Evaluación de los Factores Internos de la Organización
LOS DERECHOS HUMANOS EN LA HISTORIA.pdf
1. Los derechos humanos en la historia: luchas,
contradicciones, metas alcanzadas y retos
cRistina gómez JoHnson
Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias - unam
México
Stearns, Peter N. Human Rights inWorld History, Londres/NuevaYork,
Routledge/Taylor & Francis Groups, 2012, 196 pp.
E tema de os derechos humanos ha enerado encendidos deba-
tes entre aboados y oraniaciones dedicadas a su deensa. E
interés común es e estabecimiento de os derechos universaes de
ciudadano, que a su ve ha provocado disidencias debido a as die-
rencias poíticas, cuturaes y económicas de cada país. En este texto,
Peter Stearns sintetia e recorrido que se ha hecho en Occidente para
ear a cristaiar a deensa de os derechos humanos dentro de as
eisaciones de os países y también en a sociedad.
Antes como ahora, e tema de os derechos humanos ha causado
tensiones entre os deensores y aqueos que se ven aectados por os
cambios que provocan. En e ibro se pueden identicar tres aspectos
troncaes con mayores resistencias: 1) a ruptura entre a idea de os
derechos universaes y os reionaismos que se ven amenaados por
aunos de estos derechos; 2) a distancia entre e discurso de os
derechos y os oros reaes, y 3) a tensión entre tradición e intere-
ses personaes. A dierencia de otros trabajos, este ibro recapitua a
historia de os derechos humanos, desde o que denomina sociedades
Historia y Grafía, Universidad Iberoamericana, año 21, núm. 42, enero-junio 2014, pp. 219-228
2. 220 / Reseñas
premodernas hasta e sio . Constituye así un compemento a
os trabajos reaiados sobre e tema —inormes y recomendaciones
en su mayoría—, desde una perspectiva poco abordada, como es a
historia. E ibro está oraniado en seis capítuos más as concusio-
nes, en os que hace un recorrido sobre a evoución de concepto de
derechos humanos.
En e capítuo 1, Stearns resume e recorrido de os derechos hu-
manos y cómo as contradicciones en su apicación han oriinado
discusiones, pero también avances. Estados Unidos, por ejempo, ha
criticado a obierno chino por e abuso ejercido contra a pobación
y os medios. Incusive se habó de a imitación de as reaciones
dipomáticas con e iante asiático. Mas e país americano mantiene
activa —en aunos estados— a pena de muerte y posee un espacio
“sin ey” —Guantánamo— adonde se envía a os terroristas o aque-
os deincuentes que consideran muy peirosos y merecedores de
castios ísicos y psicoóicos inimainabes. China, por su parte,
ha recurrido a o que denomina “vaores asiáticos” para deender a-
unos comportamientos de obierno. Pero han sido a amiia y e
énero os temas que más tensión han enerado uera de Occidente
—e uso de veo o a circuncisión emenina son ejempos que utiia
e autor para ejempicar este arumento— (pp. 9-15).
Nuevos debates se han ido interando y han compementado
os derechos universaes de hombre, como e tema de a inancia y
a pena de muerte, que han enerado conrontaciones y posiciones
abismamente distintas. Europa se ha posicionado en a neación a
utiiar este castio, por consideraro aberrante y caramente vioato-
rio de os derechos humanos, mientras que Estados Unidos deende
su uso contra criminaes sin posibiidad de recuperación, incuidos
niños. De a misma orma, a cuestión de matrimonio y a adopción
entre parejas homosexuaes ha provocado conrontaciones entre os
sectores más conservadores de a sociedad.
E capítuo 2 aborda e orien de os derechos humanos en e
sio en Occidente, cuando se conrontaron nuevamente os
vaores “obaes” y os orientaes. Hacia 1760 a. C. se hio e primer
esuero, mediante a creación de Códio de Hammurabi. Gracias a
3. Reseñas / 221
é se caricó a necesidad de enerar eyes ormaes que incuyeran a
protección de ser humano. E Códio deendía os derechos de pro-
piedad y de vida. Asimismo, preveía a protección a a vida amiiar,
para o que estabecían castios por aduterio y por e incumpi-
miento de a estabiidad materia de a amiia por parte de hombre.
Iuamente juaba a jueces corruptos, y es e único eemento dentro
de Códio que preveía a deensa de os ciudadanos contra un o-
bierno abusivo.
La protección básica estabecida por os códios representó un
paso en e reconocimiento de o que serían os arumentos que inte-
rarían os derechos humanos —empeando con a protección de a
vida—. Estas propuestas de ey penetraron en a osoía, donde rie-
os y romanos abundaron más sobre e tema, supiendo a operación
ea de os códios con nociones acerca de a protección adecuada
que una sociedad e debe a su ente, e incusive aportaron otras ideas
sobre una humanidad común. Lamentabemente, as imitantes que
existen entre as teorías y os arreos eaes y sociaes condicionaron
su apicación. Desde a reiión también se propuso construir nor-
mas a avor de a deensa de os derechos, iniciando con a ibertad
de credo. Por útimo, en este capítuo 2, e autor se reere a as “eyes
naturaes”, que debían promover e bien común. En este caso, era e
monarca quien debía arantiar e respeto de estas, y para eo podía
utiiar cuaquier medio (p. 47).
En e capítuo 3, Stearns hace un recuento de os debates sobre os
derechos humanos en e sio en Europa occidenta, e identica
cinco momentos cave: 1) John Loce —junto con otros pensado-
res— ue uno de os precursores de as reexiones sobre a adopción
de os derechos humanos como parte centra de su osoía poí-
tica. A sus esueros se sumaron académicos y pubicistas de Reino
Unido, os Países Bajos, Francia, Itaia, Aemania y otros. 2) Los de-
bates centraes en torno a os derechos humanos básicos empearon a
aceptar nuevas ideas. Las cuestiones amiiares tomaron uera, sobre
todo os derechos a a vida o a a propiedad. Iuamente, a ibertad
reiiosa se situó como una preocupación centra. La escavitud, por
su parte, se consideraba como una cara vioación a os derechos. 3)
4. 222 / Reseñas
La búsqueda de apicar estándares de justicia mínimos para todos
os seres humanos. 4) E tema de os derechos humanos comenó a
motivar campañas en contra de a injusticia. 5) Las discusiones sobre
derechos se movían hacia a vida poítica. Loce inició os debates
sobre os derechos, centrados en a cuestión de a ibertad y a propie-
dad. La toerancia reiiosa era para é también un tema a deender,
excepto en e caso de os ateos. Rousseau compartía as ideas de
Loce, pero iba más aá. Armaba que a sociedad no podía aienar
a ibertad de hombre, ni este debía hacero consio mismo ni con
sus iuaes. Esto se sumaba a as críticas que se hacían desde América
a as monarquías europeas que mantenían e sistema de escavitud
en esa ona. Resutaba cada ve más diíci justicar su existencia, a
menos en as discusiones sobre os derechos.
Por otro ado, a ibertad de expresión se convirtió, a naes de
sio , en e tema centra de os debates. En su Decaración de
os Derechos de Hombre y de Ciudadano (179), a Revoución
rancesa hio expícita a deensa de derecho a expresarse. Otro tema
que también entró en discusión en a época ue a tortura y e castio.
Ya en e sio Hobbes hababa de deber de a sociedad para pre-
servar a vida humana. Para e pensador itaiano Cesare Beccaria, a
tortura no era más que una cruedad inúti que debía abandonarse.
E autor nos recuerda que estas discusiones estuvieron precedidas
por tres randes revouciones sucedidas entre naes de sio y
e , que prepararon e camino para habar sobre os derechos hu-
manos: a británica (16-169), que cambió no soo a monarquía,
sino a manera de obernar, a otorar poderes a Paramento, como
contrapeso a monarca. A esta e siuió a independencia de Estados
Unidos con respecto a contro británico (1776), seuida de a Revo-
ución rancesa (179), que inuyó a Europa centra, y también más
aá de Atántico —Caribe y América Latina—. Estas moviiacio-
nes interaron en sus demandas e respeto a os derechos humanos,
no únicamente de sus connacionaes, sino de toda a humanidad.
Dichas ideas eneraron obvia oposición entre os poíticos conser-
vadores y os antiaboicionistas, que respadaron sus propuestas con
a osoía poítica. E tema reiioso tampoco se ibraba de as con-