Las remodelaciones urbanas de París, Barcelona y Madrid en la segunda mitad del siglo XIX tuvieron como objetivo adaptar las ciudades a la nueva sociedad industrial y burguesa. Se caracterizaron por la construcción de ensanches con trazados regulares e higiénicos y la renovación de los cascos antiguos, expulsando a las clases populares hacia la periferia. La remodelación más amplia fue la de París impulsada por Haussmann, que convirtió la trama medieval en amplias avenidas y renovó los servicios públicos. En Barcelona, el
Características de las remodelaciones urbanas de Madrid, París y Barcelona en el siglo XIX
1. DESCRIBE LAS CARACTERÍSTICAS Y OBJETIVOS DE LAS
REMODELACIONES URBANAS DE PARÍS, BARCELONA Y
MADRID EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX
2. El espectacular crecimiento de las ciudades en el siglo XIX, consecuencia de la industrialización
y el éxodo rural, generará nuevos problemas a resolver, como su saneamiento, la adaptación
de las viejas tramas históricas a las nuevas necesidades urbanas, la búsqueda de soluciones
racionales para los nuevos barrios, la conexión mediante vías de comunicación del núcleo
antiguo y los barrios en desarrollo, su abastecimiento, problemas de comunicaciones, etc.
Paris 1858
3. El crecimiento urbano se había producido inicialmente de modo espontáneo y sus
consecuencias fueron muy graves ya que la mayor parte de la nueva población eran
obreros que trabajaban en la industria y vivían cerca de las fábricas en condiciones
durísimas, hacinados en viviendas insalubres, en calles sin pavimentar y sin
alcantarillado.
4. La ciudad industrial que se estaba configurando era una aglomeración segregada en la
que se diferenciaban básicamente dos espacios:
• Unos cascos antiguos heredados
de la Edad Media y Moderna
abigarrados, estrechos, muchos
muy deteriorados, que precisaban
reformas.
• En la periferia los paisajes
industriales, con sus fábricas y los
barrios obreros, habitualmente
insalubres.
5. Para solucionar estos
problemas y mejorar la
sociedad se diseñaron
diferentes planteamientos
urbanísticos muchos de ellos
utópicos, como los
planteados por los socialistas
utópicos :
Fourier en sus falansterios.
Owen en sus cooperativas
de productores/
consumidores.
Cabet en sus comunas
ortogonales y con fábricas
y servicios en los
extremos, como Icaria.
Paris 1858
6. Para la
transformación
social, Charles
Fourier promovió la
creación de
falansterios,
enormes edificios
semejantes al
palacio barroco, en
el que vivirían y
trabajarían
comunidades de,
unas 1600 personas,
con servicios
comunes en el
centro de biblioteca,
comedor, etc.; las
zonas de trabajo y
de vivienda estarían
conectadas por
patios y calles
cubiertas.Paris 1858
7. Por su parte,
Robert Owen
propuso ciudades
comunitarias de
unos 1200
habitantes en
torno a una plaza
central, con
edificios públicos
y viviendas y
disponiendo en
torno al patio las
actividades
productivas.
Su experimento se
puso en práctica
en New Harmony
(Indiana), pero
fracasó.
Paris 1858
8. Ethienne Cabet ideó
un modelo de
nueva sociedad
comunitaria basada
en una ciudad ideal,
Icaria, atravesada
por un río, con
espacios verdes,
fábricas y hospitales
a las afueras.
En su interior
propone separación
de calles para
peatones y
vehículos.
Trató de llevar a
cabo esta propuesta
con emigrantes a
EEUU que se
asentaron en
colonias de acuerdo
con este modelo.
9. La mayor parte de estas propuestas
fracasaron, pues era más urgente proceder
a reformar las ciudades existentes, en las
que los problemas se acumulaban:
alojamiento, higiene, abastecimiento,
desplazamiento, seguridad…
Paris 1858
10. Por su parte, las nuevas clases burguesas precisan encontrar un acomodo en la ciudad
acorde con su posición de privilegio, en nuevos barrios ordenados fuera de los
abigarrados cascos antiguos, pero también separados de las clases obreras de la
periferia: su entorno debe ser limpio, racional, ordenado, seguro; un entorno en el que
poder disfrutar de los bienes y placeres que su posición les asegura. Esto dará lugar a
los ensanches, muchas veces a costa de la destrucción de cascos antiguos.
11. El ensanche será la respuesta al
crecimiento de las ciudades de acuerdo con
los intereses de la burguesía.
• Para llevarlo a cabo se derribaron las
murallas (su función defensiva era casi
nula ante la artillería moderna).
• En el espacio antes ocupado por la
muralla se construyeron bulevares, que
separan el casco antiguo del ensanche.
• Es acorde con las ideas burguesas:
orden (plano regular), higiene
(pavimentado, alcantarillado, espacios
verdes, abastecimiento de agua…) y
obtención de beneficios con la
construcción de viviendas, comercios y
vías de transporte.
• Con carácter general adoptaron planos
regulares en cuadrícula (hipodámico),
con calles rectilíneas y más anchas que
las del casco antiguo.
12. Fruto de las anteriores necesidades, se
llevarán a cabo las grandes transformaciones
urbanas y remodelaciones urbanísticas que
experimentarán las principales ciudades
europeas en el siglo XIX.
Hacia 1850 comienzan a diseñarse planes
integrales de reforma del tejido urbano, con
el fin de adaptar la ciudad a la nueva sociedad
burguesa e industrial del siglo XIX.
En general, abordarán aspectos como:
• Remodelaciones de cascos antiguos.
• Eliminación de murallas.
• Construcción de ensanches con diseños
racionales.
• Trazado de amplias avenidas y vías de
comunicación entre la ciudad y su entorno
y en la propia ciudad.
• Construcción de plazas, parques…
13. Estas transformaciones se realizarán a imagen
de la alta burguesía, que desea un entorno
agradable y seguro (lejos de la fealdad de la
pobreza). Surgirá una ciudad segregada:
• Las clases pudientes se instalarán en los
centros renovados y, muy especialmente,
en los nuevos y amplios ensanches.
• Las clases populares se verán expulsadas
de los centros urbanos hacia las zonas de
la periferia, próximos a las zonas
industriales y alejados de los lugares de
residencia de los burgueses (lo que
dificulta los disturbios y aleja la pobreza de
los barrios más ricos).
En esta ciudad se distinguirán tres áreas en
disposición quasi concéntrica:
Cascos antiguos.
Ensanches.
Barrios periféricos y fabriles.
14. La remodelación urbana
más amplia llevada a cabo
en este siglo será la de
París, que se convertirá en
ejemplo de otras por toda
Europa.
Napoleón III desea
convertir París en la
imagen de su nuevo
imperio .
A mediados del siglo XIX,
Paris mantenía la
estructura que tenía en la
Edad Media, con calles
pequeñas que causaban
problemas de circulación,
deterioro de edificios y un
ambiente insalubre
denunciado por los
higienistas.
15. Encarga al barón Haussmann (nuevo
prefecto de París) la enorme
reestructuración urbana de la ciudad
(1853-1870).
Haussmann tenía diferentes objetivos
urbanísticos, higiénicos y políticos:
• Resolver los problemas de
suministro de agua potable y la
evacuación de aguas fecales, que
contribuían a la difusión de
epidemias.
• Controlar las habituales algaradas
políticas que aprovechaban las
retorcidas y estrechas calles del
centro antiguo.
• Establecer sistemas de
comunicación rápidos y eficaces.
• Ampliar la superficie habitable
16. • Divide la ciudad en
distritos administrativos
para atender a cada uno
con servicios propios:
comisarías, parques,
mataderos, mercados, etc.
• Prevé el crecimiento de la
ciudad a través del diseño
de un segundo anillo
concéntrico de distritos.
• Rompe la ciudad medieval
con avenidas que permitan
una comunicación rápida y
puedan circular cañones y
tropas.
• Enlaza las terminales de
ferrocarril de toda Francia
con París, ubicando cada
una de ellas en un punto
cardinal.
Elabora un plan de ordenación urbana mediante el que:
17. Para ello, abrió amplias avenidas
rectilíneas, así como nuevas calles
para conectar con las estaciones de
ferrocarril situadas en la periferia.
El plano regular y en cuadrícula y la
amplitud de las calles no solo
favorecían la circulación sino que
permitían desplegar la fuerza
pública en caso de disturbios, así
como perspectivas monumentales y
espacio para los desfiles y paradas.
Para conseguirlo, se demolieron
puertas, murallas y barrios enteros
de gran parte de la ciudad antigua:
sus antiguos propietarios fueron
desalojados del centro de París, que
quedó disponible solo para los
burgueses.
18.
19. En la reordenación urbana de todo el trazado de este nuevo ensanche de París procuró
mantener una cierta homogeneidad en las fachadas, de acuerdo con la estética ecléctica
tan del gusto burgués.
20. Para mejorar la salubridad de la ciudad, hizo construir acueductos y una red
de alcantarillado, así como dispuso amplias zonas de paseo (los bulevares).
Asimismo, introdujo pequeños parques distribuidos por toda la ciudad y dos
enormes en los antiguos cotos reales de caza: Bois de Vincennes y de
Boulogne.
22. Esta reordenación se convirtió en modelo de otras que se llevarían a cabo en las
principales ciudades europeas, entre ellas Barcelona y Madrid.
En Barcelona, el
desarrollo industrial
impulsó la inmigración,
por lo que la ciudad se
hizo pequeña y debió
proceder a derribar sus
murallas en 1850 para
ampliar el espacio
edificable.
El Ayuntamiento convoca
un concurso para
planificar
urbanísticamente este
ensanche de la ciudad,
siendo seleccionado el
proyecto de Ildefonso
Cerdá que, entre otras
cosas, respetó el casco
antiguo de la ciudad.
23. Organiza el plan mediante una trama
en damero con manzanas cuadradas
de unos 113 metros de lado y cuatro
plantas, separadas por calles de
entre 20 y 60 metros de ancho.
Las fachadas se cuidan y reciben un
tratamiento uniforme y las esquinas
de las manzanas son achaflanadas,
creando plazas en cada cruce.
En el interior de cada manzana
estaba previsto construir una plaza
ajardinada para disfrute de los
vecinos (aunque, por el precio del
suelo, no se completaron y las
manzanas se cerraron por los cuatro
costados).
Las viviendas amplias, de aspecto
uniforme, debían disponer de las
comodidades necesarias para las
necesidades de los burgueses que las
habitarían
Manzana prevista
Manzana construida
24. Para facilitar la
circulación, dos
amplias vías
atravesaban la
estructura ortogonal
del ensanche, la
Diagonal y la
Meridiana.
También estaba
prevista la realización
de ocho parques
públicos, áreas de
servicios, escuelas,
mercados, iglesias…
Sin embargo la
especulación impidió
el desarrollo global
del plan, como había
ocurrido con la
edificabilidad de las
manzanas.
25. En Madrid también se
producen diferentes
remodelaciones
urbanísticas.
Se edifica con trazado
regular el barrio de
Salamanca a partir de 1860,
siguiendo los modelos de los
ensanches burgueses
europeos.
La aportación más
interesante se realiza a final
de siglo con la propuesta de
Ciudad Lineal de Arturo
Soria, con la que pretende
conciliar las ventajas de vivir
en el campo y en la ciudad,
aprovechando los nuevos
sistemas de transporte.
26. Plantea la urbanización de
áreas periurbanas,
próximas a la naturaleza, y
alineadas en torno a una
vía de comunicación.
Su propuesta se
estructura a través de
construcciones
unifamiliares que se
disponen a lo largo de una
amplia calle, atravesada
por una vía de ferrocarril y
con árboles que la
flanqueaban.
Las casas se disponían a
ambos lados de la calle,
rodeadas de huertas y
espacios verdes,
accesibles a la clase
trabajadora.
27. Considera las necesidades
de transporte propias de las
nuevas grandes ciudades y
por eso plantea esa
estructura longitudinal
siguiendo los medios de
comunicación colectivos.
Su carácter lineal impide la
expansión transversal, con
lo que nunca se pierde el
contacto con el campo y la
naturaleza.
Concede gran importancia a
la calidad de vida.
Se comenzó a poner en
práctica en Madrid en 1882,
pero su propuesta sólo se
materializó parcialmente y
fue abandonada.
http://historias-matritenses.blogspot.com.es/2011/11/la-ciudad-lineal-durante-la-guerra.html
28. E. Howard planteó a finales de siglo su
propuesta de las ciudades-jardín (en cierta
medida influido por los socialistas utópicos).
Ante el crecimiento y alejamiento de la
naturaleza de las ciudades modernas,
pretende preservar el contacto entre la ciudad
y el campo.
Para ello plantea pequeñas ciudades
(inferiores a 3.000), rodeadas de terrenos de
cultivo y unidas con la ciudad mediante vías de
comunicación rápidas.
Las vías de gran densidad de tráfico así como el
ferrocarril estarían fuera de la ciudad y
comunicarían las diversas ciudades-jardín, y
éstas con la central, que puede ser la
tradicional.
Sus habitantes se dedicarían equilibradamente
entre el campo y la industria, por lo que sería
autosuficiente.
Será un precedente del urbanismo moderno y
de los barrios residenciales periféricos.