La medicina griega se separó de la magia y la religión, enfocándose en un enfoque racional. Personajes importantes como Hipócrates desarrollaron teorías sobre los humores y el equilibrio del cuerpo que sentaron las bases de la medicina occidental. Los médicos romanos como Galeno y Sorano continuaron y expandieron este conocimiento, mientras que la infraestructura de salud pública en Roma también ayudó a mejorar la salud general.