1. ESCUCHE LA VOZ – RABITO.
Escuche la voz, que viene del cielo; escuche la voz, que viene del cielo;
es la voz de mi señor, de mi padre bueno; es la voz de mi señor, de mi padre bueno .
Me rodeaste de riquezas, me llenaste de esperanza
todo lo que yo he logrado es por que en ti tuve confianza.
hoy le dejo ver al mundo, mi manera de ser,
les digo que hablo contigo, y no lo pueden creer.
Escuche la voz, que viene del cielo; escuche la voz, que viene del cielo;
es la voz de mi señor, de mi padre bueno; es la voz de mi señor, de mi padre bueno .
Con lo que llevo vivido, hasta ahora voy ganando,
no hago ruido ni alboroto con mis hecho voy hablando,
si me miras a los ojos, podrás ver mi corazón,
podrás ver que yo no miento cuando hablo de Dios.
Escuche la voz, que viene del cielo; escuche la voz, que viene del cielo;
es la voz de mi señor, de mi padre bueno; es la voz de mi señor, de mi padre bueno .
2.
3.
4. Toda asamblea debe tener un animador musical,
un coordinador del canto, que preste el servicio de
motivar a los demás a que alaben al Señor.
EL ANIMADOR, le corresponde despertar el alma
de la asamblea y dejar que se manifieste, debe
preparar sus indicaciones y comentarios, para
recibir a las personas, acogiéndolas, atendiéndolas
y despidiéndolas con alegría y amistad.
5. Debe ser una servidor de mucha oración,
que inspire piedad y que despierte confianza,
que no pierda la paciencia, alegre y sepa sonreír.
que transmita gozo, paz y tranquilidad.
Además de esto debe poseer un buen oído musical,
sentido del ritmo, voz segura y gestos apropiados
para expresar con las manos y su cuerpo los efectos
que desea obtener.
A pesar de estar al frente debe ser discreto y animar
a la asamblea sin estar haciendo discursos.
6. Nuestro servicio al dirigir la música en una asamblea
es sustancial y muy importante. A veces creemos
que nuestro servicio como líderes de la música es
secundario, solo tiene que callar a la gente al inicio
de la asamblea con un canto, y luego ir escogiendo
cantos para rellenar, pero no es así.
Como líderes de la música, tenemos la seria
responsabilidad de ser instrumentos en las manos
de Dios para, en coordinación con el animador de la
asamblea, ir dirigiendo a la comunidad a la
presencia de Dios.
7. Hay DOS roles muy importantes en una asamblea:
El animador de la Asamblea y el Líder de la Música.
En ocasiones poco frecuentes, una sola persona
desempeña ambas funciones, pero en general son
dos personas distintas.
Es un servicio espiritual, por lo que debe de estar
impregnado de oración, suplicando a Dios que nos
haga ser instrumentos dóciles en sus manos para
conducir a la Asamblea en la música.
8. La alabanza y la adoración son actitudes
simultaneas , y con frecuencias son muy
semejantes; pero cada una de ellas tiene
su propia esencia y propósito.
Hay que saber equilibrar las dos
reconociendo las diferencias y funciones
tanto de la alabanza como de la adoración.
“ FUNCIONAN SEGÚN LA VOLUNTAD Y NO
SEGÚN LAS EMOCIONES.”
9. La alabanza es la expresión jubilosa y exultante de amor a Dios.
Cuando alabas a Dios, sueles hacerlo de pie, en voz alta, incluso
levantando las manos, saltando o danzando. Vemos ejemplos de
alabanza en los salmos 149 y 150.
La alabanza es exterior, libre y celebrativa. Normalmente
interviene todo nuestro cuerpo. Por otro lado, la adoración es un
susurro de amor, es mas profunda e íntima, es la expresión del
corazón amoroso que se ofrece a Dios por el profundo amor que le
tiene.
La adoración puede ser de rodillas, postrado, sentado, etc… con
una disposición profunda y tierna de expresarle a Dios nuestro
amor, Como dice el salmo “con un susurro de cítara”
10. Nuestra relación con Dios lleva un proceso natural de acercamiento,
que pasa del cuerpo a la mente y luego de la mente al espíritu. Nos
vamos como “adentrando” interiorizando en Dios. (Como irse
sumergiendo en un rio cada vez mas hondo).
Existe algo mas profundo que la adoración, que es la contemplación
silenciosa, en ella nuestro espíritu se une a Dios sin necesidad de
elementos externos, en silencio, contemplando a Dios y dejándonos
amar por él.
La contemplación es como tomar el sol en la playa, acostado:
Simplemente te dejas quemar suavemente en el amor de Dios, no
necesitas hacer nada externo para que el sol te queme, simplemente,
ponerte bajo su luz.
No podemos quedarnos solo en alabar a Dios en lo exterior, debemos
profundizar más y mas, como veremos ahora.
11. Es elogiar, celebrar con palabras, decir de algo
o de alguien cosas que significan aprobación.
Se alaba a Dios al Exaltarlo o expresarle
admiración.
Se alaba a Dios al hablar bien de el o
exaltarlo delante de los demás.
Se caracteriza por la celebración y la alegría, y
se expresa con cantos, gritos, vítores,
expresiones orales, danzas y aclamaciones.
12. 1) Se alaba porque así lo ordena su Palabra (Sal. 150, 6).
2) Porque a Dios le agrada la alabanza (Sal. 22,4; 69,
31).
3) Hay poder en la alabanza (Is. 30, 32).
4) Porque es bueno alabarlo (Sal 92, 1; 135, 3).
5) Porque es digno de alabanza ( Sal 48, 1; Ap. 4, 11).
13. Existían en el Templo de Jerusalén varios lugares que
representan grados de acercamiento a Dios. Los Atrios, el
lugar Santo y finalmente el Santo de los Santos.
Los Atrios. “Entrad por sus atrios con júbilo y acción de
gracias”… Era el lugar donde todos llegaban desde lejos,
lugar de fiesta, tamboril, pandero, danza… NUESTRA
ALABANZA DEBE SER ATRACTIVA!!, debe INVITAR a
todos a participar, sin forzar a nadie, animarlos a todos a
celebrar a Dios.
14. El Lugar Santo. Una vez que pasaban los atrios, algunos
podían entrar al “Lugar Santo”, donde estaba el candelabro y se
leía la Tora (La Biblia). El ambiente es de mayor recogimiento y
reflexión que en los atrios, estamos en un lugar interior, que se
relaciona con la mente: meditación de la Palabra, la oración
mental y “el comienzo de la Adoración”.
El Santo de los Santos. En este lugar del Templo estaba el
arca de la Alianza, era el lugar del encuentro “cara a cara”. La
oración más perfecta es la adoración contemplativa, porque es
la que toca el corazón más profundamente. La música puede
ser con muy pocos instrumentos, o incluso a capela, y conviene
que haya silencios fecundos.
15. Los músicos somos los “guías de turísticos” en el caminar
del pueblo hacia el interior del Templo de la Alabanza y la
Adoración.
Nosotros en cambio, debemos ser guías muy respetuosos de
este camino espiritual de la comunidad, escogiendo
cuidadosamente los cantos para llevar a la asamblea al
momento y lugar que debe estar viviendo.
La alabanza y la adoración son un tesoro de nuestra
expresión de amor a Dios y del amor que Dios nos tiene
cuando nos habla al corazón.
16. El ministerio de la música es un llamado
hecho por Dios a algunos, los cantores,
para dedicarse a servirle en el culto día y
noche.
Requiere una consagración especial,
apartar tiempo para el ministerio, y en
algunos casos ser exento de otros
servicios para ocuparse del Ministerio de la
música. (I Cro 9,33)
Es un mandato de
Dios cantar y tocar
con excelencia. (Sal
33) “Tocad la mejor
música!”.
El ministerio de la
música es eterno,
todo el pueblo ha
de cantar alabanzas
a Dios eternamente.
Reunirnos a orar, a
ensayar, y a tomar
cursos, etc… es parte del
Ministerio de la Música al
cual estamos llamados.
No solo lo es llegar a la
asamblea y cantar.
1 CRO. 6; 16 – 18.
2 CRO. 15; 4 – 13.
NEH. 12; 27- 29.
SAL. 33; 1 -4.
EFE. 5; 17 – 20.
APO. 15; 2 – 3.
17. SALMO 150:
“ QUE ALABE AL SEÑOR TODO
CUANTO VIVE, ALELUYA.”
SALMO 66:
“ OH DIOS, QUE TE ALABEN
LOS PUEBLOS, QUE TODOS
LOS PUEBLOS TE ALABEN.
SALMO 145:
“¡ALELUYA! ALABA, ALMA MIA, AL
SEÑOR.
ALABARE, AL SEÑOR MIENTRAS VIVA,
CANTARE HIMNOS AL SEÑOR
MIENTRAS EXISTA.”