El documento describe una concepción septenaria del ser humano que incluye siete planos de realización de valores: físicos, vitales, afectivos, intelectuales, morales, espirituales y metafísicos. Propone que cada persona elija periódicamente una cualidad de su ideal para desarrollar, como bondad o justicia, con el fin de convertirse en la encarnación viva de ese ideal.