El documento describe tres juicios: 1) El juicio particular, donde el alma es juzgada inmediatamente después de la muerte y enviada al cielo, purgatorio o infierno; 2) El juicio universal al final de los tiempos, que no cambiará el destino eterno del alma sino que glorificará a Dios ante la humanidad; 3) El destino eterno del alma puede ser la bienaventuranza de ver a Dios en el cielo, la purificación temporal en el purgatorio antes de ver a Dios, o la autoexclusión en el vac