1. PABLO ESTÁ TRISTE
Pablo era un niño muy feliz. Siempre estaba jugando con
sus amigos, se lo pasaba genial en los recreos. Vino al cole
una niña llamada Sandra, era muy guapa y todos los chicos
iban detrás de ella.
Pablo no quería ir detrás suya, le daba vergüenza. Cuando
Pablo llegó a su casa sus padres le dieron una mala noticia.
Ellos le dijeron:
-Tu abuelo ha muerto, lo sentimos.
Pablo dijo:
-¿Qué abuelo el que me hacía reír siempre o el que no?
-El que te hacía reír siempre. Dijeron sus padres.
Pablo se fue a su cuarto a llorar.
Al día siguiente nada le salió bien. Hacía cosas que no tenía
que hacer, repetía exámenes sacando buena notas, etc.
Todo esto le ocurría porque su
abuelo se había ido al cielo.
Intentaban animarlo siempre,
pero no podían. En los recreos
siempre estaba solo, porque no
tenía ganas de jugar a nada.
Sacaba malas notas, no tan
malas, pero,tampoco tan
buenas como las de antes. Le costaba reírse sin su abuelo.
Después de clase se iba a su cuarto a llorar hasta que no le
quedaba ninguna lágrima. Estaba triste un día tras otro; y
nublado para él un día tras otro.
Pablo no quería saber nada de
nadie, siempre pensaba en su
abuelo cuando se lo pasaban muy
bien. Él sabía que llegaría su hora,
pero no tan pronto.
Se quedó un tiempo en casa de su
abuela para acompañarla y que no
estuviera sola. Los dos se lo pasaron
2. muy bien. Se reían mucho.
Pero, cuando Pablo se fue con sus padres volvió a ponerse
triste y su abuela también; así, hasta que se vieron otra
vez.
Al volverse a encontrar Pablo y su abuela se pusieron muy
felices, aunque el abuelo se hubiera ido. Se quedó en casa
de su abuela un año.
Su abuela dijo:
-¡Me encanta que mi nieto se quede aquí mucho tiempo!
Pablo contestó:
-A mí también me gusta.
Los dos se fueron al parque y al volver para la comida todo
estaba tranquilo, porque siempre gritaban, y exclamó
Pablo:
-¡Gruauauaua!
Su abuela preguntó:
-¿Qué haces?
-Lo que hacía con el abuelo, gritar. Dijo Pablo.
Y empezaron a comer. Después de comer jugaron al
parchís, a la oca, etc. Esa tarde se lo pasaron genial.
Olvidaron que el abuelo ya no estaba, y recuperaron la
sonrisa. Pablo era más feliz y jugaba mucho con su abuela
y con sus amigos; y su abuela era muy feliz al ver que
tenía un nieto muy bueno y alegre.
Ana Almaźan. FIN.
3. CAPERUCITA GRIS Y EL PATO
MIEDICA
Caperucita Gris era
una niña muy
graciosa que tenía 11
años. Su madre le
pidió que se quedara
en su casa que ella
iba al entierro de su
abuela que había
muerto por un lobo
que se la comió. Su pato cogió unas tijeras y
dijo:
-Caperucita corta el hilo con las tijeras, pero
ten cuidado y no te cortes- dijo el pato.
-Vale y, ¿por qué no lo haces tú?- contestó
Caperucita.
-Porque tú ya sabes que q.... qu... que yo soy
un mie....... mied... miedi..... miedic.... miedica
ya lo sabes.- respondió el pato.
4. -Ya lo sé, pero tienes que superar el miedo.-
contestó Caperucita.
-Ya lo he superado,¿ no ves que sé cocinar?
Mintió el pato.
-No que va ahora verás... Ven conmigo que
vamos a cocinar una
tortilla de patatas.-
Reclamó el pato.
-Vale.
- Sé que mientes,
respondió Caperucita.
El pato sabía que él
mentía y cuando estaba
preparando la tortilla,los
huevos los partió en la
cabeza de Caperucita y
los removió en su pelo.
Caperucita le preguntó:
-¿Por qué me haces eso?, ¿no sabes cocinar?,
¿no me habías dicho que sí?,dijo sin extrañarse
mucho Caperucita.
-Lo siento, pero, es que no entiendes lo que he
hecho, te los he partido para cocinarte mejor
ja,ja,ja.
-No eso está mal, tú no debes hacer eso la que
tendría que cocinar soy yo porque mi mamá
dice que los animales no cocinan, las personas
los cocinamos y por eso y... ¿Tú no querrás que
yo te cocine? ,porque... yo soy una experta en
cocina y sobre todo cocinando patos a la
5. naranja. Si quieres que te cocine métete en la
olla exprés; o mejor en el horno y pongo las
naranjas a tu lado.
-No tú eres una niña buena y yo me voy de
casa, me voy de vacaciones a la playa.
-Claro para cocinarte bien con el sol-Contestó
Caperucita.
El pato se fue de vacaciones y vino
al mes siguiente quemado . A
Caperucita y a su madre les parecía
que el pato olía muy bien porque
se asó. Caperucita y su madre
fueron hacia la puerta y....... ¡PUM!
Se lo comieron. Su madre se arrepentía...... de
no haberlo cocinado antes porque estaba muy
rico.
FIN
Autor/a: Natalia Aranda Valle.
6. LOBITA AZUL
Érase una vez una lobita llamada Lobita Azul. Una mañana la madre de la Lobita Azul le dijo que le
llevara a su abuelo Fernando, que vivía en la ciudad un regalo porque era su cumpleaños.
Lobita iba muy contenta cuando se encontró con la feroz alumna de la escuela Nuestra Señora
de la Encarnación, la llamaban Capi porque era la capitana de juegos del colegio. Era una alumna a
la que le tenían mucho apreció
porque sin ella no habría más
diversión y los alumnos estarían
muy triste.
Lobita salió corriendo porque le daba mucho miedo, Capi le siguió hasta la mansión de su abuelo.
Una vieja mujer de ochenta y cinco años lo vio todo, así que esta anciana entró también. No sé sabe
por qué, pero esa vieja mujer se parecía mucho a la... ¡madre de Lobita Azul! ¡Qué extraño!
7. Las tres entraron a la mansión del abuelo; pero, por desgracia ,se perdieron en la mansión y
empezaron a llorar. El abuelo Fernando era muy listo y sabio, pues era ya muy viejo. Más tarde,
Lobita Azul se puso a llorar y el abuelo la encontró. Lobita estaba muy contenta de verlo y le contó
lo que pasó.
Los dos llamaron a la policía y les
dijeron que Capi era muy buena
pero que si había hecho eso pues...
sería mala, ya que la había
perseguido, junto con la anciana.
La llevaron a las dos a la cárcel y resulta que la vieja mujer era...¡La madre de Lobita Azul!,ya
sabemos porque se parecían tanto...También porque era el Día de los Inocentes.
8. Por eso era una broma todo lo que pasó,
y todo esto lo escribió la protagonista
esa misma noche en su diario.
FIN
MARÍA ESCOZ VILCHES 5ºA
9. EL PERRO MÁGICO
Érase una vez dos niños que salieron a dar un paseo. Llegando a casa se
encontraron un perro muy bonito y decidieron llevárselo a su casa
escondido en una mochila para que su madre no lo viera. Cuando llegaron
a su casa la madre notó algo raro en ellos. Cuando llegaron a la habitación
de la niña decidieron llamar al perro Luna.
-¡No!, dijo el niño:-Es macho se llamará Tobi.
El perro dijo:
– No me gusta ninguno de los dos nombres, me llamo Fiti.
Los niños se asustaron.
La niña dijo:
– ¿Qué has dicho?
– Que me llamo Fiti ¿y vosotros?
– Yo soy Kika y este es mi hermano Juan Antonio.
Los niños se asustaron aún más.
-Podemos ser amigos si mi madre nos deja. dijo el niño.
El niño le dijo a
su madre que
habían
encontrado un
perro mágico,
pero la madre no
se lo creyó. Un
día la madre
subió a la
habitación de la
niña y vio al
perro hablando.
La madre se
asustó mucho y
llamó a los niños,
los niños les dijeron que era bueno y como a la madre le gustaban mucho
10. los perros decidieron quedárselo como mascota.
Dijo el perro:
– Vale seremos una familia.
Y vivieron felices y comieron perdices.
FIN
Autora: kenia María González Zamora. 5º A.
11. LA SEMILLA MÁGICA
Había una vez una niña llamada Dori. Dori un día fue a
comprar al pueblo y vio unas semillas rojas.
Le gustó mucho el color y las compró. Al día siguiente
sembró la semilla y a los pocos días un árbol creció tanto
que llegó a las nubes.
Dori decidió escalar y cuando llegó al
final del árbol había un hombre diminuto
y ese hombre la llevó a
su pueblo diminuto. La
reina del pueblo le dio
una misión a Dori. Esa
misión era encontrar en
el bosque mágico a una paloma azul,
porque esa paloma era el tesoro más
valioso de la reina. Después de un
tiempo Dori fue a buscar a la paloma
azul.
En el bosque Dori tuvo muchos
problemas. Su primer problema era el
río. Ese río llevaba un agua tóxica que si
la tocabas te fundías. Para pasar el río
ató una cuerda a un extremo de un árbol
y así pudo saltar el río. Después se
encontró con el valle encantado. Una
vez allí, Dori le preguntó al primer árbol
que se encontró que si había visto a la paloma azul. El
árbol le respondió que la paloma se había dirigido hacia
12. un pueblo. Dori pensó que se había ido a su pueblo y
bajó rápidamente por el árbol. Fue al mercado y una vez
allí preguntó al panadero de su pueblo y él le dijo que sí
la había visto y que se dirigía a la pescadería. Dori fue a
la pescadería y capturó a la paloma azul.
Subió por el árbol y le dio la paloma azul a la reina.
El pueblo estaba muy agradecido y por eso le dieron
100 monedas de oro y Dori se puso muy contenta, pero
cuando iba a bajar por el árbol, el árbol había
desaparecido.
El árbol lo tenía un gigante. Dori viajó al mundo de les
gigantes y se enfrentó contra el gigante pero, no pudo
con él. Entonces Dori le dio las 100 monedas a cambio
del árbol y el gigante aceptó. Al final Dori se quedó sin
las monedas, pero con la satisfacción de haber capturado
ella sola la paloma azul.
FIN