Este documento presenta las actualizaciones más recientes del algoritmo de reanimación neonatal de 2010. Incluye recomendaciones sobre el retraso del pinzamiento del cordón umbilical, el uso de oxígeno durante la reanimación de prematuros y la consideración de hipotermia terapéutica en entornos con pocos recursos para tratar la encefalopatía hipóxico-isquémica moderada a grave.
2. ANTECEDENTES
1987 Rev Mar 1995 – Rev Jun 1998Jun 1991
May 15, 2011Apr 15, 20064th Ed – Oct 15, 2000
Textbook of
Neonatal
Resuscitation, 7th
Edition (Neonatal
Resuscitation:
Textbook)
by American
Academy of
Pediatrics and
Ameri and Gary
Weiner
Apr 30, 2016
14. Al nacer, el RN debe ser sostenido
unos segundos a nivel del pubis
materno, mientras se hace
una evaluación rápida:
¿Gestación a término?
¿Buen tono?
¿Respira o llora?
Si la respuesta es SI,
Una evaluación normal
29. Cada vez más datos
indican que es
beneficioso retrasar el
pinzamiento del cordón
al menos 1 minuto
en los RNT y
prematuros que no
necesitan reanimación.
No existen suficientes
datos para respaldar o
refutar una
recomendación de
retraso del
pinzamiento en RN que
necesitan reanimación.
Se aconseja realizar el
pinzamiento del
cordón con un retraso
de 30 segundos en
los RNT y prematuros
que no necesitan
reanimación al
nacer. No hay datos
suficientes que permitan
recomendar
un enfoque de
pinzamiento del cordón
para los RN que
necesitan reanimación
al nacer.
En los RN que no
requieren reanimación, el
retraso del pinzamiento
del cordón se asocia con
menos HIV, PA y volumen
sanguíneo más altos,
menor necesidad de
transfusión tras el
nacimiento y menos ECN.
La única consecuencia
adversa observada fue un
ligero aumento del nivel
de bilirrubina, que
comporta una mayor
necesidad de fototerapia.
30.
31. Debe iniciarse una VPP
si el RN no respira o la
FC es <100 lpm una vez
realizados los pasos
iniciales de la
reanimación. En estos
casos, ya no se
aconseja la intubación
de rutina para la
aspiración traqueal
porque no hay
suficientes datos que
indiquen que deba
seguir recomendándose
esta práctica.
La reanimación debe
seguir los mismos
principios en los RN con
LAM que en los RN con
LA claro. Los expertos
dieron más importancia a
evitar daños (es decir,
retrasos en el suministro
de ventilación con bolsa
mascarilla, posibles
daños del procedimiento)
que al beneficio
desconocido de la
intervención de
intubación traqueal de
rutina y aspiración.
32.
33. Durante la reanimación
de los RNT y
prematuros, puede ser
de ayuda utilizar un
ECG de 3 derivaciones
para la medición rápida
y exacta de la FC del
neonato.
El uso del ECG no
elimina la necesidad de
la pulsioximetría para
evaluar la oxigenación
del RN.
Se ha constatado que la
evaluación clínica de la
FC en la sala de partos
no es ni fiable ni exacta.
Calcular una FC inferior
a la real puede conducir
a una reanimación
innecesaria. Se ha
constatado que el ECG
muestra una FC
exacta más
rápidamente que
la pulsioximetría.
La evaluación de la FC
debe realizarse
auscultando de forma
intermitente el pulso
precordial. Cuando el
pulso es detectable, la
palpación del pulso
umbilical también
puede permitir un
cálculo rápido del pulso
y es más precisa que la
palpación en otros
lugares.
Uso del pulsoxímetro.
34.
35. La reanimación de RNPR
<35 sem. debe iniciarse
con poco O2 (entre
21% y 30%) y se debe
ajustar la concentración
para lograr una SaO2
preductal aceptable.
No se recomienda
iniciar la reanimación
del RNPR con mucho
O2 (65% o más).
Un metaanálisis
(7 EAC) no demostró
beneficios en cuanto a
supervivencia hasta el
alta hospitalaria,
prevención de la DBP,
HIV o ROP cuando se
reanimaba a los RNPR
<35 sem. con una alta
concentración de O2
(65% o más), en
comparación con una
baja concentración de O2
(del 21 % al 30 %).
El inicio de la
reanimación con bajas
concentraciones
de O2 (30% y 50%)
en los RN prematuros.
Si a pesar de una
ventilación eficaz no
hay un aumento en la
FC o si la oxigenación
(guiados por
oximetría) sigue siendo
inaceptable, debe
considerarse el uso de
una mayor
concentración de O2.
36.
37. Se aconseja que se
considere el uso de
HT en entornos con
pocos recursos (es
decir, falta de personal
cualificado, equipo
inadecuado, etc.) y se
facilite con protocolos
claramente definidos y
en centros con
capacidad para
proporcionar una
atención multidiscipli-
naria y un seguimiento
longitudinal.
Si bien la recomendación
de HT en el tratamiento
de la EHI de
moderada a grave en
entornos con abundantes
recursos se mantiene
igual, se añadió una
recomendación para
orientar sobre el uso de
esta modalidad en
contextos donde los
recursos puedan
limitar las opciones de
aplicar algunas
terapias.
Se recomienda
proporcionar HT a los
RN de 36 o más sem.
con una EHI progresiva
de moderada a grave.
La HT debe
administrarse con unos
protocolos claramente
definidos y en centros
con capacidad para
proporcionar una
atención
multidisciplinario y un
seguimiento
longitudinal.