2. • Disponemos de cartas reales que se enviaron desde la
guerra: un material fundamental para conocer de forma
directa cómo fue vivida la guerra por los propios soldados
y los dramas que padecieron.
• Estas reflejan el sufrimiento de aquellos hombres, la
ilusión de los que partieron al frente a la dura realidad de
las trincheras.
• En los bolsillos de los muertos se encontraron cuadernillos
donde escribían sus impresiones y recuerdos. Además,
contamos con los testimonios de los supervivientes.
• Toda esta documentación señala los momentos más
significativos de sus vidas, la llegada al frente, la espera,
el ataque, el desencanto, los motines, la dura
convivencia con ratas y piojos, el calvario de los heridos
y, para los vivos, el relevo y el retorno. Los soldados
confían sus sentimientos a las cartas.
3. • Elfriede Kuhr, colegiala alemana de doce años, describe
en su diario la partida al frente de un regimiento de
infantería alemán (martes, 4 de agosto de 1914)
4. • Kresten Andresen, soldado
voluntario danés del ejército
alemán de veintitrés años,
explicando por qué se ha
alistado (jueves, 19 de
noviembre de 1914)