Pregón Semana Santa 2009 (27-3- 2009) PACO PAVÓN

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PREGON (23) A LA SEMANA SANTA DE
IZNAJAR, 28 DE MARZO DE 2009
UN AÑO MÁS, se están cerrando ya las puertas de la Cuaresma y
el sol empieza a escribir en las azoteas, sus lecciones de Primavera. Hoy,
asomado a la cancela de ésta primera estación, QUE SIEMPRE nos
viene llena de resurgimiento y vida, os llamo a la típica celebración de
éstas fechas, a la costumbre; os llamo a recordar desde la alegría del
Domingo de Ramos al dolor de Pasión; desde el atronador silencio del
Perdón, al dolor gótico del Santo Entierro… y os llamo también a la
alegría de la Resurrección.
Ilustrísimas autoridades, miembros de las hermandades y
cofradías, señoras y señores, amigas y amigos. Todos los que en esta
noche nos honráis con vuestra presencia. Os digo de todo corazón:
¡Buenas noches, sed bienvenidos!
Doy las gracias a las personas que han visto en mí la posibilidad de
representar dignamente al pregonero de la Semana Santa de este año,
espero no defraudarles así como a todos los que en este momento me
escucháis.
El anterior pregonero se ha excedido en sus palabras cuando ha
hecho mi presentación, es un amigo y esa será y no mis méritos la razón
de sus excesos. Clemente, agradezco tu amistad y tus elogios.
¡Comencemos!

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En poco más de siete días, viviremos la Pasión de Jesús. Ese
hombre que vivió hace ya dos milenios y sólo saboreó la vida durante
treinta y tres años: era hijo de un humilde carpintero, nació en un
pequeño pueblo y vivió en otro hasta que cumplió los treinta. Nadie
supo nada de él durante ese tiempo. Predicó entonces durante tres años.
Nunca viajó más allá de doscientos kilómetros de su lugar de
nacimiento. Jamás escribió un libro, ni fundó una compañía. La opinión
pública viró contra él y sus amigos le dieron la espalda. Él perdonó a sus
enemigos y fue crucificado entre dos ladrones. Al morir, sus ejecutores
se sortearon la que era su única propiedad, su túnica. Han pasado YA
veinte siglos, dos mil años, y ese sencillo hombre es a pesar de todo eso,
recordado y amado por 2.100 millones de creyentes o lo que es lo
mismo, un tercio de la población mundial.
Todos los ejércitos que han desfilado, todas las armadas que han
navegado, todos los reyes que han reinado, juntos, no han tenido la
misma influencia sobre la vida de los seres humanos que tuvo ese
hombre que protagonizó una vida HUMILDE y solitaria
En poco más de siete días, el tiempo empezará a ser descontable,
justo cuando se eche a la calle esa primera vista aérea de Dios que es una
procesión. Dentro de una semana entraremos en el Domingo de Ramos,
ese día nos vestiremos con nuestras mejores galas y alguno de nosotros
hasta estrenará algo, según la vieja costumbre… para asistir a la misa de
la bendición de las palmas.
Jesús con la borriquita y los Apóstoles, se prepararán para su
traslado a la Antigua, los tambores y cornetas de los romanos irrumpirán
alegremente por las calles y anunciarán la salida de la Procesión de la
Borriquita.

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Pocos pueblos y ciudades andaluces tienen en la procesión de la
Borriquita a una burra de verdad preparada para el desfile, y es que
realmente nuestra Semana Santa, tiene una peculiaridad plástica y
estética que la diferencian del boato y homogenización que suelen
ofrecer hoy los pasos procesionales en otros lugares de Andalucía. Nos
debemos de sentir orgullosos de haberla mantenido, conservado y
transmitido de padres a hijos, durante muchos años.
Realmente es una extraordinaria manifestación de religiosidad
popular. Aquí, la Semana Santa es un fenómeno de enorme riqueza y
complejidad que pone de manifiesto, componentes sociales, folclóricos,
históricos, estéticos y emocionales, además de los puramente religiosos.
Aquí también la SS es algo que permanece muy unido a nuestra vida y
recuerdo, pues a veces, años atrás, quizás sólo había oportunidad de
tener una foto de nuestro crecimiento o DE LA familia, cuando
Domingo Conventos nos la hacía, debajo del Nazareno, en la procesión
del Calvario.
Son muchos recuerdos de SS del PUEBLO al que amo:
Hablo de Iznájar, del pueblo del que soy; al que pertenezco no
sólo por haber nacido él, sino por estar como sellado por su sello,
absorbido por los sentimientos y vivencias primeras (esa SS que sólo
duraba dos días, ese despertarme los viernes santos de la niñez con el
redoblar de los Romanos y pasar el día detrás o delante de ellos, donde
nos engañaba al doblar las calles el Sargento, Manolo Rastro)….
Nuestro pueblo es OBJETIVAMENTE bello, de verdad, y lo
contrasta uno cuando trae invitados: se sorprenden de que esté asentado
sobre esas peñas cortadas a pico, que sea casi como un nido de águilas,

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con sus calles tan empinadas… por las que desfilarán sus procesiones.
Pero sigamos, hablemos del LUNES SANTO: CRISTO DE LA
BUENA MUERTE
ESA FORMA TUYA DE MORIR.
Te veo venir desde lejos
Y ya estoy viendo venir tu muerte
Me voy a tu encuentro, pausadamente;
Qué solo estás, qué sólo…
Con tanta gente.
A quien estás llamando con los ojos
Si solamente un viento te acompaña
Que se da mucha más saña,
En aventar tus despojos;
Que en calmarte la agonía
Que está dejando vacía
Tu mirada de congojo.
Te veo venir desde lejos
Y no sé si son tus ojos
Los que están mirando al cielo
O es el cielo, que es tan viejo
que le ha puesto a tu reflejo
una pena y un desvelo.
Y si estás muerto
¿por qué te siento?

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Si no vives,
¿quién me habla?
¿De quién son esas palabras
Que caídas de una cruz
Me cortan como un lamento
Con ese sagrado acento
De Jesucristo andaluz?
¿Eres Dios o eres madera?
¿Eres hombre, eres cualquiera?
O eres solo primavera
Que Iznájar a su manera
No ha dejado que muriera?
No lo sé
¡Si yo supiera!
Sabría que hacer con mi pena
Con tu agonía, tu quebranto
Y con el duelo y la condena
De morirte siempre tanto
Sabría que no te me mueres
Que nunca mueres, Jesús
Que está entre mis menesteres
Seguirte hasta donde… eres
Cristo, mi Fe eres tú.
Cristo desfila esa noche de Lunes Santo, acompañado por su
discípulo más querido y más joven, Juan. Muchos jóvenes que miran su
vida con aprensión y se plantean tantos interrogantes sobre su futuro.

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Ellos que se preguntan preocupados: ¿Cómo insertarse en un mundo
marcado por numerosas y graves injusticias y sufrimientos? ¿Cómo
reaccionar ante el egoísmo y la violencia que a veces parecen
prevalecer? ¿Cómo dar sentido pleno a la vida? ¿Cómo contribuir para
que los frutos del Espíritu «amor, alegría, paz, paciencia, benevolencia,
bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio de sí», inunden este mundo
herido y frágil, el mundo de los jóvenes sobre todo?
Vamos al Miércoles Santo, Cofradía del Santísimo Cristo de la
Columna, a la que pertenezco y pertenecen mis hijos. Recuerdo que hace
ya casi 40 años, un pequeño grupo de jóvenes adolescentes quisimos
poner nuestro granito de arena y sacamos por primera vez a esa imagen,
la del Cristo lleno de heridas y maniatado a una columna de fuste
bulboso… en esa primera ocasión, nuestra indumentaria fue sólo un
pantalón oscuro, camisa blanca y lazo rojo al cuello. ¡Cuanto tiempo
pasó ya!, y he de confesar mi alegría al ver como poco a poco se van
haciendo cosas para mejorar la cofradía y la procesión.
Y al llegar el Miércoles Santo
ante tu imagen divina,
mi corazón es memoria
de sensaciones vividas.
Llevas Nazareno rota
tu frente por las espinas,
derramando gota a gota
la sangre por tus heridas.
Dejaste que te apresaran,
triste humillación sufrida,
al ver tus manos atadas

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por culpa de una mentira.
Sobre tus hombros un trozo
de tela roja, encendida,
y en tus manos amarradas
una caña como insignia.
¡Cuántos azotes le seguimos propinando a Jesús!
En estos tiempos que corren, de tanto relativismo, laicismo, que a
veces sólo se habla de Dios, para decir que no existe en el slogan
plasmado en un autobús, mi pregunta, esa que lleva persiguiéndome
tantos años, no deja de ser una forma de súplica. Tú eres, Señor, el
último flotador de un barco en crisis que nunca acaba de hundirse.
Danos la Fe, que cuando un hombre tiene Fe, nunca está solo. Y
ayúdanos a quitarnos tanto Judas de encima, tanto visitante de la muerte.
Porque asombra, Señor, que, vistas las cosas, después de dos mil
años, en ciertos lugares se sigue vitoreando a Barrabás, al que salvan de
cualquier castigo y al que entronizan como héroe popular. Por cada
Barrabás que coronan, aquí muere un cristiano.
Y LLEGA EL JUEVES SANTO,
Y Jesús nos seguirá enseñando a amar:
En verdad, en verdad os digo:
Si el grano de trigo no cae en tierra y muere,
Queda el solo;
pero si muere

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da mucho fruto.
Un nuevo mandamiento os doy: que os améis los unos a los otros
como yo os he amado.
En esto conocerán todos que sois discípulos míos.
Y cuando le preguntó Tomas: “Señor, no sabemos a dónde vas,
cómo podemos saber el camino” Respondió Jesús:
“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”
Y lo mismo que el sarmiento no pude dar fruto por sí mismo,
Si no permanece en la vid;
Así tampoco vosotros si no permanecéis en mí
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos.
Realmente cuando yo era un niño, ese día empezaba la SS. Por la
tarde, íbamos a los oficios, a la Iglesia de arriba y en la celebración de la
Santa Misa, larga como ningún otro día, se representaba el Lavatorio,
haciendo el sacerdote de Jesús, que lava los pies a los apóstoles; al
finalizar la Misa, se trasladaba el Santísimo acompañado de los
Apóstoles al “Monumento”… y tras dejar la máxima autoridad de
nuestro pueblo, el símbolo de su cargo a los pies del Sagrario, nos
sorprendía el Prendimiento de Jesús por los Romanos.
“Soldados, a las armas, seguidme todos”… y quedando dos de
ellos vigilantes…
Podíamos decir que la SS había empezado.
Esa noche recorría nuestras calles la cofradía del Santísimo Cristo
del Perdón; Cristo crucificado, acompañado de San Juan y la Virgen
María,
“Mujer, ahí tienes a tu hijo”

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Luego dijo al discípulo “Ahí tienes a tu madre”
Y desde aquella hora Juan la acogió en su casa.
Desfilará otra vez ese sencillo paso adornado sólo con unos
claveles. La oración se transformará en canción y de la garganta del
saetero saldrá lo más profundo de su corazón.
Dijo una voz popular:
"¿Quien me presta una escalera
para subir al madero?
Para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno"
Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar
Cantar del pueblo andaluz
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz
Cristo del Perdón, tú que perdonaste a tus verdugos antes de
expirar con aquel:
“Padre, perdónales porque no saben lo que hacen” nos enseñas algo a lo
que poco estamos acostumbrados y es tan necesario para la paz … a
perdonar.
La noche del jueves Santo fue muy dura para Jesús y también para
muchos de los que pasan crisis en sus vidas:

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Hoy, Señor de Pasión, sigues siendo la última esperanza de
quienes han llenado su vida de sueños fugitivos. Están ahí, a la vuelta de
la esquina, viven en esos sitios en los que la realidad está en guerra con
los pájaros. Y cuando la soledad se queda a vivir de madrugada, cuando
se hace el silencio en el rostro marcado por el miedo, cuando los
fantasmas atacan de nuevo y los puños robustos de la pena apalean, es
cuando más necesario eres.
Viernes Santo
Sube ya desde la Antigua el Nazareno. El sonido de las trompetas y
redoblar de los tambores de los Soldaos Romanos, ha despertado a la
chiquillería y a todo el pueblo; en la plaza de las barandillas está
preparado el comienzo de la Procesión del Calvario; los maladrones
atados están dispuestos para escenificar y asustar a más de un pequeñajo.
En esta procesión, se siguen representando escenas que se
conservan desde siglos del Paso Antiguo, tales como: jugarse la túnica
de Jesús, buscar al Cirineo en las tres caídas o la lectura de la sentencia
en varias ocasiones… los apóstoles besarán los pies de Jesús en cada una
de esas caídas.
Muchos son los personajes que saldrán: los Judíos: con su
morrión de flores de vivos colores, su tocado de cintas y sus expresivas
caretas de rostros realmente feos, que simbolizan la maldad. Los
Sayones, con sus camisas floreadas con encajes y la comitiva de la Judea
presidida por Pilatos, los dos escribas llamados “Moñitos” y “ la
Pocla”
Los Apóstoles seguirán cubriéndose la cara con un “rostro” con la

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inscripción de su nombre sobre la cabeza. Desfilarán majestuosamente
con sus túnicas y mantos de diferentes colores, adornados por
lentejuelas.
Y los Soldados Romanos que son quizás los personajes más queridos
de los pequeños y constituyen otro importante elemento identificador de
la Semana Santa Iznajeña.
Al final el Viernes Santo se convierte en uno de esos días en los
que vuelves a ver a todos esos familiares y amigos que hacía tiempo que
no veías, cuando da gusto pasear por las calles... un día para pasarlo
aquí.
Se hará de noche y llegará la hora de dar sepultura al Señor: en la
Procesión del Santo Entierro y de la Virgen de los Dolores, el
recogimiento y silencio sobrecogerán de nuevo, los judíos se
recriminarán mutuamente la muerte de Jesús a la voz de “Tú, tú, yo, yo
no, atrás quea”…
Y HABLARÁ DE NUEVO EL SILENCIO…
Y se hará el silencio en Iznájar. Y se escuchará arder la cera. La calle
será una bóveda y la noche una selva muda y cada uno podrá escuchar a
su memoria. Volveremos a soñar porque volveremos a callar. Y sólo
hablará Jesús con el griterío celestial de su mirada.
Largo silencio de plata
cruza unos labios callados
por una muerte inmediata
con un habito morado.

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¿Qué está pasando, qué suena?,
Que aun siendo noche temprana
Hay un silencio que truena
No sabéis?
Es un pobre Galileo
Que apenas nadie había visto
Antes de que fuera reo,
Y al que llaman... Jesucristo
Vuelve de nuevo a su templo
Entre el silencio feroz
Del que la gente da ejemplo:
Hablar sin dar ni una voz.
En sus ojos penitentes
Brilla una luz de centeno.
Iznajar, devotamente
Ve pasar mi nazareno
La imagen del Cristo Yacente en su sencilla urna, irá acompañada
de los sayones situados a los laterales, de los nazarenos sin capucha, y
los Apóstoles dispuestos inmediatamente detrás, llevando calavera y
rosario alrededor de una cruz.
La Virgen, Nuestra Señora de los Dolores, silenciosa y anónima
le seguirá por las calles de la Amargura y volveremos a pedirle que Ella,
que sufrió en su carne tanta injusticia, nos conduzca por el camino de la
esperanza.
Irá vestida con su manto de terciopelo negro bordado en oro y

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resplandecerá el corazón plateado que luce en su pecho. Le acompañarán
muchos de sus casi cuatrocientos hermanos y hermanas.
Lágrimas de sufrimiento, resbalan por tus mejillas
! Vas sobre un trono de flores pero en tu pecho llevas una gran herida
hecha por mil dolores!
!No son caminos rectos Señora las calles por donde te llevarán
!Serán cuestas muy empinadas, las que tengas que pasar;
!Habrá calles muy estrechas, tan estrechas como el hueco de tu
corazón, en el que no cabe tanta pena y tanto dolor
! Cuidad hermanas el compás!
!llevadla con firmeza y suavidad!
!que es la virgen de nuestro pueblo, aquella que ayer nos vio jugar
y hoy llenos de amor y esperanza la acompañamos en su penar!
!Quien pudiera Madre mía poder tu dolor paliar, decirte, que Jesús
no ha muerto, que sólo está dormido… que muy pronto despertará!
Recuerdo que con el pasar de la Virgen se escuchaba a algún familiar
decir ¡Bueno la SS ya se ha acabado, hasta el año que viene!
Y así la vida pasa como una cofradía que parece lenta, pero
siempre acaba siendo más rápida de lo que creemos. Dentro de una
semana también yo saldré al balcón de la casa de mi padre y veré a
tantos chiquillos estrenar impaciencia… seguramente apoyado sobre el
mismo, me llegarán ese otro tramo de tan jugosos recuerdos… como era
aquel estrenar ropa nueva en SS o el comienzo del juego de miradas a
los medios amores… yo era cuarenta años más joven.

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El Sábado Santo se pondrá en escena “El Paso”, el pasado año
pude tener la oportunidad de volver a verlo y comprobar que se ha
convertido en una seña más de identidad de nuestro pueblo, donde es
maravilloso apreciar como comparten escenario padres e hijos, así como
el sentimiento de unidad de un pueblo que lucha por mantener sus
tradiciones.
El amor y el sentimiento que los actores ponen en esta
representación, cuyos papeles han pasado a veces de padres a hijos o
pueden ser recitados varios de ellos por una sola persona, hacen del Paso
una tradición cultural y religiosa genuinamente iznajeña que merece la
pena conocer.
Y POR FIN LA RESURRECCIÓN
El primer día de la semana, DOMINGO, va María Magdalena al
sepulcro de madrugada, todavía oscuro, y ve que la piedra estaba
quitada, las vendas en el suelo y junto a ellas el sudario que cubrió su
cabeza…
¡JESÚS HABÍA RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS!
¡ALELUYA, ALELUYA, CRISTO HA RESUCITADO!
Y la resurrección de Cristo es un sí a la vida y a todas nuestras más
profundas aspiraciones. Un sí a la creación sin límites. El principio del
deseo y el principio de la realidad se identifican finalmente en la
experiencia de la resurrección. Es un no radical a la vida entendida como
absurdo, como frustración y como sin sentido.

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En el sepulcro queda el hombre viejo, con sus vendas y sudarios.
Se echa al fuego toda la levadura vieja. El corazón de piedra se ha
transformado en corazón de carne, capaz de abrirse a todos, de amar a
todos. El creyente se convierte en Pascua.
Pero cada día tenemos que estar pasando de la muerte a la vida.
Cada día hay que coger los brotes de orgullo y ponerlos a los pies; cada
día hay que despojarse de ambiciones y apegos y echarlos al fuego; cada
día hay que domesticar los instintos de autosuficiencia e independencia,
para asumir la condición de esclavo; cada día hay que controlar las
ansias de placer para vivir en libertad; cada día hay que desarrollar los
propios talentos y ponerlos al servicio de la comunidad. La Pascua se
celebra cada día. El cristiano es siempre un niño de un día.
Y sonarán los cohetes, repicaran las campanas a gloria, y hasta el sol
tendrá otro colorido, saldrá la cofradía del Santísimo Cristo Resucitado
y un año más habremos celebrado la Pasión, Muerte y Resurrección de
Nuestro Señor Jesucristo según la tradición iznajeña.
!PREPARÉMONOS PARA VIVIR DE NUEVO LA SS CON ILUSIÓN
Y ALEGRÍA ¡
¡ BUENAS NOCHES A TODOS
Y MUCHAS GRACIAS POR SU ATENCIÓN!