2. Introducción Los fruticultores y horticultores demandan cada día tanto plántulas como plantas de calidad, entendiendo como plántulas aquellas que tienen tamaño pequeño, por ejemplo las producidas en contenedores y justo antes de trasplantarse. Por el contrario, si son de gran tamaño o después que se trasplantaron, se consideran como plantas. La calidad de planta ha sido importante desde hace muchos años en la actividad forestal y recientemente en horticultura y fruticultura, sin embargo, en esta última, tanto el conocimiento de los productores como propagadores en ocasiones es deficiente o erróneo.
3. Calidad ¿desde el punto de vista de quién? 1. ¿Del ingeniero agrónomo? 2. ¿Del productor de la plántula? ¿Planta más bonita? 3. ¿Del fitomejorador? ¿Planta con caracterìsticas para la empresa? 3. Del comprador ¿Planta que rápido inicie el desarrollo 4. Del investigador ¿Planta balanceada?
4. Balance parte aérea parte radical Se busca que la plántula tenga raíz con características que permitan un adecuado desarrollo del tallo y hojas. Ello importa para el desarrollo de la planta y para su amarre y desarrollo después del trasplante.
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6. Altura de plántula Esta característica puede ser buena o mala dependiendo de varios aspectos. Sin embargo, en fruticultura por lo general se prefieren las plántulas o plantas de mayor tamaño, esperando con ello acelerar su desarrollo vegetativo y reproductivo, en horticultura no siempre es así. Se debe tener cuidado al seleccionarlas, eligiendo preferentemente las que fueron primeramente producidas. Por ejemplo, al comprar plantas de mango, se seleccionarán las de mayor tamaño, sin embargo, si durante varias semanas previas se vendieron del mismo lote, siempre quedarán plantas de mayor tamaño, que no serán ya las mejores, sino las menos malas. La medición es casi siempre de la base del tallo (unión del tallo con la raíz) hasta el ápice central. En papayo al igual que en hortalizas, se prefieren plántulas un poco más compactas y al mismo tiempo fuertes.
7. Diámetro de tallo Esta variable es determinante para mantener un equilibrio entre la parte inferior y superior de la planta. Al igual que en la anterior si el diámetro es grande o pequeño puede ser bueno o no. Por lo general se busca sea el mayor para asegurar la estabilidad de la planta una vez en campo. En acodos de litchi tomados de tallos viejos, puede ser una desventaja, en cambio ser adecuado en plántulas de papayo. Se mide en la base del tallo o un poco encima, utilizando un vernier.
8. Número y tamaño de hojas Brillantes, de color verde y rojizas cuando jóvenes, sin deformaciones ni daños y de apariencia sana. Una deficiencia o exceso de ellas tendrá un gran efecto en la sobrevivencia postrasplante y desarrollo posterior. Cuando se tienen pocas hojas disminuye la transpiración pero igualmente puede significar un manejo inadecuado previo a su venta, por ejemplo, que el riego y fertilización e incluso la iluminación hayan sido inadecuados. Por el contrario, si son muchas, la transpiración aumentará y la consecuente posibilidad de morir poco después del transplante. En este caso, no existe equilibrio entre el volumen de raíz y la parte aérea (tallo, ramas y hojas).
9. Características del sistema radicular El sistema radical (para plantas) o radicular (para plántulas), como ya se dijo, debe guardar relación con la parte aérea. Es importante tanto el volumen como su longitud, dependiendo de la especie y forma de propagación. Las especies propagadas asexualmente (acodos, esquejes, etc) tendrán por lo general mayor volumen que longitud de raíz y por lo tanto, este último será mayor en las que se propagan sexualmente (por semillas), de igual manera, las variadas especies tendrán diferencias en su sistema de raíces.
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11. Volumen de raíz Se determina separando las raíces y sumergiéndolas en un recipiente graduado conteniendo determinada cantidad de agua, siendo el volumen el líquido que se desplace. Se relaciona con una mayor cantidad de raíces jóvenes y activas.
12. Longitud de raíz Se evalúa con regla métrica. La forma de la raíz es importante en fruticultura; en las plantas que se propagan asexualmente se espera una gran cantidad de raíces de tamaño similar, sin que existe una pivotante que se dirija directamente hacia abajo, lo que si ocurre en plantas que se propagan sexualmente, pero que si se dejan mucho tiempo en contenedores pequeños en altura o grosor o ambos, las raíces no podrán desarrollarse adecuadamente y tenderán a doblarse y crecer hacia los lados y arriba. Esto también ocurre cuando los contenedores no tienen perforaciones adecuadas para el drenado del agua.
13. Forma de raíz Depende primeramente de la especie, en segundo término de la forma de propagación, del tamaño y forma del contenedor así como del tiempo y manejo que se brinda a la plántula. Cada especie tiene una forma particular de sistema radical. Las especies que se propagan sexualmente tienen una raíz pivotante profunda, en cambio, las asexuales la presentan más superficial y extendida. El tamaño y forma de contenedor ocasionan que las raíces sean más largas o cortas, que se doblen y suban por las orillas del contenedor (“cola de cochi”) y que tomen la forma del mismo. A medida que pasa el tiempo, el sistema de raíces puede empezar a tener dificultades para desarrollarse y por tanto perder calidad. Si a ello se agrega un manejo deficiente del riego y nutrición, que provocan que las raíces puedan desarrollarse lento, si falta nutrición y riego o rápido, cuando la nutrición y riego son adecuados.
16. Color de hojas Esta característica se relaciona muchas veces con la anterior, aunque depende en gran medida de la especie. Por lo general el color mejora con la adecuada nutrición, recordando que cada uno de los elementos, mayores o menores afectará el color de las hojas, por ejemplo, el exceso de nitrógeno brindará un color verde intenso. La edad de la hoja se deberá tomar en cuenta al seleccionarlas para determinar su color. El color puede ser determinado visualmente o por medio de un colorímetro especial.
17. Contenido de carbohidratos Esta variable al igual que la siguiente, es poco utilizada de manera comercial en viveros frutícolas, aunque en algunos forestales de países avanzados en esa área sí se llega a realizar. Esta variable se relaciona con las cualidades que pueden tener las plántulas o plantas para tolerar el trasplante o incluso un periodo corto sin el suministro de fertilizantes. Para su determinación se puede utilizar ya sea un método manual sencillo en el que al tomar unas hojas se determina el contenido de carbohidratos o el que se realiza en laboratorio, que es más laborioso pero al mismo tiempo de mayor certeza.
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19. Presencia de patógenos Los microorganismos patógenos, sean hongos, bacterias y virus, principalmente, ocasionan ya sea retrasos en desarrollo, muerte de plántulas o contaminación de otras plántulas, de sustrato y del mismo suelo donde se trasplantará, además del propio invernadero o vivero donde se les produjo. Su presencia puede deberse a semilla o material de propagación (estacas, acodos, injertos, etc) contaminados, a limpieza previa deficiente del sitio, de los sustratos y herramienta, de agua contaminada, deficiente protección contra vectores, exceso de sombra o de riego, falta del mismo que disminuye la humedad relativa, el ingreso de personal sin la limpieza requerida, etc.
21. Colonización por microorganismos En los sustratos utilizados en propagación se tienen numerosos microorganismos, principalmente hongos y bacterias que pueden ser benéficos o perjudiciales para las plantas. Los benéficos deben estar en poblaciones bastante superiores para mejorar las características nutrimentales del estrato y por ende de las plantas, así como mantener bajas las de los patógenos. Lo primero se puede lograr micorrizas que luego se explica y lo segundo, adicionando diversos microorganismos, por ejemplo Bacillus spp y Trichoderma spp, ambos habitantes naturales del suelo. La colonización por microorganismos se evalúa en suelo (diversos microorganismos) y raíces y suelo (micorrizas).
