Este documento discute cómo la falta de oportunidades educativas y de desarrollo para los jóvenes en México los lleva a la delincuencia. Señala que muchos jóvenes abandonan la escuela para trabajar y apoyar a sus familias en la pobreza, dejándolos sin educación y más propensos a caer en actividades delictivas. También analiza cómo la exposición a la violencia en los medios y la admiración por figuras del crimen organizado influyen en la conducta de los jóvenes. El documento
La historia de la vida estudiantil a 102 años de la fundación de las Normales...
La delincuencia es la factura que paga la sociedad por los jóvenes que carecen de oportunidades de desarrollo y educación.
1. Universidad Autónoma del Noreste
Ensayo:
La delincuencia es la factura que paga la sociedad por los jóvenes que carecen de
oportunidades de desarrollo y educación.
Autor: Graciela Ríos Morín
Maestra: Lorena González Rábago
Cd. Piedras Negras Coahuila. A 25 de Noviembre de 2011
2. Introducción
La sociedad mexicana tiene muchos problemas, y uno de los más alarmantes es
la delincuencia que se ha apoderado de la juventud; pues son los jóvenes los
principales protagonistas de los hechos delictivos que ocupan las primeras planas
de los periódicos, de los noticieros, de los actos vandálicos que tienen a todos con
el temor de salir a la calle y no regresar de nuevo a casa.
Existen varias razones que orillan a los jóvenes a perpetrar toda clase de
acciones que rebasan la capacidad humana de comprensión o justificación ante
los asesinatos, violaciones, mutilaciones, robos, secuestros… que cometen a
diario y tienen al país desmoralizado.
La pobreza en la que viven muchos jóvenes del país los hace presa fácil de
convertirse en criminales. Herencia no es destino. Todavía se está a tiempo de
emprender líneas de acción que rescaten a muchos jóvenes perdidos en manos
de la delincuencia o muchos en riesgo de caer presos de ella. La juventud es el
poder de México, que esa fuerza no sea la que desborde y pierda en un abismo a
la nación sino que sea ella la que la empuje y la lleve a la cima, para ello hay que
reconocer que se han cometido muchos errores imperdonables respecto a la
educación y la formación con que hemos venido creando a los jóvenes y que nos
compete a todos salir y unir esfuerzos para rescatar a la juventud y terminar con la
delincuencia que les extiende sus tentáculos.
3. Desarrollo
Día con día lo que se lee en los periódicos, lo que se ve en los noticieros, son
noticias relacionadas a la violencia y la delincuencia.
Las películas, las canciones, la programación de la televisión están cargados de
violencia, y es el contenido que más disfrutan los jóvenes; con tristeza se puede
reconocer que son los jóvenes quienes cada día más esgrimen la violencia como
talismán de legitimidad, de grandeza, de valor de su propia persona, sin entender
que están dañándose y a la vez están dañando a otros, a su propia familia, su
comunidad, su nación.” La violencia juvenil es una de las formas de violencia más
visibles en la sociedad. En todo el mundo, los periódicos y los medios de
radiodifusión informan diariamente sobre la violencia juvenil de pandillas, en las
escuelas y en las calles. En casi todos los países, los adolescentes y los adultos
jóvenes son tanto las principales víctimas como los principales perpetradores de
esa violencia”1
Los jóvenes están expuestos a la violencia de muchas formas, sin importar su
estrato social, sin embargo son precisamente los menos afortunados en la escala
social quienes más se ven afectados e influenciados, capturados en las garras, las
redes de los hechos violentos y delictivos que los marcan, los envuelven y se
convierte en una bola de nieve que va creciendo, creciendo y que puede alcanzar
dimensiones insospechadas. Una acción mala puede llevarlos a cometer otra y
otra y otra hasta que el joven es simplemente un delincuente, una persona que
daña, lastima a la sociedad, a sí mismo y que dista mucho de ser la clase de
persona que anhela la sociedad, que no concuerda con el tipo de persona que la
educación en México, trata de formar, pues la educación quiere formar hombres
libres, responsables, útiles a la sociedad, defensores y promotores de los
derechos.
Al hablar de la violencia y en subsecuencia la delincuencia en los jóvenes, se
tienen que tomar en cuenta muchos factores que pueden desencadenarla,
fomentarla y provocarla.
En México el 78 % de los jóvenes entre los 11 y 14 años asisten a la escuela
secundaria, y el 34% están en edad de cursar la instrucción de bachillerato. y
según datos de la CONAPO de cada 100 acciones vandálicas que s e registran el
56% de ellas involucran a jóvenes entre los 11 y 17 años. Y casi el 84 % de esos
jóvenes que delinquen se encuentran fuera del sistema educativo, es decir
abandonaron la escuela.
1
Pecina Márquez Diana. La juventud mundial en manos de la delincuencia.Pág.10.
4. Nuestro país tiene 80 millones de pobres; es fácil comprender que la mayoría de
los jóvenes en edad de instrucción secundaria y bachiller, en lugar de estar en el
aula instruyéndose y formándose como personas de bien, están abandonando la
escuela, pensando en hacerlo o haciendo acciones que provocan que los
expulsen o simplemente se encuentran en la calle con un potencial altísimo de
delinquir con el pretexto usado e infinitamente gastado de “la necesidad de
sobrevivir”.
Muchos jóvenes son hijos de la pobreza, de la necesidad, de la carencia, y tienen
que salir a trabajar para poder comer; muchos otros, como la gran mayoría no
tienen más aspiración que vivir el día, sólo pueden aspirar a algo que nunca han
tenido o no tendrán a menos que sea mediante la realización de algún acto
delictivo: robar, vender estupefacientes, estafar. Así que pueden comenzar a
hacerlo y no sentir cargo de conciencia porque tienen muchas veces resentimiento
contra la sociedad y piensan que sólo están tomando algo de lo mucho que se les
ha negado.
Es así y sólo así como se puede entender la deshumanización imperante, es así
como muchos jóvenes catalogados como delincuentes que son entrevistados
causan honda impresión al conocerse la saña de sus acciones, la crueldad, el
cinismo cuando admiten que matan a una persona por quinientos pesos o por una
dosis de droga, y dicen que ellos no ven un cuerpo caer, sino billetes ingresar a
sus bolsillos. Causa pavor reconocer que esos jóvenes al igual que muchos, son
el futuro de la nación, la esperanza del mundo.
Se dice que cada quien es tanto más una persona cuanto más rico en elementos
como: sistema de ideas, sentimientos, hábitos y tendencias. Esto quiere decir que
la educación, libera, ilumina la conciencia, el espíritu, la educación humaniza,
permite valorar no sólo a sí mismo como una maravilla de la creación, sino a
todos y a todo, la educación nos enseña a respetarnos y respetar.
Desgraciadamente muchos jóvenes Se ven en la necesidad de abandonar la
escuela por múltiples situaciones y otros la dejan simplemente por gusto, he ahí
que empieza el problema, pues dicen que cabeza vacía , oficina del diablo, lo dice
la sabiduría popular: quien no tiene nada qué hacer, nada que analizar, se la pasa
Pensando y ejecutando cosas malas.
La falta de una buena educación puede explicarnos cómo piensa y siente un joven
que entrega su vida a la delincuencia; falta educación en los hogares que llenen
de armonía y valores los corazones juveniles; falta que ellos permanezcan en la
escuela y que ésta logre penetrar a lo más insondeable de su alma para
inyectarles deseos de superación , sueños y metas que se logren mediante el
estudio, el esfuerzo, la lucha con las armas de la verdad, la justicia, el honor y no
las armas de la mentira, la violencia, la crueldad ,la injusticia.
5. El ser humano tiene necesidades, las podemos analizar con Maslow y las básicas
son la alimentación, el vestido….también existen otras necesidades que el mismo
ser humano ha creado y que son superficiales, pues ahora bien parece que se es
más, no entre más se conozca, sino entre más se posea en el plano de lo material
,y los jóvenes del México actual están creciendo en la cultura de la violencia, con
la delincuencia apoderándose de las calles, de la tranquilidad de las Personas,
viendo como impera la impunidad. Están creciendo con otros jóvenes que
aplauden y admiran la violencia, que disfrutan con la emoción que les produce
saber de los enfrentamientos entre los delincuentes y el ejército; que admiran la
forma de vida de los delincuentes, que escuchan narcocorridos que alaban a los
delincuentes y los elevan casi a dioses y héroes mitológicos; estereotipando al
delincuente como un ser fabuloso, exitoso, idealizando su imagen de hombre, su
estilo de vida.
Muchos de nuestros jóvenes en la escuela no admiran a Hidalgo o Morelos; su
ideal de hombre no tiene nada que ver con los héroes que amaron y defendieron a
la patria; su ideal de hombre es aquél que tiene más dinero, más camionetas de
lujo y más poder, sin importar que ese poder lo obtengan de envenenar, matar y
destruir. Eso es lo que llegan a admirar e idealizar. “Los jóvenes de hoy tienen sed
de dinero y poder; no tienen más héroe que el chapo Guzmán, su único sueño es
ser admirados y respetados a como de lugar aunque en ello se vaya su vida”2
Los jóvenes que viven en la pobreza, llenos de carencias; en ambientes familiares
nada sanos, con violencia intrafamiliar, ausencia de los padres a causa del
trabajo… pobreza y más pobreza. Su pobreza no se limita sólo a lo material, se
extiende al plano espiritual. Su sueño no es llegar a ser doctor, o arquitecto, eso
regularmente no se escucha en sus voces inaudibles, es más común escuchar en
sus vocecitas decir que quieren ser sicarios y tener mucha lana y trocas bonitas.
los jóvenes del México sin oportunidades se reúnen al salir de la escuela con los
chicos de la esquina, los mismos que no tienen más aspiraciones que vivir el día,
tener para comer , soñando con ropa de marca que no pueden tener y que es la
que usan sus héroes, los que los incitan a fumar, a tomar y mismos que terminan
invitándolos a probar drogas iniciándose en ese macabro mundo de las drogas y
que terminan la más de las veces convirtiéndole en delincuente para poder
mantener el vicio fatal de las drogas.
Prefieren estar en la esquina divertidos causando estragos a la pared, al perro que
se les atraviesa, al joven que transita por ahí, que haciendo la tarea, prefieren
estar pasando el rato que soñando con ser grandes como Juárez, quien sin
importar cuán oscuro parecía su destino, el cambió y modificó al destino. Estos
jóvenes están sólo atentando contra sí mismos, y al parecer los años que han
estado en la escuela, no les han brindado la luz necesaria para que reconozcan
2
Citado por Carlos Puig en la revista Milenio edición 626.pág.14.
6. que ellos mismos están autodestruyéndose, que ellos mismos están poniendo la
soga al cuello, que están adentrándose en un laberinto sin salida.
La ideología que rige la mente de muchos jóvenes es “ prefiero vivir como rey
cuatro , años que miserable toda una vida” y quieren vivir la vida fácil, la cuestión
de vivir a expensas de los demás, aún a costa de la vida de alguien más y para
eso no se necesita la escuela: para lo que les pudiera haber sido útil, aprender a
escribir alguna nota de advertencia o sumar lo que se requiere, ya lo tienen y
entonces la escuela sólo estorba, la abandonan, y muchos de ellos si vuelven a
regresar a las puertas de la escuela es para aprovecharse de algún estudiante,
vender drogas o molestar a alguien pues no se tiene nada mejor que hacer.
Suena fuerte, peo es la realidad y no se puede permanecer ciego a ello. De cada
mil hechos violentos registrados por las autoridades, en el 83% de los casos se
encuentran involucrados jóvenes entre los 13 y 19 años. La gran mayoría de los
delincuentes son jóvenes entre los 15 y los 23 años. Como lo expresa el periodista
Carlos Navarrete en el periódico del estado de Guerrero llamado Agencias
Noticias Guerrero:
En entrevista otorgada a este medio, Ortega Moreno reconoció que el
mayor problema que enfrentan los jóvenes guerrerenses, es que al
presentar problemas económicos que les impiden continuar con sus
estudios, se convierten en candidatos a engrosar las filas de la
delincuencia organizada.
Señaló que desafortunadamente es a edades tempranas cuando los
jóvenes comienzan a integrarse al crimen organizado, siendo entre
los 14 y 15 años que se deciden optar por este estilo de vida, y
consideró indispensable trabajar con estudiantes de primaria y
secundaria para evitar este tipo de problemas.3
Los maestros de las escuelas secundarias públicas del país conocen el elevado
índice de deserción, sobre todo en aquéllas escuelas con población estudiantil de
los estratos sociales más pobres. Los maestros reconocen la problemática que
viven y enfrentan sus alumnos en la escuela y fuera de ella y con pesar pueden
ver como el medio los absorbe y los absorbe hasta que los consume, los arranca
de las manos tiernas de la escuela.
3
Fuente: periódico Agencia Noticias Guerrero.23 de noviembre de 2011.
http://angro.com.mx/noticias/2011/07/jovenes-de-14-y-15-anos-ingresan-a-la-delincuencia-
organizada-sejuve/
7. Los estudiantes de educación secundaria se encuentran en una de las etapas de
la vida más difíciles y determinantes del destino humano: se encuentran en la
etapa de los grandes cambios no sólo a nivel físico, sino también emocional y
psicológico; se encuentran en la adolescencia .Del latín adolescere, que adolece,
carece, sufre, se transforma, cambia .Es en esta edad cuando el joven se
encuentra en una lucha interna entre lo que desea, lo que puede y lo que tiene.
Son muy susceptibles a influencias externas, son vulnerables y e l contexto en el
que viven, familiar, social, sus amistades, las carencias afectivas, económicas
pueden influir de manera positiva o negativa, pueden marcar la diferencia entre
elegir el camino bueno o el malo, el que edifica o el que destruye .
Las amistades en esta edad cobran gran importancia y son ellos: los amigos y las
amigas quienes más influyen en los jóvenes. El sentirse aceptados, parte de un
grupo adquiere una relevancia sin precedentes, y por sentirse aceptados y parte
de, son capaces de hacer cualquier cosa: imitar estilos de vestimenta, actitudes,
gustos. A su vez los jóvenes son ampliamente influenciados por los medios de
comunicación y el ambiente en el que están creciendo y desarrollándose.
Es una lástima que el adolescente, adolezca, carezca de amor; el amor que le
inculcara valores, que le brindara seguridad y apoyo, el amor que hace sentir la
necesidad y el deseo de dar amor, así como las oportunidades de crecimiento
que le ayudarían a resistir la tentación de la vida fácil, de distinguir una buena
amistad de una mala, la fuerza y la determinación para salir adelante a pesar de
las vicisitudes de la vida
La violencia juvenil los convierte en delincuentes, en personas no gratas
que dañan profundamente no solo a las víctimas, sino también a sus familias,
amigos y comunidades. Sus efectos se ven no solo en los casos de muerte,
enfermedad y discapacidad, sino también en la calidad de vida. La delincuencia
en la que se sumen muchos jóvenes incrementa enormemente los costos de
los servicios de salud y asistencia social, reduce la productividad, disminuye el
valor de la propiedad, desorganiza una serie de servicios esenciales y en
general socava la estructura de la sociedad. No se puede considerar el
problema de la delincuencia y la violencia juvenil aislado de otros
comportamientos problemáticos. Los jóvenes violentos tienden a cometer una
variedad de delitos; además, a menudo presentan también otros problemas,
tales como el ausentismo escolar, el abandono de los estudios y el abuso de
sustancias psicotrópicas, y suelen ser mentirosos compulsivos y conductores
imprudentes y estar afectados por tasas altas de enfermedades de transmisión
sexual. 4
4
Faya Viesca Jacinto. ”palabras de poder”. Pág. 78
8. Los amigos edifican o destruyen. Para los jóvenes la amistad es un tesoro, y de
ella puede derivar el progreso o la destrucción cuando se habla de delincuencia, al
analizar los casos de los periódicos, de los delincuentes juveniles que son
capturados se conoce que es una cadena en la cual un amigo engancha a otro
para convencerlo de realizar una acción que es un delito, al tener su confianza, su
voto de amistad es más fácil de lograr su participación; así se llegan a incluir hasta
las relaciones amorosas en el funesto y siniestro mundo de la delincuencia.
Quién si no son los amigos quienes invitan y convencen a no entrar a clase e irse
de paseo, quién si no son los amigos de la juventud los que invitan un cigarrillo y
posteriormente puede llegar la invitación de probar la droga; quién si no son los
amigos los que apoyan, aplauden y hacen sentir mejor.
Se debe estar atento a lo que hacen los jóvenes, lo que piensan y ver quiénes son
sus amistades; se debe comenzar a procurar que sean los padres y los maestros
quienes sean los mejores amigos del joven. Como en la antig[uedad, los ancianos,
los más viejos eran quienes guiaban y dotaban de sabiduría y consejo a los más
jóvenes: Es tiempo de seguir ese camino, padres y maestros convertirse en
amigos del joven para apoyarlo, motivarlo y hacerle saber que no está solo, que
no hay mejor amigo que aquél que desea su bienestar , aquél que nunca le
invitaría ni involucraría en nada, absolutamente en nada que perjudicara su
integridad, su salud o su vida.
Como dijera Platón, se debe encender el fuego en la mente y en los corazones, el
fuego que se alimenta con el conocimiento, con la sabiduría, con la educación.
Ese fuego puede provocar un verdadero incendio que elimine lo malo, y cambie el
futuro de nuestra juventud. La educación, el deseo, la fe y el amor, son la clave.
Conclusiones
Los jóvenes están expuestos y la protección que les estamos ofreciendo
realmente no es la suficiente, falta más interés, más apoyo, más amor, más
compromiso con la juventud, más educación.se debe crear en ellos y cultivar, la
educación en valores, en apego y respeto a la vida, sobre todo a la vida misma ya
que es la primera que comienzan a destruir.
La sociedad en general se ve afectada por la delincuencia; nadie escapa a ella o
a los resultados que emanan de ella; si afecta a todos, compete a todos unir
esfuerzos por luchar contra ella, luchar por nuestros jóvenes para que tengan un
mejor futuro; con amor y educación, con más oportunidades de superación blindar
sus almas juveniles para que no sean presa fácil del mundo y la vida
aparentemente color de rosa que ofrece la vida fácil del obtener las cosas a costa
del trabajo , el esfuerzo o la vida de otros.
9. Es una tarea titánica, pero igual la voluntad humana es más grande que cualquier
obstáculo, el deseo de supervivencia ha permitido al ser humano sobrevivir y no
sólo ello, sino escalar y alcanzar la hegemonía en la pirámide de la creación.
Es cierto que nuestro país tiene desigualdades sociales abismales, y que la gran
mayoría de los jóvenes que han caído en la delincuencia son de los estratos
sociales más pobres sin embargo eso no es una justificante, pues México siempre
ha tenido más pobres que ricos, siempre ha habido pobreza y si vemos al pasado
a principios del siglo veinte la pobreza imperaba y no existían los altos índices de
criminalidad y delincuencia que existen hoy en día.
El gobierno y la sociedad mexicana en general deben apuntar a la educación y la
reconciliación en el seno familiar para erigir las bases de una juventud más fuerte,
productiva y sana.
Bibliografía.
Faya Viesca, Jacinto.
Palabras de poder. Editorial Santillana. México. 2008.
245 páginas.
Milenio. Revista la. Edición 626.
Editorial nuevo Milenio. México. 2009.
54 páginas.
Pecina Márquez Diana.
La juventud mundial en manos de la delincuencia. Barcelona. Ediciones
Alfaguara.2010.
321 páginas.
www.conapo.gob.mx