Este virus lo paramos unidos: enseñanzas del mundo clásico a través de los textos antiguos

Junio, 2021 XVI Semana Romana de Cascante 1
Este virus lo paramos unidos:
enseñanzas del mundo clásico a través de los
textos antiguos

Pandemias y confinamientos en la Antigüedad:
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Algunas reflexiones introductorias

Visiones antiguas y nuevos enfoques
Un nuevo modelo de comprensión de una cuestión esencial

Las pandemias y la vida urbana
Los efectos de la peste antonina (Historia contra los paganos 7, 15, 15)
Paulo Orosio
(383-420 d. C.)
<< Siguió después una pandemia que se difundió por
muchas provincias y por toda Italia (secuta est lures
plurimis infusa prouinciis), con ella quedaron vacías
por todas partes las villas, los campos y las ciudades,
sin cuidado ni habitantes (uillae, agri atque oppida
sine cultore atque habitatore deserta) >>

Algunas reflexiones introductorias
El asunto de la XVI Semana Romana de Cascante

La pandemia del COVID-19
Un invitado inesperado en nuestras vidas

La denominada “peste Antonina”
Eutropio
(h. 363 d. C.)
<< Bajo Marco Aurelio, tras la victoria sobre los
Partos (y sobre los Marcomanos, en 174 d. C.) se dio
una terrible peste (casus pestilentiae fuit) que en
Roma y a través de toda Italia y las provincias causó la
muerte a gran parte de sus habitantes (maxima
hominum pars deficit) y la mayoría de las tropas >>
Eutrop. 8, 12 (y Cass. Dio 72, 14, 3-4)

Las grandes pandemias de la Historia Universal
Una pandemia generacional

Los términos alusivos a las epidemias en las fuentes antiguas
Nósos/loimós y pestilentia/lues

Gestión y política en torno a la pandemia del COVID-19
Covid-19 y vida cívica

Del #quédateencasa al pólin phylaksein
El compromiso colectivo (14 de marzo de 2021)
Pedro Sánchez
(1972- )
<< Esta es una crisis extraordinaria frente a la cual se
van a movilizar todos los recursos del Estado para
proteger mejor la salud de los ciudadanos (…)
Estamos sólo en la primera fase del combate contra el
virus (…) Compatriotas, el heroísmo consiste ahora
en lavarse las manos, quedarse en casa y protegerse
uno para proteger a los demás (…) >>

Del #quédateencasa al pólin phylaksein
El compromiso colectivo (Historias 2, 13, 2)
Tucídides
(460-396 a. C.)
<< Y, sobre la situación presente, les hizo las mismas
exhortaciones de siempre; que se prepararan para la
guerra (paraskeuáthesthai es tón pólemon) y metieran
dentro (de la ciudad) las cosas que tenían en el
campo; pero que no salieran a reñir batalla, sino que
guardaran la ciudad, refugiándose en ella (…) y que la
mayoría de las victorias se lograban con un plan
inteligente y con abundancia de dinero (gnomé kaí
jremáton) >>

Un #quédateencasa también difícil
Los problemas del confinamiento domiciliario (Historias 2, 14, 1 y 2 y 16)
Tucídides
(460-396 a. C.)
<< Los atenienses al oírle le obedecieron
(ákousantes) e hicieron entrar del campo a sus hijos y
mujeres y los enseres domésticos en general que
utilizaban en el campo, e incluso el maderamen de sus
propias casas, se llevaron y transportaron a Eubea y
las islas cercanas sus ovejas y animales de tiro.
Llevaron con dolor la evacuación porque la mayoría de
los atenienses, por lo general, había vivido siempre en
el campo (en tois ágrois) (…) y se entristecían y
soportaban mal el abandonar sus casas (oikías
kataleípontes) y sus templos así como estar a punto
de cambiar su género de vida >>

Del plan de reconstrucción al symmájon phóros
Las ayudas de la Unión Europea (7 de octubre de 2020)
<< Tenemos recursos, y tenemos la hoja de ruta (…)
Podemos movilizar hasta 500.000 millones de euros
durante los próximos seis ejercicios (…) Vamos a
concentrarnos en proyectos que se pondrán en
marcha en los tres primeros años y que propicien ese
salto de modernización y creación de empleo que
necesitamos (…) Acelerar la ejecución del plan desde
el mismo momento en que los Presupuestos
Generales del Estado sean aprobados y más allá de los
tiempos que maneja la propia Unión Europea en los
pagos >>
Pedro Sánchez
(1972- )

Del plan de reconstrucción al symmájon phóros
El compromiso colectivo (Historias 2, 13, 3-6 y 9)
Tucídides
(460-396 a. C.)
<< Les exhortó a tener ánimo, ya que cada año
entraban en la ciudad sin contar con los otros ingresos
(epí tó polý phórou), unos seiscientos talentos del
tributo de los aliados (apó tón symmájon té pólei), y
que en la acrópolis se guardaban todavía entonces seis
mil talentos de plata acuñada (…) De este modo les
animó en cuanto a la parte económica (…) Añadió
además Pericles otras cosas que solía decir para
convencer al pueblo de que ganarían la guerra (eks
apódeixin tou periésesthai tó polémo) >>

Cuadro Plague in an ancient city (h. 1640), Michiel Sweerts
La peste de Atenas (430-426 a. C.)

Contexto histórico y principales fuentes
La peste de Atenas (430 a. C.)

El eidós tés nósou: los rasgos de la peste
Una enfermedad nueva y singular, única (Historias 2, 48, 1)
Tucídides
(460-396 a. C.)
<< La naturaleza de esta enfermedad (eidós tés
nósou) fue tal que escapa sin duda a cualquier
descripción; atacó a cada persona con más
virulencia de la que puede soportar la naturaleza
humana (katá tén anthropeian phýsin), pero sobre
todo demostró que era un mal diferente a las
afecciones ordinarias >>

Una enfermedad venida de Oriente (Historias 2, 48, 1)
Tucídides
(460-396 a. C.)
<< Apareció por primera vez, según se dice (jós
légetai), en Etiopía, la región situada más allá de
Egipto, y luego descendió hacia Egipto y Libia y
a la mayor parte del territorio del Rey (Persa) (és
tén basiléos gén tén pólin) >>

Una enfermedad repentina y cargada de rumores (Historias 2, 48, 2)
Tucídides
(460-396 a. C.)
<< En la ciudad de Atenas (és dé tén Athenaíon
pólin) se presentó de repente, y atacó primeramente
a la población del Pireo, por lo que circuló el rumor
entre sus habitantes de que los peloponesios habían
echado veneno en los pozos (oí Peloponésioi
phármaka esbeblékoien és tá phréata), dado que
todavía no había fuentes en la localidad. Luego
llegó a la ciudad alta y entonces la mortandad fue
mucho mayor (polló mállon jéde) >>

Una enfermedad repentina y cargada de rumores (Biblioteca Histórica 12, 58, 2-5)
Diodoro de Sicilia
(h. 49 a. C.)
<< Dado que la historia trata de indagar la causa de la
gravedad de esta epidemia (perí tén nóson deinótetos
aitían), es necesario exponer los hechos siguientes (…)
Al haber caído copiosas lluvias en el curso del invierno el
suelo estaba encharcado (…) en verano esos sitios se
calentaron y se volvieron pútridos (nosóde diáthesin)
(…) Contribuyó asimismo a la epidemia la mala calidad
de los alimentos disponibles (trophés kakía), dado que
las cosechas de aquel año se habían mojado
completamente (…) Se dio una tercera causa (…) que
no soplaron los vientos etesios (…) así cuando la
canícula (thermasías) alcanzó su grado máximo los
cuerpos de los hombres sufrieron un deterioro >>

Una epidemia con muchos “expertos” (Historias 2, 48, 3)
Tucídides
(460-396 a. C.)
<< Sobre esta epidemia, cada persona, tanto si es
médico como si es profano, podrá exponer, sin
duda, cuál fue, en su opinión, su origen probable
así como las causas de tan gran cambio (tás aitías
ástinas tosaútes metabolés) que, a su entender,
tuvieron fuerza suficiente para provocar aquel
proceso. Yo, por mi parte, describiré cómo se
presentaba, y los síntomas con cuya observación, en
el caso de que un día sobreviniera de nuevo, se
estaría en las mejores condiciones para no errar en
el diagnóstico, el saber algo de antemano >>

Una peste muy contagiosa y letal sobre patologías previas (Historias 2, 49, 1 y 51, 5 )
Tucídides
(460-396 a. C.)
<< Aquel año, como todo el mundo reconocía, se
había visto particularmente libre de enfermedades
en lo que a otras dolencias se refiere; pero si alguien
había contraído ya alguna, en todos los casos fue a
parar a ésta (…) si se visitaban (unos a otros)
perecían (dediótes állélois prosienai), sobre todo
quienes de algún modo hacían gala de generosidad,
pues movidos por su sentido del honor no tenían
ningún cuidado de sí mismos (metapoioúmenoi)
entrando en casa de sus amigos cuando, al final, a
los mismos familiares, vencidos por la magnitud del
mal, ya no les quedaban las fuerzas ni para llorar a
los que se iban >>

Una prueba del ánimo colectivo (Historias 2, 51, 4)
Tucídides
(460-396 a. C.)
<< Pero lo más terrible de toda la enfermedad era
el desánimo (athymía) que se apoderaba de uno
cuando se daba cuenta de que había contraído el
mal (porque entregando al punto su espíritu a la
desesperación, se abandonaban por completo sin
intentar resistir), y también el hecho de que morían
como ovejas al contagiarse debido a los cuidados de
los unos hacia los otros (heteros héterou
therapeías): esto era sin duda lo que provocaba
mayor mortalidad >>

Cuadro Peste à Rome (h. 1870), Jules-Elie Delaunay
La peste antonina o de Galeno (165-180 d. C.)

Contexto histórico y principales fuentes

La culminación de la propagatio Imperii

El origen del término “pandemia”
Pandemus adpellatur (Historias 19, 4, 5-7)
Amiano Marcelino
(330-400 d. C.)
<< Otros explican que, como suele ocurrir, tanto el
aire como el agua, corrompidos por el hedor de los
cadáveres (faetore cadauerum) o por elementos
semejantes, dañan en grandísima medida las
condiciones saludables (salubritatis uiolare
maximam partem) (…) también aseguran algunos
que el aire, espesado por densísimas emanaciones
del terreno e impidiendo la necesaria respiración
del cuerpo extermina a muchos (…) Este tipo de
peste se llama pandemia (pandemus adpellatur) lo
cual provoca que quienes viven en lugares áridos
perezcan por frecuentes fiebres >>

Ocultando datos… o subrayándolos
Una mortalidad de 2000 personas al día (Historia Romana 73, 14, 3)
Casio Dión
(155-235 d. C.)
<< [Año 189 d. C.] Más aun, se desarrolló una gran
epidemia (nósos megíste) la más grande de la que
yo haya tenido conocimiento una vez que murieron
hasta 2.000 personas en Roma en un solo día >>

Ocultando datos… o subrayándolos
La mortalidad en la peste de Atenas del 430 a. C. (Biblioteca Histórica 12, 58, 4)
Diodoro de Sicilia
(h. 49 a. C.)
<< De tal modo, en efecto, fueron atacados por la
enfermedad (hypó tés nósu) que de sus soldados
(los de Atenas) perdieron más de cuatro mil de
infantería y cuatrocientos de caballería, y, del resto
de la población, más de diez mil hombres, entre
libres y esclavos (eleutherón te kaí doulón) >>

Meditando sobre la muerte, o evitándola
La reflexión trascendente sobre ésta (Marc. 28)
Historia Augusta
(117-284 d. C.)
<< [Marco Aurelio en víspera de su fallecimiento]
¿Por qué me lloráis y no pensáis más bien en la
epidemia y en la muerte de todos? (non magis de
pestilentia et communi norte cogitatis?) (…) Al
séptimo día se puso más grave y aceptó no sólo la
visita de su hijo, al que despidió enseguida, para
que no se contagiara con la enfermedad (ne in eum
morbus transiret) >>

La presencia (o la ausencia) de la imagen de la muerte en la vida cotidiana

Meditando sobre la muerte, enfrentándola
La alta mortalidad de esta tanta pestilentia (Historias 19, 4, 1)
Amiano Marcelino
(330-400 d. C.)
<< Pero fue en la ciudad donde la cantidad de
cadáveres tendidos por las calles (in ciuitate ubi
sparsorum per uias cadauerum multitudo) superaba
a los que tenían el encargo de enterrarlos… >>

Meditando sobre la muerte, enfrentándola
La alta mortalidad de esta tanta pestilentia (Marco Aurelio 13, 3)
<< Además se presentó una peste tan atroz (tanta
autem pestilentia fuit) que se tenían que sacar los
cadáveres de la ciudad empleando vehículos y
carretas (ut uehiculis cadauera sint exportata
serracisque) (…) La peste consumió a muchos
millares y a muchos próceres (et multa quidem
milia pestilentia consumpsit multosque ex
proceribus), a los más ilustres de los cuales
Antonino hizo erigir estatuas >>
Historia Augusta
(117-284 d. C.)

La presencia (o la ausencia) de la imagen de la muerte en la vida cotidiana

A propósito del comité de expertos

La autocomplacencia o el recurso al consejo
El recurso a los expertos para la gestión de la situación sanitaria (Marc. 22, 3-4)
Historia Augusta
(117-284 d. C.)
<< Realmente, antes de hacer algo, consultaba
siempre con sus consejeros (cum optimatibus),
tanto sobre problemas bélicos como sobre
problemas civiles (non solum bellicas res sed etiam
ciuiles). Finalmente, su frase preferida fue siempre
la siguiente: ‘Es más justo que yo siga el consejo de
tantos y tan eximios amigos que tantos y tan
eximios amigos sigan mis deseos pues soy uno sólo’
(aequius est ut ego tot talium amicorum consilium
sequar, quam ut tot tales amici meam unius
uoluntatem sequantur) >>

Galen lecturing anatomy in Rome (Science Photo Library)

Algunos datos sobre esta epidemia
La descripción de los síntomas (Sobre el método de la Medicina 5, 12 [367 K])
Galeno
(330-400 d. C.)
<< Aquéllos que recuperan fácilmente la salud de la
plaga me parece que han sido secados y purgados
de antemano con respecto a todo el cuerpo, porque
en algunos de ellos se produjeron vómitos y a todos
se les rompió el estómago. Y de la misma manera,
en los ya purgados que van a salvarse aparecen
exantemas (éksanthémata) muy juntos en todo el
cuerpo, en la mayoría hay llagas, mientras que en
todos hay sequedad (aímatos) >>

La descripción de los síntomas (Sobre el método de la Medicina 12 [813 K])
Galeno
(330-400 d. C.)
<< (…) gran inflamación de los ojos,
enrojecimiento muy fuerte del interior de la boca y
de la lengua, sufrimiento por el paciente de una
enorme sed, sensación de abrasamiento interior,
enrojecimiento de la piel, tos violenta, erupciones y
fistulas (…) diarrea, agotamiento físico >>

Sobre el origen y su extensión (Cómo debe escribirse la Historia, 15)
Luciano de
Samósata
(125-181 d. C.)
<< [A propósito de la imitación de Tucídides, y de
su relato sobre la peste] Por lo demás, también (la
peste) empezó en Etiopía, bajó a Egipto y a la
mayor parte de la tierra del Rey y en ella
permaneció, ¡afortunadamente! >>

Restricciones y otro tipo de normas legislativas

Restricciones de carácter legislativo (Marco Aurelio 13)
Historia Augusta
(117-284 d. C.)
<< Los Antoninos promulgaron entonces leyes
severísimas (leges asperrimas) respecto a la
inhumación y a las sepulturas, pues prohibieron
que nadie las construyera a su gusto,
reglamentación que se observa todavía hoy >>

Rumores acerca del origen (Vero 8, 1)
Historia Augusta
(117-284 d. C.)
<< La versión que circuló acerca de esta epidemia
es que la misma nació en Babilonia (et nata fertur
pestilentia in Babylonia), en el templo de Apolo, en
donde un soldado hundió por casualidad una
arqueta, de la cual escapó un vaho de pestilencia
que invadió al pueblo de los partos, y de allí se
extendió al mundo entero (atque inde Parthos
orbemque complesse) >>

El recuerdo histórico (Sobre el método de la Medicina 5, 19 [382 K])
Galeno
(330-400 d. C.)
<< En su agrande esta peste se pareció mucho a
aquélla de la que Tucídides hizo memoria >>

Las comparativas con la gripe “española” de 1917

El origen del virus en China

Cuadro La plague (h. 1650), Charles Audran
La peste de Cipriano de Cartago (249-269 d. C.)

Contexto histórico y social: el siglo III d. C.

El papel del obispo de Cartago

La virulencia de la peste de Cipriano
La alta mortalidad (Nueva Historia 1, 27)
Zósimo
(460-520 d. C.)
<< Y si la guerra se hacía sentir por todas partes,
no menos mortandad causaba, entre la población
que quedaba, la peste (loimós), causante de un
estrago en vidas humanas mayor que el de ninguna
época pasada [en 269 d. C., Claudio Gótico moriría
víctima de ella] >>

La sintomatología de la nueva epidemia
Cuadro de síntomas (Sobre la peste 14)
Cipriano de Cartago
(c. 200-249 d. C.)
<< Este flujo incontenible de vientre (fluxum
uenter) que destroza ahora las entrañas, el fuego
interior de la sangre que enciende las inflamaciones
de garganta, los repetidos vómitos (adsiduo uomita
intestina) que revuelven los intestinos, las
inflamaciones de los ojos sanguinolentos, los pies o
miembros de algunos que, grangrenados por la
peste, hay que amputar, todos estos males y daños
de los cuerpos (et damna corporum) debidos a la
peste sirven para mostrar nuestra fe (ad
documentum proficit fidei) >>

La epidemia, oportunidad para la solidaridad
La iustitia en contextos difíciles (Sobre la peste 16)
Cipriano de Cartago
(c. 200-249 d. C.)
<< Además, ¿qué diré, hermanos amadísimos, de
cuán útil, cuán ventajoso (pertinens), cuán necesario
(necessarium) es el que esta pestilencia y plaga (pestis
ista et lues), que nos parece tan horripilante y
mortífera, ponga a prueba la rectitud de cada uno y
discrimine las intenciones de los hombres (mentes
humani generis examinat), si los sanos ayudan a los
enfermos, si los parientes aman de verdad a sus
allegados, si los amos tienen piedad de sus esclavos
enfermos, si los médicos atienden a los pacientes que
los llaman, si los violentos reprimen su ferocidad, si
los avaros apagan la insaciable sed de su codicia por
lo menos por temor a la muerte…? >>

Cuando sacamos lo mejor de nosotros mismos
Solidaridad en tiempos del Covid-19

La epidemia, oportunidad para la solidaridad
Algunos protagonistas de esa solidaridad (Historia eclesiástica 7, 22)
Eusebio de Cesarea
(c. 263-339 d. C.)
<< [Citando palabras de Dionisio de Alejandría] En
todo caso, la mayoría de nuestros hermanos, por
exceso de su amor y de su afecto fraterno, olvidándose
de sí mismos y unidos unos con otros, visitaban sin
precaución a los enfermos, les servían con
abundancia, los cuidaban en Cristo (therapeúontes en
Christo) y hasta morían contentísimos con ellos,
contagiados por el mal de los otros, atrayendo sobre sí
la enfermedad del prójimo y asumiendo
voluntariamente dolores (…) En cambio, entre los
paganos fue al contrario: incluso apartaban a los que
empezaban a enfermar y rehuían hasta a los más
queridos, y arrojaban a moribundos a las calles y
cadáveres insepultos a la basura >>

El papel de la asistencia espiritual
Solidaridad en tiempos del Covid-19

La epidemia, una perspectiva trascendente
Una lectura desde la fe (Sobre la peste 12 y 15)
Cipriano de Cartago
(c. 200-249 d. C.)
<< Que pierdas tus bienes patrimoniales, que sufras
continuas enfermedades y hasta cruentos tratamientos
(morbis adsidua membrorum) en tus miembros, que
tengas que perder por triste fallecimiento la mujer, los
hijos, los parientes, no deben servirte estas desgracias de
tropiezo, sino de lucha (…) puesto que ha de
menospreciarse toda molestia de los males presentes
con la confianza de los bienes futuros (fiducia futurorum
bonorum) (…) Con el temor a la peste y a esta vida
(pauore mortalitatis et tempori) se enfervorizan los
tibios, se constriñe a los remisos, se animan los
cobardes, se hace volver a los desertores, se obliga a
creer a los paganos (gentiles coguntur ut credant), se
convida al descanso a los fieles veteranos >>

La peste de Cipriano, castigo divino
… y más datos sobre la epidemia (Historia contra los paganos 7, 21, 5)
Paulo Orosio
(c. 383-420 d. C.)
<< [Año 253 d. C.] Aparece la venganza por la
violación del nombre de Cristo (ultio uiolati nominis
Christiani) y, adonde quiera que llegaron los edictos
de Decio para la persecución de las comunidades
cristianas (ad profligandas ecclesias edicta Decii
cucurrerunt), aún se extiende la peste de increíbles
enfermedades: no hubo casi ninguna provincia
romana, ninguna ciudad, ninguna casa (nulla fere
prouincia Romana, nulla ciuitas, nulla domus fuit),
que no fuesen atacadas ni diezmadas por aquella
general epidemia (generali pestilentia) >>

Un conocido grafito Pompeyano (CIL IV, 9123)
Una llamada a la esperanza…

Curso de Verano, UNED de Pamplona
(https://extension.uned.es/actividad/idactividad/24074)
Si os habéis quedado con ganas de más…

Javier ANDREU PINTADO
Universidad de Navarra
https://unav.academia.edu/JavierAndreu
http://oppidaimperiiromani.blogspot.com
jandreup@unav.es

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