Los miomas uterinos son tumores benignos comunes en las mujeres. Generalmente son asintomáticos pero pueden causar sangrado menstrual abundante, dolor pélvico o presión en los órganos vecinos. El diagnóstico se realiza mediante ecografía transvaginal o resonancia magnética, y el tratamiento depende de los síntomas y el deseo reproductivo de la paciente, incluyendo resección, miomectomía, histerectomía o embolización de las arterias uterinas.
2. Es la patología benigna más
frecuente del útero y la más
frecuente de la mujer.
Leiomiom
a
Fibrom
a
Px
Asintomática
Los miomas es un tumor benigno
de músculo liso constituido por
células y cantidades variables de
tejido fibroso y matriz de colágena
3. Es desconocida.
La aparición y desarrollo de los miomas
está muy relacionada con la edad fértil
de la mujer.
En cambio durante la menopausia se
produce una regresión de éstos, aunque
no lleguen a desaparecer.
4. Edad: >40 años de edad.
Menarquia Temprana.
Menopausia tardía.
Antecedentes familiares:
familiares de primer grado.
Peso:
Obesas son más propensas
5. Raza: Las negras americanas; en ellas
además, los miomas son más grandes,
más sintomáticos y aparecen a una edad
más temprana.
Tabaco: En las mujeres fumadoras puede
estar reducida la incidencia de miomas.
Anticonceptivos orales: No está muy
claro.
6. Los miomas son masa de consistencia dura,
habitualmente redondeados, de aspecto fasciculado y
bien delimitado del miometrio sano, aunque no están
encapsulados.
Pueden ser únicos o múltiples (más frecuente)
Su tamaño puede ser muy variable
7. La localización más frecuente de los miomas es
el cuerpo uterino.
Se calcula que sólo un 10% aparecen en el
cérvix, pudiendo confundirse con pólipos
cervicales en la exploración con espéculo, pero
su dureza característica los diferencian de
éstos.
Diferenciamos tres clases de miomas en
función de su localización dentro del cuerpo
uterino:
MIOMAS SUBSEROSOS
MIOMAS INTRAMURALES
MIOMAS SUBMUCOSOS.
8. Miomas subserosos:
Crecen bajo la serosa uterina
produciendo un resalte en superficie de
útero
Pueden alcanzar un gran tamaño
permaneciendo asintomáticos o dar
síntomas de compresión de órganos
vecinos.
Pueden ser pediculados.
Crecen hacia el ligamento ancho
introduciéndose entre sus hojas
(miomas intraligamentarios).
Se adhieren al epiplón o a intestino y
desarrollan una vascularización
independiente del útero; estos son los
llamados miomas parasitarios.
9. Miomas submucosos:
Son menos frecuentes .
Suelen ser más sintomáticos y por
tanto más diagnosticados.
Crecen hacia la cavidad uterina
produciendo un resalte en el
endometrio
Se caracterizan por producir
sangrados abundantes.
Algunos autores defienden que en
este tipo de mioma la
degeneración sarcomatosa es
10. Miomas intramurales:
Son los más frecuentes: 50-55%
Estos crecen en el espesor del
miometrio, pudiendo aumentar
considerablemente el tamaño del útero y
produciendo irregularidad en la pared.
11. Los miomas pueden sufrir cambios
degenerativos como resultado de
alteraciones circulatorias, infecciones o
por cambios hormonales.
Edema: Estasis de la circulación venosa
del tumor.
Atrofia: Principalmente tras la
menopausia debido a la disminución
estrogénica.
Degeneración hialina: Sustitución del
tejido conjuntivo por material hialino
(subserosos)
12. Degeneración quística: Por la licuación del material
hialino.
Degeneración infecciosa: Ocurre exclusivamente en
miomas submucosos y es muy infrecuente.
Necrosis: Fallo circulatorio en los vasos del tumor.
Puede ser focal, más frecuente en la parte central, o
difusa.
También existe la necrosis roja, que se produce durante
el embarazo, debida a una oclusión periférica de las
venas del mioma, que produce una extravasación
sanguínea.
13. Degeneración grasa: Es muy rara, suele
producirse tras una degeneración hialina y
debe diferenciarse de los leiolipomas.
Calcificaciones: Aparecen principalmente
tras la menopausia. Puede ser total o
parcial y el calcio puede depositarse en el
interior o en la periferia del mioma.
Degeneración sarcomatosa: Es muy poco
frecuente. Suele iniciarse en el centro del
tumor apareciendo frecuentes zonas de
necrosis y hemorragias
14. Son frecuentemente asintomáticos.
Un 50% de mujeres serán un hallazgo
casual en la ecografía realizada por otra
causa.
En los casos sintomáticos, la clínica
dependerá del tamaño, localización y
número de los miomas.
15. Sangrado
Es el signo más frecuente.
Menorragias.
Los submucosos se asocian más a
sangrado.
Los intramurales también pueden
producir metrorragia debido a la
distensión de la cavidad uterina y
aumento de la superficie sangrante.
Los subserosos no producen clínica de
metrorragia.
16. Dolor
Puede aparecer en un 30%
En algunos casos, el mioma
resulta un cuerpo extraño
para el útero, que intenta
expulsarlo mediante
contracciones dolorosas.
Puede producirse dilatación
cervical y profusión del
mioma hacia a vagina (parto
del mioma).
En los casos de miomas
subserosas puede producirse
compresión nerviosa.
18. Reproducción
La afectación de la fertilidad en las
mujeres con miomas esta muy discutida.
Se ha asociado la presencia de miomas
submucosos con una disminución de la
fertilidad
Algunos estudios han demostrado un
aumento de la fertilidad a tasas
normales para su edad en aquellas
mujeres en las que se resecaba el
tumor.
19. Ecografía Transvaginal
Los miomas aparecen como masas redondeadas,
circunscritas, bien definidas y de ecogenicidad
diferente a la del miometrio que lo rodea.
Precisar número, tamaño y localización, pudiendo
identificar masas de hasta 1-2 mm de diámetro.
Esto nos será muy útil a la hora de elegir una
actitud terapéutica así como para decidir la vía de
abordaje quirúrgico si fuera necesario.
20. Resonancia Magnética
Es la técnica más precisa para el
diagnóstico del mioma.
Se puede determinar con gran exactitud
tamaño, número y localización.
Mejor método para estudiar la
penetración en el miometrio de los
miomas submucosos.
21. Histeroscopia
Es la técnica diagnóstica de elección en el
caso de los miomas submucosos.
Podremos diferenciar entre miomas, pólipos
e hiperplasias.
Podemos valorar el grado de extensión del
mioma en el miometrio.
Según esta extensión podemos clasificar los
miomas en:
tipo 0 cuando no hay extensión miometrial.
tipo I cuando la extensión es inferior al 50%
tipo II cuando es mayor al 50%.
23. Mioma submucoso:
El tratamiento de elección para este tipo
de tumor es la resección hiteroscópica.
Esta intervención está indicada en caso
de miomas submucosos sintomáticos,
en mujeres jóvenes con deseos
reproductivos o en aquellas que quiere
conservar su función menstrual.
24. Miomectomía:
La miomectomía está indicada en
mujeres jóvenes con deseos
reproductivos y en aquellas pacientes
que desean conservar su útero.
Esta intervención puede realizarse por
laparotomía o por vía laparoscópica.
El riesgo es la recurrencia de los
miomas, aunque en muchos casos,
éstos no requieren una nueva
intervención.
25. Histerectomía:
Está indicada en aquellas mujeres con
más de 40 años o que hayan cumplido
sus deseos genésicos.
La histerectomía puede ser total,
extirpando el cuerpo del útero y el
cérvix, o subtotal en la que se conserva
el cuello.
26. Embolización:
La embolización de las arterias
uterinas es una técnica alternativa
a la cirugía para el tratamiento de
los miomas.
La técnica se realiza mediante
radiología mínimamente invasiva.
Consiste en la localización de las
arterias uterinas mediante la
introducción de contraste a través
de un catéter introducido en la
arteria femoral. Una vez
localizadas las arterias se
introduce una sustancia
embolizante que produce