Los directores de los grandes diarios de EE UU pasan estos días más tiempo en angustiosos seminarios y paneles sobre el futuro de la prensa escrita que en sus propias redacciones. Los diarios llevan años perdiendo peso, pero ahora la situación parece más dramática que nunca. La crisis económica está tenido como efecto que los medios tradicionales (prensa escrita, radio, televisión, carteles) vean cada vez más complicado obtener ingresos publicitarios. Los usuarios se inclinan hacia el hogar y los medios digitales para informarse, lo cual está haciendo moverse el flujo de los anunciantes hacia Internet.