Este documento describe el trastorno por déficit de atención (TDA), también conocido como trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Explica que es un síndrome conductual causado por factores genéticos y ambientales que se manifiesta a través de falta de atención, hiperactividad e impulsividad. Describe los criterios diagnósticos, subtipos y etiología del trastorno, señalando que aunque factores genéticos, neurológicos y ambientales juegan un papel
el CTE 6 DOCENTES 2 2023-2024abcdefghijoklmnñopqrstuvwxyz
Trastorno por déficit de atención
1. http://www.dmedicina.com/enfermedades/neurologicas/trastorno-deficit-atencion-hiperactividad
http://www.psicopedagogia.com/trastorno-por-deficit-de-atencion
TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN
• Definición.
TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN.
Es un síndrome conductual de causa poco clara, en la que probablemente intervienen
factores genéticos y ambientales y en el que existe una alteración en el sistema nervioso
central, que se manifiesta mediante un aumento de la actividad, impulsividad y falta de
atención.
Operacionalmente, trastorno por déficit de atención hace referencia a la alteración(es)
causadas por la deficiencia atencional, es decir, por la carencia, ausencia e insuficiencia de
las actividades de orientación, selección, mantenimiento de la atención, y a su deficiencia
en el control y regulación para con otros procesos. Sin embargo, cabe resaltar que tal
deficiencia no se constituye como factor causal único y exclusivo de los trastornos.
EL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN / CON HIPERACTIVIDAD (TDAH).
El Trastorno por déficit de atención con hiperactividad es el cuadro clínico que goza hoy
en día de mayor aceptación y que engloba características o criterios, algunos de los cuales
no son necesariamente consecuencia directa de la ausencia o insuficiencia de la atención,
como es en el caso de los síntomas de hiperactividad o actividad motora excesiva, aunque
la disfunción de la atención es considerada como el factor principal causal de este trastorno.
Por lo general se ha asumido que el déficit de atención va acompañado de un exceso en la
actividad motora o también llamado hiperactividad, o que el déficit de atención es
consecuencia inevitable de la hiperactividad, innovándose posteriormente tal proposición,
pues se demostró que en adolescentes y adultos la actividad motora excesiva decrece más
no el déficit de atención, de modo tal que se acepta hoy que una persona con déficit en la
atención puede como no presentar cuadros de actividad motora excesiva.
Lo cierto es que a pesar de estas propuestas no se llega a un acuerdo en el área, ya que la
mayoría de las investigaciones consideran como cuadro único al trastorno por déficit de
atención (TDA) dando a entender lo implícito del síntoma de la hiperactividad, en el otro
extremo, se considera como cuadro único a la hiperactividad dando a entender lo implícito
del síntoma de déficit de atención o desatención, algunos autores lo denominan síndromes
de déficit de atención (SDA) o Desordenes de déficit de atención (DDA), y otros como
trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), estos términos son utilizados
como sinónimos para referirse a tres síntomas en común: La falta de atención, la conducta
motora excesiva y la impulsividad, es decir que nos encontramos casi siempre con la
2. http://www.dmedicina.com/enfermedades/neurologicas/trastorno-deficit-atencion-hiperactividad
http://www.psicopedagogia.com/trastorno-por-deficit-de-atencion
presencia del binomio déficit de atención – conducta motora excesiva. Gran parte de las
investigaciones sobre atención se basan en los criterios diagnósticos de este trastorno.
Subtipos.
Teniendo en cuenta la independencia entre las variables déficit de atención e
hiperactividad – impulsividad, se han establecido los siguientes subtipos:
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo combinado.- El tipo
combinado nos indica que deben haber existido por lo menos durante seis meses, seis (o
más) síntomas de desatención, y seis (o más) síntomas de hiperactividad – impulsividad.
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo con predominio del déficit
de atención.- Este subtipo debe utilizarse si han persistido por lo menos durante seis
meses, seis (o más) síntomas de desatención, pero menos de seis síntomas de hiperactividad
– impulsividad.
- Trastorno por déficit de atención, tipo con predominio de la hiperactividad –
impulsividad.- Este subtipo se utiliza si han persistido por lo menos durante seis meses, seis
(o más) síntomas de hiperactividad – impulsividad, pero menos de seis síntomas de
desatención.
Es necesario indicar que el trastorno por déficit de atención tipo combinado se puede
encontrar en algunas referencias como TDAH, y el trastorno por déficit de atención del tipo
con predominio de la desatención como TDA. Sin embargo la mayoría de autores hacen
uso indiferenciado del TDA y TDAH, no llegando a un acuerdo en cuanto a la
terminología.
Criterios diagnósticos.
Si bien es cierto los trastornos por déficit de atención se pueden desarrollar a cualquier
edad, la etapa escolar ha sido en la que mayormente se han centrado los estudios, dada la
notoriedad de sus consecuencias, y por una mayor incidencia en dicha población
(Anicama, et al, 1997ª), los criterios diagnósticos para el TDAH de acuerdo al DSM IV lo
demuestran así.
1. Desatención.
- A menudo la persona no presta suficiente atención a los detalles o incurre en errores en
sus actividades.
- Tiene dificultades en mantener su atención en tareas o actividades lúdicas.
- A menudo parece no escuchar.
3. http://www.dmedicina.com/enfermedades/neurologicas/trastorno-deficit-atencion-hiperactividad
http://www.psicopedagogia.com/trastorno-por-deficit-de-atencion
- A menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas u obligaciones.
- Presenta dificultades para organizar tareas y actividades
- Evita tareas que requieran de un esfuerzo mental sostenido
- Extravía objetos necesarios para la tarea.
- Es descuidado en sus actividades diarias.
2. Hiperactividad.
- Mueve en exceso manos y pies, se mueve en su asiento.
- Corre o salta excesivamente en situaciones inapropiadas.
- Tiene problemas para quedarse quieto, jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de
ocio.
- Actúa como impulsado por un motor.
- Habla en exceso.
3. Impulsividad.
- Precipita respuestas antes de haber sido completadas las preguntas.
- Tiene dificultades para esperar su turno.
- Interrumpe y se inmiscuye en las actividades de otros.
En Psicología, considerando que el TDAH es un problema social y comportamental, su
detección se realizará a través de un examen psicológico completo, que implica la
aplicación conjunta de instrumentos que miden el déficit de atención como parte de una
valoración general. Se considerará además la entrevista, la anamnesis, la observación de
conductas, y el conocimiento de los criterios diagnósticos mencionados.
Etiología
A pesar que se trata de un trastorno muy frecuente en la infancia, y que desde hace
bastante tiempo es objeto de interés por parte de muchos especialistas, hasta la actualidad
no se llega a precisar la etiología del trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
Las tendencias actuales de los estudios biológicos proponen que los niños con TDAH
tienen un desbalance bioquímico o niveles bajos de neurotransmisores que controlan el
sistema atencional, la cual se debería a una disfunción o deficiencia en la maduración
cerebral. Para algunos autores el déficit es a nivel de las catecolaminas, por lo que las
4. http://www.dmedicina.com/enfermedades/neurologicas/trastorno-deficit-atencion-hiperactividad
http://www.psicopedagogia.com/trastorno-por-deficit-de-atencion
drogas utilizadas aumentan la cantidad de catecolaminas disponibles en el cerebro
(Pichardo 1997). Otros datos sugieren un déficit de dopamina en las regiones críticas del
cerebro, lo que afecta la eficiencia con la que el cerebro regula la conducta (Fowler et al.
1992; véase en Anicama et al., 1997ª), lo que supone una mejoría con el consumo de
estimulantes como las anfetaminas.
Entre otros factores etiológicos destacan el factor neurológico, genético, prenatal, y la
influencia del medio ambiente, a pesar que dichos factores han demostrado su influencia en
la falta de atención y la actividad motora excesiva, ninguno de ellos se confirma por
separado como responsable único del trastorno
* Factores neurológicos.- A partir del hecho que una lesión cerebral origina determinados
efectos que dan lugar a múltiples trastornos psicológicos y psiquiátricos, se ha investigado
hasta que punto los niños con déficit de atención e hiperactividad presentan alteración
cerebral estructural, demostrando que aunque se admite que las alteraciones en la estructura
del cerebro originan efectos psicológicos, estos son inespecíficos, las pruebas neurológicas
actuales no permiten aún identificar un mal funcionamiento cerebral asociado de manera
exclusiva al TDAH (García y Magaz, 2000), de modo tal que los niños con trastorno por
déficit de atención e hiperactividad no tienen síntomas claros de haber sufrido lesiones
cerebrales, y los que si presentan daño cerebral constatado, solo un porcentaje de ellos
presentan TDAH (Moreno, 1995).
Así, estudios realizados para determinar la prevalencia del TDAH en una muestra de 99
niños en USA entre 4 y 19 años de edad que padecían de daño estructural cerebral
moderado y severo, hallaron que después de transcurrido un año, solo el 20% de ellos
cumplieron con los criterios diagnósticos del TDAH, detectados a través de entrevistas
estructuradas y cuestionarios, estas personas presentaban a su vez un mayor grado de
agresión, adversidad psicosocial y labilidad emocional que el grupo que no desarrolló el
cuadro de TDAH (Gerring, Brady, Chan, Vasa, Grados, Bandeen, Bryan y Denakla, 1998).
* Factores genéticos.- Los estudios también apuntan hacia un origen genético del
Trastorno por déficit de atención, sugerido a partir de los resultados de distintos trabajos
desarrollados en familiares de niños que padecían dicho trastorno, los cuales revelan la
influencia de factores familiares de riesgo, de tipo genético. Se sabe por estos estudios que
la incidencia de los trastornos de ansiedad, TDAH, conducta antisocial, alcoholismo y
trastornos de tipo afectivo son más comunes en familiares de niños con TDAH.
Un estudio realizado en familias negras americanas demostró que el TDAH fue
significativamente mayor en parientes de primer grado de niños que padecían el trastorno,
además los familiares de estos niños tuvieron mayor riesgo en desarrollar conductas
oposicionistas y desafiantes, adicción a sustancias, ansiedad, depresión y personalidad
antisocial (Sammuel, George, Thornell y Curtis, 1999), resultados similares se obtuvieron
5. http://www.dmedicina.com/enfermedades/neurologicas/trastorno-deficit-atencion-hiperactividad
http://www.psicopedagogia.com/trastorno-por-deficit-de-atencion
de estudios realizados por el Departamento de Psicología del estado de Michigan en una
muestra de niños que cumplían los criterios diagnósticos del TDAH y que habían sido
seleccionados de un grupo de niños con desorden antisocial, estos niños tenían madres con
mayores episodios de depresión y síntomas de ansiedad, y padres con una historia de
TDAH en su infancia (Nigg y Hinshaw, 1998). Otros estudios indican que el alcoholismo
de los padres está asociado a una predisposición creciente en desarrollar TDAH, pero
también desordenes de conducta y de ansiedad en sus hijos (Kuperman, Schlosses, Steven,
Ledraly y Reich, 1999).
Lahey (1989) estudió la personalidad de madres biológicas de 100 niños entre 6 y 13 años
de edad con desórdenes de conducta, 22 de ellos con TDAH, aplicando el Inventario
multifacético de Personalidad de Minnesota (MMPI) a las madres, no encontró asociación
significativa con las puntuaciones elevadas del MMPI, concluyendo que en lo que respecta
a la personalidad de las madres, no existe relación significativa alguna con el trastorno por
déficit de atención con hiperactividad.
Por otro lado Anicama et al. (1999) en un estudio realizado en una zona urbano marginal
de Lima en una muestra no clínica de 96 díadas madre – hijo, y utilizando las escalas
EDDA y la escala UTHA adaptada a dicha zona, no halló asociación significativa entre los
trastornos por déficit de atención entre padres e hijos
Otros autores basados en estudios realizados en gemelos, proponen que existen dos
maneras mediante las cuales los factores genéticos influyen en el desarrollo del TDAH, a
través de la predisposición para un retraso en la maduración, y mediante la formación del
tipo de personalidad (Steffensson, Larsson, Fried, El-Sayed, Rydelins, Lichtenstein, 1999).
La influencia genética viene siendo reforzada por las investigaciones en dicha área, las
cuales estiman la existencia de un gen mayor que explica más del 99% de la heredabilidad,
asumiendo un bajo aporte del componente ambiental a la etiología del TDAH (Lopera,
Palacio, Jiménez, Villegas, Puerta, Pineda, Jiménez y Arcos, 1999). La alteración genética
propuesta estaría en los alelos que codifican las proteínas reguladoras de la actividad de los
receptores D2 y D4 para la Dopamina, y que activan las enzimas que transforman la
dopamina en noradrenalina (Ardila et al., 1997).
No obstante la mayoría de los especialistas indican que es difícil aislar en todos estos
estudios la influencia que ejerce el ambiente familiar y social, por lo que es muy posible
que hijos de padres con trastornos psicológicos muestren mayores problemas porque viven
en un ambiente social mucho más problemático.
* Factores Ambientales.- Dado que algunos niños con antecedentes biológicos y/o
genéticos no desarrollan problemas de conducta, se ha estudiado la influencia que en la
aparición del TDAH desempeñan las variables familiares y sociales como el nivel socio
6. http://www.dmedicina.com/enfermedades/neurologicas/trastorno-deficit-atencion-hiperactividad
http://www.psicopedagogia.com/trastorno-por-deficit-de-atencion
económico, las condiciones de vida y de trabajo de los padres, estilos educativos, recursos
materiales y el medio escolar.
Los efectos psicológicos que tiene sobre la familia un nivel socioeconómico desfavorable
y circunstancias sociales adversas, así como pautas educativas se relacionan con los
problemas de conducta que puedan presentar los niños y adolescentes. Los niveles sociales
más bajos se asocian a normas más rígidas que destacan la sumisión del niño a la autoridad
de los padres, quienes adoptan métodos de castigos y premios para el control inmediato del
comportamiento del niño; mientras que los medios sociales favorecidos valoran la iniciativa
y originalidad, adoptando reglas más flexibles (Moreno, 1995), de esta manera es que cierto
tipo de comportamiento caótico puede ser resultado en cierto grado de una crianza caótica
(Kinsbourne y Kaplan, 1990).
Por otro lado, los trastornos psiquiátricos de los padres influyen en la aparición de
problemas psicológicos en los niños, debido a que se alteran negativamente la interacción
padre - hijo, sin embargo y a pesar que niños con TDAH hayan vivido en instituciones
habiendo logrado un nivel de adaptación aceptable, se observa en ellos los síntomas de
TDAH, que continúan aún después de haber abandonado la institución (Moreno, 1995),
cabe destacar que la carencia de habilidades sociales en el niño, el menosprecio de sus
compañeros de clase y un ambiente familiar y escolar desfavorable son factores que
intervienen en los problemas de falta de atención y concentración que se refleja en un bajo
rendimiento escolar (Kirby y Grimley, 1992).
Por otro lado Kinsbourne y Kaplan (1990) destacan la influencia de muchos programas de
televisión en el déficit de atención del niño, pues la sucesión de acontecimientos es tan
rápida y variada que no permite analizarlos profundamente por lo que los niños
hiperactivos pueden permanecer quietos por horas cuando miran la televisión porque no se
le exige la generación de nuevos cursos de pensamiento.
* Factores prenatales.- Las teorías también sugieren que el abuso del alcohol durante el
embarazo es responsable del TDAH, problemas de atención, trastorno de la conducta y
retraso psicomotor (Good y Sherry 1984; véase en Moreno, 1995), así como también que el
hábito de fumar durante el embarazo puede producir anoxia fetal y bajo peso al nacer, que
estaría relacionado con problemas de hiperactividad, sin embargo dichas complicaciones no
afectan por igual a todos los niños prematuros o con bajo peso al nacer, por lo que sería
considerado como uno de los factores predisponentes, pues hacen al niño más vulnerable a
la influencia negativa de otras variables ambientales.
Finalmente, los factores aquí mencionados pueden interactuar conjuntamente a distintos
niveles e intensidad, en tanto que los estudios se inclinan mayormente a considerar el
desbalance bioquímico como causa principal del trastorno, por lo pronto se continúa
7. http://www.dmedicina.com/enfermedades/neurologicas/trastorno-deficit-atencion-hiperactividad
http://www.psicopedagogia.com/trastorno-por-deficit-de-atencion
admitiendo la idea que sugiere una etiología multifactorial, al no identificar un factor causal
único.
3.4.-TRASTORNO POR DEFICIT DE ATENCIÓN EN EL ÁREA CONDUCTUAL.
Las alteraciones, perturbaciones o desórdenes asociados al trastorno por déficit de
atención en el área conductual han sido objeto de diversos estudios de comorbilidad, siendo
los problemas o trastornos del comportamiento a los cuales se ha visto ligado en mayor
proporción.
· EL TRASTORNO DEL COMPORTAMIENTO
El trastorno del comportamiento ha sido denominado de distintas formas, diversos autores
describen sus características utilizando distintos términos, dada la ambigüedad que refleja
el vocablo trastorno, tenemos los problemas de conducta, trastornos de conducta , trastorno
disocial, y conducta antisocial.
Los problemas de conducta son comportamientos que difieren de manera significativa de
las normas exigidas en el contexto social, se incluye la violación de los derechos básicos de
los demás, mentiras, destrucción de la propiedad ajena y violencia física (Miranda, Roselló
y Soriano, 1998), la cual describe la conducta antisocial del niño, pudiendo ser también los
problemas de conducta del tipo asocial, que hace referencia a los niños tímidos e inhibidos,
con comportamientos que lo aíslan del grupo (Calderón, 1995).
Además de estas características, el CIE-10 hace mención a comportamientos más graves
que la simple maldad infantil, que incluyen grados excesivos de peleas, crueldad con los
animales, robo, provocación de incendio, mentiras reiteradas, fugas de la escuela y del
hogar, rabietas, actitud desafiante y desobediencia en un grado intenso, que caracterizan a
un niño con trastorno disocial.
A pesar que muchos profesionales prefieren separar los problemas de conducta de los
trastornos de conducta o trastornos disociales, de acuerdo al nivel de gravedad que se
presenta en el niño, en la literatura no se llega a un consenso, estableciendo por lo tanto
semejanzas en dichas categorías diagnósticas.
Este trastorno es estudiado basado en el solapamiento existente con el trastorno por
déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Las personas con trastorno de conducta
pueden presentar también déficit de atención, sin embargo considerando al TDAH como
categoría, se presenta junto al trastorno del comportamiento en un 30 – 50% (Hinshaw
1994; véase en Orjales, 1999; Tomás y Bielsa, 1996).
Lindfield y Waldman (1990; véase en Miranda, Roselló, Soriano, 1998) señalan que el
TDAH con problemas de conducta no estarían provocadas por una deficiencia cognitiva
8. http://www.dmedicina.com/enfermedades/neurologicas/trastorno-deficit-atencion-hiperactividad
http://www.psicopedagogia.com/trastorno-por-deficit-de-atencion
atencional, sino por una deficiencia motivacional relacionada con la tendencia al
aburrimiento, típico de los psicópatas adultos.
Una de las características más resaltantes en los niños con problemas de conducta es la
agresividad, si bien no todos los niños con TDAH tienen un trastorno de conducta, muchos
de ellos tienen un mal comportamiento que se refleja por una mayor dificultad para aceptar
la autoridad, la necesidad de obtener recompensas inmediatas, el negarse a obedecer y
desafiar constantemente a personas que representen autoridad, lo que puede conllevar a un
trastorno serio de la conducta (Orjales, 1999), y que según la Organización Mundial de la
Salud (1992) corresponde a un trastorno hipercinéticodisocial.
Incluso algunos autores establecen que la relación entre TDAH y los problemas de
conducta es temporal, mientras que la hiperactividad aparece entre los tres y cuatro años de
edad, los síntomas de problemas de conducta se manifiestan alrededor de los seis años, por
lo que es probable que la hiperactividad predisponga al sujeto a desarrollar un trastorno
conductual (Barkley et al. 1990; véase en Miranda, Roselló y Soriano, 1998).
Kirby y Grimley (1992) afirman que las conductas agresivas mostradas por los niños con
trastorno por déficit de atención y los que presentan problemas de conducta son
cualitativamente distintas, mientras que los niños con problemas de conducta presentan
agresividad premeditada a base de ira, venganza y disfrute, los niños con trastorno por
déficit de atención realizan actos no premeditados de agresión, sin ninguna fuerte base
emocional. Estos actos del niño con TDA se pueden explicar por la necesidad que tiene el
niño de llamar la atención de los adultos, aunque sea a costa de ser castigado, por lo tanto
sus motivaciones para mostrar una conducta de agresión son distintas.
Para Orjales (1999) la relación entre la hiperactividad y delincuencia es poco relevante,
pues solo algunos de los niños con TDAH incurren en actos criminales, mientras que los
niños hiperactivos y agresivos a la vez tienen síntomas más graves (desafío y
desobediencia) que empiezan antes de ingresar al colegio y su agresividad constituye un
predictor importante del comportamiento antisocial. Loney y Millich (1982; véase en
Miranda, Roselló y Soriano, 1998) señalan que los hiperactivos pueden considerarse como
predispuestos pero incapaces de cumplir con las expectativas del ambiente, sus expresiones
de agresividad no indican intención destructiva deliberada, a diferencia de los niños
agresivos que son capaces pero no tienen una buena predisposición para cumplir con las
demandas del ambiente, mientras que los niños hiperactivos – agresivos, (es decir los que
presentan la comorbilidad) no parecen ni dispuestos ni capaces de ajustarse a las demandas
externas.
Todo ello parece indicar que el trastorno por déficit de atención con hiperactividad es un
factor que pronostica la continuidad de la conducta antisocial del niño en la edad adulta,
9. http://www.dmedicina.com/enfermedades/neurologicas/trastorno-deficit-atencion-hiperactividad
http://www.psicopedagogia.com/trastorno-por-deficit-de-atencion
que con frecuencia acaban en un abuso del consumo de alcohol y droga, actividad sexual
precoz, expulsiones del colegio y delincuencia (Sibél, Bielsa y Tomás, 2001).
3.5.- TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN EN EL ÁREA DE APRENDIZAJE.
Los problemas de aprendizaje están referidos a la dificultad en seguir normalmente la
educación escolar o preescolar, lo cual se manifiesta en un rendimiento insuficiente en la
mayoría de tareas escolares, así como lentitud para seguir el ritmo de trabajo de los
compañeros de clase. Estos problemas son causados por inmadurez escolar, deficiencias
sensoriales (visuales, auditivas o motoras), retardo o lentitud intelectual, perturbaciones
emocionales, falta de motivación para aprender y métodos inadecuados de enseñanza, estas
causas en su mayoría son externas al sujeto (Bravo, 1991).
Si bien las causas del TDAH difieren de la de los problemas de aprendizaje
anteriormente mencionados, los síntomas que presente el niño con TDAH dificultarán su
aprendizaje, es decir, tendrá problemas para aprender y para rendir de acuerdo a su
capacidad, ya que con la atención los contenidos se asimilan mejor, se arraigan más en la
memoria y se producen asociaciones con otros contenidos ya aprendidos, su carencia o
debilidad producirá naturalmente que se escape los conocimientos a los alumnos (Gallego,
1997).
. Algunos estudios señalaron que entre el 60 – 80% de niños con hiperactividad
infantil tenían problemas académicos importantes (Barkley 1982; véase en Orjales, 1999).
Se da el caso que algunos niños fallan en sus tareas escolares porque son demasiados
impulsivos, es decir tienen un déficit en la capacidad de inhibición de respuestas, en estos
niños el tiempo de latencia de respuesta es menor, cometen errores pues eligen y toman
decisiones sin un examen previo de la situación (Goróstegui, 1997), aunque su equipo
intelectual sea adecuado, son inmaduros en lo que respecta a la intensidad y duración de su
concentración, y en su habilidad para mantener un foco de atención en la tarea que se le
presenta, teniendo una atención sub enfocada (Kinsbourne y Kaplan, 1990).
Sin embargo, otro grupo de niños fallan en sus tareas escolares porque son demasiado
compulsivos y tienen una atención sobreexclusiva. Ross (1995) señala que la atención
sobreexclusiva es la tendencia que tiene el niño de concentrarse solo en un aspecto de un
estímulo de un ambiente complejo, dicho de otro modo, se concentran tanto tiempo en una
porción de trabajo que en total no aprenden lo suficiente. Kinsbourne y Kaplan (1990)
designan a esta dificultad como atención superenfocada.
Genovard, Gotzens y Montané (1987) resaltan el valor de la instrucción como uno de los
factores que determina la atención en el contexto del aprendizaje, y lo considera como el
primero de los actos direccionales del aprendizaje humano. Al respecto, Pineda (1996) en
una investigación exploratoria realizada en 20 niños entre siete u ocho años de edad,
10. http://www.dmedicina.com/enfermedades/neurologicas/trastorno-deficit-atencion-hiperactividad
http://www.psicopedagogia.com/trastorno-por-deficit-de-atencion
seleccionados de una consulta privada en la ciudad de Medellín, que reunían los criterios
para el TDAH, y a quienes se les aplicó una evaluación neuropsicológica médica, encontró
que estos niños tenían más alteraciones en la función ejecutiva de las pruebas cuando eran
guiadas a través de la función reguladora del lenguaje (Prueba de fluidez fonológica FAS e
Índice de la organización de la memoria verbal inmediata IOM), y adicionalmente solo el
25% tenía alteraciones en la función ejecutiva cuando eran guiadas perceptualmente
(Prueba de clasificación de tarjetas de Wisconsin WSCT), lo que confirma la dificultad en
estos niños de seguir y comprender las instrucciones verbales.
Otros estudios han comprobado que los escolares con déficit de atención tienen una
ausencia o reducción de verbalizaciones internas, que es una de las más importantes
estrategias para la regulación de la conducta. La ausencia de atención sostenida, los
cambios atencionales frecuentes y la escasa calidad atencional constituyen la principal
explicación de que no se adquieran hábitos y destrezas cognitivas, lo que explica también
las deficiencias en la memoria, sin necesidad de predisponer una alteración en estos
procesos (García y Magaz, 2000).
Para Orjales (1999), los niños que presentan un trastorno por déficit de atención e
hiperactividad tienen dificultades en su rendimiento escolar porque son dependientes del
campo, poco analíticos y no organizan la información, carecen de flexibilidad cognitiva y
trabajan de forma impulsiva.
Lo cierto es que generalmente los niños con TDAH presentan un rendimiento escolar
insatisfactorio, vale decir que su rendimiento puede ser lo suficiente como para aprobar un
curso, pero no es lo esperado de acuerdo con su capacidad intelectual. El bajo rendimiento
escolar puede pasar desapercibido en niños de los primeros años de la educación primaria,
siendo más notorio en los años superiores, mientras que este problema se ve compensado
en niños con TDAH con capacidad intelectual superior, manteniendo un rendimiento
escolar promedio, pero inferior a su capacidad..
· Dificultades en la comprensión y fluidez lectora.
Los niños que presentan TDAH, pueden tener dificultades de integración del lenguaje,
estos niños al igual que los niños que tienen trastorno específico del aprendizaje de la
lectura presentan un CI verbal inferior.
Estos dos grupos de niños tienen un nivel bajo de lectura por razones muy diferentes, los
autores coinciden en que los estudiantes con deficiencias en el aprendizaje experimentan
problemas básicos en el procesamiento de la información verbal, causado por un déficit en
la discriminación fonológica y por la dificultad para establecer y acceder a los códigos
fonológicos, lo que interfiere con el funcionamiento de la memoria de trabajo que juega un
papel fundamental en el proceso de comprensión. Estos niños son más proclives a
11. http://www.dmedicina.com/enfermedades/neurologicas/trastorno-deficit-atencion-hiperactividad
http://www.psicopedagogia.com/trastorno-por-deficit-de-atencion
esforzarse en la aplicación de estrategias, su déficit es en el recuerdo atribuible a problemas
básicos en el procesamiento verbal.
Por el contrario las dificultades en lectura en niños con TDAH se dan por su falta de
atención e impulsividad. Miranda, García y Jara (2001) en un estudio exploratorio realizado
con 36 niños, 12 del grupo control, 12 con TDAH con predominio de la inatención y 12 con
TDAH combinado, a quienes se le valoró el rendimiento lector, halló que los niños que
presentaba TDAH del tipo combinado mostraron un rendimiento lector significativamente
más bajo que el grupo normal; además, niños en los que predominaba la inatención
presentaron un porcentaje más elevado de problemas relacionados con la velocidad y la
comprensión lectora que los otros grupos. Estos niños saben lo que deberían hacer en una
situación de estudio, tienen la capacidad de utilizar estrategias, pero no le dedican esfuerzo.
Miranda et al (1998) precisa que el déficit es en la autorregulación y motivación, estos
chicos realizan bien actividades de memoria cuando los materiales están altamente
estructurados y no se les exige que elaboren estrategias de organización.
Orjales (1999) señala las características del niño con TDAH que tiene problemas de
lectura:
- Estos niños cometen frecuentes omisiones en la lectura, omiten palabras o letras y
sustituyen unas letras por otras.
- Su comprensión lectora es deficiente, tienen dificultades en la comprensión de textos
largos a pesar de no tener puntuaciones bajas en vocabulario. Dada su impulsividad y los
problemas de atención es que omiten palabras e interpretan mal el contenido de la lectura.
De esta manera en la comprensión de instrucciones escritas, el niño realiza la tarea en
función de la información que ha logrado retener, considerando solo algunas variables en la
ejecución de tareas.
· Dificultades en el cálculo y en matemáticas.
Zentall, Smith, lee y Wieczorek (1994) compararon un grupo de
107 estudiantes con hiperactividad y 125 estudiantes sin trastorno aparente entre 7 y 14
años de edad, encontrando en los estudiantes hiperactivos bajas habilidades en la
adquisición de conceptos matemáticos, cálculos aritméticos y resolución de problemas que
en el otro grupo.
Al respecto Marshall, Schafer, O`Donnell, Elliott y Handwerk (1999) realizaron un
estudio en 40 estudiantes de educación primaria para determinar la relación entre el déficit
académico específico y los subtipos específicos del TDAH, los resultados apoyan la
hipótesis que el sub tipo inatento ejerce un efecto pernicioso en la adquisición de
habilidades de cálculo y aritmética.
12. http://www.dmedicina.com/enfermedades/neurologicas/trastorno-deficit-atencion-hiperactividad
http://www.psicopedagogia.com/trastorno-por-deficit-de-atencion
Orjales (1999) señala que los problemas de aritmética en el niño con TDAH pueden
deberse a:
- Dificultad de pasar del pensamiento concreto al pensamiento abstracto, estos niños
realizan cálculos mentales con cifras sencillas o cuando los cálculos matemáticos se basan
principalmente en la memoria o la automatización, no pudiendo mantener la concentración
de la atención en cuentas de varias cifras. Sin embargo solucionan problemas matemáticos
con mayor facilidad cuando se les enseña a representar gráficamente los mismos o
mediante dibujos para su mejor comprensión, los cuales reducen el nivel de abstracción
necesario para su resolución.
- Otros niños con TDAH, a pesar de tener una buena capacidad de abstracción cometen
errores debido a su impulsividad, leen demasiado rápido la información obviando datos
relevantes para la comprensión del problema.
· Dificultades en la escritura.
Si bien es cierto, los niños con déficit de atención pueden tener respuestas impulsivas,
necesitarán más tiempo para dar una respuesta motriz adecuada ante la aparición de un
estímulo.
Los niños que presentan déficit de atención e hiperactividad suelen tener dificultades en
el control fino de sus movimientos, no porque tengan deficiencia alguna en las áreas de
control motriz del cerebro y cerebelo, sino porque no ponen la suficiente atención en la
regulación de sus movimientos, estos niños no han desarrollado la habilidad de realizar
movimientos lentos y controlados, son torpes para ensartar, modelar con plastilina, colorear
de forma controlada, abrochas botones pequeños, anudar el pasador del zapato, las cuales
son habilidades pre requisito para el control y manejo del lápiz y la adquisición de la
escritura, como consecuencia, su letra es desorganizada, excesivamente grande o pequeña
(Orjales, 1999), y esto dificulta su adaptación escolar dado que no ponen suficiente
atención en la regulación de sus movimientos.
Ahora bien, en la literatura también se hace mención a las dificultades específicas del
aprendizaje o trastornos del aprendizaje, que son alteraciones significativas en la
adquisición y uso de la comprensión y expresión del lenguaje, escritura y razonamiento
matemático, se puede presentar en los diferentes niveles de enseñanza y de acuerdo a las
materias escolares. Las dificultades específicas de aprendizaje dependen de la maduración
psíquica y neurológica del niño, en ausencia de alteraciones sensoriales o motoras graves,
privación cultural, problemas emocionales, retraso intelectual, sus causas corresponden más
al sujeto que a la situación (Bravo, 1991).
Por otro lado La Organización Mundial de la Salud (1992) considera que los trastornos
específicos del aprendizaje están relacionados con la maduración biológica, pero también
13. http://www.dmedicina.com/enfermedades/neurologicas/trastorno-deficit-atencion-hiperactividad
http://www.psicopedagogia.com/trastorno-por-deficit-de-atencion
interactúa con factores no biológicos como oportunidades para aprender y calidad de
enseñanza, no existiendo un consenso en cuanto a su etiología.
Lyon (1996; véase en Anicama et al., 1997b) considera que aproximadamente el 5% de
todos los estudiantes de escuelas públicas son identificados con problemas de aprendizaje
lo que incluye áreas como lectura, lenguaje y matemáticas. Algunos estudios señalaron que
el 80% de niños hiperactivos a los 11 años de edad experimentaban dificultades en áreas de
lectura, ortografía y aritmética (Anderson 1987; véase en Miranda et al., 1998). Sin
embargo el grado de solapamiento entre el déficit de atención y los problemas de
aprendizaje es variable, por lo que los informes de investigación aportan datos distintos, lo
que es debido a las diferencias en los criterios de selección de muestras, procedimientos de
muestreo, el grado de acuerdo o desacuerdo entre padres, maestros y clínicos, y la falta de
consenso para definir a los trastornos de atención así como las dificultades en el aprendizaje
(Miranda et al., 1998).
Al respecto, los estudios sugieren una asociación entre los síntomas del trastorno por
déficit de atención y los problemas específicos de Aprendizaje que los sitúan en un 20% (
Frick 1991; véase en Miranda et al.,1998) o entre un 20 – 25% (Tomás y bielsa, 1996).
Cabe resaltar que es difícil establecer la prevalencia de los trastornos específicos del
aprendizaje, ya que los estudios se llevan a cabo sin la debida separación de los trastornos
específicos de la lectura, escritura y cálculo (Asociación de psiquiatría Americana, 1995),
consecuentemente, los estudios que determinen la presencia de TDAH con cada uno de los
trastornos específicos del aprendizaje tendrán resultados inespecíficos y variados.
Las dificultades específicas del aprendizaje y el TDAH tienden a tener factores
etiológicos similares como predisposiciones hereditarias, factores prenatales, retrasos
madurativos, sin embargo el curso de ambos es distinto, ya que los niños con TDAH y los
que presentan TDAH más dificultades en el aprendizaje son más impulsivos, trabajan peor
en forma independiente, cometen más errores cuando se les exige rapidez y son en
apariencia más agresivos que los niños que solo presentan dificultades en el aprendizaje
(Miranda, Roselló y Soriano, 1998), a pesar que en ambos casos el trastorno conlleve a un
bajo rendimiento académico.
Finalmente, los estudiantes con déficit de atención y con conducta motora excesiva
pueden experimentar dificultades específicas para los aprendizajes, pero no todos los niños
con TDAH lo padecen. El TDAH no es causa sino uno de los factores que agudizarían más
el curso de los problemas específicos del aprendizaje en las personas que lo padecen. La
mayoría de niños que presentan TDAH y dificultades en el aprendizaje presentan un bajo
rendimiento escolar, deficiencias en el procesamiento de información así como dificultades
para desplegar esfuerzo en alguna tarea (Miranda et al, 1998).
14. http://www.dmedicina.com/enfermedades/neurologicas/trastorno-deficit-atencion-hiperactividad
http://www.psicopedagogia.com/trastorno-por-deficit-de-atencion
3.6.- TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN EN EL ÁREA DE
PERSONALIDAD
La personalidad es un patrón o modelo de conducta profundamente fijado que cada
persona desarrolla consciente e inconscientemente como un estilo de vida o manera de ser
para adaptarse a su ambiente (Olórtegui, 1995): Acerca de la personalidad se han
desarrollado un sinnúmero de estudios y teorías, todas ellas concluyen en enfocar al hombre
como una totalidad indiferenciada.
Los trastornos desarrollados en el área de personalidad no constituyen propiamente
enfermedades mentales, sino formas extremas e inadaptadas de personalidad que tienden a
ser duraderas y describen la conducta habitual del individuo. Se desarrolla en sujetos
normales con capacidad de raciocinio y con un claro contacto directo con la realidad
(Echeburúa, 1996). Si bien es cierto, la personalidad del adulto se perfila desde la infancia,
existen variables que predisponen a desarrollar determinadas características o rasgos en la
personalidad como el Trastorno por Déficit de Atención, los problemas de conducta, etc.
Los diversos estudios indican que de los niños con TDAH que no han recibido ningún
tipo de tratamiento o recibieron tratamientos irregulares e incompletos, el 40% de ellos
continúan exhibiendo los síntomas del trastorno en la edad adulta, y puede estar
acompañado por una variedad de dificultades sociales y emocionales (Cantwell 1994; véase
en Sabate, Bassas y Quiles, 1999). Aunque las manifestaciones de la actividad motora
excesiva disminuyen, más no así el déficit de atención, lo cual perturba el rendimiento
académico, de modo tal que solo el 20% de adultos con una historia de TDAH siguen
estudiando a la edad de los 21 años, en contraposición con el 50% de los sujetos sin TDAH
(Weiss y Hechtman 1993; véase en Miranda et al., 1998).
Existe en la persona adulta con TDAH y con antecedentes de problemas de conducta un
mayor riesgo a desarrollar conductas delictivas y a tener problemas con la ley. Además de
ello presentan inestabilidad en el matrimonio, constantes separaciones y divorcios (Sibel,
Bielsa y Tomás, 1998), la presencia de desorganización continua tiene su impacto en el
trabajo, la falta de concentración conduce a las personas a cambios frecuentes de actividad,
pasando de un trabajo a otro, a algunos se les hace difícil encontrar y mantenerse en su
puesto de trabajo (Sabaté, Bassas y Quiles, 1999), se aprecia en la mayoría de ellos una
escasa integración familiar y social.
Algunos adultos con TDAH están en constante movimiento, juegan con los lapiceros,
hojas de papel, mueven manos y pies estando sentados o en una reunión. Se aburren
fácilmente, pasados los 15 minutos del tiempo en que empezaron un proyecto o un nuevo
trabajo, se entusiasman por algo nuevo y pierden fácilmente el interés. Presentan baja
tolerancia a la frustración, el no completar sus proyectos les genera estrés. Las constantes
frustraciones y fracasos contribuyen a un declive en su autoestima, por lo que evitan nuevas
15. http://www.dmedicina.com/enfermedades/neurologicas/trastorno-deficit-atencion-hiperactividad
http://www.psicopedagogia.com/trastorno-por-deficit-de-atencion
situaciones que lo comprometan por miedo al fracaso. (Bayley, 2001). Aunque cabe señalar
que se puede encontrar adultos con TDAH en muchos de los oficios y profesiones,
relacionado con las virtudes que paradójicamente presentan, como la imaginación y
fantasía, viveza de respuesta, aparente simpatía y sensación de persona servicial, capacidad
para memorizar más no tanto para analizar, muchos de ellos eligen trabajos que le dan
libertad para moverse y liberar excesos de energía como los deportes, trabajos de campo,
etc. (Pascual, 1999).
Además de estas características, Weiss, Hechtman y Weiss (1999) ponen de manifiesto
los siguientes rasgos del adulto con TDAH:
- Son impacientes después de unos minutos de inactividad, tienen poca capacidad para
relajarse y concentrarse, presentan rasgos de ansiedad e imposibilidad en persistir en
actividades sedentarias.
- El adulto con TDAH tiene poca habilidad para mantener conversaciones dada su
distraibilidad, parecen no escuchar por lo que cambian constantemente de temas de
conversación, prestan atención solo a pequeños fragmentos.
- Presentan frecuentes olvidos, a menudo pierden y extravían objetos, olvidan citas, planes,
las llaves de la casa o del auto, la billetera, etc.
- Labilidad emocional, que se manifiesta en cambios de humor impredecibles, de normal a
depresión o euforia, los cambios de humor pueden durar horas e incluso días.
- Pueden tener periodos transitorios de pérdida de control, son provocados fácilmente,
dicho problema interfiere en las relaciones interpersonales, presentan también sentimientos
de furia, confusión y estados de ansiedad y depresión.
- Con frecuencia hablan antes de pensar bien en algo, interrumpen conversaciones de otros,
suelen ser impulsivos, por ejemplo mientras conducen o al realizar compras, toman
decisiones rápidas sin reflexionar muchas veces en las consecuencias de las mismas.
Además de estas características, en el 30% de niños que fueron diagnosticados como
TDAH y que estuvieron ajenos a un tratamiento, aparecen consecuencias de deterioro de su
desarrollo, es decir desarrollan otras patologías asociadas más serias como alcoholismo,
drogadicción y rasgos de personalidad antisocial (Cantwell 1994; véase en Sabate, Bassas y
Quiles, 1999).
Estudios de seguimiento como los realizados por Mannuzza, Klein, Bessler y Malley
(1998) del New York StatePsychiatricInstitute, dept. of clinicalPsichology en una muestra
de 73 jóvenes de 24 años de edad, ponen de manifiesto que si bien el número de sujetos con
síndrome de déficit de atención es inferior en la edad adulta que en la niñez, los problemas
aumentan, pues estas personas tienen tendencia a presentar comportamiento antisocial y a
16. http://www.dmedicina.com/enfermedades/neurologicas/trastorno-deficit-atencion-hiperactividad
http://www.psicopedagogia.com/trastorno-por-deficit-de-atencion
relacionarse con las drogas. Estudios similares se llevaron a cabo en 149 adultos de 37 años
de edad, todos ellos diagnosticados con TDAH, se encontró que el 56% de los adultos
presentaron TDAH del tipo combinado, que es la clasificación más común, y que los
hombres tuvieron los más altos niveles de trastorno de conducta, conducta antisocial,
dependencia al alcohol y las drogas, mientras que las mujeres presentaron niveles más altos
de depresión, bulimia nerviosa y fobias simples. Además en los adultos con TDAH
predominaban más en la actualidad los síntomas de falta de atención, dificultad para seguir
instrucciones en tareas o trabajos y con frecuencia abandono de sus actividades (Millstein,
Wilens, Biederman y Spencer 1998).
Arcia y Conners (1998) examinaron a 280 hombres y 80 mujeres entre 5 y 60 años de edad,
quienes presentaban los síntomas del TDAH. Estos autores hallaron diferencias
significativas por sexo en el grupo de adolescentes y adultos respecto a la percepción de sus
síntomas, valorados a través de escalas de autoreporte. En comparación con los hombres,
las mujeres adultas y adolescentes se percibían negativamente, con menores cualidades,
mayores problemas de concentración, impaciencia, y dificultades para controlar su
temperamento, inseguridad de si mismas, problemas de ansiedad y depresión y con un
mayor conflicto con sus familias. Confirmando además que los síntomas de Ansiedad,
Depresión y problemas emocionales tienden a ser más frecuentes en mujeres que en
varones.
Otros autores consideran que el déficit de atención asociado con conductas de
hiperactividad y problemas de conducta en la infancia, conllevan a desarrollar conductas
antisociales, pero no el TDAH por sí solo (Buendía, 1996).
Pascual (1999) considera que las características que describen a los sujetos con TDAH
que se hacen adictos al alcohol y drogas y llegan a ser delincuentes comunes, pertenecen a
clases sociales bajas; mientras que en los sujetos de clase alta, su nivel económico es lo que
les facilita el acceso temprano a las drogas por su afán de probarlo todo, suele ser común en
ellos el considerar al sexo, raza y condición social como signos diferenciales favorables con
el fin de establecer distancias con otros para compensar su inseguridad.
Estas características mencionadas corresponden al tipo de personalidad antisocial, pero
también se ha puesto atención en la conducta tendiente de los niños con TDAH en llamar la
atención de los adultos, aunque sea para recibir una reprimenda o castigo, y relacionarlos
con los rasgos histriónicos e inmaduros de la personalidad.
Para Pascual (1999) los adultos con una historia de TDAH raras veces presentan
depresión auténtica, si lo hacen es porque tienden a teatralizar, en el caso de las mujeres,
estas están más pendientes de la impresión de simpatía y belleza que deban irradiar al
exterior que en llevar una vida afectiva y de pareja profunda. Tienden a perder el equilibrio
en el gasto para cubrir sus necesidades básicas, son inmaduras, expresan timidez y
17. http://www.dmedicina.com/enfermedades/neurologicas/trastorno-deficit-atencion-hiperactividad
http://www.psicopedagogia.com/trastorno-por-deficit-de-atencion
coquetería, buscando no pasar desapercibidas y llamar la atención para así incrementar su
autoestima, sin embargo reaccionan con impulsividad y desinhibición total ante el
menosprecio, dado su escaso sentido del ridículo.
Sin embargo, hace falta una mayor cantidad de estudios que confirmen la relación del
déficit de atención y la hiperactividad con personalidades histriónicas e inmaduras. Lo
cierto es que existe una predisposición y riesgo a desarrollar características antisociales en
la edad adulta y personalidad antisocial, así como deterioro familiar, social, laboral, por lo
que es útil la detección y tratamiento del déficit de atención y la hiperactividad desde
tempranas épocas de la vida del individuo