tu Bautismo:
Tanto si te has bautizado como si no, ¿has
preguntado a tus padres el motivo?
¿Han colaborado tus padrinos en tu formación
religiosa, han ayudado a tu fe…?
¿Te alegras de estar bautizado? ¿Por qué?
¿Qué significa el bautismo para ti?
No olvides que puedes reafirmarte el tu bautismo con
el sacramento de la Confirmación, ¿lo sabías?