Ceniciencia intenta resolver el problema de que las plantas de su padre tenían hoyitos y no se podían vender. Planteó la hipótesis de que los pájaros o la lluvia eran los culpables, pero descubrió con una cámara que en realidad eran unos caracoles. Ahora debería ahuyentar a los animales y sembrar nuevas plantas para poder venderlas.